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Tomb Raider 8: Las culturas perdidas


Bartoli

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Me gustaría que todos se tomaran este capítulo como un agradecimiento por esas ya más de TRES MIL visitas, más de sesenta mensajes y, con este, veinte capítulos. Se lo agradezco en especial a Escorpio, que me ha seguido desde el principio de la historia, y a katherine, florecia, y a esas otras personas que me han comentado en menor medida. Gracias de corazón y ahí va el capítulo :blush: :

 

Capítulo 20: Mujer de las Cruzadas

Lara estaba en problemas. No sabía de donde demonios había salido aquella cosa, pero estaba delante de ella y no paraba de acosarla a disparos.

Se trataba de una especie de tanque, pero con muchas diferencias a uno normal: tenía tres cañones, dos de ellos lanzados cargas explosivas y otro lanzando una especie de energía extraña, además de dos ametralladoras realmente potentes, y, para colmo, estaba hecho de una especie de piedra, pero de un color muy distinto, además de que emitía brillos y era realmente dura. Había salido de un pequeño pueblo situado cerca de allí, claramente una población de campesinos granjeros. Lara ya se había situado: estaba a las afueras de Jerusalén, y si no se equivocaba esta era la Primera Cruzada, por lo que debía ayudar a los cruzados a tomar la ciudad si quería que el curso de la historia siguiera su rumbo. Pero ahora tenía un problema mayor. El tanque disparaba sin piedad, y ella hacía lo que podía para esquivarlo, agitando a Excalibur de vez en cuando, pero sin llegar a hacer daño a su oponente.

-¡Lara, sal de ahí!-gritó Zip- ¡Hasta que no sepamos que es esa cosa, será mejor que te refugies!

-¡Pero si no ayudo, esa máquina va a machacar a los cruzados! ¡Y no podemos permitir que pase eso!

-¡Pues al menos ponte a cubierto o te va a aplastar!

Lara corrió a un lado buscando algún sitio en el que cobijarse. Encontró una duna que, por ahora, le serviría. Se echó al suelo justo a tiempo. El cañon enegético disparó justo cuando ella saltaba.

-Lara, tengo buenas y malas noticias-dijo Zip- La buena es que Yarofev se ha hecho con su artefacto, que según Alister se llama la Lanza de la Valkiria, y ha capturado a Pierre.

-Bien, dile que lleve a Pierre y a la lanza a casa. A Pierre encerradlo, y a la lanza ponedla en lugar seguro. Después dile que vaya al portal que lo llevará a la Unión Soviética. ¿Y cual es la mala?

-¡Que esa cosa te está machacando!

-¿Y te crees que no lo se? Pero tengo una idea aproximada de lo que es... Tecnología Atlante.

No creía estar equivocada. Era un arma demasiado avanzada para su época. Debía ser de Natla. Sacó a Excalibur.

-No me digas que lo vas a intentar otra vez...-dijo Zip.

-No me queda otro remedio. Esta duna no aguantará mucho. Y tengo una idea. Ya que las ondas de la espada no le hacen daño...veamos la espada sola.

-¡¿Estás loca?! ¡¿Pretendes cortarlo?!

-Es que tengo una corazonada...

Lara salió de su escondite y corrió hacia el tanque. Este disparó dos explosivos y una carga energética, además de ametrallarle. Lara hizó algo que a cualquier persona con aprecio a la vida no se le ocurriría. Dió una voltereta a ras de suelo, esquivando las ametralladoras y el cañon energético. Sin embargo, los misiles explotaron a ambos lados, y, aunque las explosiones no la alcanzaron, la onda expansiva la tiró al suelo. Se levantó y aprovechó la humareda para arremeter contra su enemigo. Saltó sobre el tanque, y, una vez allí encima, golpeó con Excalibur la parte superior, pero no logró nada.

-Tu corazonada se ha equivocado.

-Eso parece. Pero tengo otra idea.

Se asomó por los huecos de las ametralladoras, pistolas en ristre. Un hombre la miró sorprendido.

-¿Qué tal?-dijo Lara antes de disparar.

El hombre cayó enseguida. Lara agitó a Excalibur por el hueco. La onda se llevó a dos tipos por delante, y rompió la parte trasera desde dentro. Lara entró por ahí. Aún había dos hombres vivos, con las manos arriba.

-No...no nos mate, por favor...

-No lo haré si me respondeis a mis preguntas: ¿Quién os ha dado este tanque?

-La señora Natla...

-¿Y quién comanda esta operación?

-La señora Natla en persona, señorita. Está aquí. Dice que este es uno de los dos puntos más importantes...

-Hummm... de acuerdo.

Entonces les golpeó con un lado de Excalibur, dejándolos inconscientes. Tras esto, miró el interior del tanque:no era demasiado complejo, pero tenía algun que otro mecanismo de más, aparte de sus cañones. Después de observar con detenimiento la máquina, volvió al campo de batalla, donde la ayuda prestada al principio hacía que los cruzados estuvieran ganando. Lara espero a que terminara la batalla. Cuando finalizó, un hombre y dos escoltas se le acercaron.

-Saludos, muchacha. Soy Jeau de L´Arc, general de Francia. Se bienvenida.

Lara se quedo paralizada. ¿Jeau de L´Arc? ¿Un general?

-Os doy las gracias, monsieur L´Arc.-dijo Lara recuperandose de la sorpresa.- Me gustaría quedarme en la ciudad un tiempo. ¿Le importaría ayudarme a buscar cobijo?

-Podeis consideraros mi invitada.

-Gracias.

-La verdad es que he de admitir que sois sorprendente. No solo vuestra espada es poderosa, sino que sois ágil y teneis extraños artefactos de guerra. ¿Puedo preguntaros vuestro nombre?

-Lara Croft, monsieur.

-¿Croft? ¿Habeis dicho Croft? ¿Teneis algun parentesco con Lord Richard Croft?

Lara se paralizó.¿De que conocía L´Arc a su padre?

-Si...¿Por qué?

-Porque desde hace unos quince años es mi mejor amigo y acompañante.

-¡¡¡¡¿¿¿¿QUÉ??????!!!!!!!

-Así es. Parece extrañaros. La verdad es que es un personaje curioso, como vos. Dice venir de una época futura, y cuando lo encontré estaba vestido con extraños ropajes.

-Dios mío... ¿Podeis llevarme hasta él?

-Por supuesto, milady.

-Lara-susurró Zip- ¿Tu padre no estaba muerto?

-Estaba desaparecido- le contestó, también es susurros- Nunca encontraron su cuerpo, y ahora me lo explico. Dios mío, seguramente andaba buscando un zócalo y se topó con un portal. No me lo puedo creer...

Jeau la llevó a un campamento cruzado al este de Jerusalén. Entraron en una de las mayores tiendas. Dentro había un hombre canoso, con algunas arrugas y mirada inteligente.

-Richard, esta muchacha dice conoceros.

 

Ya terminaré el capítulo en otro momento.

 

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Wowww menuda sorpresa la del padre !!! lo has dejado en un punto intrigante jajajaaj espero que vuelvas pronto a escribir el proximo cpiatulo :abrazos: realmente me est agustando el relaato :hello:

 

Y no tiene porque agradecerme nada jeje leer relatos es algo que me encanta... y sobretodo si es de mi heronia favorita :D

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Bueno, no voy a continuar el capítulo anterior, sino a iniciar uno nuevo:

 

Capítulo 21: Operación Torch

Kurtis se había desecho de Eckhart, pero las complicaciones que había tras su ataque hacía mella en los aliados, que intentaban desembarcar como podían. Los franceses de la Francia de Vichy se defendían con uñas y dientes, apoyados por...¿dos cañones eléctricos?

Parecía raro, pero playa arriba, a los lados de un búnker, habían dos enormes cañones lanzando descargas eléctricas, volando lanchas y carbonizando a los soldados aliados. El humo reducía la visibilidad, pero Kurtis podía distinguir a varios hombres con ropa... digamos inadecuada para la época: chalecos antibalas negros, guantes de cuero, botas negras y más cosas que uno no esperaría encontrarse en plena Segunda Guerra Mundial.

Kurtis se hallaba recostado en el suelo, con la ametralladora Thompson en mano. Intentaba avanzar lentamente esquivando las balas que pasaban por encima de él. Entre el humo distinguió una figura que se le acercaba. Apuntó rápidamente, pero por suerte para él lo que se acercaba era un soldado americano.

-¿Qué haces ahí? ¡Levanta! ¡Esos cañones nos están machacando! ¡Nos han ordenado replegarnos hacia los dos lados de la playa evitando esos cañones!

-¡Tranquilo, se lo que hago!

-¡Vamos, no digas sandeces y larguemonos! ¡Nunca había visto nada igual! ¡Debe ser un nuevo tipo de arma alemana!

-¡No lo es, creeme! ¡Y ahora vete si no quieres...

Pero el ensordecedor sonido de una explosión hizo imposible que se le oyera.

-¿Pero estás loco? ¿No has oido eso? ¡Esos malditos cañones nos están masacrando! ¡Si no salimos de aquí...

Otra explosión tapó el sonido, y después fue Kurtis quién continuó:

-¡Si no salimos de aquí podremos acabar con esos cañones! ¡Y ahoa vete y déjame hacer!

-¡Está bien pero allá tu!

Entonces comenzó a alejarse. Kurtis comprobó que había una gran cantidad de cuerpos desperdigados por la zona por la que avanzaba, casi todos aliados. Entonces logró colocarse encontrar un punto con buena visibilidad, y contempló la situación.

A ambos lados de los cañones los aliados se esforzaban por superar las fortificaciones francesas: barracones, un par de búnkeres... Sin embargo, por por el lado de los cañones, solo un grupo de hombres, tras unas pocas rocas, intentaba avanzar sin éxito. Kurtis disparó a los cañones con la ametralladora, pero no tuvo el menor efecto sobre los cañones, y al único hombre que alcanzó le dio en el chaleco antibalas. Decidió cambiar drásticamente. Sacó su pistola y el chirugai. Se levantó y corrió hacía los cañones. Un francés, situado detrás de una piedra, le sorprendió, pero Kurtis acabó enseguida con él.

 

 

Ya continuaré. Ahora tengo que irme, perdón. :S

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  • 1 month later...

Siento haber tardado tanto, pero no estaba inspirado :bur2: . Termino el capítulo:

 

Los hombres del cañón se percataron de su presencia. Dos de ellos comenzaron a disparar brutalmente. Kurtis respondió a sus disparos, sin éxito, ya que los ``soldados´´ contaban con mejor posición. Entonces decidió lanzarles el chirugai. A uno le abrió la barriga y a otro lo degolló. Entonces uno de los cañones giró y le apuntó directamente. Y hizo lo que a ninguna otra persona se le ocurriría: empezó a correr hacia el cañón. Este disparó. (A los lectores, imaginaos que esto es como una de esas escenas de TR en las que hay que pulsar botones para salir vivos o_O ). Kurtis, con una increíble agilidad, dio una voltereta sobre el rayo, que siguió su curso hasta impactar contra la tierra. Uno de los hombre se dispuso a disparar, pero Kurtis le incustró una bala en la frente. El segundo cañón tambiñen comenzó a apuntarle. Kurtis, que ya había alcanzado el primer cañón, siguió corriendo. Disparó a uno de los hombre cercanos a él y , cuando el segundo cañón disparó, saltó a un lado. El impactó volatilizó el primer cañón y a los dos hombre que aún quedaban a su lado. Entonces Kurtis lanzó el chirugai contra un hombre que le apuntaba. El hombre disparó, pero la bala chocó con el chirugai, que cayó al suelo. Kurtis baleó al hombre que le apuntaba e hizo que el chirugai atravesara el cañón. Los tres hombre que quedaban salieron corriendo, pero no a tiempo para evitar la explosión (Ya se acabo el video ^_^ ). El mayor problema de los aliados ahora era recuperase de las bajas que habñian causado los cañones. Aunque lo estaban haciendo bastante bien ellos solitos. Kurtis se guardo sus armas y volvió a sacar la Thompson. Entonces apuntó a alguien que se acercaba. Comprobó que era el hombre de antes.

-¡Ha sido impresionante! ¡Lo he visto todo desde la cara este! ¿Estás bien?

-Eso creo- respondió Kurtis- pero estaré mejor cuando nos consolidemos en la playa.

-Tranquilo, no tardaremos. Einsenhower había preparado un plan de emergencia. Hemos tomado ya ambas caras de la playa y la parte trasera. Los franceses están encerrados. Pronto se destruirá el cerco. Nos han ordenado a los soldados que pemanecemos en la playa dirigirnos al campamento oeste. ¿Vienes?

-Por supuesto.

Mientras caminaba, el soldado se presentó.

-Por cierto, soy Macrey, Jeffrey Macrey.

-Kurtis Trent.

-Encantado. Trent, lo que ha hecho antes ha sido impresionate. No tengo palabras. ¿Cómo lo ha logrado? Un soldado con equipaje normal no podría hacer esos movimientos.

-Bueno, es que yo solo llevo una ametralladora y una pistola-dijo, dejando aparte el chirugai- Ni granadas, ni botiquines, ni demasiados recambios de munición, solo los justos.

Mientras hablaban, llegaron al campamento. Al entrar un soldado se dirigió al acompañante de Kurtis.

-¿Teniente Macrey?

-¿Si?

-Einsenhower quiere verle. Al parecer quiere hablarle sobre los cañones de la playa que estaba a su cargo.

Macrey tragó saliva.

-Bien, voy para allá. ¿Vienes?

-Si quieres...-dijo Kurtis.

Llegaron a la comandancia(una tienda bastante más grande que las demás).

-¿Llamaba, señor?-dijo Macrey a entrar.

En el interior se hallaban tres hombres. Sin embargo, por sus rasgos, parecido a los de Winston Churchill(es decir, una media sonrisa en la cara) y sus facciones, Kurtis reconoció a Einsenhower.

-Si, Macrey. Quería hablarle sobre los dos cañones apostados en la playa. ¿Que ha sido de ellos?

-Destruido, señor.

-¿Cómo? Nuestros tiros no tenían el más mínimo efecto sebre ellos.

-Ha sido mi acompañante, el soldado Trent, señor. Ha hecho algunas cosas que jamás había visto en una batalla. Logró eliminar a los dos cañones y a todos sus soldados.

-¿Soldado Trent? No me suena.

-Soy un recluta- dijo Kurtis.

-¿Cómo se las apañó para acabar con esos cañones?

-Bueno, me acrequé todo lo que pude y, una vez pude, los saboteé.

Macrey lo miró con cara de extrañado, pero no dijo nada.

-Bueno, pues que sepa que estamos enviando a los batallones del 50 a 70 a Egipto, Macrey- le dijo al compañero de Kurtis.- Usted y su batallón 68 partirán para allá a apoyar a los británicos en la lucha contra los alemanes. Además, los batallones del 65 al 70 serán desplegados directamente en El Alamein, para darnos cubertura desde dentro. Por tanto, su batallón entra en esa misión. Preparé a sus hombres. Partén mañana por la tarde.

-Si, señor.

Salieron en la tienda.

-Bueno, por fin vamos a tener la oportunidad de luchar junto con los británicos. Dicen que son soldados persevenrantes. Me gustará conocerlos.

-Ya, bueno-dijo Kurtis- Disculpa, pero tengo que hacer una cosa.

Se escondió en un recoveco.

-¿Zip?

-Si, estoy aquí.

-La cosa se complica. ¿Cómo van los demás?

-Lara y Yarofev bien, pero Amanda tiene problemas.

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Siguiente capítulo, pero este es muy especial, porque ya se han cumplido las 4000 VISITAS Y LOS 70 MENSAJES, COLOCANDO A MI RELATO COMO EL SEGUNDO MÁS LEIDO, después de ``TOMB RAIDER 8: DESCUBRIENDO AVALON´´ (curiosidad, los tres relatos más leidos, es decir, el de DESCUBRIENDO AVALON, LARA CROFT VOL. ADULT +18 y el mío tienen el número 8 en su título. ¿Por qué será? :eins: ) Bueno, quería agradecer a Escorpio y a Katherine sus comentarios y dar algunos adelantillos (spolier):

- Algún personaje principal, de los que no me he inventado yo, morirá. También morirá uno de los que sí me he inventado.

-Solo sobreviviran dos de los ``tipos malos´´.

-Tras esta historia continuaré con un Tomb Raider 9.

-La familia unida, aunque solo temporalmente(a ver quien adivina a que me refiero :abrazos: )

Y aquí el capítulo:

 

Capítulo 22: Jolly Roger

Amanda estaba metida en un buen lío. Se encontraba en La Habana, Cuba, sobre el año 1600. Sin embargo, no había aparecido en el mejor momento. Se hallaba en una colina, delante de montón de casas cn vistas al mar. La ciudad descendia cuesta abajo ante ella. Sin embargo, en el puerto, algo no marchaba bien.

Los atronadores ruidos de unos cañones ahogaban los gritos de la gente que corría hacía el fuerte, que estaba en lo alto de la ciudad, a refugiarse. En el puerto habia varios barcos en llamas. Numerosos barcos peleaban por el control de la playa. Sin embargo, pequeñas barquichuelas, salidas de un barco cercano, había llegado a la playa. Los hombres que salían de ella corriendo hacia el interior de la ciudad gritaban endemoniados. Unos de ellos llevaba una bandera negra: la Jolly Roger pirata. Sin embargo, esos hombres, que estaba claro se disponían a tomar la ciudad, no eran el mayor problema de Amanda: su mayor problema eran un enorme monstruo que estaba sobrevolando y quemando los barcos españoles y un gran barco, parecido a un acorazado, que los estaba machacando. Los cañonazos de varios barcos piratas se estaban concentrando en la ciudad, y en cualquier momento podrían alcanzarla. Amanda corrío hacia la playa lo más rápido que pudo, pero se encontró con un pirata, que se lanzó con ella con una espada( otra escena de video, pero para señalarla a partir de ahora cuando empieza y cuando acaba pondré *****) El pirata intento cortarla a la mitad, pero de un ágil salto hacia atras lo esquivó. Entonces intentó hundirle la espada en el pecho, pero ella se echó a sus pies deslizándose y lo tiró. La espada se le cayó y ella la cogió. Entonces el pirata se levantó e intentó aplastarle la cabeza con los puños, pero Amanda le hundió la espada en la barriga.***** Tras este breve enfrentamiento, Amanda, armada ahora con la espada, continuó hacia el puerto. Una vez allí, escondida tras un montón de cajas, invocó a su ente. A traves de la energía psíquica del amuleto, le transmitió instrucciones para que mantuviera a raya a Bartoli y al barco mientras ella se encargaba de los piratas en la ciudad. El ente corrió hacia el agua, y dando un increíble salto, se lanzó contra Bartoli, que estaba en el aire. Entonces Zip habló con ella:

-¿Desde cuando Bartoli puede volar?

-No se. Natla debe haberle ``introducido´´ mejoras.

-Bueno, pues a ver como acabas con los piratas esos...

-Veras, tengo una idea...

-¿Cual?

-Necesito un palo muy largo y una bandera pirata. Y se donde conseguirlos...

-Si estas pensando lo que creo...

-Si; voy a entrar en un barco pirata.

-Estás loca.

-Puede ser.

Amanda corrío hacia una de las barcas de la playa y rápidamente remó hacia un barco pirata cercano. Uno de los piarats la vió y le disparó cuando estaba llegando. Ella saltó al agua y se puso a bucear hasta llegar al lado del barco. Utilizando la espada como piolet, trepó hasta el ancla. Desde allí entró a la bodega. Ahora el sigilo era lo más importante. Vio a un pirata de espalda a ella manejando un cañon.

-¡Maldita sea, esto se ha atascado! ¡Jake! ¡Ven a echarme una mano!

Amanda se le acercó por detrás y le acestó una puñalada mortal en la espalda. Entonces los arrastró y lo escondió tras unos barriles. Llegó otro pirata, que se quedó desconcertado al no encontrar a su compañero.

-¿José? ¿José? ¿Dónde estás?

Entonces Amanda se abalanzó sobre él y le abrió la barriga. Amanda ocultó tambien su cuerpo y continuó. Accedió al piso de arriba. Sabía que salir a cubierta no era buena idea. Tendría que encontrar una bandera pirata en el interior. Comenzó a revisar todas las habitaciones. Llegó al camarote del capitán. Una bandera negra decorativa se halaba sobre su escritorio. La cogió y se la ató a la cintura. Entonces se le ocurrio otra idea brillante. COmenzó a revisar de nuevo ahasa que encontró la SantaBárbara: el almacén de munición. Prendió una mecha que no tardaría más de un minuto en explotar. Salió por donde mismo había entrado y se apresuró en nadar hasta la orilla, pues la barca se había ido a la deriva. Al poco, el barco explotó. Siguió nadando hasta que alcanzó la playa. Allí rebusco entre las tablas algún palo estirado de madera. Cuando encontró lo que buscaba, ató la bandera y colocó el palo en vertical, bien visible. Tras esto se escondió. Al rato, su plan comenzó a funcionar: los piratas de la ciudad, llamados por la bandera, comenzaron a llegar.

-¿Has puesto tu la bandera?-le decían a cada nuevo hombre que llegaba.

Entonces Amanda convocó a su ente. Solo tardó cinco segundos en llegar, y menos en acabar con los hombres.

-Bien, ahora hay que tomar medidas drásticas.-dijo Amanda.

-¿Qué vas a...?-le dijo Zip.

Pero Amanda no respondió. Cogió su colgante y se unió a su ente.

-Oh, Dios Mío...-dijo Zip.

Amanda, no corta ni perezosa, avanzó rápidamente al barco con pinta de acorazado. En un abrir y cerrar de ojos le abrió varios agujeros en el casco. El barco no tardaría en hundirse. Ahora el problema era Bartoli: el dragón era solo un poco más pequeño que ella y no podría prolongar su unión con el ente eternamente. Embistió a Baroli y comenzo a arañarlo y a empujarlo lejos de la playa, para que no se inmiscuyera más en la batalla. Bartoli, al ver que la pelea se prolongaba, huye hacia el sur. Amanda, desfallecida, volvió a su forma original.

-Estoy...muy cansada...

Entró en un pequeño almacén en el puerto y, recostada en cuerdas, redes y sacos, se durmió.

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Bueno, lo siento por Katherine y aquellos que no hayan podido comentar o leer el anterior capítulo, pero ahí va el siguiente. Solo recordar que ***** significa escena de video:

 

Capítulo 23: La Torre de Maklar

 

Paul y sus hombres ya habían entrado en la torre. Era una bonita edificación decorada tan exquisitamente que te hacia sentir que hubieras viajado en el tiempo. Sin embargo, algo no cuadraba: algunas cosas habían sido movida o revueltas y un par de ellas estaban rotas.

 

-Uh, alguien ha estado aquí-dijo Zip- Ten cuidado.

 

Macreidod y sus hombres avanzaron con cautela, preparados para cualquier cosa que pudiera ocurrir. Cuando llegaron al final del pasillo se encontraron con unas escaleras. Subieron. Tras esto llegaron a otro pasillo, pero en este había una masa negra en medio. Al acercarse descubrieron el cuerpo de un hombre. Paul le hizo una señal a unos de sus hombres para que se acercara a comprobar si estaba vivo. Nada más acercarse, de la pared surgió una cuchilla directa al hombre, y le rasgó la pierna. El pobre tipo gritó de dolor. Por suerte para él, el corte solo era superficial: lo apoyaron en la pared y un hombre se quedó con él mientras Macreidod y sus hombres, esquivando la trampa, continuaban.

 

Subieron otro piso, pero en este se encontraron una sorpresa: dos hombres, uniformados como el cadáver del piso inferior y muy bien armados, haciendo guardia. Nada más verlos, les apuntaron, pero Macreidod ordenó:

 

-¡Abran fuego!

 

La ventaja numérica hizo que los dos guardia cayeran antes de que pudieran darse cuenta. Sin embargo arriba sonó:

 

-¡Der Alarm! ¡Alarm!

 

-¿Alemanes? –preguntó Paul- ¿Mercenarios alemanes? No, no es posible…

 

-¿Qué pasa?-preguntó Zip.

 

Macreidod se acercó a los cadáveres y miró sus uniformes.

 

-Lo que me temía. Son la ABE, la Abteil Besonder Einbruch.

 

-¿El qué?

 

-En alemán significa ``Grupo Especial de Asalto ´´. Son un grupo mercenario germano realmente bueno.

 

-¡Pero si habéis acabado con esos dos tipos en un abrir y cerrar de ojos!

 

-Porque no estaban preparados. Ahora va a ser una batalla de verdad.

 

Reunió a todos sus hombres y les dio instrucciones.

 

-Bien, avanzaremos pegados a las paredes y separados por no menos de dos metros y medio cada uno. Cuando lleguéis arriba, poneos a cubierto e intentad ganar terreno. Tenemos que llegar a la última planta lo más rápido posible. Bien, estamos en el segundo piso. Desde fuera hemos contemplado que tiene siete pisos. Faltan cinco. Tened cuidado. Una pequeña avanzadilla de tres hombres juntos subirá primero. Los demás seguid el plan acordado. Buena suerte.

 

Los hombres se distribuyeron de la manera que Paul había explicado. Él se colocó el tras los tres hombres y otros cuatro que estaban pegados dos a cada pared. El primer grupo subió. Sin embargo no se oyeron tiros.

 

-¡Despejado!

 

Todos subieron, sin romper el plan, pegados a las paredes. Ya arriba, Macreidod dijo:

 

-Esto huele a chamusquina…

 

Avanzaron poco a poco. Una vez pasaron un mueble-mesa, Paul bajo la guardia, pero tras de si oyó:

 

-¡Hay una bomba!

 

Entonces gritó:

 

-¡Mantened la formación y corred!

 

***** Macreidod y todos sus hombres empezaron a correr.

 

-¡Va a explotar!-oyó tras de si.

 

Él y sus hombres esprintaron todo lo que pudieron. Entonces explotó. Algunos rezagados fueron alcanzados y la onda expansiva tiró a los demás. Paul levantó la vista cuando oyó algo delante de él. Del piso de arriba estaban llegando varios hombres. El primero disparó y mató al hombre que estaba al lado de Macreidod. Su siguiente objetivo era claramente él, pero de un rápido disparo del subfusil acabó con él. La mayoría de los hombres de Macreidod ya se habían levantado y abrían fuego contra la escalera. Pero lo peor no había llegado. Uno de los hombre alemanes que bajaba llevaba un enorme bazooka. Macreidod se echó a un lado junto un segundo antes de que disparara. La explosión se llevó a cuatro de sus hombres. Entonces, harto ya, cogió y lanzó una granada de mano. Gritó:

 

-¡Al suelo!

 

Todos sus hombre se echaron al suelo, si no lo estaban ya. Los alemanes no pudieron retirarse a tiempo y volaron por los aires.*****

 

Sin embargo, la granada había tirado la pared que daba a la cueva, y había destrozado parte de la escalera, haciendo que los hombres solo pudieran pasar de uno en uno. Mirando hacia abajo y entre los restos que aún quedaban en el piso, hicieron inventario:

 

1º De los treinta y cinco hombres que eran inicialmente, sin contar a Macreidod, siete habían muerto en la explosión, cuatro del bazookazo y dos a base de tiros. Eran, pues, veintidós.

 

2º Con los dos alemanes muertos del piso de abajo, mas cinco cadáveres en ese piso, más tres que habían caído abajo, hacían diez alemanes muertos.

 

3º Su posición era de desventaja, pues no podían avanzar en gran grupo y no sabían con cuantos hombres contaban sus enemigos.

 

Teniendo en cuenta la situación, Macreidod decidió tomar medidas drásticas: cogió un mueble e hizo que un hombre colocara una bomba en el techo. Tras esto, todos se alejaron y apuntaron arriba. Tres, dos, uno…

 

¡BOMMMMMMMM!

 

La bomba estalló dejando al descubierto el piso de arriba. Varios cadáveres aparecieron entre los escombros, y los alemanes que quedaban, sorprendidos, no pudieron reaccionar, y fueron acribillados. Entonces cogieron otro mueble y se subieron. Cuarta planta. Esta vez la escalera estaba entera, así que pudieron continuar con el procedimiento habitual. Sin embargo la quinta planta estaba vacía. Y en la sexta encontraron algo peor… varios hombres… empalados a la pared.

 

-¡Señor, que horror!

 

Y por fin llegaron a la última planta. Había solo cinco hombres del grupo mercenario. Se rindieron rápidamente. Macreidod se acercó al final de la sala. Allí había un altar con un mural e inscripciones.

 

-¿Alister puede descifrarlas?

 

-Eso creo…-dijo la voz de Alister.

 

-No hace falta-dijo otra voz. Era Winston- Yo se leer hindú y otros idiomas, tanto actuales como dialectos antiguos.

 

-¿Qu… Que sabes leer idiomas antiguos?-dijo Alister- ¿Y por qué nunca nos has ayudado?

 

-Porque siempre han sido cosas triviales, poco importantes, y Lady Croft sabe que no me gustan ese tipo de cosas. Pero esto es serio, y debemos darnos prisa. Dice: ``Mira, pero no toques. Toca, pero no robes. Roba, pero sufre la furia de Maklar.´´

 

-Eso tiene poco sentido. Es algo incoherente, ¿no?

 

-Ciertamente- dijo Winston- Creo que significa que si tocas el artefacto y te lo llevas pasará algo. De cualquier modo, debe cogerlo.

 

Macreidod se acercó al muro y lo observó. Logró sacar lo que parecía un sol de bronce. Al principio no pasó nada, pero una vez se alejó unos metros de el mural, la torre se comenzó a derrumbar.

 

-¡Corred!- le gritó a sus hombres.

 

Comenzaron a bajar a toda prisa. Sin embargo, llegaron fuera y la torre aún no se había caído.

 

-Que extraño…

 

Y, de pronto, la torre se desplomó. Donde antes estaba apareció una criatura gigante, semejante a un diablo.

 

-¡Salgamos de aquí!

 

A pesar de todo llegaron fuera y la criatura no se había movido.

 

-¡Pero que pasa, maldita sea! ¡Todo es rarísimo!

 

Volvió a entrar y disparó a la criatura. No pasó nada. Entonces se fijó en unos cristales situados por toda la cueva que reflejaban la luz y la cambiaban de color, de alguna manera. Se trataba de una trampa para asustar a los ladrones.

 

-¡Cachis, mira que picar en un truco tan vulgar!

 

-Bueno, sal de ahí que hay prisa.

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