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TOMB RAIDER 8: DESCUBRIENDO AVALÓN


Tomás

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Escorpio, veo que muy sutilmente me estás reclamando a gritos la urgente aparición de Amanda, y qué planea exactamente. Repito nuevamente que lo olviden por un rato porque NO hay Amanda por un tiempo. Sin embargo, dentro de poco habrá Gunderson...

Piensen que si no hay Amanda por una razón debe ser (fíjense que tampoco hay Alex) pero, como ya dije, llegará el día en que agotará de tanto aparecer.

Por ahora, pronto llega Gunderson, y Clarisa ya llegó. Sé que le hago mucha propaganda a la mucama de la Mansión Croft, pero si antes les hablé de los Rutland ahora les hablo de ella, y por algo es...

 

Y Tomb Raider Regresa, todo lo que digo es la leyenda verdadera: Arturo se acostó con su hermana Morgana y ella tuvo un niño al que llamó Mordred, ya se sabrá del tema. La leyenda tiene varias versiones, algunas dicen que Morgana le Fay era un hada madrina que ayudaba a su hermano, y otras, la mayoría, la señalan como la villana del mito, una bruja malvada que quería derrocar a su hermano. Todas coinciden en que era una mujer con poderes mágicos, y muy pronto sabremos cómo fue Morgana según mi versión de la leyenda. Lo que sí es cierto es que ella hechizó a Arturo para que fuera a Avalón al morir, y como ven, esto tuvo sus consecuencias.

 

Espero sus comentarios, y continúo mañana porque estoy muy cansado (rueguen por mí porque tengo prueba de Inglés y la profesora es una arpía cara de rata que me detesta)

 

Saludos.

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Tomas no es que te la este pidiendo solo digo que que hace ella en Egipto cuando el plan de ella era que Lara fuera a buscar los talismanes por ella nada mas :yes:

 

Suerte y si la profesora te detesta metele un tiro entre ceja y ceja como Putai y Lara con los murcielagos jajajajaj

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Bueno, la leyenda de Nitocris la saqué de un libro, y juro que allí decía Micerino. Según él, las pirámides están en Memfis, aunque yo también creí que estaban en Gizah.
Ya puedes tirar ese libro a la basura, porque no dice más que atrocidades ;) Desde luego que hay pirámides en Menfis, pero en ninguna de ellas está enterrado Micerino, pertenecen a reyes de la sexta dinastía como es el caso de Pepi II. En cuanto a lo de Nitocris, sin duda ese libro se basaba en una teoría confusa elaborada por el propio Heródoto, que calificaba a Nitocris como una "cortesana" (Esto es, prostituta) de nombre Rodopis que mandó construir la pirámide de... Micerino. Pero hoy en día esas fantasías han sido superadas. Así que ya sabes, deshazte de ese libro, ¡por el bien de la Historia! :D

 

 

Aprovecho para preguntar 2 cositas, perdón por molestar:

 

De los personajes oficiales de TR y los de este relato, ¿cuáles les gustan más y cuáles menos y por qué?

Pues... aparte de Lara, para mí el mejor ha sido siempre Kurtis. Claro que has prescindido de él. Después, Putai es un gran personaje y los han quedado de AOD también dan mucho juego.

Amanda sólo me gusta porque, comparado con el resto de personajes del Legend, resulta interesante, pero en relación a la saga completa tampoco es para tirar cohetes. Digo yo, vamos.

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¡Tenías razón, querida amiga! Era una teoría de Heródoto. Pero no puedo tirar el libro porque era de mi abuelo y porque toda la vida me fue útil. :P

 

Con respecto a la prueba de Inglés, me saqué 10, pero por ahora de promedio me queda 5 porque Cara de Rata (así la llamo a ella) me puso 1 por no traer el libro una clase :fufu:

 

Bueno, no nos vayamos de tema y prosigamos.

 

ENTREGA 24

 

Si bien en la Mansión de Lara y en la tribu de Putai todos habían tenido un mal amanecer, el de la familia Rutland fue fantástico; por alguna razón que William no comprendía, su padre había amanecido de muy buen humor, y Maggie se había comprado prácticamente todo el centro comercial, y como no, había hecho que despidieran a la empleada de un negocio de ropa que no quiso hacerle descuento en el precio de un vestido (“¡Soy la mujer del senador! ¡Soy mucho más importante que estas clientas muertas de hambre!”, había gritado).

Sin embargo, William sólo había tenido pesadillas, y en todas ellas Vivian le escupía ofendida y le gritaba que su padre era un asesino.

Desde luego, era una simple pesadilla, pensó, ya que James se veía afectadísimo con la muerte del padre de su desdichada ex secretaria.

Jenny, por su parte, tampoco tuvo una noche demasiado buena, ya que Maggie había regresado a la hora que quiso y la despertó bruscamente exigiendo un café.

Por ese motivo la nueva mucama se veía muerta del cansancio cuando servía el desayuno a los tres Rutland.

- ¡Apúrate, sirvienta! –exclamaba Maggie con su típica brusquedad hacia la servidumbre-¡Tanto ir de compras me ha dado hambre!

- Mamá, trátala bien –susurró William, que se sentaba a su derecha.

- Cállate, mamá sabe como tratar a los inferiores –replicó en voz baja-¡Vamos, Jenny, tengo hambre! –gritó a la pobre mujer.

- Perdón, señora Maggie –se disculpó sumisa-, pero es que tengo mucho sueño, ayer casi no dormí.

- ¡Dormirás del golpe que te daré si no te apuras con el desayuno!

Sin perder un instante, Jenny le tendió la bandeja con su café y sus tostadas.

William sentía vergüenza ajena, casi se disculpaba con aquella señora por la actitud de su madre altanera y bravucona, pero en presencia de ella no se atrevió a hacerlo.

- Muy bien, Maggie –dijo Rutland cuando Jenny se hubo ido-, ¿por qué no nos cuentas un poco del club de canasta que estás organizando?

Lo decía en ironía, ya que el señor Holt, su suegro,, había sido jugador compulsivo, y por su culpa, la familia de Maggie había caído en bancarrota, y no hubieran superado tal crisis si ella no se hubiera casado con Rutland.

Pero ella estaba tan entusiasmada que no captó la indirecta.

- Se dará aquí, en nuestra casa, dentro de dos meses –explicó su esposa con una sonrisa radiante-, y es exclusivo para mis amigas de alta sociedad. ¡Incluso invité a la mujer del presidente!

- ¡Brillante, querida, brillante! –felicitó el senador-Así el señor Bush sabrá cuánto apoyamos su ataque contra esos impuros iraquíes de porquería.

- Oye, padre, ellos provienen del polvo, igual que tú –le espetó William, enojado por su manera de discriminar a la gente.

- Oye, ¿por qué no cierras el pico? –le espetaron su padre.

- ¿Por qué no eres como tu hermano James? –añadió Maggie.

Su hijo mayor se frenó en seco; volver a oír nombrar a su hermano volvió a despertar en él un odio incontrolable hacia la repugnante Lara Croft.

Un timbre lo sacó de sus pensamientos, seguido por los gritos de Maggie ordenando a Jenny que abriera inmediatamente.

Alex West estaba ante el umbral. Alegres y eufóricos, los Rutland le dieron un cálido recibimiento, como si se tratara de su propio hijo. A William no le sorprendía en absoluto, ya que el mercenario era multimillonario, y sus padres solían comportarse falsamente cariñosos ante lo que ellos consideraban “gente de Alto Nivel”.

Alex y William se conocían desde pequeños, ya que asistieron juntos a la escuela primaria y secundaria. Ellos y el difunto James junior habían sido inseparables, y William siempre se sentía a gusto de poder contar con él, ya que pese a que Alex era sumamente ambicioso, lo consideraba una buena persona.

Y allí se encontraban ambos, sentados en la cómoda y lujosa sala de estar, con Jenny sirviéndoles coñac. Si Alex no hubiera pedido hablar en privado, Maggie y James de seguro lo hubieran acaparado para algún fin económico, como era todo en la vida del soberbio matrimonio.

- ¡No esperaba verte aquí, amigo! –exclamaba William sonriente- Creí que estabas en Egipto.

- Acabo de regresar –repuso Alex-. Estuve de vacaciones, incluso me llevé a mis hombres para que no me pasara nada. ¡Quién sabe! ¡Tal vez hubiera conquistado una egipcia preciosa, pero no se dio!

Los dos rieron.

- Es más –añadió Alex-: me apropié de una espada con poderes asombrosos, es una de la que me habló James en una ocasión.

- ¿Ah, si? –inquirió William, curioso-¿Cómo la conseguiste?

- Se la arrebaté a Lara Croft.

La expresión de William cambió en una fracción de segundo; se puso rojo de ira al oír ese despreciable nombre, sintió un odio punzante en su interior y adoptó la expresión de quien acaba de beberse un antibiótico asqueroso.

- ¿Has dicho Lara Croft?

- Pues sí –respondió Alex con indiferencia-, está en Egipto. Fue mi novia, ¿sabes? Hace seis años, pero la perdí por estúpido –esto último lo dijo lamentándose.

- ¿Y sabes qué fue Lara Croft además de tu novia? –saltó William-¡La asesina de mi hermano!

- ¿Qué dices? –El mercenario no daba crédito a sus oídos.

- ¡Eso mismo! –repuso William, apretando la copa con tanta fuerza que casi la hacía estallar en pedazos-¡Lara Croft mató a James, Alex! ¡Mató a mi hermano!

- Cálmate, tranquilízate –intentó apaciguarlo Alex-¡No puedo creer lo que dices! Discrepo de Lara en muchos aspectos, ¿sabes?, pero sería incapaz de hacer algo así…

Afortunadamente Jenny ya se había ido, ya que sino se hubiera espantado mucho más que Alex con la expresión del muchacho.

- ¡Pero lo hizo! ¿Con que está en Egipto, no? ¡Bien! Pasará a hacerles compañía a esas momias que tanto le fascinan. ¡Es una perra, una cerda, una cualquiera, una put…

- ¡Contrólate! –Alex ya estaba asustado.

William respiró agitadamente, procurando recuperar la calma.

- Tienes razón, reconozco que me accedí –se disculpó.

 

 

- ¿Por qué, Lara? ¿Por qué? ¿por qué tenía que pasarle esto a mi gente, que nunca le hizo mal a nadie? –La desdichada chamán lloraba a lágrima viva abrazada por su amiga europea.

- Tienes razón, Putai –replicó Lara sin dejar de abrazarla-No creí que Alex tuviera huevos para hacer esto, pero no vivirá para contarlo, ¡te lo aseguro!

Mientras la consolaba, no dejaba de horrorizarse con el paisaje, lleno de cadáveres destrozados y partidos al medio de hombres, mujeres y niños.

- Además, es imposible que no haya sobrevivido nadie –añadió entonces-, tú quédate aquí, yo buscaré sobrevivientes.

Dejando a Putai llorando allí, Lara realizó una inspección ocular del contorno. Se adentró en las humildes casas de sus amigos, exploró cada rincón del desierto, pero todo fue inútil… ya no quedaba nada.

Súbitamente oyó un gemido, y al mirar abajo, Lady Croft casi dio un brinco al ver que un hombre de la tribu aún respiraba.

- No temas, aquí estamos –Lara se inclinó y comenzó a inspeccionar sus heridas-¡Putai, aquí hay alguien con vida! –gritó a voz en cuello.

La beduina llegó corriendo hasta allí.

- ¡Abdul! ¡Gracias a Horus aún estás vivo! –se inclinó y lo abrazó contra su pecho.

- ¡Rápido! –exclamó Lara, poniéndose de pie-¡Hay que llevarlo a un hospital, o morirá!

 

De este modo, Abdul fue llevado a un hospital cercano, lejos del desierto, en un rincón de Egipto más civilizado, al que él no estaba demasiado acostumbrado. Lara y Putai, por otra parte, aguardaban en la sala de espera con el corazón en la boca. Aquella gente no merecía un destino tan terrible, pensaba Lara, mucho más cuando la acogieron en su hogar mientras todos la creían muerta.

Ambas se pusieron de pie de un salto al ver acercarse a un médico.

- Doctor, ¿cómo está Abdul? –preguntó Putai con desesperación.

- Por fortuna no era nada –repuso el egipcio-, el paciente está estable y recuperándose.

Putai derramó lágrimas emocionadas, mientras Lara la abrazaba radiante.

- ¡Gracias, Horus! ¡Porque sé que esto es obra tuya! –susurró Putai profundamente agradecida –se volvió hacia el hombre- y, ¿podemos ir a verlo?

- Me temo que sólo usted, señorita Croft. Abdul dice que quiere decirle algo muy importante.

- Pero, yo soy su amiga –repuso Putai extrañada.

- Lo siento. Sólo Lady Croft –terció el médico.

Al entrar en la habitación, Lara halló a Abdul en su cama, con la mirada perdida, en la que podía percibirse un extraño temor.

- Lara… Lara… -decía con voz muy débil-Has vuelto.

- ¡Sí, amigo mío, he vuelto! –lo abrazó aliviada-¡Por favor, dime! ¿Quién les hizo esto?

- Lara –Abdul la tomó fuertemente de la mano. Lady Croft comenzó a sentir miedo ante el incontrolable temblor del anciano beduino-Lo que… nos… atacó… no era…

- ¿No era qué, Abdul?

- No era… no era…

El médico se aproximaba a la habitación donde descansaba el paciente.

- ¿No era qué? –Lara ya estaba muy nerviosa.

- No era… no era…

- …humano… -terminó el pobre anciano con un susurro demasiado débil.

Mientras Lady Croft intentaba asimilar lo que su amigo acababa de decirle, éste abrió la boca con asombro y susto, y ella, al girarse, vio al mismo médico con el que había hablado minutos atrás, que la miraba triunfante y le apuntaba con una mágnum.

Lara y Abdul contuvieron la respiración, pálidos del susto, y antes de que pudieran decir nada, el médico disparó al estómago de la mujer, y luego, mientras el viejo gritaba socorro, disparó a su cabeza.

Huyó de la habitación, mientras Lara caía al suelo muy lentamente, contemplando su estómago lleno de sangre, y sintiendo que sus fuerzas la abandonaban, la abandonaban…

 

 

El señor Robinson llegó puntual a su cita con el señor Rutland. Ésta dio lugar a media tarde, en un oscuro callejón en el barrio pobre de Nueva York. Ambos llevaban trajes negros y gafas oscuras, para no ser reconocidos, y cada uno llevaba algo en su mano: Robinson llevaba los papeles de la escritura de un edificio, mientras que Rutland, fotos reveladoras de Robinson besando a otro hombre en plena calle.

- Aquí tiene –susurró Robinson de mala gana sin siquiera saludar-: las escrituras del edificio, todo en orden, a nombre de Maggie Rutland.

El senador se adelantó a tomar los papeles en sus manos y les dio una hojeada rápida, para luego sonreír con mezquindad.

- Excelente, Robinson –felicitó solemnemente-, te has salvado de que tu mujer descubra que le eres infiel, y encima, con un hombre –Robinson tragó saliva de tan sólo pensar en la idea-Y, ahora, ¡fuera de mi vista!

 

 

Annie y Vivian merendaban sumidas en el silencio, sin levantar la mirada ni pronunciar palabra; el precario departamento se veía triste y vacío sin la contenedora presencia del jefe de la familia, cuya pérdida no la repondría ni siquiera el dinero del bondadoso William.

- Hija –dijo por fin Annie-, ¿qué piensas hacer con respecto a William Rutland?

La preciosa muchacha temía que le preguntaran eso.

- Nada, mamá –contestó sin titubear-, si él no me cree que su padre mató a papá, no hay nada que hacer.

- ¿Y te perderás la oportunidad de ser feliz? –Cariñosamente, la mujer acarició la mano de su hija

Ésta no respondió nada: las probabilidades de que una pobre secretaria llegara a casarse con el hijo de un senador eran prácticamente nulas, más tratándose de una joven adulta con los pies sobre la tierra, que para colmo tendría que trabajar el doble para evitar tener que mendigar en un futuro cercano.

Un ruido se oyó en la puerta de entrada; alguien pasó una carta por debajo de la puerta. Vivian fue hasta allí, la recogió y leyó horrorizada lo que decía.

- ¿Qué dice, mi niña? –inquirió Annie asustada ante la expresión de su hija.

Ésta la miró con expresión de llorar en cualquier momento.

- Demolerán el edificio, dentro de una semana.

 

 

 

Muchas horas después, ya de noche, Maggie llamaba a gritos a Jenny desde su cuarto, donde cepillaba su cabello rubio teñido ante un enorme espejo.

- ¿Sí, señora? –dijo humildemente.

- ¿Has visto a mi hijo?

- No, lo siento, no lo veo por ningún lado –respondió Jenny, también extrañada con su ausencia.

- ¡Entonces llama a mi marido! ¡Deprisa! –ordenó tan maleducada como siempre.

Minutos después, Rutland apareció en la habitación.

- ¿Qué ocurre?

- ¡El inútil no está!

- ¿William?

- ¡Claro! ¿tú conoces algún otro inútil?

- Pues, no tengo ni idea, no lo he visto salir.

- ¡Señor! ¡Señora! –Jenny pegó un grito desde el piso de abajo-¡Su hijo dejó una carta en la chimenea!

- ¿Y qué esperas para traerla, estúpida? –gritaron al unísono.

La pobre mujer llegó corriendo a la habitación con la carta en la mano, carta que los Rutland le arrebataron bruscamente.

 

Queridos mamá y papá:

Quizá no aprueben lo que hago, y perdón por no haber hablado con ustedes, pero debo viajar a Egipto urgentemente, porque Lara Croft, la asesina de James, está allí, y yo no dormiré tranquilo hasta no verla muerta y destruida. Y si se me escapa, la perseguiré hasta el último rincón de la Tierra, pero no volveré a casa hasta haberla matado. Jamás creí que algún día haría esto, pero James merece que se haga justicia por él.

Cuídense mucho. Los quiere…

William

P.D: Un beso enorme para Vivian.

 

- ¿Has visto? –gritó Maggie asustada-¡Irá a buscar a Lara Croft! ¡Esa mujer es invencible, lo matará a él también!

- Sé que es muy triste, Maggie –repuso el senador abrazándola-, pero, aunque William no haya dejado testamento, podemos presentar una carta trucha al escribano con su sello.

- Es cierto –coincidió Maggie sin dejar de abrazarlo-. Al fin y al cabo, en estos treinta y cinco años de matrimonio has falsificado millones de cartas.

- ¿Ya ves, querida, como todo tiene arreglo?

 

 

 

Si bien el balazo en la cabeza de Abdul le causó una muerte instantánea, Lara Croft había logrado sobrevivir una vez más, gracias a que Putai, atraída por los disparos, logró atraer a la gente del hospital para que apresaran al médico asesino, y luego, éstos se dispusieron a operar a la pobre muchacha, creyendo que quizá podrían hacer algo por ella.

Y lo lograron: veinticuatro horas después, a la noche siguiente, Lara, con una máscara de oxígeno, se debatía entre la vida y la muerte. Ahora, lo único que se podía hacer era esperar.

- Lara, por favor, recupérate pronto –lloraba Putai arrodillada ante la cama, con un bondadoso médico de espaldas ante ella-, ya he perdido a mi gente, no quiero perderte a ti, amiga.

- Tranquila, señorita –el médico la ayudó a ponerse de pie, mientras la chamán enjugaba sus lágrimas-, la paciente debe descansar.

Putai y el buen hombre se retiraron, cerrando la puerta al salir.

Minutos después, ésta se abrió de par en par, y un intruso invadió la habitación donde Lady Croft descansaba. El hombre la contempló absorto unos momentos, y luego se le acercó, radiante de alegría al ver al ser que más odiaba en el mundo al borde de la muerte.

- ¡Ay, Lara! –susurraba William-Eres una perra, una rata asquerosa y miserable. Sin embargo, querida, has tenido más oportunidades que mi pobre hermano James; él murió en el acto, mientras que tú aún luchas por tu vida –continuó, paseándose alrededor de la cama, y extrajo de su bolsillo una jeringa vacía. –Pero yo me ocuparé de que nunca más veas la luz del sol, víbora venenosa; sé que esto no me devolverá a James, pero hará justicia por él. ¡Púdrete en el infierno, furcia!

Se le acercó lentamente, listo para inyectarla de aire en el brazo y borrarla de la faz de la Tierra para siempre…

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HOOOOOOOOO MMMMMMMMYYYYYYYYY GGGGGOOOOOOOOOOODDDD!!!!!!!!

 

ME HAS DEJADO CON EL CORAZON EN LA BOCA!!!!!

 

QUE CAPITULO TAN EMOCIONANTE, LARGO, PELIGROSO Y CON MUCHO SUSPENSO, HO DIOS MIO LARA NO PUEDE SER QUE MUERA HO DIOS MIO!!!!!!!!!!!!!!

 

Y POBRE VIVIAN QUE LE DEMOLERAN EL EDIFICIO Y ESTAN EN UNA SITUACION EXTREMADAMENTE DIFICIL, Y POR DIOS ESOS MALDITOS PADRES DE RUTLAND QUE NO LES IMPORTA EN NADA LAS PERSONAS SOLO SE INTERESAN EN ELLOS MISMO, PERO O DIOS MIO NO PUEDE SER QUE MATEN A LARA O DIOS NOS AYUDE

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Bueno, estimados lectores, esta entrega no es muy larga pero sí conmemorativa, porque les damos la despedida a dos mujeres que seguramente se ganaron su aprecio y su cariño: Putai y Vivian.

No es una despedida eterna, sino un "hasta siempre", o un "vuelvan pronto", pero por un tiempo no veremos ni a la valiente chamán beduina amiga de Lara ni a la dulce y soñadora secretaria enamorada que no ha parado de sufrir.

¡Adiós, Vivian! ¡Adiós, Putai! ¡Nos veremos pronto :hello: !

 

Aprovecho para preguntarles quién ha sido su preferida de las dos y por qué.

 

Y ahora si...

 

ENTREGA 25

 

 

Pero se frenó en seco; alguien había aparecido detrás de él.

- ¿Quién es usted? –interrogó Putai, poco amable.

- Soy el novio de Lara –repuso William, muy nervioso, poniéndose de pie-, encantado. Usted debe ser la señorita Putai, ¿no?

Extendió la mano, que ella estrechó con algo más de confianza. No sabía que, cuando Lara Croft había reaparecido viva tras su accidente en el Templo de Horus, del que ella casi no soltó palabra, mencionó, sin embargo, que una chamán de nombre Putai la había rescatado, y el físico de la joven egipcia coincidía con las características que Lara había dado de ella en televisión.

- No sabía que Lara tuviera novio –manifestó.

- Bueno, ya sabe usted que ella no habla mucho de su vida –repuso soltando una risita nerviosa. A diferencia de sus padres y su hermano, William no sabía mentir, y no creía que Putai creyera en sus palabras-Con permiso, tengo que irme –y abandonó la habitación algo perturbado, jurándose que lo volvería a intentar.

 

 

La grúa empujaba contra el pobre edificio sin cesar, mientras sus habitantes, desde la calle, contemplaban la escena, horrorizados. Ellos, maletas en mano, lloraban o gritaban escandalizados, viendo con sus propios ojos el fin de su querido hogar.

- ¡No puede ser! –lloraba una vecina de la mano de sus dos hijitos-¡Nos vamos a quedar sin un techo donde vivir!

- ¡En este lugar yo nací y aquí me voy a morir! –gritaba un anciano reumático en silla de nietas, a cuyo nieto de veinte años intentaba apartar del lugar.

- ¡Que alguien haga algo, por favor!

- ¡No es justo, no es justo!

Vivian y su madre rogaban con todo su corazón que lo que veían fuera una pesadilla: conocían a aquella gente de toda la vida, y al igual que ellos, se quedarían sin hogar, sin casa, sin techo…

- ¡Esto no puede estar pasando, Vivian! –lloraba Annie en los brazos de su hija.

- Lo sé –repuso la rubia, frotándole la espalda e intentando no llorar-¿Cómo pudo Robinson hacer esto con su edificio?

A propósito de Robinson, Annie y Vivian habían enmudecido de la sorpresa dos días antes, al ver en el noticioso de la noche fotos reveladoras de éste con otro hombre, y una noticia que detallaba su escandaloso divorcio y su delicadísima situación.

Pero el drama personal de Robinson le importaba muy poco aquel momento: Vivian se habia criado en aquel edificio, sus vecinos la conocían de pequeña y la consideraban una sobrina para ellos, y ahora todos, gente buena y trabajadora, presenciaban como un edificio de tantos años se venía abajo.

Finalmente, la grúa efectuó el golpe final: ya no quedaba nada de su cálido hogar, sólo sus restos, esparcidos en el suelo, junto con las esperanzas que aquella gente había mantenido hasta el último minuto.

Vivian, sin dejar de abrazar a su deshecha madre, echó un vistazo a su alrededor, y vio lo que temía… más allá del llanto de todos sus amados vecinos, en la esquina había un automóvil estacionado, y quién estaba junto a él, con un guardaespaldas a cada lado y con expresión de inmutable satisfacción, era…

¡Maggie Rutland!

La chica no tenía idea de qué hacía ella allí, pero no le cabía duda de que era la responsable de todo. De modo que, con decisión, avanzó hacia ella y, sin previo aviso (los guardaespaldas estaban tan confundidos que no llegaron a reaccionar), se precipitó sobre ella y la empujó con todas sus fuerzas, aterrizando ella en un charco de agua sucia.

Atraídos por el ruido, los vecinos giraron en esa dirección y rieron por un instante, mientras Maggie se ponía de pie muy avergonzada.

- ¡Mi blusa! ¡Mi collar! ¡MI PANTALÓN NUEVO! –gritaba histérica como un marrano-¡A ella!

Uno de los guardaespaldas aprisionó a Vivian, y cuando Annie saltó a defenderla, el otro la aprisionó a ella también.

- ¿Por qué hace esto? –le espetó con rabia Vivian-¿por qué nos quita nuestro hogar? ¿Y con qué poder?

- Querida mía –repuso Maggie con una sonrisa de superioridad-, Robinson me ha cedido las escrituras de la propiedad, el edificio ahora es mío y puedo hacer lo que quiera. ¡Y lo que haré tras derrumbarlo es construir un centro comercial de lujo, donde no dejaré entrar a pobretones inferiores y miserables como los que habitan aquí!

- ¿Y toda esta gente? ¿Dónde vivirá?

- Lo siento, soy la dueña del edificio, no de la ciudad. ¡JAJAJAJAJA! –Maggie rompió a reír, y los guardaespaldas soltaron bruscamente a las mujeres, que aterrizaron de lleno en el charco sucio.

- ¡Eso es! –reía Maggie-¡A la mugre, donde nacieron, y donde pertenecen! ¡Adiós, cucarachas!

Mientras el automóvil de Maggie se alejaba, ahora era Vivian quién lloraba en brazos de su madre, sin levantarse del charco.

Los Rutland, un matrimonio para el que lo único y primordial era el dinero, habían extorsionado al dueño del edificio para apoderarse de éste, y no obstante, no cumplieron su parte del trato y divulgaron el penoso secreto de Robinson a la televisión. Maggie, la mujer más egoísta que ella conocía, había hecho lo que quiso con el lugar, en parte por sus deseos frívolos de reemplazar el pobre edificio por un centro comercial, y en parte, para vengarse de la jovencita, ya que no podía soportar que su marido la prefiriera antes que a ella.

Y Vivian Hart, que había perdido su trabajo, su respeto y a su padre, ahora también había perdido la casa, ¡todo por culpa del matrimonio Rutland! Y ahora lloraba, sucia por el charco, sin dejar de contemplar su hogar en ruinas, y a su madre sollozando a su lado…

 

 

- Muy bien, Lady Croft, debo decirle que en tan sólo una semana se ha recuperado asombrosamente –anunció a la muchacha, que estaba sentada en la camilla, con Putai frotándole cariñosamente la mano derecha-, de modo que, como le agradará saber, puede irse cuando quiera.

- ¡Sí, sí, sí! –El médico sonrió al contemplar a Lara y Putai gritando de alegría y abrazándose.

- Realmente no sé por qué ese loco me disparó –comentaba Lara minutos después, en las afueras del hospital.

- Lo sé, pobre Abdul –se lamentó Putai-¿Seguro que no recuerdas qué quería decirte antes de morir?

- Lo siento, no. Por más esfuerzos de memoria que hago, no lo recuerdo. Sucedió justo antes del disparo, así que no me acuerdo de nada. Pero tengo la sensación de que era algo muy importante –reflexionaba.

- Lara –inició la chamán, lentamente-, no quería decirte esto, pero, me temo que a partir de ahora tendrás que continuar sola. Yo debo regresar junto a los míos.

- ¿Los tuyos? –se asombró la arqueóloga-¡Pero si ha muerto todo el mundo!

- No todos –explicó Putai-, aún queda la tribu de mis padres. Verás, mi esposo, que murió hace tres años, era el chamán de mi tribu actual, yo asumí cuando él murió, y abandoné mi tribu natal para casarme con él. ¡Pero ahora puedo volver, y sé que mi familia se alegrará mucho de verme!

- Te voy a echar de menos, amiga –se emocionó Lara, abrazándola-, has sido una gran compañía para mí.

- Ven a visitarnos pronto, Lara.

- Lo haré. Hasta siempre, Putai, hasta siempre.

 

 

También anuncio que quedan pocas entregas en Egipto, mientras tanto vayan pensando adónde irá Lara entre estas 3 opciones.

 

Opción 1

 

Artefacto: Talismán Fuego-Armadura de Sir Lancelot

Localización: Ruinas del Imperio Azteca (Méjico)

Ayudantes: Charles Kane y Marten Gunderson

Enemigo: William Rutland

 

Opción 2

 

Artefacto: Talismán Hielo-Casco de Sir Pellinore

Localización: Desconocida

Ayudantes: Desconocidos

Enemigos: Larson y Pierre

 

Opción 3:

 

Artefacto: Talismán Agua-Espada de Sir Galahad

Localización: Ciudad de Jerusalén (Israel)

Ayudantes: Padre Patrick Dunstan y Marten Gunderson

Enemigo: William Rutland

 

Una vez cumplidas las 3:

 

Opción a desbloquear:

 

Artefacto: Talismán Tierra-Corona de la Reina Ginebra

Localización: Paraíso (Perú)

Ayudante: Anaya Imanu

Enemigo: Desconocido

 

Así que, tienen bastante para opinar (sobretodo el amigo Escorpio, de esta entrega y la anterior): sobre la entrega, entre Putai y Vivian y entre una de las 3 opciones.

 

Saludos y espero su texto.

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Vivian y Putia se ganaron nuestro cariño porque mostraba un lado muy humano.

Vivian nos daba lastima por sus condiciones de vida y Putai le tenemos cariño por salvar a lara mas de una vez.

 

Una entrega de los mas grandios, y gracias por crear dos buenos personajes que ahora de seguro, los extrañaremos en su ausencia.

 

(Y tambien spero que tu opines en mi relato, no seas avaro :hello: )

 

Siguiente destino de Lara: Israel, debido a que queda algo cerca de egipto. ademas es la primer vez que la vemos en ese pais.

 

Ahora no entiendo eso de : Opcion a desbloquear ????

 

me lo explicarias?

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Perdona por no opinar antes amigo pero aqui van mis opiniones:

 

Entrega 24:

 

Cada vez odio mas a los Rutland habeis visto como tratan a la pobre Jenny??? si yo fuer Jenny me despediria yo mismo y el pobre Willian solo quiere matar a Lara por su hermano pero si llega a saber que era como su padre o peor otro gallo cantaria jeje

 

Menudos padre que estan hechos solo les preocupa el dinero de su hijo no les importa que muera es que los odio..

 

Me pregunto para quien trabajaba ese medico que disparo a Lara...y pobre Abdul menuda muerte que tuvo primero por Amanda y despues por el medico ese

 

Y esa carta de willian ufffffffffffffff es beso para Vivian jaja ayyyyyyyy el :abrazos: amor ;)

 

Entrega 25:

 

Se nota que Willian no salio a su asquerosa familia ajaj gracias a Putai Lara se salvo ¡¡¡¡Viva Putai!!!!

 

Y Vivian estuvo perfecta cuando empujo a Maggie jeje solo que se quedaron sin casa por culpa del Robinson ese ademas suponia que el señor Rutland no iba a ser tan bueno de no poner las fotos en evidencia jas

 

 

De las opciones eligo... la 3 ( Israel ) pero que es eso :S lei mal o en ayudantes estan Marten Gurdenson :) podrias explicarme esto :)

 

De las 2 mujeres prefiero a Vivian por que es uno de los ejemplos que pasan las mujeres sin trabajo y sin dinero que viven en la ciudad y me da mucha pena por ella por que perdio todo lo que tenia y encima se quedo sin novio por culpa de los padres de Willian :fufu:

 

Espero la proxima entrega con ganas pare ver donde encontrara Lara el primer talisman jeje

 

Pd: Mucho tiempo ya sin pasar por la mansion o que Lara able con Zip y le cuente lo del pobre Winston 8) por que Wiston murio no ??? Pobre hombre...

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Jo, Tomás, no aprendes, eh?? Te repito lo que ya una vez te dije: es tomntería que Putai diga "Gracias a Horus" ¡¡Estamos en el siglo XXI!! ¡¡Ya NADIE cree en Horus ni en ningún dios egipcio, y menos en EGipto, donde son tan musulmanes! Yo lo cambiaría por un "Gracias a Alá" como mínimo 8D

Por lo demás, sigue igual de interesante que siempre :S

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Ana María: ¡Curioso! Sin entrar en el mensaje vi tu nombre y ya pensé, "¿y ahora en qué me habré equivocado?" Ni siquiera votaste en la encuesta :wub: . Y lo de Horus lo sostengo, porque en TR4 Lara y Jean están todo el día "Horus esto," "Seth aquello", y si no me falla la memoria, en el flashback de El Sello Áureo, cuando Putai y su padre hablan, uno de ellos dice "¡la mujer que liberó a Seth!". Es cierto, más de una vez dicen "por Alá", pero Seth también es mencionado. Sin rencores yo, pero, ¡hacerle esto a alguien que te elogió más de una vez y que siempre te lee :eins: !

 

Escorpio: Te doy toda la razón, para Maggie y James lo primero es el dinero, lo segundo es el dinero, lo tercero es el dinero y lo último es el dinero; por otra parte, yo dije que los beduinos fueron atacados por un Nephilim, no precisamente por Amanda. Y a propósito de Amanda, ella en la entrega 7 encomendó a Gunderson la tarea de proteger a Lara para su búsqueda personal, así que lo veremos en calidad de ayudante, y a William como antagonista. Para finalizar, si no se menciona a Winston por algo es, no se sabe qué pasó con él. Pero ya volverá la Mansión Croft... y Clarisa ;)

 

Publicaré en un rato, pero, ¿cómo prefieren las entregas? ¿Grandes, medianas o chicas?

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