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Asuntos pendientes


Storm 3000

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-Una salida...- las únicas dos palabras que Kurtis pudo soltar antes de encontrar lo que podría ser una salida del Strahov.

Mientras tanto, Lara había dejado un desastre en aquel lugar. -No mires atrás, chica, sólo corre- se decía a sí misma antes de que el Glifo acabara con aquel lugar.

 

Finalmente logró escapar del laboratorio sin lesiones graves. Inmediatamente se preguntó si Kurtis habría sobrevivido a aquella abominable criatura. Lo único que encontró es sólo su Churigai y un enorme charco de sangre. Cuando toda esperanza de que él siguiera vivo se apagaba, el Churigai comenzó a vibrar freneticamente apuntando a una sola dirección. Una supuesta salida.

 

Mucha nieve, mucho frío. Kurtis permanecía fuera del Strahov. ¿Pero acaso estaba asegurada su salvación? Un hombre intentó despertarlo. -Quédate conmigo, muchacho. No te muevas...-

 

De repente, Kurtis soltó un nombre -...Echkhardt... Eckhardt...- El hombre que lo asistía, de unos 40 años de edad, lo miraba fijo y le dijo -No hables por ahora... estás muy mal herido- El hombre curó la herida de Kurtis y lo llevó en su auto hasta un lugar seguro.

 

Lara encontró una salida y pudo ver un charco de sangre más pequeño. -Maldición, Kurtis, ¿dónde te has metido?- Lara inmediatamente tuvo que esforzarse a encontrar algún teléfono en la zona. Cerca de ahí había un teléfono público. -¡Genial! El dinero que Rennes me dio- Lara se comunicó con Jean Yves desde Inglaterra. Brevemente le explicó todo lo ocurrido. Lara no podía volver a casa, pues la policía la perseguía y tampoco iba a poder hospedarse en algún lugar sin que tarde o temprano la descubrieran. Gran parte de Francia sabía el peligro que suponía toparse con una supuesta asesina serial.

 

Lara tuvo que valerse de dormir en los oscuros rincones del Strahov. Al día siguiente, Jean envió a unos contactos para recoger a Lara en Praga. Lara terminó viajando en helicoptero y tuvo que hospedarse en un departamento que Jean había encargado exclusivamente para ella en Inglaterra.

 

Una semanas después, Kurtis se encontraba tendido en una cama. Abrió los ojos y se encontró en una pequeña y rústica habitación. -¿Dónde estoy? se preguntó mientras que al mismo tiempo trataba de razonar lo que ocurrió en el Strahov. Pronto estaba todo muy claro. - Esa abominable criatura. Debí rematarla cuando tuve la oportunidad.- El hombre que había salvado a Kurtis irrumpió en la habitación. -Al fin despiertas...- le sonrió el hombre. Kurtis estaba algo desorientado. -¿Quién es usted?- le preguntó. -Veo que te han dado una buena sacudida, ¿eh? Mi nombre es Luddick... Thomas Luddick.-

 

Una vez en su nuevo apartamento, Lara habla por teléfono con su buen amigo, Jean Yves, acerca de todo lo ocurrido en Paris y Praga -Jean, sé que has oido esto muchas veces, pero esta vez parece ser más grave que de costumbre... estoy en un gran aprieto. La policía ha estado buscandome por los asesinatos cometidos por un Monstrum. Ya no tengo testigo. Un colega desapareció, y este periodista... Thomas Luddick... él ya está... muerto."

 

CONTINUARÁ...

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O.O Ahi me kedé más k pillao THOMAS LUDICK ¿NO ESTABA MUERTO? la *****.

(a ver si ahroa va a estar muerto Kurtis tb y resulta k son fantasmas)

 

Tiene buen color el relato, (y me ha dejao mu pillao lo de Ludick :lmao:) cuanto tengas tiempo y ganas, desearia k lo continuases :lmao: de momento tiene buena pinta...

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Un rostro de sorpresa se dibujó en la cara de Jean. -¿Mi querida amiga Lara convertida en una asesina serial?- Poniendo una mueca sarcastica, Lara le responde -Me gusta la versatilidad...- Mientras Jean queda un segundo en silencio. -Un accidente en Egipto no me afectaría tanto como para convertirme en una asesina, Jean-. Dando un suspiro, Jean intentó armar las piezas en este rompecabezas. -Lara, las noticias dicen que eres la principal sospechosa en la muerte de Werner. Parece que ese hombre pone obstaculos en tu camino incluso estando muerto...-

 

-Luddick, ¿eh? ¿Adónde me trajiste? ¿Encontraste a alguien más en el Strahov?- se exaltó Kurtis, momento en el cual sintió un profundo dolor en su herida. -Cálmese, muchacho. Sólo hará que su herida empeore, y no tengo disposición para traer cadaveres a mi casa- Kurtis se desplomó en la cama. -El Strahov... había una mujer...- Kurtis, sin mencionar palabra alguna, se desmayó ahí mismo. Thomas, cruzado de brazos y llevandose una mano a la barbilla, se dijo a sí mismo. -Croft...-

 

Lara se tomó un momento para explicarle todos los detalles a Jean. -Jean, antes de entrar al Strahov me encontré con un reportero llamado Thomas Luddick, él me dio un código de acceso al Strahov. Él, junto a Kurtis Trent, eran los únicos que sabían de esto. Uno está muerto, el otro desaparecido.- Jean tomó nota de los datos de Kurtis - Bueno, Lara, dices que este Kurtis Trent pertenecía a una antigua orden llamada Lux Veritatis, ¿verdad? Dame un día para mover algunos hilos y saber más sobre él.- Lara caminaba de un lado a otro de la habitación... -Hazlo cuanto antes, Jean, me temo que él podría estar más grave de lo que pienso.- En ese momento, a Jean le vino en mente una palabra: Churigai. -Lara... ese artefacto que me mencionaste, el Churigai, ¿sigue moviendose?- Lara desanimada le contestó. -Dejó de moverse cuando escapé del Strahov.- Jean le contestó. -Ahora sólo puedo sugerirte que no te muevas de allí. Y no hagas locuras, mira que estamos intentando apagar las llamas, no reavivarlas.- A Lara le relampaguearon los ojos. -¿Y qué podría hacer en este instante...? ¿Juguetear con la policía?-

 

Era de noche en la habitación, ¿o quizás estaba todo totalmente oscuro? Kurtis abrió levemente sus ojos y sólo pudo oir la voz de Thomas desde la habitación de al lado. -Nos falta uno de ellos..... Aún no lo tenemos..... Sí, creo que se me ocurre algo.....-

 

CONTINUARÁ...

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Thomas colgó el teléfono. Pronto se hizo un gran silencio. Kurtis intentó levantarse, pero cayó en la cuenta de que su herida estaba peor de lo que imaginaba. De forma misteriosa, el cuerpo le pesaba. Apenas podía abrir los parpados. El misterioso hombre entró en la habitación, prendió la luz y Kurtis sintió un ligero pinchazon en el brazo. No pasó mucho tiempo hasta que Kurtis abriera los ojos y pudiese ver al hombre parado frente a él. -Buenos días, muchacho. Espero que esté de ánimo para responder unas sencillas preguntas que necesito saber...- Kurtis podía ver todo su entorno, sin embargo su cuerpo permanecía inmovil.-¿Preguntas?...- Thomas se encontraba a espaldas de Kurtis. -Usted comentó en una ocasión que había una mujer en el Strahov. Necesito saber sobre... la mujer.- Kurtis lo miró fijo y no le dio una respuesta precisa - Yo también tengo preguntas. Primero quisiera saber el lugar donde estoy. ¿Qué le ocurre a mi cuerpo? ¿Por qué estoy aquí en vez de un hospital o en algún otro lugar con gente?- Thomas volteó y miró en silencio a Kurtis por un momento. -Está bien, está bien. Esta es mi humilde casa, estás en Praga. Creo que la señorita Croft terminó involucrandolo a usted en todo este lío. No podía llevarlo a un hospital. Lo mantendrían bajo arresto. Usted está... involucrado en todo este asunto del Monstrum de París. Oh, sí. Me encontré con su amiga, la señorita Croft. ¿Cómo cree que ella entró al Strahov?- Kurtis se encontraba confundido -Lara... ¿dónde está..... ¿En qué lugar encaja usted exactamente en esta historia?- Thomas le respondió -Soy un periodista. Esta es la nota de mi vida. No podía dejarla pasar. Su amiga se tropezó conmigo en Praga. Hicimos un acuerdo, su boleto al Strahov por la exclusiva de lo que ocurre allí. Tal vez no me atrevía a entrar yo mismo al Strahov. Sin embargo... me dejé llevar. La señorita Croft y yo nos encontramos más tarde. Me habló de usted. Dijo que usted la estaba ayudando en todo este asunto y que lo asistiera si lo encontraba. Lamentablemente, he perdido de vista a la señorita Croft. Creo que usted podría aclararme algunas dudas.- Kurtis comenzó a mirarlo dudoso. -Si quiere saber dónde está ella busque en el Strahov... usted la metió allí, usted la saca de allí...- Kurtis volteó su cabeza evadiendo la mirada de Thomas y cerró sus ojos. Thomas no dijo una palabra más, simplemente salió de la habitación dejando nuevamente a oscuras a Kurtis. Thomas tomó asiento y pensativo trajo su mano hacia su barbilla. Una leve sonrisa se dibujo en su rostró.

 

Lara se encontraba tendida en su cama. No podía dormir. Miraba constantemente el reloj esperando las noticias de Jean. De repente vio que una luz se escabullía por las ranuras del armario. Era una luz intensa, como si fuera una enorme llama de fuego. Lara se acercó al armario y lo abrió. Era el Churigai. Estaba vibrando nuevamente. Lara lo agarró inmediatamente. El Churigai apuntaba directamente hacia un lugar: Francia. Kurtis estaba allí, Lara podía sentirlo. Ella no pudo soportar un segundo más estar encerrada en aquel apartamento. Tenía que llegar a Praga cuanto antes. Algo quedó pendiente allí.

 

CONTINUARÁ...

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Lara se encontraba atascada en Londres. Buscando la forma de llegar a Francia, tuvo que esconderse en un camión de carga que pasaba cerca de su apartamento. Afortunadamente, el camión se dirigía por la ruta que lleva a Brighton, donde está la costa del Canal de La Mancha que separa Inglaterra de Francia. El camión llegó hasta una costa pesquera. Lara bajó y aprovechó la oportunidad para escabullirse dentro de un barco pesquero que iba a cruzar el Canal de La Mancha hasta Francia. El Churigai dejó de moverse, sin embargo algo le decía a Lara que Kurtis estaba "allí".

 

El malestar que Kurtis sentía ya no parecía pertenecer sólo a su grave herida. Le costaba razonar su situación. Estaba preso de aquel hombre extraño. ¿Diría la verdad o acaso estaba tramando algo? Sus poderes ya no servían, sus cuerpo no le respondía y le costaba razonar mucho su situación. ¿Qué le había inyectado Thomas en el brazo? -Muy bien, señor Trent. Es hora de dar un paseo- Thomas sacó a Kurtis de la habitación en una camilla de ruedas. Kurtis apenas alcanzaba a ver luces en el techo. Mente en blanco, todo oscuro alrededor. El ruido de las ruedas de la camilla le azotaban los timpanos de sus oidos. Thomas dejó a Kurtis en una enorme sala. Parecía una especie de extraño laboratorio.

 

CONTINUARÁ...

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:cool: Paxienxia joven, Storm ya dijo

Pero ahora no podré hacer nada porque estoy con el tema del cambio de disco duro de mi máquina, por lo que el tomb raider os acompañe
de manera que la mejor estrategia que podemos emplear... es la espera pequeño Luciano.... pues con seguridad... Storm es el que más desea aumentar su afinidad con el Lado TombRaideadicto de su ser...

 

(paranoyas k me dan, weno, k si tiene k cambiar el disco duro, pos tiene k hacerlo, cuando pueda ya seguirá)

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