A ver si le quitamos el polvo a esto xD
Despues de haer desaparecido como tres meses publico la continuacion del relato:
Nadie entendía nada de lo que había sucedido, Chase parecía un niño cuando le quitan un juguete, Anaya estaba por descomponerse en cualquier momento y Zip parecía a punto de una crisis nerviosa, el único que parecía tomar las cosas con calma era Alister.
— ¿Cómo es que puedes tomarte todo esto con tanta calma?— Preguntó Chase furioso—
—Porque sabemos que se trata de Lara Croft, y ella ha salido de cosas peores que de una banda de secuestradores. Anaya, por favor ve a recostarte un poco, Zip, lo recomendable es que acompañes a tu mujer; tu y yo Chase conversaremos luego en la biblioteca.
— ¿Pero quien te crees que eres para venir a dar ordenes, ahora que no esta Lara quieres organiza todo tu verdad? Estás planeando algo con el maldito viejo ese… no me tomes por estúpido, porque no lo soy —Cuando Chase dijo esto, Anaya dejó escapar una risita—
—Chicos por favor cálmense, yo iré a acompañar a Anaya y vosotros dos podrán conversar en paz —Dicho esto Zip subió las escaleras junto a su esposa—
—Chase tu y yo debemos llegar a algún acuerdo para salvar a Lara
—Yo no haré ningún trato contigo
—Pues bien, entonces tendré que matarte—Mientras decía esto Alister sacó una pistola de su cintura y la posó en la cabeza de Chase
—Espera... Alister tu no quiere s hacer esto… son los nervios
—Yo estoy perfectamente ,el nervioso aquí eres tu, así que te recomiendo que te calmes un poco ¿ok?
—Cómo tú digas, pero saca eso de mi cabeza.
Los días fueron pasando y no había rastros de Lara. En la mansión había mucha tensión y el único que estaba tranquilo era Alister.
—Yo creo que está tramando algo— Dijo Chase a Anaya una mañana en la que esta estaba sentada en el patio
—Y yo creo que tu no te diste cuenta que a mi no me interesa hablar contigo
— ¿Por qué eres tan agresiva conmigo?
—Porque tengo ganas
—Eso no es una respuesta lógica…
—Tú tampoco lo eres
Mientras la discusión se ponía mas intensa, el móvil de Anaya sonó y cuando respondió, habló una voz grave y varonil.
“Los troncos de los arboles no caen a pesar de que estos mueran, mas se puede notar la muerte de estos si se ven con los ojos que no usamos”
Con esta última palabra la comunicación se cortó.
Anaya se asustó y dejó caer el teléfono, eso ya era demasiado para ella, cayó del banco donde estaba sentada y comenzó a gritar y retorcerse de dolor, estaba teniendo contracciones muy fuertes; Chase en su desesperación intentaba ventilarla mientras la mujer intentaba decirle que por favor llame a su marido, Alister llegó corriendo junto al desesperado Zip y la llevaron a la cama para que descanse.
Una vez en la habitación, recostaron a Anaya y la acomodaron en la cama, Alister se encargó de administrarle un analgésico para aliviar el dolor que sentía, el cual no tardó mucho en hacer efecto y que Anaya se relaje, pero aún así estaba muy cansada.
— ¿Qué fue lo que ocurrió mi amor? ¿Qué le has hecho desgraciado? —Gritó Zip violentamente y a punto de golpear a Chase que estaba con cara de susto como un niño perdido
—Yo… eh… ella.. Atendió el teléfono y….
—Llamada… arboles… los ojos de los arboles…. —Anaya tenía el efecto de la droga, por lo tanto no podía pensar claramente.
Como estaba muy mareada como para hablar, prefirieron dejarla descansar y los tres hombres salieron de la habitación hacía el comedor, había muchas cosas de que hablar, Lara aún no aparecía y había que tomar una decisión rápida.
Una vez en el comedor se sentaron a conversar. Alister con un tono muy tranquilo comenzó a hablar:
—Muy bien. Analicemos las cosas. Chase, ¿Qué fue exactamente lo que sucedió ahí afuera con Anaya?
—Pues… estábamos sentados en un banco conversando y sonó su móvil, respondió pero no se que fue lo que habrán dicho, eso si, desde donde yo estaba pude oír que era una voz grave de hombre.
—OK… será mejor que esperemos a que Anaya esté mejor para conversarlo bien con ella. Zip ¿Qué has hecho con Winston y su cómplice?
—Los quite del freezer y los encerré en el sótano, les di un somnífero y los até para que ya no molesten.
—Me parece muy bien. Cuando despierten los haremos declarar. Hasta ahora lo que tenemos es que los hombres que se llevaron a Lara están relacionados con esa carpeta que tenía Winston, dentro de esta encontramos papeles de finanzas, contratos y cosas que no dicen demasiado. La empresa se llama “Red Dragon” y por lo que he investigado es clandestina.
—¿Quieres que investigue un poco mas? —Zip hizo esta pregunta con un poco de recelo—
—No será necesario. Ya me he encargado yo de eso. Ahora Señores discúlpenme pero tengo que irme, tengo que hacer algunas cosas y luego ir a ver si puede venir un médico a tratar a Anaya.
—Adiós —Chase y Zip dijeron esto al unísono y de forma tan coordinada que parecía lo habían practicado—
Cuando Alister se fue, Chase y Zip se quedaron en silencio mirándose el uno al otro como si tuviesen algo que decirse. Después de un largo rato Zip rompió el hielo.
—He llegado a la conclusión de que todo esto es tu culpa
— ¿Y porque lo dices?
—Porque eres blanco. Y los blancos siempre son malos
— ¿Disculpa? ¿Me llamas malo porque soy blanco? ¿Qué sentido tiene eso?
—Pues ninguno, pero se que tu te traes algo entre manos. A pesar de que seas blanco y tengas cara de estupido vamos a tener que hacer una pequeña tregua para rescatar a Lara.
—Muy bien, estoy de acuerdo. ¿Y que opinas tu de este tonto?
— ¿Alister? Pues la verdad está muy raro… cambió en todos los sentidos, su forma de hablar, se ha puesto mas serio, más frio, además de haberse cambiado de look…
—En fin… veamos como sigue, parece que está haciendo bien las cosas.
A algunos kilómetros de allí Lara despertó en un almacén viejo y apestoso.
“******, ¿Donde estaré?... me duele mucho la cabeza y no me acuerdo de nada…. No puedo abrir los ojos…. No puedo mover las manos…. Estoy respirando de forma dificultosa…”—Pensó Lara para si misma—
Al rato, la arqueóloga se dio cuenta de la situación. Estaba maniatada y tenía los ojos fuertemente vendados. Con la gracia que la identifica, Lara zafó de las ataduras de sus manos y se quitó la venda. El lugar era muy húmedo y había un olor pestilente; se paró y camino hacia una puerta metálica y oxidada, intuitivamente intento abrirla con fuerza, ya que pensó que estaría cerrada, pero se encontró con la sorpresa de que no era así. Salió a un pasillo largo lleno de puertas, siguió caminando hasta el final y encontró una puerta de roble muy decorada, y que no encajaba mucho con la estética húmeda y descuidada del pasillo. Intentó abrirla pero esta vez si estaba cerrada con llave. Lara comenzó a observar todo el lugar pero no encontró ninguna otra salida alternativa, no había conductos de aire, ni ninguna forma que la ayudase a burlar la imponente puerta.