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Tomb Raider 8: Las culturas perdidas


Bartoli

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Bueno, aqui va.

 

Capítulo 5: Fantasma

 

Lara ya se había levantado y equipado, y en ese momento estaba en la planta baja de la casa en la que la habían cuidado. Según le había contado el anciano, que se había presentado como Aralf, había dormido durante dos días.

-Eres una muchacha afortunada- le había dicho- Cuando te encontramos, no nos lo podíamos creer: la estatua de Sakhmet estaba sobre ti y te había protegido de los escombros.

-Ya, suelen pasarme cosas así-le había contestado ella.

Después de unas tres horas de reposo y tras haberse puesto en contacto con Zip, para informarles que estaba bien, se había levantado y preparado para salir. Se dirigió a Aralf, para informarle de que se iba.

-Aralf, muchísimas gracias por tu hospitalidad y tus cuidados, pero tengo que irme.

-No tienes que darmelas, era lo menos que podía hacer: has salvado la ciudad, y todo el mundo te esta agradecido.

Lara le estrecho la mano y salió a la calle. Fuera, la gente recogía los escombros. Al verla, casi todos le sonrieron. Ella les devolvió la sonrisa, subió a la furgoneta y encendió el comunicador.

-Bueno, parece que me espera un viaje largo.

-¿Cómo puede estar tan tranquila después de haber estado a punto de morir?- le preguntó Alister a Zip.

-Ni idea- le contestó este.

-Pues porque no soy una llorica como vosotros.

-¡Oye!

Lara encendió el motor y salió de la ciudad.

 

*****

 

Amanecía en Egipto. Lara tenía el comunicador apagado, ya que en Inglaterra todavía era de noche y Alister y Zip dormían. Lara no se sentía muy cansada, ya que había dormidodurante dos días, además de que sabía que no podía retrasarse. Todo transcurría con normalidad hasta que...

-Hola, Lara-dijo una voz detrás de ella.

Lara giró la cabeza y apunto estuvo de desmayarse. Dió un frenazo.

En el asiento trasero, con la ropa que llevaba en su viaje a Egipto y con su bastón de paseo, con una cabeza de chacal en la punta, estaba Werner Von Croy.

 

*****

 

Jean oyó como la furgoneta frenaba. A continuación, noto que la puerta se habría y que alguien le agarraba.

-Llevadlo a la avioneta, rápido.- ordenó aquella voz de mujer que tanto aterraba a Jean.

Al poco, Jean se sintió arrastrado y luego notó el blando respaldo de un asiento.

-Bien, señor Yves- dijo la mujer- Me temo que tendrá usted que acompañarnos. Será mejor que se mantenga quietecito hasta que lleguemos a Grecia... y hasta que su querida amiga Lara venga en su busca.- la mujer soltó una rápida y maquiavelica risa que a Jean le puso los pelos de punta.

 

*****

 

-¡¿Werner?!- gritó Lara.

Werner Von Croy sonreía a Lara. Estaba totalmente igual que en el viaje a Egipto de Lara, salvó por una cosa: era medio transparente. Se le veían los botones de la camisa, pero, sin embargo, también se veía el respaldo del asiento.

-Tranquila, pequeña, no estás soñando: estas viendo un fantasma.

-¿Un...un fantasma?

-Asi es, pero será mejor que te acostumbres porque aparecere continuamente. Quiero ayudarte ahora lo que no pude ayudarte en vida. Tu amigo Jean esta en estos momentos en Menfis, así que si quieres llegar antes que él y que sus secuestradores a Grecia, será mejor que te des prisa.

-Pero...pero...tu estás muerto...

-Si, así es: pero elegí permanecer como un fantasma en lugar de subir allí arriba o bajar allí abajo.

-Entonces...¿que haces aquí?

-Ya me has oido: quiero ayudarte lo que no te ayudé en vida.

-¿Y por qué debería confiar en ti?

-Porque la ultima vez que no me ayudaste ni confiaste en mi, morí.- y desapareció.

Lara se quedó allí, pasmada, hasta que reaccionó y volvió a ponerse en marcha hacia Tell El-Daba. No sabía por qué, pero confiaba en Von Croy.

 

*****

 

Una horas más tarde, Lara había llegado a Tell El- Daba.

-¡Lara!- gritó un un hombre moreno con claro acento egipcio.

-¡Ysaff!

-¡Cuánto me alegro de verte, querida! ¿A qué se debe tu visita?

 

*****

 

Medio día más tarde, Lara aterrizaba en el helipuerto privado de su amigo Ikklos Alum, en Atenas.

-Hola, Lara. Me alegro de tu visita. ¿Necesitas ayuda para algo más o solo querías los servicios del helipuerto?

-Tengo una pregunta, Ikklos. ¿Has oído hablar de La Corona de Atenea?-preguntó Lara.

Durante el viaje, Alister había investigado lo suficiente para descubrir el nombre y la ubicación del siguiente artefacto. Sin duda, los secuestradores habían llevado allí a Jean.

-No encontrarás nada bueno buscando eso, Lara. Hay leyendas de esa corona. Es peligrosa.

-Lo se, pero necesito saber tu opinión. Ya conozco su ubicación y voy hacia alli, pero era para ver que fama tenía.

-Verás, Lara: la estatua de oro gigante de Atenea tenía una corona, como todas las estatuas de Atenea, pero, incrustada en ella había otra más pequeña. Esa corona guardaba los poderes de Atenea, pero nadie salvo ella era capaz de controlarlos.

-Interesante. Ikklos, ¿podrías preparme otro helicóptero? Seguramente, ese volverá a Egipto junto con mi amigo Jean en unas horas.

-Por supuesto, Lara. Ten cuidado.

Lara salió y se dirigió a los acantilados marinos de Atenas. Una vez allí, Lara se puso un traje de baño SOLA y se tiró al mar.

-¡Lara! ¿Estás loca? ¡Eso está lleno de rocas!-gritó Zip.

Pero Lara sabía muy bien lo que hacía. Para entrar en la cueva en la que estaba la corona había que, o bien entrar en submarino, o bien nadar con muchísimo impulso. Lara cayó justo donde quería caer: entre las rocas y con un enorme agujero en el fondo.

Lara buceó hasta los más profundo del agujero hasta que vió una pequeña luz a la izquierda, y se dirigió hacia ella. Salió del agua y descubrió la gran cueva en la que se suponía que estaba la corona. Nada más salir, vió a Jean con un hombre enorme y armado con una metralleta pesada a su lado.

-¡Jean!- gritó Lara a la vez que sacaba sus pistolas y el matón disparaba con una terrible furia.

Lara saltó y se colocó tras una roca. Rápidamente captó que el matón disparaba a todos lados sin precisión. Una enemigo fácil. Lara salió de la roca y le pegó un par de tiros. El hombre cayó muerto. Lara desató a Jean.

-¡Oh, Laga, gracias a Dios! Esos tipos e han inegnado en la cueva, pero su jefa no esta con ellos. Les esta dejando el trabajo sucio.

-Bueno, veamos si le puedo sacar algo a esos tipos. Jean, espera aquí a que vuelva. Saldremos con el submarino de esos tipos- dijo señalando al submarino azul que estaba alli al lado.

-De acuegdo, Laga. Ten cuidado.

Lara se internó en la cueva hasta desaparecer de la vista de Jean, que se quedó mirando como la heroina se dirigía a la aventura.

 

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Eyyyy me encantan estos 2 capitulos tienen mucha accion :hello: aunque no me convenze eso del fantasma de Von Croy pero es tu relato jajaja

 

Me ha gustado eso de que se vuelva a poner el traje de baño SOLA jaja

 

Sigue asi Bartoli estas haciendo un gran relato :wink: !!!

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Aqui va el siguiente capítulo, y mañana otro. :drooler:

 

Capítulo 6: La furia de Atenea

 

Lara avanzaba por la cueva, pistolas en ristre. Había oído claramente voces de carios hombres más adelante. Todo iba traquilo hasta que:

-Espero no molestarte.

A Lara casi le da un infarto. Sobre una roca, sentado exactamente igual que en la furgoneta, estaba Von Croy.

-¿No puedes dejarme en paz, fantasmita?-le espetó Lara.

-No hace falta que me recuerdes que estoy muerto- respondió Von Croy- Además, prefiero que me tomes por...tu conciencia. O tu ángel de la guarda. Lo que quieras.

-¿Conciencia? ¿Ángel de la guarda? ¡No me hagas reir! En vida casi me matas.

-Cierto, pero como ahora el muerto soy yo, ¿qué sentido tendría matarte?

Lara no respondió.

-Verás, Lara. Yo también lo hago por interés propio. Cuando me asesinaron, me sacarón algo...literalmente: mi corazón-Lara se estremeció- E incluso ya muerto, siento y sufro por culpa de mi dolorido corazón. Lo que quiero es muy sencillo: yo te ayudo en este viaje, y tu consigues encontrar mi corazón, quemarlo y hacer lo que yo te diga con las cenizas. Así podré descansar en paz.

-Bueno, veo que no has perdido tu excesividad de ambiciones.-le dijo sarcásticamente Lara- Solo te pido que no me ayudes en cuanto a tirar de palancas se refiere.

Von Croy no se inmutó.

-Bueno, Lara, debes tener cuidado: ahí delante hay exactamente tres hombres, y dos de ellos te están esperando. El otro va a por la corona.

-Me las arregalré.

-Buena suerte.-dijo Von Croy antes de desaparecer.

Lara siguió avanzando mientras apuntaba al frente. Oyó más voces:

-Este trabajo no me convence, Mike.

-Tu cállate y mantente alerta.

Lara dió un pequeño rodeó respecto al lugar del que venían las voces.

-Solo opino que no me gusta. Esa mujer es peligrosa. Ya has visto lo que les hizó a los que estaban en Egipto.

Lara ya estaba detrás de ellos. Eran dos hombres enormes, ambos de rodillas mientras utilizaban una roca como barricada.

-Fuiste tu quien sugirió que que nos ofreciéramos. Además, aún no habrá llegado, y ni siquiera la hemos visto.

Lara, detrás de ellos, cargó las armas dejándose oir mientras les apuntaba.

-Eso es porque no os fijais. Tirad las armas.

Los hombres lanzaron las armas mientras se encogían de hombros y manipulaban algo.

-Manos arriba.

Los hombres no hicieron nada. De repente uno se desplomó.

-Oh, no-Lara se acercó al otro y le dió la vuelta. Un hilillo de algún líquido caía por su boca. Lara lo soltó y el hombre también cayó.-Se han envenenado.

Lara continuó su camino mientras encendía su auricular y guardaba sus pistolas.

-Zip, estoy a punto de llegar a la corona.

-Genial, porque Alister tiene nueva información.

-¿En serio? ¿De que se trata?

-De dos cosas-le respondió Alister-Primera: Jeau de l´Arc. Al parecer era un desconocido escritor de historia actual(actual para él, es decir, antigua para nosotros). Narraba los hechos que le sucedía a cada nación. Pero un día quiso viajar más atras, y descubrir los misterios de la antiguedad. Así comenzó su viaje. Supongo que fue entonces cuando encontró los artefactos.

Y segunda: vas a tener que hacer un inesperado viaje a Turquía después de esto.

-¿Por qué?- preguntó una sorprendida Lara.

-Verás, resulta que la corona de por si es supuestamente un objeto mágico de gran poder, pero para que puedas unirla con el resto de artefactos necesita el Rubí de Atenea, una joya que estaba junto a la estatua gigante de Atenea cuando los turcos se la llevaron. Pero no fundieron la joya, junto al resto de la estatua, sino que pasó a ser una joya decorativa en la corona de Suleman I, el emperador turco.

-Vaya...bonito viaje largo me espera.

Entre tanto y tanto, Lara ya había llegado a la sala. Era enorme, y tenía, sobre un altar, una estatua gigante de Atenea, y otra más pequeña, de tamaño humano, situada delante. Un hombre de más o menos su estatura sostenía la corona mientras sonreía malvadamente.

-Saludos, señorita Croft. Estaba esperando a que llegara. Mi señora me ha dado permiso para que utilize los poderes de la corna contra usted. Puedo parecer ingenuo, pero lo he visto hacer cosas increíbles, y por ello la creo.

-¿Me va a decir alguien contra quién me enfrento?

-Me temo que no-le respondió el hombre. Y acto seguido se clavó la parte trasera de la corona, muy afilada, en el pecho. Empezó a salirle tanta sangre, que Lara se repugnó. Pero de repente dejó de salir sangre. El hombre se elevó en el aire como si estuviera flotando. En lugar de ojos, una intensa luz le salía de los agujeros de la cara. La corona se había intruducido en el ineterior del pecho, pero ni siquiera la carne evitaba que se viera su brillo. El pelo y la ropa flotaban como si estuviera bajo el agua. Sin previo aviso, una descarga salió de sus manos y se dirigió contra Lara los esquivó y disparó rapidamente, aunque vió que estaba malgastando munición: las balas no le hacían nada a aquel tipo. Lara guardó las pistolas mientras seguía esquivando. A este paso acabaría matándola. Entonces oyó en su cabeza la voz de Von Croy. ``La estatua, Lara´´.

Lara se fijó en que la enorme estatua brillaba igual que la corona, y entonces tuvo una idea: era arriesgada, pero no podía hacer otra cosa. Lanzó su gancho a la punta metálica de la lanza gigante, mientras corría hacia el hombre. Entonces tiró y se elevó contra el hombre, de tal forma que lo empujó contra la estatua. El hombre chocó y se quedó alli pegado. De repente, empezó a electrocutarse. Lara se tiró al suelo y solo pudo oir la explosión. Cuando se levantó, no había ni rastro del hombre, y la corona estaba en el suelo. Lara la cogió, pero de repente oyó una voz:

-Devuelve la corona, mortal.

La estatua de Atenea la miraba mientras bajaba del pedestal.

-¿Porqué últimamente todas las diosas me hablan?-murmuró Lara.-Lo siento-añadió subiendo el tono- pero me temo que no puedo.

-Entonces muere.

Atenea se colocó su escudo delante de ella y avanzó. Lara comenzó a retroceder mientras dispararba, pero, al igual que al hombre, no le hacían nada. Por suerte, Atenea caminaba lentamente.Podría escapar.

Sin previo aviso, Atenea lanzó su lanza. Lara la esquivó fácilmente, pero, en el último segundo, como si tuviera telequinesia, la lanza cambio de rumbo y se clavó en la pierna de Lara, que cayó al suelo muy dolorida. Mientras Atenea se acercó y se agachó a su lado. Miró a Lara a los ojos durante unos segundos que parecieron horas. De repento, de forma enigmática, sonrió. Sacó su lanza de la pierna de Lara, y le tocó la frente. De forma inmediata la herida desapareció y la misma luz cálida que le había invadido en el templo de Sakhmet le recorrió ahora. Lara y Atenea se levantaron a la vez, mientras la segunda decía:

-Al igual que mi amiga Sakhmet, yo también te otorgo mi bendición. Contnua tu camino, pero ten cuidado con todos los peligros que te acechan.

Entonces volvió al pedestal y se quedó quieta como al principio.

Lara, sorprendida de tener el favor de dos diosas, algo que resulataba increible, empezó a salir de la sala.

-Lara-dijo Zip-Si no fuera por todas las cosas sorprendentes que he visto en tus aventuras, diría que estoy soñando.

Lara sonrió mientras continuaba hacia la entrada, donde se encontraría con un Jean que no pararía de abordarle de preguntas.

Siguiente destino:Turquía.

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Es la segunda vez que nadie comenta. :hello: Que deprimenteeeeeeeeeeeeeeeee...

Bueno, aquí va el siguiente.

 

Capítulo 7: Enfrentamiento con la Armada Turca

 

Lara llegó a la entrada de la cueva, donde Jean la esperaba al lado del submarino de los mercenarios.

 

-¡Laga! ¡Has vuelto! El submagino esta a punto. Ya podemos salir.

-Estupendo, Jean. Saldremos a la superficie y te dejaré allí. Voy a hacer un pequeño viaje por mar.

-¿A, si? ¿A dónde?

Mientras salían a la superficie, Lara le relató brevemente lo que había pasado en la cueva y los recientes descubrimientos de Alister.

-Cuando llegues al helipuerto quiero que le digas a Ikklos que deje reservado el helicóptero para cuando regrese, y me gustaría que tu fueras en el mismo que yo vine y que lo devuelvas a Tell El-Daba.

-De acuegdo, Laga.

Al poco, Lara dejó a Jean en la costa, y mientras este se despedía de ella en la lejanía, Lara se sumergía, rumbo a Turquía.

-Bueno, a por el Rubí de Atenea- se dijo Lara.

 

*****

 

-Parece que lo ha conseguido, Madame.

Un hombre alto, de constitución fuerte y algo flaco se dirigía a una mujer, que estaba sentada en una mesa con un ordenador y varios papeles.

-Bien, bien.-murmuró la mujer con su fría voz- Todo marcha según los planes. No envíes a nadie a interponerse en su camino. Y reune a todos en la sala de reuniones.

-Si, Madame.

Al rato, ocho hombres y dos mujeres, además de la mujer de la fría voz se hallaban en una sala circular, sentados en una mesa redonda.

-Bien, damas y caballeros, todo marcha según los planes. Lara Croft posee ya dos artefactos y va en busca del tercero. He decidido no enviar hombres a interponerse, ya que eso solo retrasaría nuestros planes.

-¡¡¡JA, JA, JU, JU!!! ¿No vamos a enviar a nadie a acabar con ella?- uno de los hombres había saltado de repente.

-Me temó que no. No lo considero necesario.

-¡¡JU, JU!! Pues yo tengo algo que decir al respecto...- dijo el hombre mientras salía.

Cuando cerró la puerta, la mujer sonrió y murmuro:

-Perfecto...

Fuera, mientras recorría un largo pasillo, Tony maquinaba mil y una formas de matar a Lara.

 

*****

 

Lara estaba ya en aguas turcas. El viaje no se había presentado complicado demasiado, y el submarino le iba a venir de perlas, ya que Alister había descubierto que la corona de Suleman I se había hundido en un pequeño viaje a las islas griegas. Al rato, Lara escuchó algo en la radio del submarino...

 

Perdonad que corte la historia aquí, pero he de irme y no quiero borrar esto, y no se porque no puedo copiar y pegar ni guardarlo en ningún sitio. Continuaré el capítulo dentro de un par de horas.

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Perdón por el corte. Continuo.

 

-Aquí la Armada Turca. Está usted en aguas militares. Por favor, identifíquese.-dijo una voz por radio.

-Lara Croft, arqueóloga británica.

-¿Lara Croft? ¿Ha dicho Lara Croft?

-Si. ¿Por qué?

Pero nadie contesto. Al poco, Lara sintió que un torpedo pasaba al lado del casco superior. No sabía por qué le atacaban, pero por suerte los mercenarios habían equipado bien aquel submarino. Lara giró noventa grados y se encontró de frente con un submarino turco. Sobre el había unas siluetas de dos barcos, y entendió que debía eliminar al submarino sin alejarse de aquella zona o sería pasto de sus bombas de largo alcance. Lara lanzó un torpedo que impactó a un lado del casco del submarino turco. Este respondió lanzando otro torpedo, pero el submarino de Lara era más pequeño y falló. Lara solo necesito otro certero disparo para hacer que se hundiera en el abismo. Los barcos, debido a su posición, no fueron blancos difíciles, y prontoo fueron a hacer compañía al submarino. La radio volvió a encenderce.

-¡¡JU, JU!! Vaya, veo que has acabado con los de la Armada Turca... Esos idiotas se dejaron sobornar...

Lara reconoció la voz.

-¡¿Tony?!

-El mismo. Te diría que demonios hago vivo pero estoy muy ocupado intentando liquidarte.

Al punto, Lara oyó un crujido detrás de ella, se levantó y miró fuera. ¡Horror! El submarino de Tony estaba equipado con un gancho metálico. No había tiempo para delicadeces. Lara cogió las bombonas de oxígeno y salió. El submarino de Tony estaba a su derecha y si no se equivacaba, la embarcación con la corona estaba abajo. Lara comenzó a sumergirse mientras el desquiciado Tony destrozaba el resto de su submarino. Al poco, Lara tuvo que empezar a hacer slalom para esquivar los desenfrenados intentos de Tony de espachurrarla. Lara siguió descendiendo hasta que encontró los restos del navío. Entró por una pequeña grieta, y no tardó en encontar la corona, que estaba con el resto de tesoros que aún se conservaban. Salió y se dirigió al submarino de Tony, lo que no resultó nada fácil, ya que este no paraba de intentar alcanzarla. Y entonces Lara tuvo una idea: en cuanto alcanzó el submarino de Tony, se quedó quieta, y justo cuando el gancho iba a golparla, se impulsó sobre el casco y comenzó a emerger. Mientras, abajo, Tony se reía desquiciadamente mientras el gancho atravesaba el casco del submarino. Lara tenía que salir de alli antes de que el submarino explotara si quería

sobrevivir. Cuando estaba a unos diez metros sobre el submarino, explotó. Lara salió del agua y comenzó a nadar hacia la costa...

 

*****

 

-Madame, Tony a muerto.

Un día después de que Lara se hubiera hecho con el Rubí de Atenea, el mismo hombre corpulento informaba a su jefa sobre Tony.

-Mejor, no lo soportaba, me sacaba de quicio, y asi hemos desconcertado a Croft. Quiero que esteis antentos a su próximo objetivo y me informeis. Yo decidiré en consecuencia.

 

*****

 

Lara estaba sentada sobre la cama de su habitación del hotel Abahd Ram Adash. Delante de ella estaban el Pico de Ra y la Corona de Atenea. Mientras, Lara sostenía en la mano el Rubí, y había donado la corona al museo turco.

-Es precioso...-murmuró.

-Si, muy bonito-dijo Alister- ¿Pero no crees que debería juntarlo?

-Bueno, de acuerdo.

Lara colocó el rubí en el agujero que tenía la corona en la parte delantera. El rubí se iluminó brevemente, pero no pasó nada más.

-Bien, ya esta. Asi queda más bonita la corona. Voy a ducharme. Luego os llamó.

Se quitó el auricular y lo dejó a un lado. Entonces volvió a sobresaltarse. Von Croy estaba sentado en una silla al lado de la puerta de entrada.

-Ya te dije que te fueras acostumbrando a verme.

-Ya, bueno, pero ten en cuenta que eres... un ``angel de la guarda´´, y no termino de acostumbrarme.

-Bueno, mi visita va a ser breve. Solo venía a decirte que estás haciendo grandes progresos, pero debes tener cuidado y decidir bien tu próximo objetivo-dicho esto desapareció.

Lara, tras ducharse y pensar en lo que había dicho Von Croy, encendió el auricular y dijó:

-Chicos, lo he pensado... y me voy a Rusia.

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Muy buenos capitulos Bartoli y disculpa por no venir antes pero tuves problemas con el teclado... pero ya esta solucionado jajajaj

 

Me ha gustado mucho los dos cacitulos y como nos dejas con la intriga de por que se va a Rusia ???

 

Espero los demas capitulos pronto ;) sigue asi

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  • 2 weeks later...

Aqui va el octavo capítulo. Por cierto, ¿dónde esta James Rutland? Se desaparecio hace ya tiempo:

 

Capítulo 8: Asalto al Kremlin

Lara estaba en una pequeña colina mirando el gran edificio del Kremlin desde la distancia.

-Lara-dijo Alister-¿Puedes recordarme por qué has venido a Rusia?

-Ya te lo he dicho, tuve un presentimento, una cosa extraña, pero sentía que debía venir aquí.

-Ya, y para fastidiar las cosas resulta que el artefacto está debajo del Kremlin. Son ganas de complicarse la vida.

Lara sonrió y comenzó a avanzar hacia allí. Se detuvo ante el primer obstáculo: una alambrada. Miró a los lados hasta que encontró un pequeño montículo. Cogió carrerilla y saltó por encima.

-Bien, ahora se trata de no llamar la atención.

Pero nada más decir esto, sonó la alarma a tiempo que se oia:

-¡Alarmof!¡Alarmof!¡Intrusof!

-Maldita sea-dijo Lara- ¿No podían tardar un poco más?

Pero esta vez Lara estaba preparada. Se había traido, aparte de sus pistolas, una M16 y unas muy clásicas uzis. Saco estás últimas y acabó con un soldado que había aparecido a su derecha, por un túnel.

-Vaya, túneles de defensa.

Lara se metió por el túnel y avanzó. Encontró a dos soldados con los que acabo sin problemas, pero oyó muchas voces que venían hacía ella, por delante y por detrás. Entró a la derecha a un pequeño almacén. Enseguida cerró la puerta y oyó a los soldados fuera y preparando sus armas. Estaba sitiada.

*****

Lara esperó varios minutos. Sabía que su única escapatoria era entregarse. Pero, de repente, oyó una explosión y el almacén comenzó a derrumbarse. Lara, golpeada por un trozo de pared, se desmayó.

*****

-Señorrrr, la han capturrrrado.

-Bueno, serrra mejorrrr que comenzemos el asalto. ¿Están los hombrrrres prrreparrrados?

-Si, señorrrrr.

-Bien, adelante.

*****

Lara se despertó. Estaba en un pequeño cuarto con una cama. Supuso que era una celda, y al poco descubrió que, como de costumbre, no tenía sus armas. Empezó a dar vueltas, y, tras revisar muy bien la celda, decidió volver a acostarse.

*****

Mientras, fuera, una bomba explotaba y hacía salir volando la alambrada. Al poco, muchos hombres armados irrumpían y acababan rápidamente con los soldados.

-Rrrrápido, a las celdas.

*****

-Mi señora, Lara Croft ha sido capturada, pero al parecer cuenta con ayuda.

La mujer de la fría voz parecía sorprendida.

-¿A, si? ¿De quién?

*****

-Hola, Lara. Parece que tienes problemas.

Von Croy estaba en la puerta de la celda.

-Bueno, unos pocos, nada que no pueda solucionar.

-Bien, Lara, es hora de que te explique algunas cosas.

>Verás, Lara, aunque no lo sepas, estás jugando en un juego peligroso. Algunos malvados maquinan en las sombras contra ti, y los artefactos que buscas están relacionados. Esos artefacto unidos poseen un poder ilimitado. El final de todo esto, ni siquiera yo lo se. Pero quiero advertirte que necesitarás toda la ayuda que puedas conseguir.

De repente, se oyó una explosión.

-Parece que esa ayuda ya viene-dijo Von Croy sonriendo.

 

*****

 

Los soldados bajarón a las celdas, y con unos cuantos tiros abrieron la celda de Lara. Al poco su comandante entraba en ella lentamente. Lara, al ver al hombre, se quedó atónita.

-¿Al...Almirante Yarofev?

El anciano almirante le dedicó una sonrisa.

 

Lamento que este capítulo sea tan corto, pero es qu no tengo tiempo de más. El siguiente será más largo. :P

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Gracias, la verdad es que tenía ganas de darle algo de importancia a este personaje :roll: . Aqui va el siguiente.

 

Capítulo 9: Una ayuda inesperada

Lara estaba perpleja mientras el almirante ruso le hacía señas para que se levantara.

-¿Pero...pero como...?

-Luego, muchacha, luego. Ahorrra tenemos que salirrrrr de aqui. Si no me equivoco, estas buscando un arrrrtefacto.

Lara asintió.

-Bien, coge tu equipo-dijo señalando a una pequeña mesa en la que estaban los objetos de Lara- ¿Sabes dónde buscar ese arrrrtefacto?

-Si-contesto Lara- en el lugar en el que fueron enterrados los Romanov.

Todo se quedo en silencio de repente.

-¿ En la tumba de los Rrrromanov, muchacha? Verrrás, entre los rrrusos se dice que en esa tumba los Rrrromanov esperrrran su momento parrra clamarrr venganza.

-Lo siento, no creo en las maldiciones. Si no quiere venir, lo entenderé.

-Yo no he dicho qur no vaya a irrrr.¡Soldados! ¡Seguid a la señorrrita!

Lara salió de las celdas, ya equipada y acompañada de Yarofev y sus hombres, y se dirigió a un campo de fusilamento cercano.

-Si no me equivoco...-murmuró para si mientras se agachaba.

Pronto encontró lo que buscaba: un pequeño trozo de cristal.

-Aquí esta.

Entonces se levantó y pegó un tiro al cristal. Al principio no ocurrió nada, pero al poco una pequeña trampilla se abrió. Lara, que estaba encima, cayó por un pequeño túnel. Al poco se pegó un batacazo.

-¡Muchacha!-oyó la voz del almirante- ¿Estás bien?

-¡Si! ¡Pueden saltar!-gritó ella.

Al rato Yarofev y su docena de soldados estaban con ella.

-Bien, si no me equivoco-les explicó Lara- tendremos que sortear un pasillo de unos cincuenta metros hasta llegar a una sala donde encontraremos otro pasillo de unos escasos diez metros hasta llegar a la sala. Puede haber trampas o enemigos. Atentos.

-Parrrrece que has hecho los deberes, ¿eh?-le dijo el almirante.

Mientras caminaban por el primer pasillo, Lara preguntó:

-Almirante, ¿cómo sobrevivió en el submarino?

-Esa es una buena prrregunta. Ni siquiera yo lo se. Una extrrrraña luz blanca me alcanzó y lo vi todo negrrrrro. Me crrrrreí muerrrrto. Perrrrro cuando abrrrrí los ojos estaba en una playa helada de mi patrrrria. Y junto a mi-dijo sacando un paquete y dándoselo a Lara- estaba esto.

Lara abrió lentamente el paquete, sospechando lo que era. Al terminar, pudo contemplar como la punta de la Lanza del Destino conservaba su brillo plateado.

-No puedo creerlo...-dijo. Pero un súbito estruendo le hizó darse la vuelta. Tras la docena de soldados, una pared se había cerrado, le habían salido pinhos y se dirigía hacía ellos.

-¡CORRED!

Todos empezaron a correr. Llegaron a la sala y la puerta se cerró. Pudieron comprobar que ahora eran nueve con Lara y Yarofev. Habían perdido cinco hombres.

-Bueno, solo nos queda el otro pasillo. ¡Aprisa!

Pero una gélida corriente los detuvo. De un agujero del suelo salió, encapuchado, el antiguo zar Nicolás Romanov.

-Traidoressss...-dijo con una voz profunda y terrorífica.

-¡Disparad!-gritó Lara. Todos los soldados obedecieron.

La cosa más parecida con la que se había enfrentado eran los Teg-Du-Bhorez, que con sus capuchas tenía una apariencia terrorífica. El zar se avalanzó contra un soldado, y al atravesarle, este cayó desplomado, muerto. Entonces Lara sacó el artefacto y lo lanzó contra el zar, que al verlo lo esquivó. A continuación Lara le tiró la Lanza del Destino, con mejor punteria. La lanza atravesó al zar, que se paralizó y desapareció. Lara recogió los artefactos, y continuaron avanzando. El segundo pasillo no tuvo complicaciones. Al final, llegaron a una sala más pequeña que la anterior. Allí, sobre un trono, estaba el artefacto.

-El brazalete de Mijail...-dijo Lara tras cogerlo.-Bien ya podemos irnos.

La vuelta no tuvo complicaciones. La complicaciones llegaron al salir, ya que unos hombres empezaron a dispararles desde detrás de unos barracones. Todos corrieron para salir del reciento y perderse en el bosque.

 

*****

 

-Damas y caballeros- dijo la mujer de la fría voz- Lara Croft a conseguido un aliado que suponiamos muerto y un poderoso artefacto que creiamos estaba en el fondo del mar. Con ellos será más difícil derrotarla, pero si mi plan sale como esta previsto, nos vengaremos de ella y conseguiremos los objetivos que siempre hemos soñado.

 

*****

 

-Muchas gracias, almirante. Lo que no entiendo es por qué ha atacado a los soldados de su país.

-Lo he hecho porque el país que yo conocía ya no es lo que era. Ya no puedo quedarme aquí. Yo y mis hombres nos separaremos y nos iremos a Austria, para llevar una nueva vida, pero si necesitas ayuda-le dió un número de teléfono- llámame.

-Gracias, y adiós, almirante.

Lara se marchó hacía el lugar en el que estaba su helicóptero.

-Gran tipo el almirante,¿eh?-dijo Zip.

-Si, tienes razón. Por cierto, vuelvo a casa.

-¿Qué vuelves? ¿Por qué?

-Para dejar a buen recaudo los artefactos, en especial la Lanza, y para comenzar a buscar el artefacto de Inglaterra. ¿Sabes ya cómo se llama, Alister?

-Si-contesto este- Y se dónde está. Lara, preparate a buscar el artefacto perdido de Stonehenge: la Piedra del Faro.

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  • 2 weeks later...

Disculpa por no comentarte antes Bartoli pero no sabia qeu habis puesto nuevo capitulo :S

 

En fin que me he leido el capitulo y me ha gustado mucho aunque fue un poco rapido lo de cojer el artefacto y la accion del Almirante ( por cierto tengo un presentimiento de que La Lanza Del Destino tendra algo que ver con el relato :naugthy: )

 

Sigue asi que esta muy interesante el relato :D ahora a Stonehenge :D

 

Salu2 !!!

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No te preocupes si nadie comenta, lo importante esk te visiten. A mi hay veces k me pasa lo mismo, pero por ello not debes desesperar, tu sigue escribiendo y no decaigas a la hora de escribir, t lo digo porque a mi me a pasado...

 

Siento decirte k no me e leido tu relato, me lo empecé pero nom lo pude terminar porque estoy liado cn el mío, y además k ya tngo muxos en la lista x leer... pero descuida k en kuanto termine los k tngo m lo leo :S

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  • 5 weeks later...

Hace muuucho tiempo que no escribo, asi que aqui va. Por cierto, Escorpio, tienes razón con la lanza, pero eso será en los capítulos finales.

 

Capítulo 10: El nuevo zócalo

Lara se dirigía a el monolito de Stonhenge. Era de de atardecer, y no había nadie por la zona. Lara llevaba el artefacto consigo, y tenía vía libre para actuar.

-Bueno, supongo que esta vez no será difícil.

-No te lo creas mucho-dijo Alister- En un principio parece fácil. Se supone que tienes que encontar la forma de activar Stonhenge, pero en los libros no dice nada de lo que pasa después.

-Bueno, ya se verá.

Entre tanto, Lara ya había llegado a Stonhenge.

-Venga, ahora a pensar.

Lara se pasó dando vueltas un rato, intentando descubrir la forma de activarlo. Un minuto, cinco, diez, media hora...

-Espera...-dijo Lara. Entonces sacó sus pistolas y disparó a una piedra.

-¡¿Pero que haces?!

Pero no hizo falta responder: en cuando la piedra se resquebrajó, se rompió entera, y dejo al descubierto otra piedra, similar a...

-Espera,¿esto es el zócalo de una espada?

-Asi es. Si no me equivoco, después de que la espada de este zócalo fuese retirada, escondieron aquí la Piedra del Faro.

Lara repitió la operación con todas las piedras, y después las tocó en el orden de acción, como hizo en Bolivia. Al acabar se activó un resorte, y en el lugar donde debería estar el zócalo, apareció un altar con la Piedra del Faro. Lara se acercó y la cogió.

-Bueno, ha sido fácil.

Pero de repente una especie de haz de luz unió las piedras. Lara se acercó y comprobó que la luz era como una pared sólida.

-Oh, no me lo digas...

De repente el altar se rompió. De su interior salió una estatua de piedra, que representaba a un guerrero anglosajón de la época romana.

-A liar con este-dijo Zip.

Rápidamente, Lara sacó las pistolas y comenzó a disparar, pero las balas apenas resquebrajaban la piedra de la que estaba hecho el guerrero.

-Bueno, hora de probar el artefacto.

Lara empuñó el objeto y lo agitó hacia el guerrero. Una especie de corriente eléctrica golpeó a la estatua, que retrocedió, pero sin rasguño alguno.

-¡Lara, prueba a unirle la Piedra del Faro!-gritó Zip.

Lara lo hizó, pero al hacerlo el artefacto salió volando y se colocó en el centro del lugar. Automáticamente explotó, destrozando todo menos a Lara.

-¿Qué...qué ha pasado?-preguntó Alister.

-Supongo que el poder del artefacto en este estado(es decir, formado por estás piezas) es destruir todo menos a su portador.

-Bueno, pues cógelo y vete.

Lara pegó un pequeño salto y lo cogió, pero al hacerlo una columna de luz azul salió hacia arriba. Repentinamente, todo desapareció, y Lara cayó al vacío.

 

*****

La mujer de la fría voz y sus compañeros estaban reunidos.

-Colegas mios, Lara Croft se ha hecho con uno de los artefactos más poderosos del mundo, y encima está uniendo partes del artefacto que aún no conviene que una. Si sigue así, tendremos que adelantar los planes.

-¿Pero como la dentendremos cuando tiene algo tan poderoso?-preguntó uno de los hombres.

-Dejad eso de me cuenta.

 

*****

 

Lara apareció en la punta de una pirámide, similar a las de los mayas. Miró alrededor.

-Vaya, parece que he vuelto a Atlantis.

Nadie contestó.

-¿Zip? ¿Alister?

Siguió sin haber respuesta. Entonces Lara vió a alguien. Se acercó y vió que era el rey Qualopec, que manejaba unos extraños aparatos. Entonces apareció una pequeña niña.

-¿Qué haces, hermano mayor?

El hombre se volvió y sonrió. En ese momento no llevaba su extraño traje, lo que hizo suponer a Lara que estaba viendo una época anterior a la que ya había visto.

-Nada, hermanita. Estoy trabajándo en un proyecto.

-¿Tihocan no se enfadará?

-Querida Natla, no podrá enfadarse si no se entera. Tu no se lo dirás, ¿verdad?

-Pues claro que no-contestó Natla sonriendo. Lara no podía creer que aquella dulce niña fuera a convertirse en lo que se convirtió. Entonces Lara se acercó a los aparatos y observó los planos y datos. Y se quedó perpleja.

Aquel era el proyecto de Natla. La raza superior.

Todo volvió a desaparecer, y Lara cayó al vació de nuevo.

 

*****

 

-Como les decía, colegas, si Lara Croft sigue descubriendo cosas relacionadas con Atlantis, no tardará en desenmarañar está trama, y será el fin de nuestros planes. Por ello, consideró que debemos haceleralos. ¿Todos de acuerdo?

Los alli presentes asintieron.

-Perfecto.

 

*****

 

Lara aterrizó en Stonhenge.

-¡Lara! ¿Qué a pasado? Hemos perdido el contacto.

-Ya os lo contaré. Ahora me vuelvo a casa. Hay algo que tengo que investigar.

 

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  • 2 weeks later...

Bueno, para celebrar que mi relato ha superado las mil visitas :wink: escribiré un nuevo capítulo y adelantaré algunas cosas:

 

-En los siguientes capítulo Lara viajará a Francia, Roma y (por fin) España, además de a un lugar que no estaba previsto, en ese orden. Además, después del viaje imprevisto volverá a Inglaterra.

-Lara volverá a tener visiones muy reveladoras, aunque no todas estarán relacionadas con Atlantis.

-En su viaje a Francia, Lara iniciará la búsqueda del corazón de Von Croy, el cual continuará ayudándola.

-Se añadirá dos nuevos personajes, uno amigo y otro enemigo, a la historia de Tomb Raider.

-Al final del viaje, en Inglaterra, se revelará quienes son la mujer de la fría voz y sus partidarios, aunque yo creo que esta bastante claro. 8)

-Todos estos hechos transcurrirán en los próximos cinco capítulos.

Y ya no me enrollo más. Empiezo :P :

 

Capítulo 11: Regreso a la ciudad de l´amour

 

Lara se hallaba en un subterráneo secreto, vestida de nuevo con el traje de baño Sola. Había tenido que entar por una cañería secreta, por el río Sena.

-Desde que pueda me doy un buen baño-farfulló Lara.

Tras su visión, Lara había vuelto a casa. Sabiendo que no podía perder el tiempo investigando, le había pedido a Alister que se buscara un poco de tiempo para, además de investigar sobre los artefactos y sobre Jeau, buscará todo lo que pudiera sobre Atlantis. Pero ahora tenía que concentrarse. Estaba buscando la empuñadura de la espada de Carlomagno, y, si lo que habían investigado era cierto, estaba defendida por numerosas trampas.

Tras un rato de andar, Lara llego a una enorme sala, con dos fuentes con cara de león a cada lado. No había salida.

-¿Y ahora que?-preguntó Zip.

-Por favor, Zip. Esto es muy típico.

Lara se acercó a todas las cabezas de león y las empujó. Cuando acabo, se cerraron todos los desagües, y el agua empezó a subir.

-¡¿Pero que haces, Lara?!

-Mira arriba.

Zip miró por la cámara. Arriba había una salida.

-Zip, se lo que hago, tranquilo.

Lara alcanzó la salida y se vió en un pasillo. De repente se fue la comunicación.

-¿Zip?

-He sido yo.

Lara se dió la vuelta. Von Croy flotaba en el aire sobre el agua.

-Yo que tu correría. Este pasillo es muy largo, y el agua no tardará en subir.

Lara advirtió que lo que decía Von Croy era cierto, asi que empezó a correr.

-¡Gracias Werner!- gritó cuando ya había avanzado un buen trecho.

Lara siguió corriendo hasta que el agua se lo permitió. A partir de ahí tuvo que caminar. Cuando el agua subió un poco más, pudo continuar nadando, hasta que el agua subió del todo y tuvo que bucear. Consiguió alcanzar la salida y salió a la superficie.

-¡Ah, aire! Zip, ¿me oyes?

-No lo intentes-dijo Von Croy, que había aparecido otra vez- He tenido que romperlo. Más adelante tendrás otra fiera batalla, así que andate con ojo.

Von Croy desapareció. Lara subió a tierra firme y continuó su camino. Llegó hasta una sala de un tamaño medio, en la que se encontaba una tumba y detrás unas inscripciones en latín.

-``Aquí yace el gran rey Carlomagno, que llevó a sus ejercitos a muchas victorias gracias a su espada, un don de los dioses concebido solo para el. Cualquiera que intente quitárselo deberá tener valiente y honrado corazón, y ser aceptado por el rey, para hacerse con el.´´

Repentinamente la tumba estalló en trozos. De su interior salió, en carne y hueso el rey Carlomagno, empuñando una espada, que resulto ser...

-Oh, Dios, es igual que Excalibur. La he liado.

Carlomagno comenzó a intentar cortar a Lara. La espada no lanzaba rayos como Excalibur, pero daba a Carlomagno una fuerza brutal, tanta que rompió el suelo en un intento fallido de acabar con Lara. Esta comenzó a disparar, mientras Carlomagno recibía y sangraba, pero no recaia, aunque cada vez parecía más débil. Lara saltó y le empujó con las piernas. Carlomagno se golpeó contra la pared, pero seguidamente este se irguió. Sus heridas desaparecieron, y el rey se arrodilló ante una sorprendida Lara.

-Valiente muchacha, eres una mujer fuerte. Cuentas con la bendición de este humilde rey. Toma tu premio.

Inmediatamente la tumba se reconstruyó y el cuerpo etéreo de carlomagno se introdujo en él, junto con su espada, pero la empuñadura cayó al suelo. Lara la cogió.

-Bueno veamos que pasa-dijo, y la unió con el resto de artefacto.

 

*****

 

-Queridos colegas, he tomado una decisión. Vamos a dejar de escondernos y vamos a atacar a Lara Croft. No tardará en conseguir lo artefactos, y si lo hace tan rápido no podremos conseguir nuestros objetivos. No mostraremos ante ella de una forma que no se esperará-dijo la mujer de la fría voz con una malévola sonrisa.

 

*****

 

Lara volvía a estar en la pirámide de Atlantis. Tihocan y Qualopec hablaban en susurros.

-¿Cuanto crees que tardará?-preguntó Tihocan.

-No lo se. No paro de enseñarle los planes y los detalles, pero todavía no se ha lanzado.

-Debemos darnos prisa para conseguir lo que queremos, y si Natla no realiza tus planes para que podamos sabotearlos nos será imposible.

De repente una Natla de apariencia de unos dieciseis años llegó a lo alto de la pirámide.

-Hola. ¿Qué haceis?

Qualopec sonrió.

-Nada, hermanita, nuestro primo y yo solo coversamos. ¿Qué has hecho hoy?

-Bueno, Zores me ha enseñado los libros sobre el Scion que había en la biblioteca, y he estado con Kilarka y las demás en el Valle de los Ancestros. Ha sido un día bastante normal.

 

*****

 

Lara volvía a estar en la tumba de Carlomagno. Se había abierto una salida por detrás de la tumba.

-Vaya, lo que acabo de ver es muy interesante...-dijo saliendo de la tumba.

Ahora tenía que solucionar algo pendiente.

 

*****

 

Lara volvía a estar en el apartamento de Von Croy. En un pequeño cuaderno estaba copiando los símbolos con sangre de la pared.

-Bueno, esto ya está. Cuando vuelva a casa se los daré a Alister.

Poco después estaba en el puerto de Marsella, a punto de embarcar para Roma.

 

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