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Tomb Raider 8: Las culturas perdidas


Bartoli

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Venga, aqui va el sigiente, pero tal vez no lo termine ahora.

Y a los que lean el relato, aparte de Escorpio (que segun el numero de visitas son unos cuantos) POR FAVOR, COMENTEN. Es muy deprimente que lean tantas personas y solo comente una :omg: .

 

Capítulo 16: Segunda batalla de Surrey

El ente de Amanda y Bartoli se enzarzaron en una feroz pelea. El ente utilizaba sus afiladas uñas a modo de cuchillas, y gracias a su rapidez a Bartoli le estaba resultando difícil darle. Repentinamente le golpeó con la garra y lo lanzó, contra la pared. El ente se noqueó, pero se levanto y volvió a la carga. Se subió al cuello de Bartoli y paso a su espalda, donde comenzó a sacudirle cuchilladas. Bartoli se elevó en el aire, y agitándose, logró que el ente se callera. Entonces se lanzó contra él y lo agarró con sus potentes mandíbulas. El ente le atacó en el hocico y Bartoli tuvo que soltarlo, no sin lanzarlo con fuerza de nuevo contra la pared.

En la entrada, un hombre pálido, canoso, de facciones firmes y de constitución fuerte disparaba con una ametralladora al comando de hombre, que habían soltado a los amigos de Lara y se habían puesto tras las columnas y sillones. A ellos se le habían unido Larson y Pierre, que los organizaban para que atacaran de forma contundente. Al lado del tipo pálido había otro hombre, disparando con una extraña pistola, ante los ojos de la sorprendida Lara. Era... Kurtis Trent.

Kurtis hizó una señal de saludo a Lara y se puso tras una mesa. Desde allí, junto con el hombre pálido, disparaba a los hombres y los mantenía ocupados.

En el aire, el chirugai de Kurtis giraba alrededor de Natla. Repentinamente la atacó, pero Natla lo esquivó y le golpeó con una de sus alas, lanzándolo contra el suelo. El chirugai volvió a elevarse y se colocó de nuevo alrededor de Natla, que intentó dalr otro golpe. Esta vez fallo, y el chirugai de Kurtis le ataco y le rasgó un trozo de ropa. Natla, furiosa, le lanzó una bola de fuego. El chirugai se estampó contra el suelo. Kurtis, al estamparse el chirugai, hizo una mueca de dolor, y el chirugai no volvió a elevarse.

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Bueno, voy a terminar el capítulo:

 

Mientras, Lara se había puesto tras la pared del pasillo. Había sacado las pistolas y se había quedado esperando la oportunidad de disparar. Sophia, Willard y Eckhart atacaban sin piedad. Lara saltó al otro lado y disparó. Le dió a Sophia, que cayó al suelo sorprendida, pero enseguida se levantó y continuó atacando. De repente, Lara oyó algo a su espalda. Takamoto corría hacia ella, con los ojos fijos en Excalibur.

-¡Deme esa espada, señorita Croft!

Lara disparó. Takamoto, justo enfrente de ella y corriendo en línea recta era un blanco fácil, y no tardó en caer muerto al suelo. Entonces Lara tuvo una idea: pasaría totalmente a la ofensiva. Guardó las pistolas, empuñó a Excalibur, dejó de ponerse a cubierto y agitó la espada en dirección a sus enemigos. Eckhart saltó a un lado y logró esquivarla, pero Willard y Sophia salieron volando y se estrellaron contra el suelo.

Inesperadamente, Karel apareció a espaldas de Lara y le cogió. Lara le pegó un codazo. Karel le soltó, pero reaccionó y intentó darle un puñetazo. Lara se hizó a un lado y agitó de nuevo a Excalibur. Karel salió volando para estamparse contra la pared.

Mientras, el comando de hombres, junto con Larson y Pierre, se retiraban a la parte trasera de la casa, por donde habían entrado. Natla, que se había librado del chirugai, atacó a Kurtis y al hombre pálido. Este le disparó con su ametralladora y le dió de pleno en la cara, haciendo que callera al suelo.

A su vez, el ente y Bartoli seguían luchando, mientras Amanda estaba tras las escaleras, controlando a su ente desde allí. Este golpeó a Bartoli en las patas, pero él respondió dándole con la cola. El ente se subió a la cabeza de Bartoli y comenzó a golpearle. Bartoli se agitaba para intentar librarse.

Lara, por su parte, atacaba sin piedad a Eckhart, que saltaba de un lado a otro esquivándola. Entonces le lanzó una de sus bolas, pero Lara agitó de nuevo a Excalibur y la bola se esfumó. Willard y Sophia se habían levantado y se preparaban para atacar, pero Lara les dió de nuevo y cayeron otra vez.

Natla, tendida en la entrada, se levantó y realizó un rápido movimiento, cogiendo al hombre pálido del cuello y lanzándolo contra la pared. Kurtis hizó que su chirugai se elevara y le atravesara a Natla el ala derecha. Natla profirió un grito de dolor y le lanzó una bola de fuego a Kurtis. Este saltó a un lado y se puso a cubierto. Para cuando volvió a apuntar, Natla ya estaba en el aire gritando:

-¡Todos fuera, vamos, nos largamos de aquí!

Bartoli agarró al ente y lo lanzó contra la pared. Acto seguido salió de allí, seguido de Willard, Sophia, Karel, Eckhart y Natla. El comando de hombres, junto con Larson y Pierre, les cubrió la huida, hasta que también se retiraron, cayendo cuantro hombres más muertos.

Cuando el ambiente se calmó, Lara se acercó a sus amigos y comprobó que estaban bien y los desató.

-Creo que habeis tenido momentos mejores-dijo.

-Ya -contestó Zip- Y yo creo que tu nunca habias tenido tanta cara de pasmada.

-¿Está usted bien, señorita Croft?-dijo Winston

-Físicamente, si. Pero no puedo creer que mis mayores enemigos estén vivos, que Amanda me haya ayudado, y que...-dijo señalando a Kurtis- él esté aquí.

-¿Y ese quién es?-preguntó Alister.

-Venid y los sabreis.

Mientras Amanda se les había acercado.

-Hola, Lara.

-Tienes muchas cosas que explicar, ¿sabes?

-Tranquila, tu amiguito y yo te lo explicaremos todo.

Kurtis y el hombre pálido se habían acercado.

-¿Que tal, Lara?

-Bien, y tu también, por lo que veo. Eres muy desconsiderado, ¿lo sabías? Tanto tiempo vivo y ni me lo habías dicho.

-Bueno, ahora te explicaré por que, y toda la historia.

-¿Y quien es este caballero?

-Es un buen amigo mío- dijo otra voz.

El almirante Yarofev, junto con dos hombres, acababa de entrar.

-Perrrrdona que no haya venido perrrrrsonalmente, muchacha, perrro parrrra cuando tu amigo me llamó, yo aún estaba en Rrrusia, y tardarrrría un rrrrato en llegarrr, así que le dije a este amigo mío que vinierrra. Larrra Crrroft, te prrresento a Borrris Havrrrinov, ex agente del KGB.

-Mucho gusto.

El hombre asintió.

-Igualmente.

-Y bien, Kurtis, creo que tienes varias cosas que contarme.

-Asi es, pero si no te importa, sentémonos, porque es algo estúpido que nos quedemos de pie, ¿no?

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¿Por qué nadie comentaaaa 8D ? En fin, aqui va el siguiente:

 

Capítulo 17: Explicaciones y Reunión.

-Bien, mi historia comienza tras acabar con Boaz y huir herido de allí. Me refugié en una pequeña casa de madera abandonada, aunque en perfecto estado y amueblada, a las afueras de París. No tardé en recuperarme, y volví al Strahov. Allí comprobé el bonito trabajo que habías hecho, acabando Eckhart y destruyendo a Karel. El cadáver de Eckhart estaba quemado por la explosión, y de Karel quedaba poco más que carbonilla. Subí arriba para inspeccionar los restos del Cubiculum Nephilim. Entonces, cuando estaba arriba, comprobé que alguien llegaba. No tardé en distinguir que se trataba de una mujer. Se acercó al cadáver de Eckhart, hubo un repentino brillo y Eckhart comenzó a recomponerse (lo que no resultó muy agradable) y a moverse. Para cuando compredí lo que hacía aquella mujer, ya era tarde. Eckhart se había levantado, y hablaba con la mujer. Les disparé desde allí, lo que no sirvió para otra cosa que para alertarlos y para malgastar balas, porque mis tiros no les alcanzaron. Salieron corriendo de allí, y yo intenté perseguirlos. Cuando llegué abajo, Eckhart se había marchado, pero la mujer me esperaba.

``-Kurtis Trent, ¿no? Creo que debería presentarme. Mi nombre es Jacqueline Natla, de profesión: enemiga de Lara Croft. Te suena ese nombre, ¿verdad? Será mejor que no te acerques si no quieres salir mal parado´´

Dicho esto me lanzó una bola de fuego, que esquivé rápidamente, pero cuando me levanté ya se había ido.

Entonces investigué un poco. Durante tu viaje a Perú, me colé en tu casa y me hice con información de tus aventuras pasadas.

-¡Oye! ¿Te colaste en mi propia casa sin decirme nada para investigar algo que yo te podría haber dicho rápidamente?

-Lo siento, pero no quería que te enteraras, aún. Bien, me hice con algunos diarios y documentos de tus aventuras y descubrí la historia de Natla y la Atlántida, además de la de la Daga del Xian y Bartoli, la de las piedra del meteorito con tus múltiples enemigos... Entonces sospeché que Natla había hecho con otros lo mismo que con Eckhart, así que te seguí en tu aventura tras Excalibur. Cuando todo acabó, saqué a Amanda de allí y la hice entrar en razón. De esta forma Natla perdía una aliada que cegada por la insensatez no habría dudado en unirsele y Amanda recuperaba la confianza en ti. Compuesto ya el grupo, Natla no tardaría en mostrar sus verdaderos objetivos, y lo hizó al colocarte tras una pista falsa. El diario de Jeau de l´Arc se encontraba en Portugal, donde su amor secreto, Marie, se estableció tras su muerte. Ella hizó que llegara a tus manos un manuscrito falso, que te llevaría a Creta, a una casa que en realidad era una copia de otras casas minoicas.

Comprendí claramente sus intenciones de conseguir el artefacto que tu estabas a punto de buscar. Entonces contacté con varios amigos tuyos, para prevenirles de que pronto podrías necesitar su ayuda: Anaya Imanu, Toru Nishimura, tu amigo alemán Hans Fügrener, el estadounidense Paul Macreidod, el soldado chino Ning Mao, el detective sevillano Juan Ramos, el siciliano Marc Bagglio, el brasileño Carlos Moherio, y por último intente ponerme en contacto con Jean Yves, pero Natla ya lo había secuestrado. Contacté con el horas más tarde. Entonces encontraste un nuevo aliado, el almirante Yarofev, con el que también contacté. Gracias a Amanda, que se había colado en la organización de Natla, supe todos sus planes, y lo nerviosa que se puso cuando supo que habías conseguido la lanza. Amanda también me previno de cuando te iban a atacar, por lo que contacté con tus amigos y les dije que no tardarías en necesitar ayuda, que vinieran lo más rápido posible y preferentemente armados. Cuando llegué me encontré con Boris, que decía ser amigo del almirante, así que entramos juntos y en el momento preciso para montar el contraataque. Le habíamos dicho a Amanda que, llegada la pelea, atacara a Bartoli e impidiera la retirada. Esperábamos poder detener los planes de Natla aquí.

-Sin embargo, Bartoli es un enemigo duro, y como habrás visto, mi ente no pudo impedir la retirada- dijo Amanda.

-¿Pero cuales son exactamente los planes de Natla?

-Verás- continuó Amanda- Natla a realizado cierto estudios que le han llevado a descubrir como provocar la Séptima Edad sin el Scion que tu rompiste y sin ningún vestigio atlante. Utilizando el artefacto que estabas reuniendo, y combinándolo con su aparato, abrirá varias Puertas del Tiempo, y cambiando determinados hechos, provocará la Séptima Edad.

-Entonces, por ahora, no hay que preocuparse, yo tengo el...-Lara se dió cuenta de que no tenía el artefacto- ¡¿Dónde está?!

-¿No te diste cuenta? Karel te lo quitó al agarrarte por la espalda. Esa era su verdadera intención.

-Pero el artefacto no esta completo...

-Cierto, pero aún así ya puede abrir algunas Puertas del Tiempo. Supongo que lo que hará ahora es dividir fuerzas: Algunos de sus secuaces buscarán las piezas del artefacto, mientras otros se introducen en el tiempo, para cambiarlo.

-Entonces lo que debemos hacer es...

-... impedir que cambien el tiempo y hacernos nosotros primero con las piezas del artefacto.-terminó Kurtis.

-¿Pero a que épocas le llevarán los artefactos que ya he recogido?

- Según algunos papeles que pude revisar de Natla- dijo Amanda- los artefacto que has conseguido le llevarán a cualquier período de aquí al años setecientos.

-Bueno, al menos no podrá cambiar hechos tan importantes como el Imperio Romano, la construcción de las Pirámides o las guerras de Alejandro Magno... al menos por ahora.

-Eso es bueno, pero podra cambiar la Revolucion Francesa, la Segunda Guerra Mundial, el Imperio Español, el descubrimiento de América, el Imperio Mongol, las Cruzadas...- dijo Kurtis.

-Vale, vale, ya lo he pillado. Tio, que poco positivo eres.

Tras decir esto alguien entró en la casa. Era Nishimura, con un grupo de hombres armados.

-Siento llegar tarde. Parece que me he perdido la fiesta.

-Así es, Toru. Aún así, me sorprende que llegues antes que otros amigos de países más cercanos que Japón.

-Es que he venido en un reactor.

-Ya. Bueno, esperaremos a que lleguen todos y os pondremos al corriente.

Media hora después llegó Paul Macreidod, el amigo estadounidense de Lara, armado con una pistola semiautomática.

Le siguieron, tres cuartos de hora después, el alemán Hans Fügrener y el español Juan Ramos, ambos con pistolas simples. El siciliano Marc Bagglio llegó poco después, con un revólver de bastante calibre. Jean Yves y Carlos Moherio llegaron casi a la vez con sendas escopetas. Ning Mao llegó algo más tarde, con un subfusil que denotaba potencia y, por último, llegó Anaya Imanu, totalmente desarmada.

-Lo siento, pero yo soy de Paz.

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Venga, ahí va el siguiente. ¡¡¡¡POR FAVOR, COMENTEN!!!!

 

Capítulo 18: Comienza el juego

Una vez dadas las explicaciones a los recién llegados, todos se pusieron en marcha a realizar las funciones que se les habían encargado.

Toru Nishimura y sus hombres volverían a su país a buscar el artefacto situado allí.

-Tus hombres destacarían mucho con esa tecnología punta en el pasado- había dicho Kurtis- así que lo mejor será que te encargues del artefacto de tu país.

Anaya Imanu volvería a Perú, acompañada por Juan Ramos, para buscar e artefacto de allí.

-Sin embargo, Juan, tendrás que llevar una mejor arma- le había sugerido Lara, pues llevaba una simple pistola- y no estaría mal que tu, Anaya, hicieras un esfuerzo y llevaras alguna que otra arma.

-¡Ah, no, ni hablar!- le contestó esta.

Carlos Moherio iría a México, con su escopeta, a la que le había añadido una mirilla, convirtiéndola en un arma potente y precisa.

El almirante Yarofev llevaría a sus hombres a Noruega, para conseguir la pieza de aquel lugar.

-De acuerrrdo, pero me gustarrría que Borrris viajarrra en el tiempo. Es un hombre muy preparado y cualificado.

-De acuerdo, almirante, si así lo desea...

Paul Macreidod dirigiría a un escuadrón de hombres a La India.

Marc Bagglio viajaría a Mongolia, con su revolver y una pistola uzi que le había dado Lara.

Por último, Ning Mao volvería a su país y buscaría allí otra pieza.

Mientras Lara, Kurtis, Amanda, Boris, Jean Yves y Hans Fügrener viajarían en el tiempo para evitar que Natla lo cambiara. Según más información aportada por Amanda, la puerta debía abrirse en un lugar en el que hubiera habido una pieza del artefacto. Por tanto, Natla, que querría viajar lo antes posible, iría a Stonhenge.

Lara, vestida con una armadura y portando a Excalibur a modo de espada medieval, y llevando además sus pistola, viajaría a Las Cruzadas, para evitar cualquier cambio que Natla intentara. Kurtis, con un traje de soldado americano y llevando, además de su chirugai y su pistola, una ametralladora Thompson, se introduciría en la Segunda Guerra Mundial. Amanda, con ropaje de navegante, viajaría al Nuevo Mundo, a América. Jean, con su escopeta camuflada, vestido de romano y con un sable, se introduciría en la Imperio Romano de Oriente, vestijio del Antiguo Imperio Romano. Hans Fügrener, con ropa de noble, una pistola uzi y una daga, viajaría a la Francia Napoleónica. Por último, Boris iría a la Revolución Estadounidense contra los británicos.

Lara y sus compañeros no tardaron en llegar a Stonhenge, donde el comando de soldados les esperaba. Sin embargo, sin el apoyo de los enemigos de Lara, con Excalibur y con el ente de Amanda, no les fue muy difícil deshacerse de ellos.

-Pero tenemos un problema- dijo Lara- ¿Como hacemos para que nadie pase?

-Eso es fácil- dijo Kurtis- Me traje esto. Sabía que lo necesitariamos- y les mostro una cinta que decía ``Prohibido pasar´´. La colocó alrededor del lugar y entonces se dirigieron a lo que parecían extraños agujeros azules. Mirando a través de ellos, supieron a que época conducía. Sin embargo, había dos puertas de sobra, que conducían a la Expansión del Imperio Mongol y a la Guerra Fría.

-Zip, dile al alirante Yarofev que se de prisa, tenemos que enviarle a su país... de hace treinta años. Y dile a Nishimura que también se de prisa, el tiene que ir a la Mongolia de la Edad Media.

-De acuerdo.

-Si alguien vuelve antes que ellos, envialos, pero que sean ellos preferentemente.

Kurtis, ¿estás seguro de que los chips que has introducido en los comunicadores harán que podamos comunicarnos a través del tiempo?

-Totalmente. Se los quitamos a Natla, así que supongo que funcionará.

-Pues bueno... allá vamos.

Y todos entraron.

 

*****

 

Mientras, Yarofev ya había llegado a Noruega, los mismo que Nishimura a Japón y Macreidod a La India.

-Zip- dijo Macreidod- ya estamos en la zona, pero no vemos la entrada. ¿Dónde está?

-Según Alister, es una especie de roca con forma de vaca.

-¡Ah, si, ya la veo!

Mientras, Nishimura se hallaba en un templo subterráneo, de los antiguos japoneses. A su vez, Yarofev, estaba ya en una llanura helada, buscando un geiser por el que se suponía debía entrar a un poblado escadinavo abandonado. Anaya, Juan, Ning, Carlos y Marc estaban viajando ya a sus destinos, pero aún no habían llegado.

Macreidod ya había entrado en un extraño túnel, por el que avanzaban el y sus hombres sigilosamente. Al llegar al final, se quedaron ralmente impresionados: habían llegado a un cráter por el que entraba una preciosa luz del día, y que daba a parar a una torre realmente alta y bella.

-Guau... Es increíble lo que hacían en la antiguedad.

-¡Je! ¡Pues no has visto nada! -dijo Zip.

Este tenía un montón de cámaras que lo llevaban a los lugares que estaban viendo los que buscaban las piezas... y los que estaban en el pasado.

 

*****

 

Lara había elegido un mal momento para aparecer. Se metió de lleno en el fragor de una batalla y tuvo que sacar a Excalibur rápido y empezó a matar sarracenos. Los Templarios, al ver esto, se impresionaron por el poder de la espada, y no atacaron a Lara, que parecía estar de su parte.

Kurtis tampoco tuvo mucha suerte: apareció de noche en África del Norte, en plena Operación Antorcha, el desembarco de los Americanos, y tuvo que ponerse a cubierto. Incluso en plena oscuridad pudo distinguir la figura de Eckhart, que lanzaba bolas de fuego contra los aliados. Kurtis sacó su chirugai y lo lanzó.. Por suerte, sabiendo que tendría que acabar con Eckhart, recuperó los Fragmentos en el Strahov, y realizando algunos cambios, transformó las cuchillas de su chirugai en Los Fragmentos, por lo que podía dañar a Eckhart.

Amanda tuvo un poco más de suerte, ya que fue a parar a un ataque pirata a La Habana, asi que solo tuvo que correr a refugiarse y esperar.

Jean apareció en medio de Constantinopla y no le fue difícil pasar desarpercibido.

Hans apareció en el campamento de Napoleón, mientras todos dormían.

Boris también tuvo suerte, ya que apareció en el campamento estadounidense durante un alto al fuego.

Lara sacó a Excalibur y sarraceno que veía, sarraceno que envíaba a las quimbambas.

Kurtis conseguió espantar a Eckhart, pero aún así los franceses de Petain, que estaban de parte de los alemanes, estaban causando daños en las desorganizadas tropas americanas. Los ataques de Eckhart habían causado bajas, y Kurtis tenía que solucionarlo. Utilizando el chirugai, fue acabando con todos los franceses que podía.

Amanda intento situarse tras acabar el atque de los piratas, y comenzó a buscar a algún colega de Natla.

Jean estaba maravillado con la ciudad, que observaba mientras buscaba también.

Hans y Boris merodeaban por los campamentos intentando detecctar alguna señal de los aliados de Natla...

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Disculpame por no comentarte pero he estado muy liado estos dias y no he podido contestar :hello:

 

Me esta encantando el relato, esta muy bien que no Lara siempre sea la protragonista y que se pueda ver que tiene bastantes amigos :--( y muy buena idea lo de Amanda jejeje

 

Sigue asi Bartoli y espero el siguiente capitulo :)

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Bueno, aquí llega otro:

 

Capítulo 19: Frío noruego.

Yarofev y sus hombres, enfundados en gruesos abrigos, se encontraban ya en medio de la llanura helada de Noruega.

-Zip, ¿que estamos buscando exactamente?

-Deberíais poder ver un palo de madera de un metro de altura con forma de hoz.

-De acuerrrdo, buscarremos.

No les llevó mucho. El palo destacaba entre los demás, que no medían mas de cuarenta centímetros.

-Ya está. ¿Y ahorra?

-Empuja la punta de la hoz contra el suelo.

Yarofev obedeció. Casi instantáneamente, el suelo situado enfrente empezó a hundirse, dejando a la vista una escalera.

-¡Adelante!-gritó a sus hombres.

Estos entraron en fila. Eran casi dos docenas de soldados entrenados a la perfección, muy experimentados y realmente bien armados. Una vez hubieron entrado todos, Yarofev los siguió. La puerta se cerró tras el.

Continuaron bajando hasta que llegaron a un lugar en el que el pasillo se ensanchaba, pero no continuaba. Era un callejón sin salida.

-¿Y esto?

-Ni idea-contestó Zip- ¡Eh, empollón! ¿Puedes ayudar por aquí?

-¡Bah, cállate! Tienes celos porque soy más inteligente que tu. ¿Que ocurre, almirante?-contestó Alister.

-Ocurrrrre que no tenemos salida. ¿Como seguimos avanzando?

-A ver... Ah, ya, el círculo de Kolpgax. Una especie de trampa, tened cuidado. Por ahí deberíais poder ver dos runas. Enfocadlas con la cámara. Creo que podré identificar la correcta.

Yarofev buscó en las paredes hasta encontrar dos pequeños niveles con formas curiosas. Acercó la cámara de su comunicador a las runas. Alister contestó rápido.

-Bueno, una de las runas es El sello de Loki, y la otra es una representación del martillo de Thor. No se cual es la correcta. El martillo de Thor es la representación de la justicia y podría referirse al camino. Sin embargo, El sello de Loki se relaciona con la muerte, así que podría ser tan correcto como equivocado, ya que puede llevarte a tu muerte o referirse a que la muerte está en esta trampa. Supongo que será el martillo, así que adelante.

Yarofev estuvo a punto de tocar la runa del martillo, pero cambió de opinión y tocó la otra. Se abrió una puerta en la pared.

-¡¿Como sabías que era esa?!

-Bueno, la escandinavos vivían para la guerrrra, que es sinónimo de muerte, así que lo pensé un poco y...

No hubo respuesta.

-¡Eh, que yo también se lo suficiente de mitología!-exclamó Yarofev.

Yarofev y sus hombres continuaron a través de la puerta abierta. Y descubrieron algo increíble.

Un poblado nórdico entero seguía allí abajo, como si el paso del tiempo no le hubiera afectado en absoluto. Por la parte superior de la gran cueva en la que se encontraba entraba una claridad que podría confundirse con la luz del día de no ser por el hecho de que esa luz tan clara no era posible de ver en Noruega. Yarofev avanzó hasta una de las casas y entró. Allí descubrió dos esqueletos, claramente un matrimonio, curiosamente, vestidos y con sus ropas intactas.. La casa estaba decorada con elementos exquisitos, impropios de una cultura norteña. Podrían haberse considerado incluso elementos decorativos romanos de no ser por los claros toques de la cultura nórdica. De hecho, la casa en si era impropia de los escandinavos. Aunque por fuera parecía normal, hecha con madera y paja, en el interior podían apreciarse cimientos de barro. Aquel lugar era muy diferente alo que uno esperaría encontrarse en un poblado supuestamente bárbaro. Estaba perfectamente amueblada, y tenía hasta una pila de agua al lado de una mesa que parecía de comedor. Dos jarrones decoraban la entrada. Una especie de campanilla colgaba del techo y se movía sola por la corriente de aire produciendo un agradable tintineo. En un pequeño cuenco situado sobre la mesa había unos pequeños polvillos. Yarofev los olió.

-¿Incienso? ¿Aquí? Que extraño… y además parrrrece haberrrr sido encendido rrrrecientemente. Esto no me gusta nada.

Yarofev salió de allí.

-Oiga, almirante, tenga cuidado. Este sitio me da escalofríos.-dijo Zip.

-Trrrranquilo, amigo. Se cuidar de mi mismo. ¡Adelante!

Él y sus hombres continuaron avanzando. El pueblo, a pesar de la escalofriante mezcla entre luz y oscuridad, daba sensación de estar vivo.

Yarofev y sus hombres continuaron avanzando por el camino hasta que llegaron a lo que parecía una plaza en la que había un mercado... con alimentos frescos.

-¿Qué demonios pasa aquí? ¡Esta comida debe llevarrrr siglos aquí, perrrro está en perrrrfecto estado!

-Esto es increíble. Parece que el poblado se hubiese convertido de pronto en una ciudad fantasma.-dijo Alister.

Yarofev se acercó a uno de los puestos de mercado. Detrás de la comida, había un esqueleto, pero, al igual que los esqueletos de la casa, también estaba vestido, y estaba, además... sentado en una silla. Era como si se hubiera muerto de pronto en un día normal.

-Este lugar es muy extraño.-se dijo.

De repente oyó algo. Sacó rápidamente su pistola y apuntó en dirección al ruido. De entre las casas salió Pierre Dupont.

-Hola. ¿Almigante Yagofev, vegdad?

-Pierrre Dupont. Larrra me ha hablado de usted.

-¿Ah, si? Vaya, vaya. Bueno, yo también se lo bastante de usted. Me gusta analizag a mis objetivos antes de atacag. Clambogt Yagofev, cincuenta y seis años, guso, nacido en Moscú, cuando aún existía la Unión Soviética. Inició su cagega militag en 1971, a los veinte años. Tras vagios sergvicios y ascensos dugante la Guega Frgía, fue ascendido a almigante en 1983. Dado por muerto el 1993, ya disuelta la Unión Soviética y en supuesto acto de segvicio, al hundirse el submagino en el que se encontrgaba. En 1979 su pierna izquiergda ser frargtugó al chocag el submagino en el que estaba contra una mina colocada hacía años y completamente olvidada. También se pagtió el brgazo cuando ega niño.

-Vaya, sabe mucho de mi.

-Asi es. Y también se que es lento geaccionando. Si no hubiega sido pogque me ha oido, ahoga estagía hecho una coladog.

-Qué lástima.

-Un lugag cugioso este poblado, ¿eh? Sus habitantes se sogprgendiegon mucho cuando entrge.

-¿Me está diciendo que les ha matado usted?

-No exactamente. Cuando entrge, se negagon a dejagme pasag. Acabé con un pag y le obligué a llevagme a su templo. Allí desactivé el agtefacto que les mantenía con vida. Estas pegsonas se hallaban bajo el podeg de un agtefacto que hacía que nunca envejeciegan y que tuviegan agua y viveges etegnos, además de teneg condiciones como el sol y el aige. De hecho, lo más prgobable es que si se geactiva el agtefacto el poblado vuelva a la vida. Desgraciadamente, no pude encontrgag la pieza del agtefacto que buscaba. Y paga colmo llegó usted con sus hombrges.

-Los cuales te han rrrrodeado. ¿No sabías que tengo un augicular? Sin duda Zip se los habrrrá dicho, ¿verrrdad?

-Así es.-dijo Zip.

Cubriéndose tras las paredes por seguridad, los hombres de Yarofev habían rodeado a Pierre.

-Pegfecto-dijo Pierre- Vegá, no he dicho toda la vegdad. Si tengo el agtefacto. Y ya se usaglo.

De repente, Pierre se elevó. Sacó lo que parecía una lanza y la agitó. Varias cuchillas salieron de la nada y cayeron gravitatoriamente sobre Yarofev, que pegó un salto íncreible para su edad y se introdujo en una de las casas. Desde allí disparó a Pierre, quién esquivó fácilmente la balas. Los hombres de Yarofev atacaron. Pierre se las devolvió lanzando una especie de rayo de no demasiada potencia. Tres hombres quedaron noqueados y uno murió.

-¡Almirante!-dijo Alister- ¡La única forma de vencer a esa lanza es dibujando una runa en una zona cercana!

-¿Es muy complicada?

-¡No demasiado, pero tendrá que ser rápido! ¡Debe dibujar un martillo y una pluma, y rodearlo con un círculo!

-¡Bien!

Yarofev cogió una piedra, corrió bajo Pierre y comenzó a hacer el dibujo. Pierre se dió cuenta rápidamente, y,justo cuando iba a atcar, cayó al suelo. El poder se había ido.

-Y ahorrrra, frrrancesito, me vas a llevarrr al templo.

 

 

 

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Ayer no pude terminar el capítulo, pero ahí va ;) :

 

-Maldición... He tagdado demasiado.

-Me temo que si.-dijo Yarofev.

Yarofev cogió la lanza e hizo una señal a tres de sus hombres para que se acercaran.

-Desarrrrmalo y vigiladlo hasta que lleguemos al templo.

Después ordenó a otros dos de sus hombres que se llevaran el cadáver del hombre muerto a la entrada y esperaran allí.

Tras esto, y siguiendo las indicaciones de Pierre, siguieron por el camino central del pueblo hasta llegar a una puerta enorme, de dos pisos de altura. Pierre, amenazado por las ametralladoras rusas, se vió obligado a abrir las puertas. Lo que Yarofev vió le impresiono en grado sumo.

El templo estaba hecho de madera, piedra... y mármol, y decorado con pequeñas piedras verdes brillantes, muy parecidas a esmeraldas. Se hallaba sobre un montículo de dos metros de alto. Unas escaleras, con dos estatuas de Odín hechas de mármol a izquierda y derecha, conducía a la parte superior, donde se hallaba la entrada. El interior era igualmente sorprendente. Estatuas de Thor, Odín y muchos dioses nórdicos más, decoraban la sala entera. Al fondo se encontraba lo que parecía un altar. Varias runas mostraban dibujos de caballos, espadas y armas de guerra escandinavas. Al sendos lados del altar había lo que parecía un mecanismo, y detrás, varias fuentes con agua de diferentes colores: azul, verde, roja y negra. El mecanismo se componía de dos huecos a cada lado del altar, con una botella vacía en su interior y una runa sobre cada hueco. Sobre las fuentes había un escudo, espada y un casco. En al altar había algunos agujeros en la parte superior con sus formas.

-Bien. ¿Como desactivase el ``arrrtefacto´´? Porrrque más que un artefacto parrrecen varios.

-Ciegto, pego unidos fogman uno solo. Vacié el contenido de las botellas en las fuentes y colgé las agmas en la pared.

-¿Que agua contenía cada botella?

-No lo guecuegdo-dijo Pierre haciendose el loco. Uno de los hombres hizo un amago de ir a dispararle, pero Yarofev se lo impidió.

-No, no lo mates. No servirrrría de nada, y ¿qué es mejorrr: matarrrlo y no saberrr nada o no saberrr nada y tenerrrlo de prrrisionerrro? Además, no puede serrr tan difícil activarrr el mecanismo.

Se acercó a las runas: una mostraba a Thor, otra a Odín, otra a Loki y otra a dos hombres peleando. El almirante las observó con detenimiento y se puso a dar vueltas. De repente, dio un brinco.

-¡Ya lo tengo!

Entonces cogió la botella de la runa de Odín y la lleno de agua verde. Después la colocó de nuevo. Repitió la operación con la de Thor, pero llenándola de agua azul. Después lleno la de Loki con negro y la de los guerreros con rojo. A continuación cogió las armas y las colocó en el altar. Las botellas, las runas y el altar brillaron intensamente durante tres segundos, y el almirante tuvo que cerrar los ojos. Cuando los abrió, Pierre había noqueado a los tres hombres que lo vigilaban y le apuntaba con una ametralladora. Los otros hombres de Yarofev le apuntaron, pero Pierre dijo:

-Bajad las agamas o vuestro almirantito acabará hecho un coladog.

Los hombres obedecieron.

-¿Cómo has sabido donde iba cada agua?

-Fácil. Odín es el dios todopoderoso, pero además de guerrrrerrro es muy sabio, asi que lo rrrelacione con el verrrde. Thorrr es el guerrrrerrro de la justicia, por así decirrrlo, y lo puse con el azul. Loki es el dios del mal, y lo puse con el negrro. Y por último, en una batalla siemprrre hay sangrrre, que es rrroja. Por eso el rrrojo lo puse con los guerrrerros.

-Muy listos, pego has pegdido. Y ahoga dame el... ¡Agh!

De repente, Pierre cayó al suelo. Tras él había un hombre rudo armado con un garrote: un nórdico.

-Yo y mi pueblo te damos las grrracias, extrrranjerrro, por devolverrrnos a la vida después de que este malvado desactivarrra el Altarrr del Poderrr.

-De nada. Me complace decirrrros que me sorrprrrende todo lo que habeis aguantado aquí. ¿Nos dejarreis marrcharr?

-Porrr supuesto. Se lo debemos.

Cuando salierrron, el poblado había cobrado vida. Todos los habitantes los miraba con currriosidad, y Yarofev y sus hombres, por su parte, los miraban sorprendidos. Llegaron a la salida, donde se encontraron con los dos hombres y el cadáver de su compañero.

-Grrracias, extrranjero, y adiós-dijo el nórdico.

La puerta se cerró. Yarofev se quedó pensativo, y luego, él y sus hombres salieron de allí.

 

*****

 

Mientras tanto, Lara estaba metida en un serio problema.

 

Y fin del capítulo. Creo que ha sido uno de los más largos que he escrito. Por favor, comenten.

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