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El relato esta muy bien,y te sugiero que no deberias quejarte de tus admiradores,porque yo no tengo ninguno,tal vez si tenga,pero son tan araganes ue no se molestan en escribir,jeje

y no te olvides de coninuar el relato asi de interesante,hace rato que no vemos a Amanda,que estara tramando?

:P,suerte con tu relato :D

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Hagamos un trato: entrega larga y con acción a cambio de opiniones largas como las 2 anteriores.

 

ENTREGA 17

 

 

 

- ¡Menos mal! –ironizó Lara-¡Tanta tranquilidad me estaba aburriendo!

- ¡Lara, ten cuidado! –previno Alister-¡La barca se inundará!

El hipopótamo no dejaba de empujar fuertemente el navío, haciéndolo zozobrar hasta el punto de lograr que se fracturara.

Lara y Putai se acercaron a ver y se horrorizaron al notar que el nivel del agua dulce subía y subía.

- ¡Esto lo arreglaré yo! ¡Apártate, Lara! –decidió la valiente chamán, y comenzó a lanzarle rayos al hipopótamo ayudada por el prodigioso bastón.

- Putai, ¿no me dejarías intentarlo a mí? –sugirió Lady Croft aferrada al borde de la barca para no caer, al ver que el hipopótamo se las ingeniaba para esquivar los ataques de la beduina.

El siguiente rayo le rozó la coronilla. El hipopótamo montó en cólera y dio un empujonazo a la barca con todas sus fuerzas.

Las dos amigas tambalearon considerablemente, hasta el extremo en que Lara tuvo que sujetar a Putai para que no cayera al agua.

- ¡Mi bastón! –gritó ésta.

El estrépito causó que soltara su poderosa herramienta, que ahora se hundía en las profundidades del Nilo.

- Veamos –reflexionaba Alister-, ella ya no tiene su bastón y tú ya no tienes tu espada, ¿qué les queda?

- Esto –respondió Lara con decisión mientras desenfundaba sus pistolas y se acercaba al borde.

¡BANG! ¡BANG! ¡BANG, BANG!

Con tan sólo cuatro tiros, el hipopótamo sucumbió definitivamente, pero no sin dar un último y definitivo empujonazo a la barca.

- Bueno, Putai, por lo menos a tu bastón le harán compañía.

- No te burles, Lara –replicó la chamán-, ese bastón era de mi padre, antes fue de mi abuelo, y así en varias generaciones.

- Perdona mi ignorancia, pero, ¿es que no se les había acabado la munición a las pistolas?

- Así es, Zip, pero parece que cuando los mercenarios del cerdo de Alex huyeron como ratas dejaron caer bastante.

- ¡Lara, mira! –exclamó Putai.

Lady Croft dejó de contemplar cómo se hundía el cadáver del hipopótamo y giró sobre sus talones: ¡La barca estaba inundada!

- ¡Qué cabeza tenía ese animal! –masculló la arqueóloga-¿cómo puede ser que haya destrozado la barca así?

- ¡Mejor preocúpate por salvar tu vida! –gritó Alister lleno de miedo.

De pronto, el suelo del navío se fracturó por la mitad, y éste, rebosante de agua dulce, comenzó a venirse abajo rápidamente.

- ¿Qué haremos?

- Lo único que podemos hacer, Putai –repuso Lara sin soltar la mano de su amiga ni el borde de la barca-¡Saltar!

Y sin perder un instante, inglesa y egipcia se lanzaron al río.

Abrumada por el agua dulce, Lara no podía ver casi nada; se apresuró a nadar hacia la superficie y comprobó cuánto le costaba no hundirse en aquellas aguas turbulentas

- ¡Putai! ¡Putai! ¿Dónde estás? –la llamaba respirando con mucha dificultad.

No hubo respuesta alguna, y la aventurera presintió lo peor.

Respiró profundamente y volvió a sumergirse en las aguas del Nilo. En lo mucho que le costaba ver llegó a distinguir un enorme cocodrilo verde de expresión hambrienta.

Rápidamente se dispuso a nadar en dirección opuesta, sólo para lograr que el animal hiciera lo mismo. Afortunadamente no lograba alcanzarla, pero de nada le servía nadar y nadar sin sentido para evitar a su perseguidor, mucho menos cuando estaba quedándose sin aire. Y por si esto fuera poco, tenía un problema peor: ¿dónde estaba Putai?

Ya sin aire se dirigió a la superficie, desde donde distinguió una pequeña balsa a escasa distancia. A toda velocidad nadó hacia ella, y ya fuera del agua, percibió una enorme rama en las alturas de un árbol cercano. Quizá, si pudiera…

Lara lanzó el gancho magnético, logró enroscarlo alrededor de la gigantesca rama y jaló de ella hasta separarle del árbol y atraerla hasta su mano.

El voraz cocodrilo la hubiera alcanzado de no haber sido porque ésta justo a tiempo utilizó la rama como remo para llevar adelante la balsa y así poder eludirlo.

Los dientes filosos del monstruoso animal amenazaban con morder la balsa, pero Lady Croft remaba demasiado rápido, cruzándose con patos y cuervos marinos en el camino, a los que por suerte logró eludir sin problemas.

- Ahora supongo que extrañas al hipopótamo, ¿verdad?

- Oye, Zip, ¿tú no te cansas de molestarme, no es así? Recuerda que me debes dinero.

- ¿dinero?

- Así es, Alister. Él antes era blanco y deseaba ser negro, la que pagó la operación fui yo.

- Fue algo así como la operación de Michael Jackson, pero al revés –Zip se rió de su propio chiste.

La pequeña conversación logró distraer a la exploradora; el cocodrilo se abalanzó sobre la barca, encajándole un fuerte mordisco, que Lara logró evitar al zambullirse al agua sin perder tiempo.

De nuevo se encontraba en la situación de antes: nadar para eludir al cocodrilo. Durante unos minutos la táctica la funcionó bien, pero al cabo de éstos ya tenía las piernas agotadas.

Al salir a respirar vio una roca, a la que se subió sin dudar: eludiendo en todo momento a su perseverante cazador, saltó hacia la siguiente, y se vio ante una seguidilla de rocas consecutivas, que saltó sin dificultad.

Pero tras saltar la quinta roca…

- ¡Auxilio, Lara!

Putai estaba allí, luchando violentamente contra las aguas del Nilo, que sin embargo, no tardaron en arrastrarla para abajo.

Lara sabía que si la ayudaba corría un riesgo muy grande, pero, como bien recordaba, sus dos mejores amigos se le habían puesto en contra cuando ella había huido en vez de ayudarlos, tanto en Camboya como en Paraíso, y no permitiría que algo así volviera a ocurrir.

Seguida muy de cerca por el tedioso cocodrilo volvió a zambullirse, a nadar hacia abajo, abajo, abajo. Mientras lo hacía, observaba las hermosas plantas subacuáticas, y luchando contra sus pocas posibilidades de ver bajo el agua, distinguió el brazo inerte de la chamán, sin dudarlo lo sujetó bien fuerte y tiró de él, hacia arriba.

Aferrando a su amiga por la cintura y siendo casi mordida por el incansable bicho, Lara llegó hasta la superficie. Putai había tragado demasiada agua, y comenzó a toser alarmantemente.

- Gra… gracias, Lara.

- ¡CUIDADO!

El pesadísimo cocodrilo nadaba hacia ellas más rápido que nunca, ya estaba realmente encolerizado. Ninguna de sus presas había puesto tanta resistencia… pero aquella era jugosa y carnosa, y sería suya así fuera lo último que hiciera.

- ¡Lara, sube a la roca! –ordenó la chamán.

- Pero, Putai…

- ¡SUBE AHORA, O TE MATARÁ!

Al subirse a la roca, Lara se horrorizó al ver que su amiga nadaba en dirección opuesta, seguida por el cocodrilo. Era muy noble, pero no tan rápida como ella; no lo lograría, y éste la alcanzaba, la alcanzaba, y Putai perdía sus fuerzas…

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Nooooooooooooooo Putai nooooooooooo :cry2: :cry2: Pobre Putai eso si que es una buena amiga :cry2:

 

Lo de Zip esta bien jajaja asi que antes era blanco pero quiso ser negro jajajaj y encima fue Lara quien le pago la operacion jajajaja

 

Pobre Lara casi se ahoga salvando a su amiga por culpa de un cocodrilo :fufu: pobre Putai ojala no le pase nada...

 

Y lo de Amanda me gustaria saber que esta tramando :P algo bueno seguro que no es :wub: pero yo creo que ahi gente que estan en un sitio concretamente en "LA MANSION CROFT" que trabaja para ella alguien que es muy buen actor...

 

Solo una cosa : Entregas mucho mas largas que esta tambien se me hizo cortita :D y sigue asi de bueno escribiendo que estan muy buenas jeje

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Sobra hablar sobre el tamaño de las opiniones (así se hace, Escorpio :yes:

 

ENTREGA 18

 

 

 

Lara no lo pensó dos veces.

¡BANG, BANG, BANG BANG!

De una vez por todas, el insoportable cocodrilo pereció profiriendo un alarido de muerte y se hundió bajo las aguas tornándolas rojas en contacto con su sangre.

A continuación Lady Croft volvió a zambullirse, tomó a Putai por la cintura con las dos manos y la arrastró hasta la superficie, desde donde pudieron distinguir una orilla.

- ¡Lara, hemos llegado a Tebas! –exclamó Putai sin poder creerlo-¡Lo logramos! ¡Nos salvamos!

 

 

 

Vivian echó una mirada alrededor de la habitación; no podía creer que William la hubiera invitado a su mansión aprovechando la ausencia de sus padres. Después de todo, el sensible muchacho, luego de haberla visto triste y destrozada, decidió que debía sosegarse, no se sentiría tranquilo si no la veía calmada.

La secretaria no comprendía como un monstruo tan abominable y despreciable como James Rutland hubiera engendrado un ser tan especial y tierno como William, el único de la familia que la trataba caballerosamente, ya que Maggie la trataba como a una cualquiera, el difunto James junior le faltaba el respeto constantemente y la molestaba, y James padre, muy sutilmente, siempre se le había insinuado.

La joven rubia no pudo evitar sonreír al contemplar las fotos de William, en todas ellas se veía perfecto; sin poder contenerse, tomó el retrato más reciente del joven y lo abrazó fuertemente, estrechándolo contra su pecho y sintiendo una extraña sensación de alegría en el corazón.

- ¿Qué haces, Vivian? –William entró de repente llevando un vaso de agua fría en la mano.

- Nada, nada –la muchacha se apresuró a esconder el retrato, y tuvo la suerte de que el joven no notara nada.

- Ah, bueno. Sabes, me llamó la atención no haber encontrado a la mucama, pero aquí tienes, para que te sientas mejor –dijo William tendiendo el vaso de agua.

- ¡Oh, muchas gracias! ¡Que dulce! –con una inocente sonrisa, Vivian tomó en vaso de agua y bebió de él –Realmente es preciosa tu habitación.

- Gracias –repuso modestamente-, aunque, creo que deberías llamar a tus padres.

- ¡De ninguna manera! –replicó la secretaria con rotundidad-Mi madre de seguro se enfermará del disgusto, y mi padre es capaz de ir a matar al tuyo.

- Sí le pasa eso se lo merece por aprovecharse de ti, que eres una señorita decente –terció William.

A Vivian le encantó percibir que éste sentía bronca de que su padre la haya maltratado. Minutos antes había pensado que todos los peldaños que había escalado para llegar a aquel puesto no habían servido de nada, pero ahora veía cuánto se equivocaba: de no haber sido por eso no hubiera conocido a William, cuya actitud cortés y protectora la enternecía perdidamente.

Justo entonces, un retrato llamó su atención.

- Oye, ¿quién es ese anciano? –inquirió Vivian con curiosidad.

- Ah, es una larga historia –suspiró William.

 

 

- El concepto básico de todas las aventuras es la ansia por ganar a cualquier precio –explicaba Von Croy a los adolescentes, que se aburrían horrorosamente de su largo monólogo. Si no le hubieran pagado una fortuna por brindar esa conferencia en aquel colegio estadounidense, se hubiera sentido terriblemente frustrado de que casi nadie le prestara atención; incluso los padres se veían algo cansados de oírlo hablar.

- ¿Y de verdad ha asistido usted a todos esos lugares? –inquirió excitado un muchacho de dieciséis años, el único que parecía interesarse en lo que él decía.

- Paciencia, señor Rutland; la falta de respeto lleva a la falta de cuidado –le aconsejó Von Croy con prudencia.

- Y la falta de entretenimiento es algo que abunda en esta conferencia, señor –saltó mordaz un niño de doce años que iba de la mano de su madre.

Todos soltaron una carcajada, a excepción de William y Von Croy, que quedaron perturbados.

- Mi hijito James tiene razón –corroboró Maggie-, nos vamos ya mismo de aquí, William, esta conferencia es apestosa, apestosa…

- Pero, mamá…

- ¡Sin peros, muchachito! –Maggie y James abandonaron el salón con inmensa soberbia ante las miradas atónitas de padres y alumnos. Sintiéndose un tonto y muy a su pesar, William los siguió, echando una última y triste mirada a aquel hombre que tan bien le había caído.

 

- ¿Tus padres siempre te manipulan, verdad? –decía Vivian compasiva, sentada en la cama frente al entristecido William.

- Así es –repuso éste, cabizbajo-. Terminé siendo diputado, cuando lo que quería era ser arqueólogo. No puedes imaginarte todo lo que ese hombre, Von Croy, me ha enseñado ese día. Fue hace dieciséis años, pero lo siento como si hubiera sido ayer.

- Sí, fue un gran hombre –corroboró Vivian-.Creo que fue el mentor de la arqueóloga Lara Croft.

William palideció al oír ese nombre.

- Vivian, te suplico que jamás nombres a esa perra en mi presencia.

- ¿por qué? –se extrañó la secretaria.

- Ella mató a mi hermano –repuso con tristeza.

- ¿De veras? –inquirió asombrada.

- Así es –dijo con los puños apretados-. Jamás en mi vida le puse una mano encima a una mujer, no va con mis principios, pero esta vez haré una excepción: voy a matarla, voy a destruirla, voy a aplastarla.

- William, no hagas locuras, por favor –suplicó Vivian intentando apaciguarlo, frotando su mano con sus dedos y sintiendo un extraño calor.

Bruscamente la puerta se abrió de par en par; Maggie estaba ante el umbral, pálida de sorpresa al encontrar a Vivian allí, sentada frente a su hijo, y encima, acariciando su mano. Un guardaespaldas de aspecto temible estaba junto a ella, inmutable y parado como un soldado.

- ¿Qué significa esto? –bramó la señora Rutland-¿Qué hace esta miserable secretaria aquí?

- ¡No la trates así, es una persona como cualquier otra y merece respeto! –saltó su hijo poniéndose de pie.

- ¡Tú cállate, eres un don nadie!

- ¡No le hable así, señora! –Furiosa, Vivian dio un paso adelante, recibiendo a cambio una tremenda cachetada que la dejó roja.

- ¡Eso te enseñará a cerrar la boca, ramera arrastrada!

- ¿Por qué le pegaste? –exclamó encolerizado William abrazando a Vivian-El culpable aquí fue el sinverguenza de papá, así que discúlpate con ella.

- No me disculparé con una mocosa detestable que no le llega ni a los talones a una señora de alta alcurnia como yo. Y tú, muchachito malcriado, más respeto con tu madre. –lo amenazó Maggie mirándolo fijamente a los ojos -¡Ven aquí! –de un tirón arrebató a Vivian de los brazos de William, y llevándola del brazo la arrastró escaleras abajo mientras ésta chillaba.

- ¡No, Vivian! –William intentó detener a su madre, pero el guardaespaldas se interpuso entre él y la puerta de su habitación.

- Órdenes de la señora: de aquí no te mueves.

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Empiezo...

 

1 Putai se salvooooooooooooooo biennnnnnnnnnnnnnnnnnnnn :wow: ^_^ gracias a Lara jeje

 

2 Menuda familia de cerdossssssssssssssss con solo leerlo ya odio a los Rutland : manipuladores, interesados y muy pero que muy asquerosos :puaj:

 

3 El unico decente en la familia es Willian ese si que es una buena persona no como el resto de su familia :@

 

4 Creo que ya tenemos a una parejita en el futuro :wub: jejeje me apuesto lo que sea a que en un futuro Vivian y Willian se haran novios o algo :D

 

5 Tu relato esta cada vez mejor esta muy bien hecho me encanta sigue asi ;)

 

6 Gracias por lo de las opiniones ya que por lo que veo soy yo solo el que opina...pero por lo menos tienes un lector fijo :D

 

7 Por fin me quede satisfecho con esta entrega haber si las pones todas mas o menos de ese tamaño :D

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que maldita es la madre de william,y la verdad que lastima que william no entienda lo que hiso james R.J. ,pero creo que si yo me encuentro en la mismo posicion HARIA LO MISMO.(creo)

y es una lastima como maltratan a la pobre de vivian,creo que hay algo alli jeje.

 

y que bueno que salvaste a Putai ,un buen personaje no merece morir.

buno,espero que sigas con este pedazo de relato!!

 

Para escorpio y Tomas: Les dare a los relateros primerisos el apoyo que nunca me dieron a mi, no cuentes jamas con que deje un relato bien hecho que necesite opiniones,porque si de repente nadie deja de escribir para el relatero primerizo, conmigo siempre puede contar.

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Ésta es la primera y única vez que coloco 2 entregas juntas, es en honor a que se cumple el aniversario de las primeras 20 (¡no lo puedo creer :'( !) así que espero doble ración de opiniones, aunque el tamaño de las 2 últimas fue muy bueno.

 

ENTREGA 19

 

En Nueva York se había desatado una lluvia torrencial, y George y Annie comenzaban a preocuparse por la tardanza de su hija. Después de todo, al tratarse de una muchacha rubia de veintisiete años era probable que corriera peligro, habiendo tanto degenerado suelto por las calles.

El matrimonio almorzaba en un diminuto comedor, propio del precario departamento en el que vivían, y el nerviosismo se reflejaba en sus rostros. Ninguno se atrevía a decir nada, pero en sus miradas se reflejaba la misma inquietud: ¿dónde estaba Vivian?

Golpes en la puerta los sacaron de sus pensamientos. Annie se apresuró a abrir, sólo para estrellarse con su hija, empapada por la lluvia y llorando desconsoladamente.

- ¡Vivian! ¿qué ocurre?

Por toda respuesta, Vivian se precipitó sobre los brazos de su madre y continuó llorando.

- ¡Mi niña! ¿Qué ha pasado? –George había llegado junto a ellas, y también abrazaba a la muchacha.

- ¡Ha sido terrible! –exclamó separándose de su madre-¡El señor Rutland trató de abusarse de mí, dijo que sólo obtuve el puesto de secretaria por mi cuerpo! ¡Con todo lo que estudiado!

- ¿Eso hizo? –gritaron al unísono George y Annie, estupefactos.

- Así es –corroboró enjugándose las lágrimas-, ¡me llamó estúpida, pobretona, y me despidió cuando me rehusé a ser su amante!

- ¡Esto no quedará así! –exclamó George furioso, poniéndose el piloto que había junto al perchero -¡Ese viejo pervertido aprenderá a no meterse con mi hija!

- ¡George, espera!

- ¡Cállate, Annie! –esto se arregla entre hombres.

Y salió dando un portazo.

- Mamá, ¿Qué va a hacer papá ahora? –Vivian volvió a abrazar a su madre, sumamente nerviosa.

- Tranquila, hija, tu padre sabe cuidarse bien –repuso Annie, rogando con todo su corazón que sus palabras fueran ciertas.

 

 

 

Si William se había extrañado con la ausencia de la mucama, su pregunta hubiera sido respondida en la oficina de su padre; Helga y el senador se besaban apasionadamente sobre la mesa en la oficina. Él la había traído haciéndola pasar por su nueva secretaria, y ahora, ésta le retiraba el saco mientras él la tomaba de los glúteos.

- Oiga, señor, ¡usted es una fiera! –exclamó la mucama eróticamente.

- Tú también, preciosa –y ambos descarados continuaron.

De repente, la puerta se abrió de un tremendo puñetazo. Asustados, Helga y Rutland se separaron al instante, sólo para ver al encolerizado George precipitarse sobre el viejo y propinarle una tremenda trompada en la nariz que lo hizo caerse hacia atrás, aterrizando de lleno en el suelo.

- ¡Eso le enseñará a no meterse con mi hija Vivian, hijo de perra! –gritó furioso.

Mientras Helga observaba atónita, el senador se limpiaba muy avergonzado la sangre que le había salido de la nariz, y George giraba sobre sus talones, dispuesto a abandonar la oficina.

Pero, antes de que pudiera hacerlo, James Rutland se puso de pie y sacó un revólver del bolsillo de su pantalón.

- ¡MUERE! –exclamó, disparando hacia la espalda del padre de Vivian. Mientras Helga soltaba aterrorizados alaridos, el senador apretó el gatillo una y otra vez riendo como un loco.

De este modo, George Hart, el valiente, honesto y trabajador padre de Vivian, se desplomó en el suelo, muerto gracias a cinco balazos en la espalda, siendo su asesino el poderoso senador James Rutland, un político que se aprovechó de su única hija, y que no conforme, le disparó a traición, cuando éste no miraba.

El hombre respiraba como un toro agitado, en tanto que Helga gemía horrorizada ante el charco de sangre que el cadáver de George había dejado en el suelo.

La mucama tomó el revólver entre sus manos y comenzó a manosearlo incontrolablemente mientras repetía:

- ¡Señor! ¿qué ha hecho, señor?

Una decena de hombres de los que trabajaban en el establecimiento llegó corriendo a la oficina, sin duda debido a los disparos. Los señores casi se desmayaron del susto al ver el cadáver del buen hombre, y a la nueva secretaria con el arma en la mano, mirando aterrada a su alrededor.

- ¡Helga! –susurró Rutland aparentemente estupefacto- ¡Lo mataste! ¿por qué?

Dos de aquellos hombres, lo más corpulentos, aprisionaron a Helga y la sacaron de allí, mientras ésta forcejeaba gritando:

- ¡Suéltenme! ¡Soy inocente, él lo mató!

- ¿se siente bien, señor senador? –inquirió uno de los hombres cuando Helga y los otros nueve hombres desaparecieron.

- Jamás me lo hubiera esperado de Helga, jamás –sollozaba- ¡Pobre hombre! ¡Tan bueno que era!

- Tranquilícese, señor –dijo compasivo el hombre-. Iré a buscar agua para que se sienta mejor, y luego me ocuparé de retirar el cuerpo –contemplando al hombre llorar, abandonó la oficina.

Al verse solo con el cadáver, James rompió a reír.

- ¡Pobre Helga! Pero, ¿quién sospecharía de un rico senador si se encuentran a una simple mucama con el arma en la mano? ¡JA JA JA JA JA! –Lentamente se acercó al cadáver de George, contemplándolo como se contempla a un insecto.

- Así terminan todos los que se meten con el senador James Rutland, insignificante rata inmunda –añadió dándole un fuerte pisotón a su inerte cráneo.

 

ENTREGA 20

 

 

-¡Mira eso! ¿no es precioso? –exclamó Lara cautivada.

Luego de un buen rato de caminar por las calles de Tebas, ella y Putai distinguieron un enorme y majestuoso palacio en ruinas, pero esta característica era lo que más le encantaba a Lady Croft: las ruinas.

- Tengo entendido que debemos atravesar el palacio para llegar al mausoleo donde se encuentra el tesoro –manifestó la egipcia.

- Así es –coincidió Lara.

- Tengan cuidado, muchachas –previno Alister por milésima vez-, ya que se dice que el espíritu del Faraón Ramsinit habita cerca de aquí, y quien sabe también tenga un ejército fantasma a su disposición.

- Pues nunca lo sabré si no entro, ¿verdad? –repuso Lady Croft.

Seguida por Putai, ingresó en la ruinosa construcción, sólo para estrellarse con una sala cuadrada decorada con incrustaciones de bronce impropias de un palacio. De frente, hacia el final, había una puerta dorada, pero estaba cerrada, y a un costado de la misma se distinguía un diminuto foso, pero no podía percibirse si tenía agua o no.

En el centro de la sala había un bloque de piedra, y en el suelo a cuadros se distinguían uno de color verde y otro azul, en contraste con el resto de los cuadrados, que eran marrones.

- Bien, supongo que tengo que empujar esta cosa para algún lado –dijo Lara.

- Yo lo haré. –decidió Putai.

Avanzó, y tomó la decisión de mover el bloque hacia la izquierda, hacia el cuadrado verde.

Durante unos segundos reinó un silencio sepulcral, pero luego, dos chacales surgieron de la nada, ladrando ferozmente y dispuestos a devorar a la acorralada chamán beduina.

- ¿Qué hago? –susurraba Putai-Sin mi bastón estoy indefensa.

Lara desenfundó las pistolas, lista para disparar a las fieras, pero antes de que pudiera hacerlo, su amiga echó a correr y se lanzó al foso.

- ¡No, Putai? ¿Qué has hecho? –exclamó Lady Croft aterrada por la suerte de la joven.

Los chacales se dirigieron al borde del foso y ladraron en su dirección, sin atreverse a lanzarse por él.

Sin perder un instante, Lara liquidó a cada uno de un tiro y se dirigió al borde del foso. Percibió que era terriblemente profundo, su amiga no podría haber sobrevivido a una caída de esa naturaleza. Sin embargo, no se vislumbraba ningún cadáver ni nada semejante en el suelo; tal vez le quedaba alguna esperanza…

- ¡Putai! ¿estás bien?

- Sí, Lara –la voz lejana de la chamán se multiplicaba debido al eco-He podido bajar porque había una cuerda, pero poco antes de llegar al suelo se rompió. No te preocupes por mí, estoy bien.

- No te preocupes –gritaba Lara-; volveré por ti, sólo tengo que encontrar la forma de bajar.

- Muy bien, mientras tanto trataré de subir de algún modo.

- ¡No! Estás desarmada, Putai, quédate ahí parada hasta que yo llegue.

- Está bien, pero date prisa.

- Parece que tu amiga se equivocó al mover el bloque –comentaba Zip mientras Lady Croft se encaminaba hacia el artefacto.

- Tal parece, pero tiene solución –repuso Lara. Segundos después empujaba el bloque hacia la derecha, hacia el cuadrado azul, logrando así que se abriera la puerta dorada de la sala del fondo.

Al aventurarse en ella llegó a un pasillo oscuro, en el que no hubiera podido ver nada de no ser con la ayuda de sus bengalas. Se hallaba ante una sala interminable repleta de ataúdes en las paredes, colocados de forma vertical. Avanzando sólo un poco percibió que a la izquierda de la puerta por la que acababa de entrar había otra también cerrada, y que hacia el final del pasillo sólo había una dura pared, y una palanca.

Si Lady Croft se sentía aliviada de que no hubiera ocurrido nada con aquellos ataúdes, ahora tenía motivos para preocuparse, ya que al tirar de la palanca, todos ellos se abrieron, dejando escapar momias enfurecidas que se dirigían hacia la exploradora británica caminando como zombies.

- ¡Oh, que miedo! –gimió Alister.

- Soy yo la que debe tener miedo, no tú –replicó Lara molesta, y sin perder un instante saltó hacia delante para esquivar el par de momias que se disponían a ahorcarla. Notó asimismo que al jalar la palanca se había abierto la puerta izquierda del principio, que ahora se cerraba lentamente hacia abajo.

Había momias dispuestas en cada esquina, por lo que Lara tuvo que correr en zigzag para evitarlas, y con muy poca anticipación, logró girar y entrar por la puerta un ápice antes de que se cerrara totalmente.

Acababa de llegar a un lujoso salón decorado con incrustaciones de oro puro, y en cuyas paredes abundaban jeroglíficos e inscripciones antiguas.

Un mosaico llamó su atención: representaba al Faraón Ramsinit junto a sus innumerables cofres de oro, sólo que la pintura estaba incompleta: como Lady Croft pudo percibir sin dificultad, le faltaban tres pequeños trozos, sin duda esparcidos por el lugar. A la derecha del mosaico había una enorme puerta gris de piedra, que, como la inteligente muchacha dedujo, se abriría con la ayuda del mosaico.

A la izquierda del mosaico se situaba un pequeño hueco en lo alto; Lara se subió a él y logró abrirse paso a gatas; finalmente llegó a un pequeño salón con una inmensa franja de cuchillas verticales en la pared derecha, y una palanca junto a la pared izquierda.

- No sé por qué, pero intuyo que en cuánto jales la palanca esa pared se te vendrá encima y te aplastará-comentó Zip.

- No sería la primera vez –repuso despreocupada.

Y, en efecto, en cuanto tiró de ella, la enorme pared con cuchillas comenzó a venírsele encima lentamente.

- ¡Lara, sal de ahí!

Ignorando el grito de Alister, Lara se escabulló por la grieta por la que había venido, logrando así sobrevivir una vez más.

Libre de la pared con cuchillas, el salón daba lugar a un siguiente pasillo, por el que Lady Croft ingresó.

Había llegado a una sala circular con tres puertas cerradas y un interruptor en la pared derecha de la puerta por la que había entrado.

Al activar el interruptor se abrió la puerta izquierda, dejando escapar cuatro caballeros fantasmales altos y de armadura dorada, que blandiendo espadas metálicas se disponían a atacarla. Brincando hacia atrás una y otra vez, Lara disparó a quemarropa.

- ¡Oh, no! ¡Las armas no tienen poder sobre ellos! –gimió Alister.

- Tal parece –repuso algo nerviosa.

De pura suerte logró escabullirse por la puerta recién abierta y echó a correr, seguida por los caballeros fantasmales. Se encontraba ante un problema aún mayor, ya el pasillo terminaba en una puerta metálica que se abría y cerraba a la velocidad de la luz, y si Lara la cruzaba en el momento inadecuado, moriría triturada. Pero debía darse prisa, los caballeros se aproximaban…

Con un espectacular brinco logró evitarlas justo antes de que se cerraran, pero se horrorizó al comprobar que éstas se destruyeron cuando los caballeros las atravesaron, ya que eso significaba que eran susceptibles a su poder fantasmal.

De cualquier forma, tras esas puertas había un sarcófago cerrado, y un poco más adelante, un pequeño foso de agua.

- Parece que los soldados de Ramsinit eran muy perseverantes –comentaba mientras se lanzaba al foso.

- Es evidente que el palacio del Faraón no era así en otros tiempos –señaló Alister-, debió modificarse cuando Ramsinit murió y le vendió su alma al dios Amón.

Mientras él hablaba, Lara nadaba lo más pronto posible a través del foso, en el que distinguió un interruptor. Lo jaló justo antes de ser atacada por uno de los caballeros, y de inmediato, un pequeño espíritu de esencia roja como la sangre hizo su aparición en el agua y alcanzó a los difuntos. Profiriendo un alarido, éstos se disolvieron enseguida.

- ¡Vuelvan al lugar al que pertenecen! –exclamó Zip.

Lara continuó nadando, y en cuanto llegó a una superficie (una sala diminuta con un interruptor) suspiró victoriosa al ver, en el suelo, una de las tres piezas del mosaico.

- ¡La tienes, bien! –felicitó Alister.

- Intuyo que el camino de regreso será sencillo –comentó la señorita Croft activando el interruptor.

No se produjo nada.

Asombrada, la muchacha se dispuso a regresar, y en cuánto llegó a la sala con el sarcófago notó que éste ahora estaba abierto: seguramente de ahí había salido el espíritu que se encargó de enviar a los caballeros egipcios de regreso al Más Allá.

- ¿Saben qué? Creo que esto ha sido poco emocionante para mi gusto.

- ¿QUÉ? ¿CASI TE MATAN UNOS ZOMBIES Y AÚN QUIERES MÁS?

- Sí, Alister –manifestó Lara como si tal cosa.

De regreso en la sala circular, descubrió que el interruptor que había accionado abría la puerta frontal a la primera, y al entrar, se topó con una sala sin nada interesante, vacía y sin puerta. Echando un vistazo a su alrededor vio un bloque del lado izquierdo de la sala y una pequeña grieta del lado izquierdo. De modo que tiró del bloque hasta que estuvo situado justo debajo de la grieta; subió a él y comenzó a desplazarse lateralmente hacia la derecha.

- Oye, ¿es que no se te cansan los brazos?

- ¿Y a ti nunca se te cansa la lengua, Zip?

Con la respuesta cortante de su amiga, la lengua de Zip se tomó un merecido descanso.

Finalizado el desplazamiento, Lady Croft pudo subirse a una sala en lo alto, en la que de súbito saltó una inmensa pantera; pero con un par de saltos laterales y un par de tiros, la fiera encontró su fin.

- Yo no sé quién tiene la culpa, si Amón o Ramsinit –reflexionaba Alister-¡Mira que poner animales feroces y zombies en el palacio!

- Se ha quedado muy corto –repuso Lara.

Y, como si lo que dijo hubiera sido escuchado, se estrelló con una tremenda esfinge con cuerpo de leona y rostro humano.

- ¡Alto ahí, mortal! –bramó-Si quieres que te deje pasar, debes responder tres preguntas; si contestas bien dos de tres, te dejaré pasar, pero si te equivocas, ¡morirás!

La inteligente aventurera decidió no discutir.

- Muy bien, pregúntame.

Lara imaginaba un enigma como el que había planteado la esfinge del mito griego de Edipo, pero…

- ¿Cuál es la capital de Costa Rica?

Lara se asombró de esta peculiar pregunta, pero no demoró en contestar.

- San José.

- Bien hecho –repuso la esfinge sorprendida-; ahora bien: ¿cómo se llama la actriz que acompañó a Britney Spears en el videoclip Creazy?

- ¿QUÉ HAS PREGUNTADO?

- ¡Responde ya! –replicó con impaciencia.

Lara estaba en problemas, ya que Zip y Alister tampoco conocían la respuesta.

- Eh, ¿Sandra Bullock? –aventuró.

- ¡Pésimo! ¡Melissa Joan Hart! Se nota que no mirabas “Sabrina, la Bruja Adolescente”, porque ella era la actriz principal –repuso burlona.

“¡Esto tiene que ser una broma! ¿Qué clase de esfinge es esta?” pensaba rechinando los dientes.

- Ahora la tercera, y piensa muy bien cómo vas a responder: ¿cómo se dice Profanadora de Tumbas en inglés?

¡Facilísimo!

- ¡Tomb Raider!

- ¡Correcto! ¡Puedes pasar! –la esfinge se hizo a un costado, dejando a la vista otro diminuto trozo del mosaico, junto a un interruptor.

Nuevamente en la sala circular, se dirigió a la puerta izquierda recién abierta. Avanzó muy sigilosamente, pero no reparó en que el suelo era inestable y cayó.

Mientras Alister, como de costumbre, gritaba previniéndola, ella contemplaba un esqueleto desmadejado que allí había. No tardó en comprender a qué se debía, ya que a ambos lados de la estancia se avecinaban dos enormes paredes repletas de pinchos.

Lara, justo a tiempo, halló un pequeño hueco junto al esqueleto, y se arrojó cuando las paredes casi la trituraban. El ruido de un canto rodado que se dirigía hacia allí la obligó a echar a correr hacia delante y a arrojarse a un nuevo foso hallado más adelante.

En el nuevo foso halló un silencio de ultratumba; era una sala que, en contraste con las dos anteriores, estaba majestuosamente decorada, con una enorme estatua plateada de un caballero hacia la mitad y un interruptor justo al lado de la entrada.

- Lara, perdón que opine, pero quizá no sea bueno que lo acciones –aconsejó Alister.

- ¡Por favor, soy una profesional!

Pero el informático tenía razón: tan pronto accionó el interruptor, la inmensa estatua cobró vida. Miró a Lady Croft con ojos amenazantes, y desenvainó su filosa espada.

 

Les dejo dos preguntitas, espero que disfruten respondiendo:

 

1)Nombrar 3 personajes que quieran que mueran YA y por qué

2)3 que no quieren que mueran bajo ningún concepto y por qué.

 

Comentario: lo de Britney Spears lo sé porque mi hermanita de 10 años es fanática suya.

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Entrega 19

Odio a James Rutland nunca habia visto a una persona asi :fufu: :fufu: me dan ganas de arrrrrr :rofl: pobre George ese si que fue un hombre de verdad pero murio por culpa de ese cerdo de Rutland :rofl: y pobre Vivian y Annie como se quedara cuando se entere de la noticia :cry2:

 

 

Entrega 20

 

Lo de Egipto te quedo esplendido todo digno de un Tomb Raider :rofl: pero no se parece que las preguntas de la esfinge no pegaban mucho con el escenario pero bueno jaja es tu relato

 

3 personajes...

 

James Rutland : Por que es un cerdo mentiroso y manipulador :rofl:

 

Amanda : Por que mando a la madre de Lara a Avalon jaja eso no se hace jeje

 

Maggie Rutland : Por que no quiere que su hijo se haga amigo de una secretaria como si no fuera una persona normal y corriente :fufu:

 

 

Pd : por fin 2 entregas seguidas jaja :P al menos tube un rato para leer jajaja espero las proximas entrega el relato te esta quedando fantastico

 

 

Salu2

Publicado

Perdón,estaba leyendo todavía.El relato esta bien,pero estoy de acuerdo con Ana Maria,de que es medio ilógico que Putai se espante de un hipopotamo,bueno es tu relato.Tambien un duda,ese espiritu que mato a los caballeros,como puede salir del sarcofago,si se esparcio en el foso de agua donde estaba la palanca para invocarlo :( o_O , o creo que entendi mal .Tambien la esfinge sus preguntas no pegan mucho,pero como bueno es tu relato.Tu decides,pero no se es mi opinion,y yo pienso que no tiene nada que ver.Aunque parece que tu hermanita estaba al lado tuyo cuando estabas escribiendo el relato :P .

 

Y los personajes,diria que Maggige y James Rutland padre,merecen morir..!!!.Amanda bueno es mala en si,pero todavia no se sabe su plan malevolo.Aunque tambien podría ser Alex West,no me gusto eso que dijo de Lara,no se hace ver como si fuera una cualquiera y no es asi.Asi que se muera..!! :) . Tambien otra duda que tengo,la carta que estaba en la oficina del Profesor Eddinton cuando lo asesinaron,es falso,o sea digo que debe ser de Amanda para que Lara consiga los talismanes o no ? o_O .

 

Y tambien quiero saber que pasa con Amanda,y Alex que no se supongo que se aliará con ella o algo asi...supongo.Pero espero que se muera..! :(

 

Eso seria mi opinion,y te lo digo muy buen relato.Aunque tambien es medio rara la combinacion de biografías,pero tambien esta excelente mucha imaginacion.Bueno supongo que este relato le falta mucho para acabarse,ya que el fin del relato es encontrar a la madre de Lara,si esta o no en Avalon...

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Responderé a todas las inquietudes:

 

1-Lo reconozco, es super fantasioso

2-Mi hermana no estaba conmigo, de hecho, odia Tomb Raider; lo de la esfinge fue un toque de comedia, Lara imaginaba un enigma como en el mito griego de Edipo o de ese estilo y se estrella con preguntas ilógicas, hay que ir preparado para todo.

3-Palanca para invocar al espíritu había, si señor.

4-Maggie y James: tengo decidido el destino de cada uno de los personajes, pero, él es un político corrupto y asesino, ella sólo es una mujer vanidosa y materialista. Aprovecho para dar una triste noticia: algunos personajes buenos que quizá generen cariño morirán, pero no a manos de estos villanos secundarios sino de Amanda, la Gran Villana.

5-El plan de Amanda sí se sabe: utilizar a Lara para conseguir los talismanes y llegar a Avalón; para eso Karel quería despertar al Durmiente, para llegar a Avalón, creía que sólo allí renacería la Alta Raza de los Nephilim. ¿por qué creía eso? SORPRESA.

6-Hay cosas de Amanda que no se saben, como por ejemplo, ¿cómo es que es una Nephilim y que Karel ignoraba su existencia? Además, hay más de ella de lo que se ve a simple vista.

7-Alex NO TIENE NADA QUE VER. Según Putai, él busca las riquezas de Ramsinit, nada más, pero no tiene relación ni con Amanda ni con la Cábala.

8-La carta del profesor Eddinton: lo siento, dedúzcanlo ustedes mismos.

9-Gracias por eso de las biografías, creo que es lo mejor.

10-Esta novela será muy muy pero muy extensa, ya que luego de visitar Egipto, las Ruinas Aztecas, Israel, de negociar con Larson y Pierre, antes de ir a Paraíso, estaremos recién en la mitad, todos estos sitios corresponden a la primera mitad.

11-Avalón aparecerá, pero no como se lo imagina, y ¿cuando acaba el relato? Es confidencial, así como la suerte de Amelia Croft.

 

Saludos y espero haber aclarado dudas.

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