Bartoli

En vista del inexsistente éxito del relato ``Cuatro hombres y un destino´´ he decidido volver a probar suerte. Colgaré solo el prólogo de este relato y continuaré en consecuencia de las visitas y los comentarios. Aquí va: CONFLICT World at War Prólogo Amid El Ayir avanzaba hacia el balcón del edificio gubernamental de Irán. Iba a ser su primer discurso como líder oficial del país, pero su cara mostraba serenidad. Su golpe de estado había triunfado. Él y sus partidarios se habían hecho con el control del gobierno. Y, por todo Oriente Medio, Rusia y algunos países como Corea o Egipto estaba comenzando a vencer el radicalismo. Pronto acabarían con los infieles occidentales. Pero ahora era el momento del discurso. Cuando salió, el sol le cegó durante unos segundos. Sin embargo, pudo oír la gran ovación que le dedicaron todos los presentes. Cuando logró ver bien, comenzó su discurso. -¡Hijos del gran Mahoma, una nueva era está a punto de comenzar!- dijo, alzando los brazos. La multitud respondió a esta frase con una nueva ovación. -¡Hasta ahora, hemos vivido bajo la sombra de Occidente, siendo obligados a satisfacer sus demandas amenazados por su yugo! ¡Pero eso ha acabado! ¡El pueblo del Islam y sus aliados se levantarán contra los perros infieles y les derrotará! Y, nuevamente, una gran ovación, esta vez algo más fuerte, sonó en el recinto. Ayir se dio la vuelta. Su principal lugarteniente estaba allí, con un comunicador. Parecía estar expectante. -Es la hora-le dijo Ayir- Dé la orden. El hombre sonrió, cogió el comunicador y dijo. -Ejecuten el plan ``Amanecer´´. ***** A algunos kilómetros de allí, en un complejo militar subterráneo, en la sala de control, los operadores gritaron eufóricos. Era el momento. Todo estaba preparado. Esperaban a que su comandante, que se hallaba mirando su reloj, diera la orden. Y entonces: -Abran fuego. ***** Desde el lugar del discurso se vio un resplandor en la lejanía. Una columna de fuego y humo que ascendía hacía el cielo. ***** Muy lejos, en New York City, Estados Unidos, el oficial de inteligencia Clark Richards volvía a otro penoso día de trabajo y de papeleo. Cuando se metió en aquel trabajo, había imaginado otra cosa: más acción y menos dilación. Pero era justo lo contrarío. Cada día tenía que revisar y firmar una gran cantidad de papeleo de informe sobre la guerra de Irak y Afganistán. Su único momento activo era cuando él y otros funcionarios de inteligencia se reunían para discutir sobre temas de posibles atentados o de movimientos de las tropas enemigas. Esto casi nunca ocurría, ya que los atentados no solían ser predecible y el enemigo no contaba con una ejército propiamente dicho, solo con pequeñas guerrillas. Cuando entro en su recinto de trabajo, se encontró con algunos compañeros dando vueltas de aquí para haya, y los saludo brevemente. Cuando llegó a su despacho alguien su secretaria ya le había puesto su café diario y la carpeta de los papeles sobre la mesa. Otro día de rutina… o eso parecía. Se sentó y abrió la carpeta. Lo mismo de siempre. Informes que hablaban de movimientos de tropas de un lugar a otro, acompañados de algún atentados, y de datos acerca de las otras naciones. Repentinamente, su secretaria entró. -Buenos días, Rachel. -Buenos días, señor Richards. ¿Ha visto las noticias? -Últimamente ni siquiera he leído el periódico. ¿Por qué? -¿No se ha enterado? Se ha producido un movimiento insurgente que ha triunfado en casi todo Oriente Medio y Rusia. En Irak y Afganistán nuestras tropas lo están pasando muy mal para soportar los ataques. -¿Los ataques de que? ¿De las guerrillas? –preguntó Richards, casi cómico. El rostro de Rachel se ensombreció. -No se sabe bien como-dijo- pero los iraquíes y los talibanes han logrado formar sendos ejércitos y están ganando terreno. Mire en su carpeta. Richards hizo lo que Rachel le dijo. Por una vez, los informes no eran de movimientos de tropas para sofocar la resistencia: se hablaba de retrocesos y perdidas en ambos países. -La ONU va a enviar un contingente mayor para detener este avance. Pero lo preocupante no es el hecho de que ganen terreno, sino que en poco tiempo han logrado formar y organizar un ejército bien ordenado. Y en Rusia es prácticamente lo mismo. Putin ha tenido que huir del país. Un avión lo está trayendo aquí. En la cara de Richards se dibujó una expresión escéptica. -¿Desde cuando nuestras relaciones con Rusia son buenas? -Mientras el movimiento insurgente esté activo, sus intereses son los mismos que los nuestros. Además, en otros países ya ha triunfado el radicalismo: Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos… Y, por increíble que parezca, ha acabado la guerra de Israel con los países árabes. Y en Siria, Egipto y Pakistán también están triunfando los insurgentes. Y adivina que país es el centro de todo esto… -Irán. -Efectivamente. Y, yéndonos algo más lejos, el radicalismo también ha triunfado en Corea. -¿En cual, en el norte o en el sur? -En ambas. Corea vuelve a ser un único país, lo que en otras circunstancias sería bueno, pero así… -Vaya…-dijo Richards, revisando la carpeta. Todo lo que le había dicho Rachel estaba allí. La situación se estaba tornando seria- Voy a tener mucho trabajo y reuniones a partir de ahora. Antes de que Rachel pudiera contestar, el suelo tembló. La taza de café se cayó al suelo y uno de los ficheros de la habitación cayó al suelo. Rachel logró apoyarse en la pared para no caer al suelo, mientras que Richards se agarró al escritorio mientras la silla se bamboleaba. Esta situación duró unos segundos. Después disminuyó un poco… -¡Señor!- dijo Rachel, mirando por la ventana- ¡Oh, Dios mío! ¡Venga a ver esto! Richards se levantó, teniendo cuidado para no caerse por el temblor. Y, cuando se asomó a la ventana, se quedó helado. Hacia el norte se veía lo que parecía una gran bola de fuego, rodeada por una masa gigante de humo con forma de hongo. Richards, pálido, se volvió a Rachel. -Telefonee a Washington , rápido. Cuando Rachel se fue, Richards miró de nuevo. Boston estaba en aquella dirección.

Ummm: -Todos los TR. -Call of Duty 2. -Civilization IV. -Need for Speed Most Wanted. -Indiana Jones y la Tumba del Emperador. -Black & White 2. -Panzers II

Bueno, ya son 30 capítulo y 6000 visitas. Mucho más de lo que me esperaba cuando empezé a escribir el relato, en marzo del año pasado. Gracias a todos y ahí va el capítulo: Capítulo 30: Reunión en el minarete Juan y Anaya ya habían llegado a Perú. Se encontraban en unas bajas montañas, a pocos kilómetros de Lima. Buscaban la entrada a la cueva Esfera Azul, en la cual, según Alister, se encontraba oculto el Lago Azul, y en el fondo, la Perla Azul. -No sé porque, pero quien le dio esos nombres debío haber sufrido un trauma con el color azul –había dicho Zip. Subieron sin dificultades, algo que les extrañó, ya que por allí solían rondar lobos y halcones. No tardaron en encontrar la cueva: una pequeña cavidad con fosforescencia azul. La entrada a ella resultó fácil: un pequeño descenso y un camino recto. La gruta continuaba hasta una gran estancia con una laguna. En medio de ella había una isla. Juan sacó la pistola y apuntó. En la isla estaba… -¡Willard! Willard, que estaba trasteando con algo en la isla, se dio la vuelta. -Vaya, mira a quién tenemos aquí. ¡Os haré picadillo! Entonces utilizó las piedras infadas para atacarles. Una gran bola de fuego salió hacia Juan, mientras que unas flechas luminosas se dirigieron hacia Anaya. Juan saltó al agua y se sumergió lo más que pudo. La bola de fuego lo persiguió, pero se evaporó poco después. Mientras, Anaya corrió cueva atrás hasta que logró ponerse a cubierto de las flechas. Juan, valiéndose del agua, buceo y dio un rodeo. Cuando salió a la superficie, Willard miraba hacia todos lados buscándole. Juan le pegó un tiro, que le dio en la pierna. Willard cayó al agua, dejando atrás la Piedra Infada, la Mano de Rathmore y el Elemento 115. Juan subió a la isla y las cogió. -Falta la Daga de Ora… Se habrá ido al fondo junto con ese desgraciado. Bueno, a lo mío. Revisó lo que estaba mirando Willard. Era lo que parecía un altar con inscripciones. -``Descifra el acertijo, demuestra tu sagacidad y obtendrás el premio ´´. Y el acertijo es… ``En la antigüedad se dividieron varias perlas. Una de ellas era verde, la otra violeta. Al dividirlas, salieron otras cuatro perlas. ¿De qué color eran estas perlas?´´ Veamos, una verde y otra violeta… ¡Ya lo tengo! ¡La teoría del color! Entonces se agachó frente al altar y dijo: -Roja, Azul, Amarilla, Azul. Entonces, la punta del altar se dio la vuelta y dejó a la vista una reluciente esfera: la Perla Azul. -Bien, ya podemos irnos. Se dio la vuelta, dispuesto a meterse de nuevo en el agua, pero alguien gritó: -¡Alto ahí! En el otro lado, Willard, con la pierna herida, mantenía a Anaya como rehén y amenazada con la Daga de Ora. -Dame la perla –le dijo. -Maldición… Y entonces Anaya hizo algo inesperado: logró darse la vuelta y le pegó un puñetazo. Willard retrocedió, dolorido. Entonces Anaya se apartó y Juan aprovechó para disparar. No alcanzó a Willard, pero logró que huyera. Se reunió con Anaya. -Vaya, parece que por una vez en tu vida has usado la violencia. Pero Anaya no le prestaba atención. Se golpeaba el puño derecho con la mano izquierda mientras decía: -¡Mano mala, mano mala! ***** Kurtis salió a toda prisa del campamento. Le habían dicho que se había visto a un comandante de la Francia de Vichy cerca de allí. Era el mismo tipo que había matado a muchos hombres durante el desembarco. ``Eckhart ´´ pensó Kurtis. Se dirigió a la zona, a encontrarse con él. Cuando llegó, Eckhart estaba manipulando algo. -¡Alto, Eckhart! –le dijo Kurtis, apuntándole. Eckhart se dio la vuelta. Tenía un extraño aparato en la mano. Sonrió y pulsó un botón. Todo se volvió oscuro… ***** Lara subía por las escaleras a la punta del minarete. Cuando llegó arriba, comprobó que no había nadie. Se mantuvo en guardia, hasta que… -Hola, Lara. Natla apareció volando y se puso a su misma altura. Tenía a su padre atado. Lara desenvainó a Excalibur. -¿Qué quieres, Natla? -Verás, has destruido el arma que le había dado a mis hombres, varios de mis aliados están muertos y tus colegas me están fastidiando. ¡¿QUÉ DEMONIOS CREES QUE QUIERO?! -Solo preguntaba. -Aaah, que graciosa. Bueno, pues a lo mío. Se que, haga lo que haga, no cesarás en tu empeño de detenerme, así que, como prueba de lo que soy capaz de hacer… -y soltó a Richard. ***** Lord Croft empezó a caer en un descenso de varios metros. Lara saltó tras el y consiguió agarrarle. Lanzó el gancho a la punta del minarete, salvándose de la caída por pocos metros. Entonces Natla arremetió contra ella. Lara desenganchó el cable, cayendo unos tres metros. Agitó a Excalibur, lo que hizo retroceder a Natla. Aprovechó para cortar las cuerdas de su padre con un pequeño cuchillo. -¡Rápido, vuelve con L´ Arc! ¡Yo me encargaré de Natla! Mientras Richard se alejaba, Natla atacó de nuevo. Lara saltó a un lado y agitó de nuevo a Excalibur. Esta vez la onda alcanzó parcialmente a Natla, que retrocedió, dolorida. Lara corrió por las calles de Jerusalén. Natla la perseguía mientras le lanzaba sus bolas de fuego. Entonces Lara se metió en una serie de callejones, hasta que consiguió despistarla.***** ***** Kurtis volvió a ver. Se encontraba sentado en una estancia alargada, con varios soldados más. Estaba desorientado. -¿Dón… dónde estoy? -Eh, Trent, ¿te encuentras bien? Kurtis miró a su lado. Macrey estaba con él. -No… ¿Dónde estamos? -¿Cómo que…? ¿Te has dado en la cabeza? -Por favor, refréscame la memoria. -Vamos a saltar sobre Túnez. Los británicos necesitan algo de ayuda para su ofensiva. -¿Qué? Ohhhh… ¿Qué día es? -15 de noviembre. -¿Qué? ¿Ya ha pasado una semana desde el desembarco? -¿Dónde has estado? ¡Llevamos cinco días avanzando por Argelia y Marruecos! -Ponme al corriente de la misión, anda. -De acuerdo. El Afrika Korps está sitiado en Túnez. Vamos a saltar en las afueras para apoyar a los británicos hasta que llegue el grueso de nuestras tropas. ``Vaya. ¿Cómo se las habrá apañado Eckhart para acelerar el tiempo? Seguramente aquel aparato se lo daría Natla. Como ya no podía cambiar la Operación Torch, ha decidido cambiar a otra fecha para alterar la historia.´´ pensó Kurtis. -¡De acuerdo chicos, saltamos en dos minutos! La tensión en el avión era palpable. Kurtis comprobó todo: seguía teniendo su chirugai y su pistola, además de la Thompson y una Colt. Repetinamente, fuera sonaron gran cantidad de explosiones y ametralladoras. -¡SALTAD, SALTAD, SALTAD! Kurtis y Macrey estaban al lado de la puerta, por lo que saltaron los primeros. Les siguieron otros tres soldados. Otro se disponía a saltar también, cuando el avión explotó. Kurtis observó como otros aviones corrían la misma suerte que el suyo, eliminados por el intenso fuego antiaéreo, aunque varios conseguían escapar. Cuando estuvo más abajo, abrió el paracaídas. Sus compañeros lo imitaron. Unos segundos más tarde, estaba pisando suelo tunecino.

Max, lo del Capitán Price es lo que llamariamos un ``final abierto´´. Te deja decidir a ti lo que pasa luego. Aunque la mayoría de la gente dice que muere, porque se ve a uno de los hombres de Kamakov administrándole RCP pero no reacciona. Yo prefiero pensar que sobrevive .

Pues hablando de Call of Duty, emvlo, el final del 4 me impactó (no me lo esperaba, la verdad XD). Y aquí va: Vídeo de YouTube: vídeo original Desde mi punto de vista, es el mejor Shooter que existe por el momento.

Lara Valentina, un consejo de corazón: NO USES TANTO LOS PUNTOS SUPENSIVOS. Me están volviendo loco . Ahora en serio, siempre pones muchos puntos suspensivos. ¿Qué pasa? ¿Los personajes están cansinos XD? En cuanto a tu relato, solo me he leido el primer capítulo, pero está bien .

El Monasterio de la Transfiguración o Monasterio de Santa Catalina, a los pies del monte Sinaí, en el lugar en el que se supone que Moisés vió la zarza que no se consumía. Lara podría buscar el artefacto de tu elección( si es que va a buscar un artefacto) en pasadizos subterráneos bajo el Monasterio.

Por cierto. En tu perfil no hay ningun dato, y, solo por curiosidad ¿cuantos años tienes? (es que me gusta saber la edad de los escritores).

Gracias . Solo quería asegurarme. Es que son muchos capítulo y para leerselos todos... tela XD.

Lara Legend, tengo una pregunta: Verás, hay gente en el foro que solo se lee partes de la historia( normalmente lo más reciente) Tu no serás de esas , ¡¡¡¿¿¿¿VERDAD!!!??????? . Es que me gustaría saber si te has leido la historia completa o solo una parte.

Lo siento, Lafister, pero he de escribir las aventuras de todos los personajes (por eso estoy procurando que todos, a excepción de Lara, Kurtis y Amanda duren poco). Intentaré acortarlo lo maximo posible, pues quiero acabarlo antes de la salida de TRU. Y ahora, una sorpresa...¡Más avances! -Tras terminar el relato, y antes de comenzar ``Tomb Raider 9: La Séptima Edad´´ (el título sigue sin ser definitivo) escribiré un relato de un solo capítulo que será el descelance de ``Tomb Raider 8: Las Culturas Pérdidas´´ y que se titulará ``Tomb Raider 8: Game Over´´. -Angelo Bartoli no morirá, pero no volverá a aparecer durante algún tiempo(lo más probable es que ni siquiera reaparezca). -``Tomb Raider 8: Game Over´´ será un relato que, por decirlo de alguna manera, <<cambiará los goznes>> de ``Tomb Raider 8: Las Culturas Perdidas´´. Y ahora, ante la insistencia de Lafister, Lara reaparecerá, pero me temo que el capítulo no se centrará en ella. Capítulo 29: Revoluciones Boris seguía vagando por el campamento americano. La noticia de la muerte de Yarofev le había afectado, pero se dijo a si mismo que no debía distraerse. No había señal de ningún secuaz de Natla, lo que era evidente, ya que al vencer los estadounidenses en su lucha por la independencia, Natla intentaría provocar una victoria británica. Por su parte Hans se había ubicado y ya había descubierto donde se encontraba: el ejército napoleónico se aproximaba a Austerlitz, donde ``el pequeño cabo ´´ había logrado su mayor victoria. Él debería asegurarse de que esto sucediera así. ***** -¿Papá? ¿De verdad eres tu? -Lara… mi pequeña Lara… como has crecido… Padre e hija se fundieron en un abrazo que hacía más de quince años que no se daban. -Tienes que contarme muchas cosas, papá. -Y tu a mí, hija… y tu a mi. ***** -¡BRITÁNICOS! Del frente del campamento salió un grito de alerta. Repentinamente todo cobró vida y empezaron a aparecer un gran cantidad de soldados que se acercaron al frente. A unos doscientos metros una gran fila de soldados ingleses avanzaban hacia ellos. -¡Carguen la armas pequeñas y coloquen los cañones en posición! ¡Tenemos que repelerlos! ¡Vigía! ¿Puede ver lo que están haciendo?- gritaba el que parecía ser el general del campamento. -¡Hay mucho movimiento, señor, no distingo bien! – le contesto un hombre subido a una torre de madera- ¡Eh! ¡Espere! ¡Veo algo! Vaya… parece que… ¡Maldición! ¡Señor! ¡Se preparar para abrir… -¡FIRE!-sonó en la lejanía Una de las patas de la torre recibió un impacto de una bala de cañón. La torre se tambaleó y finalmente cayó. -¡Señor, una compañía está preparada! -¡Bien, que arremetan contra el enemigo! Intentando pasar desapercibido, Boris se coló en la brigada que comenzó a avanzar hacia las líneas británicas. Cuando solo habían avanzado un poco uno de los hombres recibió un impacto y cayó al suelo. ``Qué extraño ´´ pensó Boris. ``Las armas de esta época no tenían tanto alcance, a excepción de los cañones. Tal vez…´´ Comenzó a revisar las líneas británicas. No tardó en divisar, entre todos los soldados ingleses, a una figura que destacaba, ya que su ropa y sus armas eran muy diferentes: se trataba de Larson. Estaba apuntándoles con un rifle de francotirador, y llevaba además un uzi. Mientras, detrás de ellos, la mayoría del ejército también avanzaba contra las líneas inglesas. Sin embargo, Boris no podía avanzar contra Larson, ya que sería un blanco fácil. Trataría de no ponerse a tiro. ***** Mientras, en Austerlitz la batalla ya había empezado. Hans se hallaba en el pueblo, donde estaba teniendo lugar una de las muchas batallas. Sin embargo no había rastro de algunos de los secuaces de Natla, por lo que decidió intentar salir de allí. Franceses, austriacos y rusos luchaban encarnizadamente casa por casa. Hans empuñó su pistola uzi, pero procuró mantenerla escondida bajo su ropa para no llamar la atención. Comenzó a avanzar por las calles e intentó dirigirse a una colina cercana, donde, según la historia, había tenido lugar la más importante lucha en la Batalla de Austerlitz. Al principio le fue bien, ya que nadie se centró en él. Avanzó por las calles intentando salir del pueblo. Sin embargo, cuando estaba en una callejón, un cañonazo alcanzó un edificio situado justo al lado y los escombros bloquearon el camino, lo que le obligó a dar un gran rodeo. Sin creerse la suerte que había tenido, logró salir del pueblo sin matar a una sola persona. Comenzó entonces a avanzar hacia la colina. Por el camino se encontró con algunos soldados franceses que huían despavoridos al pueblo. -¡Eh! ¿Qué ocurre? –le preguntó Hans a uno de ellos. -¡Los austriacos tienen a una bruja en sus filas! ¡Está matando a un montón de soldados! ¡Creo que la lucha en el pueblo será más productiva! ¡No podemos hacer nada contra ella! Hans subió en la colina y contempló a los que se refería el soldado: Sophia estaba masacrando a una gran cantidad de soldados franceses. ***** El ejército estadounidense ya se encontraba lo bastante cerca y abrió fuego. Los británicos hicieron lo mismo. Entonces Boris, que era un experto de la lucha sigilosa, se coló entre todos los soldados y, buscando una buena posición, apuntó a Larson. ``Va a salir mal´´ pensó. ``No puede ser tan fácil´´. Pero lo fue. Abrió fuego contra Larson y le abatió. Evitando ser descubierto volvió al portal y se marchó. ***** *****Hans disparó a Sophia con su uzi, pero las balas solo consiguieron atraer la atención de la mujer, que sonrió de forma malvada y atacó. Hans logró esquivar su ataque. Le disparó de nuevo, pero no le hizo nada y ella volvió a atacar con el Ojo de Isis. Hans volvió a esquivarlo y tuvo una idea: sacó la daga que llevaba y se la lanzó a la mano a Sophia. El golpe logró hacer que soltará el Ojo de Isis, y Hans le disparó otra vez, logrando por fin acabar con ella. Rápidamente cogió el Ojo de Isis.***** -Esto pertenece a Lara- dijo, mirando al cadáver de Sophia. Tras esto, volvió al portal. ***** -¡Eh! ¿Qué es eso? Fuera de la tienda en la que estaban Lara y su padre comenzaron a oírse gritos. -¡Es un ángel del demonio! -¡Viene hacia aquí! ¡Va a… Sonó un gran estruendo y la parte delantera de la tienda cayó, tirando a Lara y a Lord Richard al suelo. Cuando Lara se levantó, Natla había agarrado a su padre y le mantenía prisionero, apuntándole con una bola de fuego que tenía en su mano. -Natla… -Hola, Lara. Siento interrumpir esta bonita reunión familiar, pero tenemos negocios que atender. -¿Qué quieres?-le preguntó Lara. -En la parte noreste de Jerusalén hay un minarete. Sube a él al mediodía. Te estaré esperando allí… y tu padre también. Dicho esto salió volando. -¡Eh, ahí está! ¡Disparad!-sonó fuera.Lara salió y vio como los cruzados disparaban con ballestas a Natla, sin conseguir nada. -Ya nos veremos las caras, Natla…

Bueno, aquí va el siguiente capítulo. Por cierto, ¿alguien sabe que ha sido de Escorpio? Hace tiempo que no se le ve por aquí. Capítulo 28: Batalla en el rascacielos Nishimura y sus hombres ya habían llegado a Tokio. Se encontraban en un edificio en obras situado enfrente de un edificio de oficinas que en realidad era la guarida de una peligrosa banda de traficantes de armas, drogas y objetos valiosos, tales como joyas, cuadros… y objetos antiguos. Al parecer, la banda se había hecho con el artefacto algunos meses antes. El pez gordo de la banda era un tal Riwara Kashukima. Su oficina y su lugar de reuniones se encontraban en el piso 78 de un rascacielos de 90 pisos. -Grupo 3, atención, grupo 3, ¿me reciben?- decía Nishimura a través de un comunicador. -Grupo 1, aquí grupo 3, le recibimos alto y claro. -¿Cuánto falta para que lleguen? -Llegaremos en cinco minutos. Bajaremos del helicóptero lo más rápido posible para no estropear el factor sorpresa. -Perfecto. Grupo 2, ¿estáis a la escucha? -Afirmativo, grupo 1. -Necesitamos entrar antes de que llegue el grupo 3. ¿Cuánto tardareis en abrirnos camino? -Estamos en ello. La pared no debería tardar en caer. ¿Está la tirolina preparada? -Si. -Bien. Atentos para lanzarla en uno… dos… tres... De repente, en el edificio de enfrente al de Nishimura, una placa de la pared cayó abajo. -¡Ahora!- ordenó Nishimura. Uno de sus hombres disparó lo que parecía un gancho al hueco que había aparecido en la pared. Unos hombres en el edificio de enfrente agarraron la cuerda y la ataron a una lámpara en el techo. -Bien, preparad los enganches. Todos cogieron lo que parecía un alambre doblado con mangos en las puntas y, uno tras otro, fueron colocándolo en la cuerda y pasando al otro edificio. Finalmente, todos habían pasado. -Grupo 3, aquí grupo 1, hemos entrado en el edificio y nos hemos reunido. Necesitamos vuestra maniobra de distracción o no duraremos mucho. -El Comandante Nakawama opina que… -Me da igual lo que piense Nakawama. Necesitamos que ataquéis ya. Estamos demasiado abajo como para intentar abrirnos paso hasta Kashukima. La única manera de cogerle es hacerle bajar. Cuando ataquéis, seguramente intentará marcharse del edificio. En ese momento le estaremos esperando. -Bueno, solo falta unos segundos… Veinte… La tensión en los grupos 1 y 2 era palpable: si aparecía algún vigilante, la abrían fastidiado. -Diez… Cinco… Cuatro…Tres…Dos…Uno…Cero. Bien, están bajando. Comenzarán el ataque en unos segundos. -No tenemos unos segundos. Que se den prisa. -De acuerdo… Ahí va el último. Y… Repentinamente comenzaron a sonar una gran cantidad de disparos. -Ya está. Grupo 3 se retira, grupo 1. A partir de ahora la línea la ocupará el grupo 4. Volveremos para evacuarles cuando nos lo indiquen. -Bien. A los ascensores. Nishimura y su equipo avanzaron a los ascensores de la planta y formaron un perímetro para controlar los tres pasillos de la planta situados alrededor de los ascensores. -Bien. ¿Y cómo hacemos para detener los ascensores cuando Kashukima baje? Entonces uno de sus hombres pulso el botón de llamada. -Oh… Claro. Bueno, vosotros -dijo señalando a dos de sus hombres- Vigilad cada uno un ascensor. -Grupo 1, aquí grupo 4. -Le recibo, grupo 4. ¿Qué ocurre? -La resistencia aquí es nula. Solo nos contienen un par de hombres. -¿Qué? Espera, eso quiere decir… -Una de dos: o no piensan evacuar o Kashukima está muy bien protegido. -Me temo que es más bien lo primero. Vosotros dos-le dijo a los hombres que vigilaban los ascensores- quedaos aquí por si bajan. Los demás, por las escaleras. Grupo 4, abriros paso y bajad al piso 78. Comenzaron a subir las escaleras. Finalmente llegaron al piso 78 sin contratiempos, donde se reunieron los dos grupos. -Señor, ya hemos revisado las habitaciones del pasillo izquierdo y están vacías- dijo Nakawama, el comandante del grupo 4. -Bien, pues al pasillo derecho. Dividíos. Todos empezaron a buscar. Abrían las puertas cuidadosamente y apuntando al interior. Entonces uno de los hombres dijo: -¡Eh, están aq… Pero no llegó a terminar. Decenas de balas le agujerearon casi al instante. -Vaya, parece que le hemos encontrado. Lanzad una granada. – dijo Nishimura. -¿Y si matamos a Kashukima? -Oh, dudo que esté ahí. Estará más bien en una sala contigua a esta. Y ahora volad esa maldita habitación. Uno de los hombre quito la anilla a una granada. Espero cinco segundo y la lanzó. -¡GRANADA! –sonó en el interior. Pero no sirvió de nada. Unos instantes después la granada hizo explosión. -¡Vamos, vamos, adentro! Una vez entraron, descubrieron que la sala era tan pequeña que no había sobrevivido nadie. Al final había otra puerta. -Vamos. Abrieron la puerta y… *****Repentinamente un hombre se abalanzó sobre el primer hombre que entró, armado con lo que parecía una punta de flecha. Nada más rasgar solo un poco de su carne, el hombre se desplomó. Aunque pareciera increíble, el rasguño le había matado. Otro de los hombres de Nishimura fue a disparar, pero el hombre le alcanzó antes. Igual que a su compañero, un simple arañazo bastó para matarlo. Entonces el hombre se abalanzó sobre Nishimura, que lo esquivó. Sin embargo no se rindió y arremetió otra vez, pero Nishimura, con la pequeña pistola de asalto que llevaba, le hizo un agujero en la cabeza.***** Toru se acercó al cadáver. -Riwara Kashukima, supongo. Entonces cogió la punta de flecha. -Y este debe de ser el artefacto. Vaya, es realmente peligroso. He, que alguien coja a nuestros compañeros- dijo refiriéndose a los hombres que Kashukima había matado- Se merecen un entierro. Entonces habló por radio. -Grupo 3, aquí grupos 1, 2 y 4. Prepara la extracción. -Entendido.

Lafister, si Marc es italiano...¿no es normal que piense en italiano? Termino, por fin, el capítulo. -Vaia, vaia... Así qui il hermano di Larson... Marc seguía en la estepa, a un kilómetro de donde se había producido el tiroteo. Se dirigía a una aldea mongola en la que, según Alister, un nativo guardaba el artefacto como recuerdo familiar. No le faltaba mucho. -Esperemos que aún no haya llegado a la aldea... Mejor date prisa. Marc aligeró el paso. Alcanzó un colina de nieve que destacaba en el terreno. -Bene, tras iesta colina diebería estare... Pero no terminó la frase. Llegó a la cima y vió algo horroroso: Rufus estaba ametrallando a los aldeanos. Ancianos, mujeres y niños huían mientras los hombres intentaban sin exitó detener a Rufus. -¡Maldición! ¡Corre Marc, o los va a matar a todos! Marc corrió colina abajo hasta alcanzar la aldea. Preparó la ametralladora que había cogido a uno de los ayudantes de Rufus. Este lo detecto nada más llegar, y le disparó. *****Para cubrirse, Marc se escondió en una cabaá y se hechó al suelo. Había conseguido llamar la atención de Rufus, que ya no atacaba a los aldeanos. Pero estaba en un aprieto: el fuego constante de la ametralladora sobre la cabaña le impedía desplazarse. Decidió disparar a través de la pared para probar suerte. Sus tiros tuvieron efecto y Rufus dejó de disparar. Aprovechó para salir y correr a otro lugar. Rufus estaba tendido en el suelo preparado para disparar. Nada más salió puso a Marc bajo una ráfaga de balas. Él respondió y le ametralló, pero falló. Se colocó tras otra cabaña y dió un rodeo. Rufus le vió y siguió disparando, pero paró un momento para recargar. Marc vió su oportunidad y disparó, pero Rufus, mostrando gran sagacidad, lanzó su metralleta hacia Marc, en lugar de recargar. Marc, en un acto reflejo, se cubrió para evitar el golpe. Cuando miró, Rufus estaba de pie y le apuntaba con una uzi. Pero Marc logró reponerse y le disparó. Rufus cayó, abatido, sobre el suelo nevado.***** Poco a poco, los aldeano fueron volviendo a la aldea. Agradecieron a Marc todo lo que había hecho, y, cuando le preguntaron si quería algo, él les respondió simplemente: -Busco el Triángulo de la estrella-dijo en idioma mongol, nombrandoles el artefacto. Le llevaron a una delas cabañas, donde un anciano agradecido se lo dió, y le pidió que, si podía, se lo devolviese. -Procuraré traerselo. Gracias. Tras esto, Marc se marchó al punto de extracción, situado al noreste, en donde había quedado con el piloto del helicóptero.

Continúo: ***** Una bala atravesó el enganche izquierdo del paracídas, y Marc quedó colgando del otro. Sacó un cuchillo y lo cortó de una tajada. Solo se encontraba a unos diez metros del suelo, por lo que la caída no fue muy dura. Marc sacó su revólver y comenzó a buscar al tirador. Sin embargo era un blanco fácil en su situación, así que buscó un lugar a cubierto. Sin embargo la infinita estepa, aparte de algunos desniveles, no ofrecía buenas posiciones a cubierto. Oyó otro disparo y se echó al suelo. Una bala se incrustó en la nieve a unos centímetros. Corrió, y, cuando menos se lo esperaba, la suerte le sonrió: encontró en la nieve una pequeña hendidura en forma de cueva. Se ocultó allí, revólver en mano. Al poco oyó una voz. -¡Vamos, inútiles, buscadlo! Al poco apareció un hombre con una ametralladora. No estaba mirando hacia él, así que aptrovechó para dispararle. La bala le atravesó la cabeza. -¡Oh, Dios, Justin está muerto! ¡Yo me largo! -¡Vuelve aquí, cobarde! Entonces se oyó un tiro. -Vaya para de inútiles... Entonces, cerca del lugar en el que se encontraba Marc apareció una granada. Marc salió de su escondite corriendo y buscó otro lugar a cubierto. Una lluvia de balas cayó sobre él. Se tiró tras un montículo. Esperó a que los tiros cesaran antes de asormarse. Cuando miró no había nadie.***** Se acercó al cadáver del hombre al que había disparado. Llevaba un equipo de asalto completo: un subfusil, algunas granadas, una pistola, un cuchillo y munición. En el bolsillo trasero llevaba algunos papeles. Todas eran informaciones geográficas del lugar. Cerca vió otro cuerpo. Tenía un tiro de pistola en el pecho. Marc supuso que había intentado huir y su colega le había disparado. Llevaba lo mismo que su compañero, pero, además, tenía una pequeña PDA. Marc la sacó y la encendió. Busco en la lista de mensajes y leyó el más reciente: ``Señor Adalbert: Acuda al punto de reunión. Allí se reunirá con su compañero Justin Clark y con Rufus Conway, un experimentado mercenario. Él les informará del resto de su misión.´´ ``Ieste tipo llamó al muerto Justin. Así qui il que queda diebe ser il tal Rufus´´ pensó Marc. Entonces encendió su comunicador. -¿Zip? -Por fin contestas. ¿Qué pasa? -Hie tenido iun pequeño contratiempo. ¿Podrías buscare informatione siobre un tal Rufus Conway? -¿Conway? Espera... ¡Vaya, pero si es...! -¿Quí pasa? -¿Por qué preguntas por ese tipo? -Acaba di atarcarme. ¿Oquiure algo? -No. Solo que... es el hermano mayor de Larson Conway.