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POBRE VIVIAN, porque tenias que hacer una comparacion tan larga con lara?

y esa tonta de amanda, no me ñla veia tan cruel. jeje

q a james rutaln nunca lo rechazaron?, dificil de creer, jaja.

y porque al jardinero?, al pobre jardinero!!!!

y comose metieron charllotte y su hija en un armario de el sanatorio???

 

por cierto: es willard, no william.

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¡Bueno, parece que la buenecita Vivian se lleva todos los votos ;) ! Pero, como autor, yo voto a la astuta Clarisa :rofl: .

 

Mis votos negativos son para Willard, Nishimura, Robinson y Lancelot. A propósito, Escorpio, si no te gusta Morgana por lo que leíste aquí, preparate para la sorpresa ;)

 

Y Ana, las personas como William, que tienen amor pero se criaron sin él, suelen ser volubles. Además, la que le avisó de la muerte de James fue Amanda, así que por cómo se lo dijo está claro que él se lo haya tomado así.

 

Disfruten del Rescate Heroíco de hoy :P

 

ENTREGA 53

 

Lara y Vivian llegaron al edificio de departamentos en el que vivía Alex West.

- Creo que conozco a este hombre, Lara –decía Vivian en el ascensor-Es el mejor amigo de William y James.

- Pues es igual que él –dijo Lara, irritada al hablar de Alex-Fue mi primer amor, yo tenía veintitrés años cuando lo conocí, pero resultó que me quería engañar para robarme una estatuilla valiosa que encontré en Grecia.

- ¡Qué desagradable! –resopló Vivian-¿Y has estado con alguien más luego de él?

- Sí, algunos novios he tenido. Pero todos fueron pasajeros, y acabaron traicionándome. Ahora están muertos, murieron intentando matarme –Lady Croft no se veía nada bien al recordar aquello.

- No te preocupes –sonrió Vivian con compasión-Estoy segura de que encontrarás alguien que te merezca, alguien a quien amarás, como yo amo a William.

- ¡Bah, como si eso me importara! –repuso con altanería-Tengo muchos amigos, mi vida es la arqueología.

El ascensor se detuvo en la planta alta.

- Vamos –indicó Lara con el dedo a su amiga. Grande fue la sorpresa de nuestra heroína al encontrar la puerta de Alex abierta de par en par, y la sala de estar toda revuelta -¿Qué significa esto? –exclamó Lara asombrada.

Un viejo vecino que estaba en el pasillo se fijó en ellas.

- Si se lo pregunta, señorita, un viejo loco llegó ayer gritando como un loco, y se puso a revisar el lugar.

- ¿Un viejo loco, señor? –inquirió Vivian, intuyendo de quién se trataba-¿Puede identificarlo?

- Claro que sí –repuso el vecino-Es el político James Rutland.

Un espasmo de miedo cruzó el rostro de Vivian, quien se giró hacia Lady Croft.

- Lara… ¡ese maldito se debe de haber llevado la espada que tú buscas! ¡Lo conozco bien, está sediento de poder!

- Pues no sabe con quién se ha metido –terció Lara-Si es igual que su hijo, ya sé qué tipo de persona es, pero nuestra inteligencia lo vencerá. Vivian, escucha, tienes que ir hasta la casa de los Rutland inocentemente, pescarlo por sorpresa, y cuando el viejo se confía, yo saltaré de mi escondite y lo atacaré.

- ¡Oh, no, Lara! –gimió la frágil joven-¡Ese viejo es un demonio!

- Yo también puedo ser un demonio, si me lo propongo –rió Lara sarcástica.

 

 

Llamaron a la puerta en la Mansión Rutland.

- ¡Ve a atender, vieja estúpida! –gritó James.

Jenny se dirigió corriendo hacia la puerta, y al abrirla, se encontró con una joven bella y rubia de aspecto tímido y ropa sucia y harapienta.

- ¿Sí?

- Buenos días, señora –dijo con amabilidad-Mi nombre es Vivian Hart y busco al señor Rutland.

“¡Por fin alguien que me trata bien!” se dijo felizmente la pobre viejita.

- Sí, como no, señorita, adelante.

Jenny y Vivian ingresaron al vestíbulo, mientras Lara entraba a través de la ventana y se escondía detrás del gran reloj dorado de la pared.

- ¡Señor, tiene una visita! –gritó Jenny-¡Es una señorita!

- ¿Sheila? –inquirió James esperanzado, desde lejos-¡Hazla pasar a mi cuarto y que se desnude, enseguida voy!

“¡Viejo repugnante y asqueroso!”; Lara, Vivian y Jenny pensaron exactamente lo mismo.

- No, señor, no es Sheila.

- ¿Quién es? –rebuznó el viejo de mal talante, acercándose allí. Un destello de perversidad apareció en su rostro al ver a Vivian-¡Eres tú! –exclamó mordaz-¿Qué ocurre? ¿Quieres volver a trabajar conmigo?

- No me acercaría a usted ni aunque fuera el último ser sobre la faz de la tierra, viejo baboso –le espetó con la mayor frialdad y repulsividad.

El político rió, mientras Jenny ocultaba una pequeña risita al oír como él era insultado.

- Esa forma de replicar es algo que me encanta de ti –dijo James-Dime, ¿qué quieres?

- Saber por qué mató a mi padre –terció con frialdad.

- ¡Vivian, por favor! –exclamó el senador-¡Yo no lo hice, fue Helga!

- ¡No mienta más! –gritó encolerizada-Helga ni siquiera conocía a mi padre, y a usted lo creo perfectamente capaz de hacer algo así. Es un anciano decrépito que no tiene nada en la vida. Usted tiene dinero, tiene poder; pero eso algún día se acaba en la vida, puedo asegurarlo. En cambio, lo que siempre permanece es el amor y la amistad, cosa que usted no tiene y jamás tendrá. Su esposa se casó por dinero, no porque lo ame, porque nadie es capaz de amar a un sujeto tan interesado y espantoso. Aunque todos crean que Helga es la asesina, tarde o temprano la verdad saldrá a la luz, y usted se pudrirá en la cárcel por el resto de su puerca existencia.

Tanto Lara como Jenny permanecieron admiradas con las palabras de Vivian, y James, por su parte, enmudeció de furia, ya que nunca nadie le había faltado tanto el respeto ni dicho las cosas de un modo tan pero tan directo.

- No puedo creer que después de todo vayas a recibir una recompensa tan grande –manifestó.

- ¿Qué recompensa? –inquirió ella.

- Disfrutar de los placeres de mi amor –contestó con una sonrisa demoníaca.

Y, ante el horror de Jenny, se abalanzó sobre ella tan fuertemente que la arrojó al suelo, y reía, desvistiéndola bruscamente, mientras él se quitaba la ropa.

- ¡Auxilio! ¡Suélteme! –chillaba cuando sólo le quedaban el corpiño y los pantalones, mientras James tenía la camisa abierta, dejando al descubierto su prominente barriga.

- ¡Señor, se lo suplico, suéltela! –gritó Jenny aterrada.

- ¡Chilla cuanto quieras, *******a! –reía el viejo-¡Nadie te salvará de ésta!

- ¿Quieres ver? –Lara saltó de su escondite y lo derribó de una patada en la espalda.

Mientras James caía bruscamente y Jenny gritaba de asombro, Vivian respiraba agitadamente y Lara la ayudaba a ponerse de pie.

- ¿Estás bien? –preguntó.

- Sí… gracias –farfulló.

Lara desenfundó las dos pistolas y apuntó a James, que yacía en el suelo:

- Escúchame bien, viejo de m.i.e.r.d.a: vuelve a tocarla y te juro por mi extraviada madre que te vuelo la tapa de los sesos.

Por su parte, James desenfundó la espada.

- Encantado, señorita Croft –se puso lentamente de pie-William habló mucho de usted, estaba enloquecido por matarla. ¡Qué pena que ese gusto me lo daré yo! Pero veo que es usted encantadora, así que parece que me haré una linda fiesta con las dos antes de mandarlas al infierno.

- Inténtalo y desearás haber muerto –espetó Lara sin dejar de apuntar.

James no se hizo esperar: agitó la espada con tanta fuerza que lanzó rayos que hicieron saltar a las tres mujeres, que aterrizaron bruscamente en el suelo.

- Realmente no sé por qué se rehúsan –dijo James mientras Vivian ayudaba a la temerosa Jenny a levantarse-Después de todo, pasarán un momento hermoso. Usted, mi querida señorita Croft, hace tiempo que no tiene sexo, por su carácter antipático. Pero me encargaré de hacerla sonreír y darle una muerte feliz.

- ¡Hijo de p.u.t.a.! –gritó Lara-¿Qué pretendes? ¿Violarnos a las tres?

- Claro que no –replicó James-Sólo a usted y a Vivian, que son jóvenes y bonitas. De ningún modo tocaré a una vieja horrorosa como tú, Jenny.

- Pues antes de poseerme tendrás que derrotarme –Lara dio un paso adelante y le apuntó con las pistolas, mientras James sonreía diabólico.

Rutland estalló en carcajadas y lanzó rayos con la espada, destruyendo así el reloj dorado del gran vestíbulo. Jenny lanzó un grito aterrado y echó a correr hacia la calle, mientras Lara daba espectaculares saltos laterales y disparaba en dirección al perverso senador.

Mientras tanto, en el piso de arriba, William, desde la ducha, se extrañaba cada vez más de los gritos que oía.

- ¡Detrás de ti, Lara!

- ¿Esa es la voz de Vivian? –se extrañó William, al reconocer ese grito. Se preocupó terriblemente al notar que los ruidos no cesaban y que los gritos eran cada vez más fuertes y desesperados, así que se apresuró a cerrar la canilla del baño para ver qué ocurría, con el corazón en un puño.

- ¡Cuidado, Lara! –gritó Vivian desde el rincón, llena de miedo.

Pero la heroína era demasiado ágil, y logró agacharse justo a tiempo y esquivar el rayo mortal que James acababa de lanzarle. A medida que Lara disparaba se iba dando cada vez más cuenta de que las armas no producían efecto alguno sobre él.

- ¡Maldición! ¡James Rutland es un clon de Sophia Leigh! –se dijo Lara frustrada, recordando aquella emocionante y riesgosa experiencia. Pero la diferencia entre él y la magnate de cosméticos era que James era mucho más detestable y reía como un demonio mientras destrozaba la casa entera con los rayos.

Lady Croft decidió pensar con la cabeza fría y, tal como había hecho en Ghana con James hijo, apuntó a James padre en el brazo derecho. Desgraciadamente, éste se le adelantó y lanzó un rayo que la elevó en el aire y la estrelló contra el suelo, dejándola inconsciente.

- ¡NO! –gritó Vivian, al ver como caía desmayada su amiga y protectora, y como aquel loco la miraba con expresión de querer asesinarla.

- ¡Ahora vas a ser mía, Vivian, aunque tenga que matarte para lograrlo! –Y sin más se abalanzó nuevamente sobre ella.

Pero, al igual que la vez anterior, alguien le encajó una terrible patada en la espada que lo hizo caer. El primer presentimiento de Vivian fue que Lara se había levantado, pero ella seguía tumbada en el suelo. No era, Lara…

¡Era William!

Vivian pudo fijarse en que estaba todo mojado, dejando a la vista su cuerpo atlético y bronceado, excepto por la cintura, que estaba cubierta por la toalla. Ella, por su parte, no se dio cuenta de que, por culpa de James, estaba en corpiño.

- ¡Will! –gritó con los ojos iluminados.

James, que no temía a nada, se aterrorizó al ver la forma en que su hijo lo fulminaba con la mirada, de pie, mientras el político estaba tirado en el suelo.

- Vuelve a tocarla, y me olvido de que eres mi padre y te asesino con mis propias manos –espetó con odio.

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Guauuuuuuuuuuuu empieza la accionnnnnnnn :rofl: me ha gustado mucho el capitulo :P pon el siguiente que esto esta interesante Tomas ;) por fin Willian recapacito ;)

 

Pd : Que tal lo de fisica y quimica ????

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^_^ ¡Eso ha sido muy intenso!

Aunque la verdad, no me imagino cómo un viejo gordo y barrigudo puede desvestir a una mujer que patalea y se resiste y a la vez desnudarse él. ME parece que eso lo tendras que corregir, porque es físicamente imposible.

Pero todo lo demás es bastante curioso. Me gusta esa frase de Lara en la que dice... yo también puedo ser un demonio, o algo así. Es muy a su estilo.

¿Y por qué el viejo ese echa rayos? Lo que nos faltaba. A mi abuelo sólo le faltaría echar rayos para que nadie fuera a verle a su casa, tan mal genio tiene.

¡Änimo, está muy pero que muy bien!

PD. ¡Maldito censurador de tacos del foro! ¡Lo odio! ¿Tú no, Tomás?

 

Pd2_ los personajes mas odiados, perdon:

 

Core - Mark Willard

 

Crystal - Zip (el falso Zip, el ****** Zip, el Zip de las narices)

 

Relato Tomás - Eggsss... supongo que la vieja Maggie

 

Mito Artúrico - Lancelot... ¡inútil!

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No puedo decir nada porque tengo que dormir YA, pero disfruten con el desequilibrio emocional de Amanda.

 

ENTREGA 54

 

Una moto estacionó en la esquina de la Mansión Rutland, y de ella bajó Maggie radiante de felicidad, con el bello rostro bronceado por el ardiente sol de Las Bahamas y llena de bolsas de ropa que había comprado. El conductor de la moto era Bob, que le había hecho pasar las vacaciones más eróticamente desenfrenadas y divertidas de su vida.

- ¡Me he divertido como nunca contigo, muñeco! –gritó Maggie alocada.

- Yo también, mi adorada musa –Maggie le echó los brazos al cuello y le dejó los cachetes rojos por el lápiz de labios al besarlo-Y no dudes en que la repetiremos.

- Desde luego –sonrió la señora Rutland-.Un día que no haya nadie en casa, vendrás y me harás pasar otra noche mágica.

Bob arrancó la moto y se alejó.

- ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO? –exclamó Maggie al abrir la puerta y estrellarse con el espectáculo: Lara inconsciente, Vivian en corpiño y pantalones, James en el suelo y William mojado y casi desnudo parado ante él. Por no mencionar el vestíbulo en ruinas.

William miró a Maggie.

- Esto, querida madre, es la obra de tu esposo. Quizo violarlas a ambas y destruyó la sala con una espada seguramente robada.

Maggie apenas podía farfullar, pero Vivian miraba a su valiente salvador casi derretida, y Lara recobraba lentamente el conocimiento.

- William, por favor, soy tu padre –suplicó James desde el suelo.

- ¡Te hubieras acordado antes! –exclamó con furia-¡Siempre me despreciaste, todo porque no era como tú! ¡Y estoy muy orgulloso de eso, de no ser cómo tú! –señaló a Lara con el dedo-Casi me convierto en un asesino, pero gracias a Dios recapacité a tiempo.

- A tiempo para tu final, mocoso –James se puso de pie, lo empujó y blandió la espada, dispuesto a lanzar su ataque.

¡PUM!

Lara se había puesto de pie y le había propinado una patada en los órganos vitales que lo hizo caer. A continuación tomó Excalibur, radiante y orgullosa de sí misma.

Entonces Jenny irrumpió en el vestíbulo, seguida por dos policías.

- ¡Aquí está, señores! –gritó asustada, señalando a Rutland.

Y antes de que el costernado hombre pudiera defenderse, fue esposado y llevado fuera por los dos hombres. Maggie no tenía ni idea de por cuál de todos sus crímenes se lo llevaban preso, pero estaba feliz, ya que sin la presencia de su marido podía traer al fogoso Bob a casa siempre que quisiera.

- ¿Estás bien? –desesperado, William corrió hacia Vivian y la tomó entre sus brazos, abrazándola fuertemente. Lara sonreía, mientras Maggie abría la boca con asombro. Difícil era saber quién sentía más alivio, si él o ella.

- ¡Qué bueno que me salvaste! –suspiró Vivian, romántica como era-Me habría matado.

- Y yo lo hubiera liquidado a él –y siguió abrazándola.

- ¿Qué demonios es esto? –preguntó Maggie de malhumor.

- ¡Oh, cállate! –espetó William, sin dejar de abrazar a Vivian-Todo terminó –le susurró-Todo estará bien a partir de ahora, te lo juro.

Lara no dejaba de contemplarlos, y se sorprendió a sí misma al reconocer que tenía algo de envidia de Vivian, allí, abrazada por un joven alto y fuerte, mientras ella estaba ahí, sola. “¡Bah, pamplinas!”, se dijo.

Tras algunos minutos que se le hicieron eternos, William soltó a Vivian y, tímidamente, se dirigió a Lara.

- Escucha –musitó-, creo que me he portado mal contigo, te he juzgado precipitadamente.

- No hay problema –repuso con apatía-Tú has hecho eso conmigo, y yo hace poco le he disparado como una psicópata a una antigua amiga por algo relacionado con mi madre.

William lo etendió; era su forma de decir que no había rencores. Lara ya había experimentado el rencor antes de la muerte de Von Croy, y no extrañaba nada aquel sentimiento tan funesto.

El muchacho se dirigió a Vivian.

- Escucha, quédate aquí con Lara, tengo algo que hacer. Y ven a cenar conmigo esta noche, yo iré a buscarte.

Los bellos ojos de Vivian se iluminaron como diamantes.

- Pero… no tengo adónde ir, y mi madre tampoco.

- Pueden quedarse conmigo en un hotel, yo me quedaré aquí unos días –ofreció Lady Croft amablemente.

- ¿Por qué te quedas? –inquirió Vivian con curiosidad.

- Por… negocios –mintió Lara, sin atreverse a reconocer que tenía curiosidad en saber cómo le había ido a Vivian en su cita-Con permiso, tengo que irme –se fijó en Maggie, que seguía ahí plantada, estupefacta y sin saber qué hacer-Usted debe ser la señora Rutland. Encantada, soy Lara Croft –por sorpresa le plantó un beso en la mejilla, y sonrió bravucona al ver la cara de sorpresa de la mujer. A continuación, Lara se alejó de allí.

 

 

Amanda se paseaba tranquilamente por su casa de Nueva York, recordando lo feliz que había sido allí durante aquellos seis años junto a James. Sentía nostalgia de él, nostalgia de su presencia, pero le hacía bien habitar el lugar porque le recordaba a él.

- Madame –se acercó Gunderson-Acabo de hablar con Frankyll.

- ¿Y qué dijo? –inquirió con brusquedad.

- Que todos los cuerpos que utiliza para el experimento le son inútiles, que necesita una mujer joven y atractiva para el proyecto.

- Bueno, espero que salga algo mejor que el Proto Nephilim del que Clarisa me ha contado –rió Amanda con socarronería-Hay que elegir una mujer, ¿no es cierto? Pues tendré que meditar muy bien quién será.

Llamaron a la puerta.

- ¡Escóndete! –susurró Amanda a Gunderson-¡William! –exclamó alegremente al abrir la puerta. Ambos eran amigos, su relación de futuros cuñados siempre había sido buena.

- No esperaba verte aquí, Amanda. Le oí decir a mi padre que llegaste –sonrió William-.Te ves muy cambiada: luces elegante como nunca antes.

- Es que he progresado mucho –replicó satisfecha-Y tú te ves tan bien como siempre.

- Bueno, pues… yo he venido a traerte algo –tendió un cuaderno azul ante ella-Es el diario de James –dijo con pena-Tú lo amabas, y creo que ahora que se ha ido debes quedártelo.

Amanda contempló el cuaderno que tenía entre sus manos unos instantes y pareció a punto de llorar.

- Muchas gracias, William, de verdad –dijo con una sonrisa-Es muy importante para mí.

- Bueno, yo tengo prisa así que debo irme –se disculpó-Nos vemos.

- Adiós, vuelve cuando quieras.

 

 

Ya de noche, Sheila se dirigía furiosa a la casa de James. En la televisión había visto la noticia de que estaba en prisión, y que sólo pagando una cuantiosa fianza saldría libre, ya que su único cargo era atacar a Lara, Vivian y Jenny. Pero lo que realmente enfurecía a la prostituta era el hecho de que Maggie ni se había molestado con lo de su marido, así que, con la llave que James le había dado, abrió la puerta de entrada y se internó en la mansión.

Todo estaba oscuro, pero se oían los atroces gemidos de Maggie.

- ¡Sigue, Bob, sigue! ¡Por detrás! –gritaba.

- ¡Muérdeme el cuello, hembra! –gemía el negro.

Sheila subió sigilosamente las escaleras hasta llegar a la habitación de Maggie, donde ella y el negro hacían el amor revolcándose como anguilas. Con su pequeña cámara sacó tres fotos y prendió la luz.

Asustada, Maggie se frenó en seco al verla, y se cubrió los pechos con la sábana.

- ¡Qué bonito! –sonrió Sheila, burlona.

- ¡Tú! –gritó Maggie-¡Prostituta! ¡Una vez te vi con mi marido!

- Yo al menos soy joven, vieja desagradable –espetó-Dime, negro, ¿qué edad tienes?

- Veintiocho –tartamudeó Bob.

- ¡Igual que yo! –exclamó Sheila-¿Y sales con esta anciana que podría ser tu abuela?

- ¿Qué quieres? –gritó Maggie, roja de furia.

- Si no pagas inmediatamente la fianza para liberar a James, mandaré estas fotos a todos los periódicos de Nueva York –amenazó Sheila.

La elegante señora Maggie Rutland no podía creer que una vulgar prostituta tenía su imagen y su prestigio en sus manos.

 

 

- ¡NOOOOOOOOO!

Amanda se levantó bruscamente del sillón y, loca de furor, tomó la lámpara de la mesita de luz y rompió los vidrios de las ventanas, mientras gritaba como una desequilibrada.

- ¡NO, NO, NO! –gritaba, arrojando al suelo los libros de la biblioteca y destrozando sus páginas-¿Por qué, James? ¿Por qué me has engañado con esa estúpida secretaria? ¿POR QUÉ, POR QUÉ?

Alarmado, Gunderson llegó corriendo, y se horrorizó al ver toda la sala hecha añicos y a Amanda sudorosa y completamente roja.

- ¿Qué le pasa, mi Señora?

- ¿Quieres saberlo? –gritó, arrojando una silla por la ventana-¡Acabo de descubrir que mi novio me engañó con una maldita! ¡ERA EL ÚNICO EN EL QUE CREÍA! ¡Mis propios padres! ¡Lara y Anaya, mis mejores amigas! ¡Ahora James! ¡Todos me traicionan! ¿POR QUÉEEE?

- No, Madame, no diga eso –Gunderson se le acercó suavemente, titubeando-Yo siempre estaré de su lado, puede confiar en mí, nunca la traicionaré. Porque… porque yo… ¡La amo!

Y sin más la tomó bruscamente y la besó por sorpresa con toda la energía de un hombre apasionado.

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Pero bueno menudas sorpresas que ahi en este capitulo jajajaja

 

1 James por fin detenido :P :P biennnnnnnnnnnn que se joda :P

 

2 Lara chismosa ????????? jajajaj mira que querer saber como le fue a Vivian :P me gusto mucho eso de :

"-Usted debe ser la señora Rutland. Encantada, soy Lara Croft –por sorpresa le plantó un beso en la mejilla, y sonrió bravucona al ver la cara de sorpresa de la mujer. A continuación, Lara se alejó de allí." :S

 

3 Al fin Willian recapacito por fin salvara a la madre de Vivian y a Vivian :D

 

4 Sheila le saca fotos a Maggie con el negrito ejjeje lastima que dijo lo de James por que si no yo las presentaria ya mismo en los periodicos :D lo malo es que lo pongan en libertad otra vez...

 

5 Ahora Gurdenson le confiesa a Amanda que la ama y le da UN BESO :)

 

Pon el siguiente capitulo Tomas que nos dejaste a todos con la intriga :P

 

Me ha gustado mucho sigue asi :D

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Señoras y señores, estoy aquí para comunicar que la noticia de aquella infidelidad de James aumentará demasiado el gran resentimiento que ya tenía Amanda, y ahora, TODOS caerán bajo sus garras. La primera en caer será Vivian, le seguirán los habitantes de la Mansión, más tarde la familia de Konstantin, y por último y peor.... ¡Lara! ;)

 

Pero cuidado: caer no es lo mismo que morir. Existen cosas mucho peores que la muerte.

 

Por hoy, alégrense de como se cumple el sueño de Vivian, porque luego el sueño se convertirá en pesadilla :D

 

 

ENTREGA 55

 

 

Pero Amanda se apartó al instante, aturdida, y le dejó el cachete rojo de una bofetada.

- ¿Qué haces, imbécil? –exclamó histérica.

- Sólo le demostré lo que siento –se disculpó el mercenario, lleno de vergüenza.

- ¡Me parece que has cometido un grandísimo error! –chilló-¿Crees que yo podría estar con un pelado feo y asqueroso como tú, Marten? ¿Crees que me interesas en lo más mínimo? –echó a reír, burlona-Tú no eres más que un sirviente.

- Pero… -farfulló-Madame, ¡yo he hecho todo por usted! ¡Me compadecí con su historia, la rescaté de Bolivia, le revelé su verdadera identidad, le enseñé todo sobre la Cábala, le mostré el diario, hice siempre todo lo que usted me pidió!

- Es tu trabajo, después de todo –espetó Amanda con frialdad-. Además, por ayudarme yo pensaba recompensarte con la Vida Eterna en Avalón, pero por tu descaro te lo has perdido.

Gunderson permaneció en silencio unos momentos, meditando lo que su Señora acababa de decirle y sintiendo que el corazón se le hacía añicos. Después de todo se lo merecía, porque en su juventud era un asesino y un patán con las mujeres, especialmente la tal Gabriela Rodríguez. Pero él tenía todo el cariño del mundo para Amanda, desde que la había conocido en Suiza, y si bien no era el hombre perfecto, intentaría serlo cada día, por ella.

- Como usted quiera –dijo firmemente-No volverá a ocurrir.

- Me alegro, esto nunca pasó –sentenció Amanda, ya más calmada-Por el momento, me ayudarás en una venganza que tengo planeada. Se trata de una ilusa llamada Vivian Hart… -esbozó una sonrisa maligna.

 

 

William llevaba algunos minutos esperando en la entrada de aquel hotel, y a cada segundo que pasaba, sus nervios aumentaban. Llevaba el pelo negro muy prolijo y un traje del mismo color, además de perfume y un paquete de mentas frescas para el aliento.

Luego de mucho tiempo de espera, pudo ver a Vivian asomando la cabeza desde el piso de arriba, y sonrió. Lentamente y con la vista en el suelo, la muchacha descendió por las escaleras. Lucía increíblemente hermosa con aquel vestido celeste que combinaba con su largo cabello rubio.

Cuando llegó junto a William, éste permaneció mudo unos instantes.

- Estás hermosa –sonrió por fin.

- Gracias –repuso Vivian, tímidamente.

Y se alejaron de allí, tomados del brazo. William no daba más de los nervios, Vivian no daba más de la emoción.

La ciudad de Nueva York estaba iluminada durante la noche, numerosos autos transitaban, y muchas personas también. A Vivian le daba la impresión de que los transeúntes se daban vuelta para mirarla, y no podía estar más orgullosa de eso.

- ¿Adónde vamos, Will? –preguntó.

- Sorpresa –respondió con dulzura.

Finalmente se detuvo en un imponente restaurant extremadamente elegante, donde en mesas redondas con manteles blancos comían parejas engalanadas, que se giraron al verlos aparecer.

- Su mesa, señor Rutland –un mozo se acercó a ellos, señalando el sitio más cómodo del lugar.

- Muchas gracias –respondió William con educación.

En cuanto tomaron asiento, el mozo les preguntó qué deseaban comer.

- A mi me gustaría ravioles con ricota –dijo William-¿Y tú qué quieres? –preguntó cariñosamente a Vivian.

- Hamburguesa con papas fritas –sonrió. El mozo la miró asombrado antes de irse: ¿cómo iba a pedir un menú tan vulgar en una cena romántica? Pero Vivian era sencilla y estaba acostumbrada a eso, y a William le gustaba así. -¡Qué lugar tan hermoso! –suspiró mirando a su alrededor.

- Quería que combinara con tus ojos –repuso el joven sonriendo encandilado.

- Ya basta, me ruborizo –dijo bajando la mirada.

- Tú deberías estar acostumbrada a los cumplidos.

En un rincón, Vivian distinguió a tres hombres con traje, dos de ellos con un violín en la mano.

- ¿Quiénes serán esos señores?

- No tengo ni idea, princesa –mintió William.

- Will, gracias por defenderme –dijo Vivian.

- No fue nada –repuso-¿Qué creías? ¿Qué no iba a ayudarte?

- Realmente no –terció-Te conozco, y estaba segura de que actuarías así.

- Es que no puedo etender que mi padre sea tan insensible –dijo William con rabia-¿Cómo puede alguien aprovecharse de una criatura como tú?

- ¿A qué te refieres con “una criatura como yo”? –inquirió.

William la miró a los ojos.

- A que cómo puede alguien comportarse así con un ser tan hermoso, tierno, sensible, inteligente y simpático como tú.

Ella bajó la mirada, sonrojada.

- ¿Siempre eres tan romántico?

- Sólo con quien me inspira a ser así –repuso acariciándole la mano-Tengo algo para ti –del bolsillo del saco extrajo una diminuta cajita azul.

- ¿Qué es? –preguntó Vivian, esperanzada.

- Ábrelo y verás.

Vivian enmudeció: era un precioso anillo de oro que debía costar más de un millón de dólares.

- ¡Es precioso! –exclamó.

- Vivian –titubeó William, sin dejar de mirarla-Estoy enamorado de ti desde la primera vez que te vi. ¿Te casarías conmigo?

Por fin. El momento que vivían había estado esperando en casi cuatro años de conocerlo. Un cisne comenzó a danzar en su corazón, mientras un león rugía en el interior de William.

- Sí, acepto –sonrió con los ojos iluminados.

William no se hizo esperar. Se acercó lentamente a ella, y mientras le acariciaba la cara con ternura, cerró los ojos y besó suavemente sus tiernos labios. Vivian también lo acarició, viviendo ese beso muy intensamente, y comprobándose así misma que los sueños podían cumplirse si se lo deseaba.

Todo el restaurant los miraba enternecidos, mientras los hombres del rincón, al compaz del violín, comenzaron a entonar una dulce serenata en honor a Vivian.

- Era una sorpresa para ti –sonrió William antes de volver a besarla.

 

 

 

Anaya se había quedado a comer en casa de Gabriela, para hacerle compañía a su amiga. La cena en la casita era pacífica y silenciosa, Marie, su nuera y Anaya no tardaron en vaciar el plato, pero parecía que Konstantin no quería comer.

- ¿Te pasa algo, cariño? –preguntó Gabriela-Adoras mi puchero casero, y casi no has probado bocado.

- No tengo apetito –repuso cansinamente.

- Necesitas alimentarte –dijo Anaya comprensiva-El otro día me preocupé seriamente por una de las gallinas, se veía esquelética porque estaba comiendo poco.

- Pero mira el cuerpo que tiene mi nieto –sonrió Marie con orgullo-Está muy lejos de esa gallina, querida Anaya. Sin embargo es cierto, siempre comes y esta vez no.

- ¿No te gustó la comida, tesoro? –inquirió Gabriela.

- No es eso –replicó Konstantin-Me preocupa que tengamos tan pocas posibilidades de conseguir el Santo Grial.

Gabriela y Marie se quedaron pálidas, pero Anaya no comprendía.

- Hijo, ya basta de eso –aconsejó su madre-La muerte hay que asumirla, no podemos ponernos a resucitar muertos.

- Pero sabes que los necesitamos para evitar la catástrofe.

- ¿Catástrofe? –se asustó Anaya-¿De qué habla?

- Nada, nada –desestimó Marie-Es que hace un tiempo Konstantin se cruzó con una mujer y la tomó por un demonio como los que mi esposo combatía hace años.

- Un Nephilim, dirás –puntualizó el joven-Heredé la intuición de mi padre, sé cuando hay peligro, y ella está deseosa de rencor y venganza, lo presiento.

- ¡Ya basta! –exclamó Gabriela-¡Pobre mujer!

- Es cierto –protestó Konstantin-¿acaso no es un ejemplo la plaga de Méjico?

- Ese es otro asunto –terció Marie-. Además, para combatirla ya está…

- ¡Pues le ayudaré! –interrumpió Konstantin-¡Si no fuera por esa gente, ahora tendría a mi lado a mi familia entera!

- Esa gente ya murió –se compadeció Gabriela-Y aquí estamos las tres, tu mamá, tu abuela y tu tía, somos tu familia.

- Precisamente: presiento que puedo perderlas –Konstantin ya se había alterado bastante.

El tono de su voz fue tan cortante que el resto de la cena trascurrió en absoluto silencio.

 

 

Un guardia se acercó a la celda de James.

- Señor Rutland, queda libre –anunció-Han pagado su libertad.

Abrió la puerta de la celda y se retiró, y detrás de él aparecieron Maggie y Amanda.

- ¡Esposa mía! –exclamó James, emocionado-¿Tú pagaste?

- Sí –repuso-Me cruzé con Amanda en el camino, quizo venir.

- Es porque quería hablar con ustedes de algo muy importante –dijo Amanda en voz baja-¿Qué les parece que su hijo esté con Vivian Hart?

Desde luego, los tres la odiaban: James, porque ella lo había rechazado; Maggie, porque su marido se había fijado en ella; y Amanda, porque su novio la había engañado con ella. Tanto Maggie como Amanda depositaban su bronca en ella cuando deberían hacerlo en los dos James Rutland.

- La detesto –dijo Maggie, furiosa.

- Yo más –afirmó el senador con furia.

- Merece un castigo terrible –terció Amanda-Entre los tres podremos hacerlo.

- ¿Tú te ocuparás de ella? –inquirió Maggie.

- Claro que no: William y Lara Croft lo harán.

- ¿Qué? –dijeron Maggie y James al unísono, sin comprender.

- Tengo poderes –anunció Amanda con una sonrisa perversa-Parpadeen, por favor.

Maggie y James parpadearon, y al abrir los ojos, ya no estaba Amanda sino William.

- ¿QUÉ? –gritaron.

- Soy yo –rió Amanda-Parpadeen una vez más.

Así lo hicieron.

- ¿LARA CROFT?

- ¡Jajajaja! –rió Amanda, o más bien, Lara-Una más.

Parpadearon, y Amanda volvió a su lugar.

- Increíble –musitó Maggie, muda del asombro.

- En verdad tienes poderes, Amanda –susurró James sin poderlo creer.

- ¡Pobre Vivian! –rió la rubia-¡Pasar sus últimos momentos de vida viendo como su amiga y protectora y su príncipe salvador la traicionan!

- ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! –Amanda, Maggie y James lanzaron una carcajada.

Publicado

Sinceramente me sorprendió no ver a nadie. No hay rencores, pero para hoy tenía lista una bonificación, será mañana. Teóricamente mañana iba a corresponder una gran sorpresa para disfrute adicional de la señorita Ana María, pero eso tendrá que esperar hasta el domingo, y el sábado la bonificación (si es que veo a alguien). Una pena, pero si he podido contenerme y no adelantar nada hasta ahora, bien podré aguntar 48 horas más.

 

Pregunta del día: ¡La peor! ¿Amanda o Clarisa?

 

Besos a todos.

Publicado

No sé cuál es la peor, las dos son unas pendejas de mucho cuidado.

Tomás, sabes que si yo no aparezco estoy justificada... han sido fiestas patronales en mi ciudad y además mi señor padre sigue de vacaciones, lo que significa que acapara todo mi ordenador. Posibilidad casi nula de conectarme.

Bueno, he leído dos entregas seguidas, veamos...

 

1.- ¡Lara de chismosa! Estoy tan anodadada como Escorpio. Dudo que a la señorita Croft, que se metió a exploradora porque estaba hasta las narices de los culebrones de la vida aristocrática, le interese cómo empieza o acaba una simple cita, o incluso le tenga envidia a alguien por pescar un novio... ¡Tomás, siempre te arrepentirás de haber matado a Kurtis!

 

2.- Yo creo que la señora Rutland hace bien en darse el gusto. Si tuviera un marido tan asqueroso como ella... y encima pones que el amante es un negro. Espero que no sea por racismo, sino por eso que dice que los negros... me callo. :P

 

3.- El recurso de la fotografía está muy empleado en las altas esferas yanquis. Me ha venido a la cabeza el lío del pobre Clinton con la Lewinsky.

 

Y bueno, esto es todo por hoy... mil perdones por haber tardado, ¡y espero esa sorpresa!

Publicado

Ana, debo decir que una de tus observaciones (no puedo decir cuál) fue errónea. ¡No hay que precipitarse al juzgar, menos cuando se está intentando dar una sorpresa!

 

Lo breve de hoy se debe a 2 cosas: hoy cumplió años mi papá, y debo calentar el gran momento para la sorpresa y bonificación de mañana.

 

Pregunta del día: elegir el final perfecto para Clarisa y Charlotte. Lo tengo pensado desde el principio y sorprenderá, pero igual quiero conocer la opinión de la gente.

 

ENTREGA 56

 

 

Clarisa estaba en la cocina de la Mansión Croft, sirviendo agua mineral en un vaso de vidrio. Luego, con el mayor sigilo posible y asegurándose de que nadie la veía, echó una extraña pastilla roja en el líquido que se disolvió en su interior. Desde la ventana podía ver a Tom y a Greta acaramelados en el jardín, y tal visión no le gustó en absoluto.

Al cabo de pocos minutos, la adorable nieta de Winston apareció en la cocina junto a ella.

- ¿Qué haces, Clarisa? –inquirió con simpatía.

- Preparo agua para tu abuelo –repuso con tranquilidad.

- Ah, bueno –Greta se dispuso a irse.

- ¡Espera! –dijo Clarisa. La niña se detuvo y la miró con curiosidad.

- ¿Qué pasa?

- ¿Puedo decirte algo en confianza?

- Claro –asintió sonriendo, y se acercó a la mucama.

- Tom no es el chico indicado para ti –afirmó Clarisa en un susurro.

- ¿Por qué? –se extrañó Greta.

- No es confiable, no es buena compañía. Lo intuyo, aléjate de él –aconsejó, rogando que su plan resultara.

- ¡Deja de ver fantasmas! –exclamó Greta-Tom me ama, y yo también. Sé que tratas de cuidarme porque eres mi amiga, pero ahora tengo a él para que me cuide. –La saludó con un beso cariñoso y se alejó, mientras Clarisa resoplaba, fastidiada por su fracaso.

La morena subió con el vaso de agua (y la pastilla dentro) hasta la habitación de Winston.

- Aquí tiene, señor –anunció sonriente-: Aguita fresca.

- No, gracias –tosió el mayordomo desde la cama-Ya tomé, y me hizo daño.

- ¡Tonterías! –desestimó Clarisa cariñosamente-Se lo juro por mi madre a la que adoro, le hará bien.

Winston decidió confiar en ella y bebió el vaso entero.

- Así me gusta –sonrió ella, acariciándole la frente-¡Qué ganas tengo de volverlo a ver fuerte y sano!

- Por favor –rió-No tengo veinte años.

Un rato más tarde, ya sola en su habitación, ella se puso a contemplar una vieja fotografía que llevaba en el bolsillo del delantal, donde ella y su hermana gemela se abrazaban sonrientes. Clarisa solía llevar el pelo lacio, y Carolina, rizado.

- ¡Oh, hermanita! –suspiró, acariciando la imagen de su gemela muerta-¿Por qué tuve que matarte? ¡No me dejaste otra alternativa! ¡Pobrecita! –Derramó algunas lágrimas, que se enjugó rápidamente. –No voy a llorar, no voy a llorar –se dijo con firmeza.

Se abrió la puerta de golpe y entró Alister.

- ¿Y eso? –inquirió al ver el retrato-¿Clarisa, acaso tienes una hermana gemela?

La mucama se había quedado de piedra.

- Sí, tenía: Carolina –suspiró-¡Fue terrible! ¡Murió en un accidente de auto! ¡Yo la adoraba! –comenzó a sollozar.

- Bu… bueno, tranquila –la apaciguó Alister sin saber qué decir.

“¡Qué ingenuo!”, se dijo ella con alivio.

- ¡Oh, por Dios! –exclamó Alister, pálido como si hubiera visto un fantasma.

Desde la ventana, bien podía ver un viejo barrigón caminando por la calle.

- ¿Quién es? –inquirió Clarisa.

- Es… es… ¡Layard, el criptógrafo! –gritó, a punto de desmayarse-¡Pero… yo lo vi morir! ¡Lara lo enterró en Israel! ¿QUÉ PASA AQUÍ?

Publicado

Perdon por no venir pero tenia algunos problemillas con el foro pero ya lo solucione jeje

 

Entrega 55

 

Que romantico :D por fin Vivian y Willian se casaran aunque con lo que has dicho de la venganza de Amanda nose...

 

La verdad que Kontantin no se equivoca puede perder a su familia :S

 

Maldita Maggie :@ por que tuvo que liberar a ESE y encima saben que Amanda tiene poderes...

 

Entrega 56

 

Menudas sorpresas que nos diste aqui :eek:

 

Clarisa TRISTE POR QUE MATO A SU HERMANA ???????????? o_O

 

Layard VIVO ??????????????? o_O Pero que... ?????

 

Y Clarisa siempre con sus planes malvado aunqu eme sosprendio eso de llorar por su hermana :S

 

1 pregunta

 

Las 2 son iguales aunque no se me parece por Amanda...

 

2 preguntas

 

Que Charlotte venge a su otra hija matando a Clarisa 8D

 

O si no lo de siempre Charlotte perdona a Clarisa Clarisa se hace buena y las 2 tan felices de nuevo :naughty:

Publicado

¿El final perfecto para Clarisa? Que le abran la cabeza de un hachazo. Quien a hierro mata, a hierro muere, y tanto más si se empeña en envenenar a un pobre mayordomo que no daña a nadie.

Publicado

¡Señoras y señores, hoy LA SORPRESA 8D !

 

Debo decir, como luego van a comprobar, que soy un mentiroso, dije una mentira desde la primera entrega. Me costó mucho sostenerla y no tentarme a decirla, pero no debo estropear la primera de todas las sorpresas. Sólo espero que el capítulo no gire todo en torno a eso sino que también se fijen en otras cosas, porque sino no me sirve 8D . La única diferencia es que la sorpresa iba a esperar para más adelante, pero no puedo más así que la daré ahora, así que NO ADMITO CRÍTICAS DE ANA HOY :P (es broma). Sólo acepto insultos por lo de Vivian, pero nada más.

 

ENTREGA 57

 

 

 

Mientras tanto, en la ciudad japonesa de Tokio, Shogo Takamoto daba una reunión instructora a sus hombres, los Yakuzas, en su territorio secreto, cerca de las dependencias de Toru Nishimura.

- Caballeros, luego de muchos estudios e investigaciones –inició- he descubierto la localización del tan preciado Talismán Fuego: Méjico, las Ruinas Aztecas –un murmullo alborotado de interés se extendió entre los japoneses-Si bien, por culpa de la señorita Croft, no he podido sumar a mi colección de artefactos ingleses el fragmento de la espada artúrica, el Talismán será un objeto mucho más valioso para mi colección. ¿Qué dicen? –bramó-¿Están conmigo?

- ¡Sí! –gritaron eufóricos los Yakuzas.

- Excelente –aprobó Takamoto-Prepárense todos: nos vamos a Méjico.

 

 

William despertó de muy buen humor a la mañana siguiente, sintiendo la brisa cálida en sus pulmones. La noche con Vivian había sido fantástica, luego de ir a comer la había llevado al teatro Carnegie Hall, donde habían pasado una velada completamente romántica. Y ahora, estaba listo para salir con ella al parque, tal como habían acordado.

Ni bien se levantó bebió del vaso de agua fría que había en su mesita de luz, y no pudo hacer nada más: se quedó dormido al instante.

Maggie y James lo espiaban desde la puerta.

- Excelente tu idea del somnífero, querida –felicitó James.

- Lo aprendí de ti, querido –sonrió Maggie, complacida-Ahora sólo queda esperar que Amanda haga su parte.

 

 

Lara y Annie tomaban un desayuno al más puro estilo americano en aquel hotel.

- Estoy tan feliz por mi hija –decía Annie-Al fin William Rutland ha hecho méritos para merecerla.

- Ha tenido mucha suerte –corroboró Lara.

- Suerte ha tenido en encontrarla a usted como amiga, señorita Croft –sonrió Annie-Había oído hablar de su grandeza pero no conocía su bondad. –añadió mientras Lara bebía de su café.

Annie, por su parte, bebió otro sorbo, y las dos se quedaron dormidas sobre la mesa. ¡Si tan sólo le hubieran visto la cara al mozo que les había servido!

- Misión cumplida –Gunderson estaba muy satisfecho consigo mismo-Lady Croft está fuera del medio, y seguramente el señor Rutland también.

 

 

El nuevo día fue recibido con una sonrisa radiante por parte de Vivian, a quien tanta felicidad la sumergía en un indescriptible torbellino de amor. Se había hecho justicia al fin: James entre rejas y William confesándole su amor. Era todo demasiado hermoso para que fuera realidad, ya que las cosas con las que soñaba desde muy niña se estaban cumpliendo, y muy pronto se casaría con su único amor y tendría maravillosos hijos, pensaba Vivian, soñadora como siempre

A los transeúntes les llamaba la atención la cara de dicha de la chica mientras se encaminaba hacia la Mansión Rutland, lista para salir al parque con William, igual de arreglada y acicalada que el día anterior y con el corazón latiéndole fuertemente.

- ¡Hola, mi amor! –exclamó echándole los brazos al cuello a William cuando le abrió la puerta.

- Hola –replicó con extraña indiferencia-Pasa, por favor.

- ¿Por qué, príncipe? –se extrañó mientras entraba.

William cerró la puerta tras ella. Se miraron fijamente unos segundos, la mirada de Vivian era alegre y curiosa, pero la de William, fría y estática.

De pronto el muchacho se echó a reír, pero no era su encantadora risa habitual sino una carcajada potente que no le quedaba nada bien.

- ¿Qué ocurre? –inquirió Vivian, comenzando a asustarse.

- ¡Qué eres una estúpida! –exclamó William sin dejar de reír-¡Te he tenido engañada todo este tiempo! ¿De verdad crees que me fijaría en una pu.ti.ta infeliz como tú? ¡Claro que no! ¡El amor de mi vida es Lara! ¡Recién en la cama ha llorado de risa cuando le conté tu carita de tontita anoche en el teatro!

Vivian lo oyó pero no lo creyó. William le hablaba como si ella fuera repugnante para él, y además, ¿él y Lara, amantes? No, no, era absurdo…

- ¿Es una broma? –preguntó asustada-Porque es de muy mal gusto.

- ¡Por supuesto que no es broma! –gritó William con crueldad-¿Quieres una prueba? ¡Aquí tienes!

Porpinó un tremendo puñetazo en la nariz de la frágil muchacha, haciéndola caer al suelo y estrellarse contra un retrato del vestíbulo, que se le cayó encima. Mientras William reía diabólico, Vivian se horrorizó al percibir que le había salido sangre de la boca. Ella era una pobre chica indefensa y dulce, de baja estatura y constitución delicada, y William, hombre alto y fortachón, acababa de golpearla cruelmente.

- ¿QUÉ HACES? –gritó, con los ojos llenos de lágrimas.

- Lo que te mereces, patética cosa –Y sin dejar de reír, aprovechándose de que ella estaba tirada en el suelo, se arrojó encima suyo y comenzó a freírla a golpes.

Sin dejar de chillar y de sangrar y sin poder hacer nada para defenderse, Vivian sintió dolores demasiado superiores al físico: era atacada a puñetazos y patadas brutales por el ser al que más amaba en todo el universo, quién horas antes la acariciaba suavemente y le susurraba tiernas palabras románticas.

Desde el piso de arriba, Maggie y James contemplaban regocijantes la terrible golpiza.

- ¡Se lo merece esa mosca muerta! –exclamó Maggie con triunfo.

- Amanda se está portando de maravillas, no tardará en matarla –corroboró James esbozando una perversa sonrisa.

 

 

- ¡Marie! ¡Konstantin no está!

La anciana se despertó bruscamente ante el grito de su nuera, y fue a su encuentro en la cocina de la casita.

- ¡Dejó una carta! –exclamó Gabriela, tendiendo una hoja ante su suegra-¡Dice que no aguanta más la aguanta y se va a Méjico a ayudar!

- Bueno, tranquilízate –aconsejó Marie-No le pasará nada, su padre estará cuidándolo. Además es un muchacho fuerte que está creciendo, no olvides de quién es hijo. Estará bien –aseguró antes de que Gabriela se desesperara.

 

 

William se despertó bruscamente y comenzó a vestirse al comprobar que se había quedado dormido. Salió huyendo en desbandada hacia el parque, rogando que Vivian no se hubiera ido.

En efecto, no se había ido, ni se iría de allí nunca jamás.

Ella estaba repleta de sangre, cortes y lastimaduras, arrojada en el suelo como un trapo sucio y viejo. Todo el universo se detuvo para William en el instante en el que halló a su amada así, y se acercó corriendo hacia ella.

- ¡Vivian! ¡Vivian, mi amor! ¿Qué tienes? –exclamó, con la voz quebrada por el susto. Pero al tocarla, supo de inmedfiato que su corazón no palpitaba, y que estaba muerta. Muerta. Completamente muerta y sin vida.-¡NOOOOO! –Lanzó un grito salvaje, tomando el cadáver de su amada en brazos, mientras un trueno infernal partía el cielo y comenzaba a llover a cántaros.

 

 

William le sostuvo la mano a Vivian durante todo el trayecto hacia el cementerio, mientras Annie lloraba a gritos de furia por la pérdida de su hija y Lara sufría en silencio por la mala suerte de su nueva amiga.

Una lluvia torrencial se había desatado a pleno mientras terminaba de caer la tierra sobre el ataúd de Vivian Hart, mientras Annie, arrojada en el suelo y abrazada por Lara, lloraba sin cesar, y William no se atrevía a dirigir una sola mirada a la tumba.

- ¡Juro –gritó- que encontraré al crápula que la mató y…

- ¡No! –gritó Lara, sollozando-Venganza otra vez no, volverás a llenarte de odio, yo también lo experimenté y quedé muy mal con eso.

- Tienes razón –dijo William con voz firme.

- Sabes que Vivian era mi amiga, y pese a todo lo que ha pasado entre nosotros, puedes contar conmigo como amiga –dijo Lady Croft con absoluta franqueza.

- Gracias –repuso William, y siguió llorando sobre la tumba.

Lara sabía que quizá, después de todo, William no merecía su perdón, pero jamás había perdonado a Werner mientras vivió, y Amanda no la perdonaba a ella. Sentía rabia por la muerte de un ser tan puro e inocente como Vivian, pero sabía que lo mejor era tener el corazón en paz.

 

 

Denzel Frankyll era un perverso científico cabalístico a las órdenes de Amanda, el cual necesitaba un cuerpo esbelto, joven y femenino para sus experimentos, y su Señora le había prometido entregárselo.

Se abrió la puerta de su consultorio y entró Lara Croft, con expresión perversa y llevando a rastras a la magullada y golpeada Vivian.

- ¿Qué tal, Madame? –la reconoció Frankyll, ya advertido del plan.

- Aquí está la chica que te prometí –Lara empujó a Vivian al suelo-Y ya sabes, nada de comida, y baños de agua helada para mantenerla fresca.

Algo dopada, Vivian podía oírlo todo, y sentía un dolor insoportable en su corazón al ser descaradamente traicionada por dos seres tan importantes para ella.

- No se preocupe, Señora –dijo Frankyll-La trataré como la pordiosera que es.

Lara se fue, cerrando de un portazo, y al instante recuperó la figura de Amanda.

Todos los Nephilim, y algunos Lux Veritatis también, tenían el poder de crear cadáveres falsos, cosa que ella había hecho con Vivian para hacerla desaparecer.

- ¡JAJAJAJAJAJAJA! ¡No creí que fuera tan fácil! ¡Ahora es tu turno, querido Winston!

Descendió hasta el Sótano.

- ¿Cómo siguen mis polluelos? –dijo con voz cantarina ante las miradas de sus presas: Putai, el Padre Dunstan, Milca, Jairo, y ahora Jean Yves.

- ¡Señora, tenga piedad! –suplicó Milca ante el llanto de Jairo-¡Mi hijo lleva dos días sin comer!

- No te preocupes, gordita –repuso Amanda con una sonrisa siniestra-Muy pronto todos ustedes serán enviados a un lugar donde nadie necesita ni comer ni dormir. ¿Tú, sacerdote, no crees en el Más Allá?

- Claro que sí –repuso fríamente el Padre Dunstan-Y también creo que la Justicia siempre triunfa y la Maldad es castigada.

- En eso coincidimos –dijo la malvada-Yo, después de todo, estoy haciendo justicia contra la traidora que me dejó ahogándome en Paraíso. Ese día fue horrible, yo estaba desesperada. Mi decepción fue tremenda al salir y no hallar a nadie, todos se habían ido y nadie intentó encontrarme. Pero ver a Lara sufrir y morir de rodillas ante mí será un espectáculo tan divertido que dormiré con una sonrisa en el rostro para siempre. Mi causa no era mala, sólo quería viajar a Avalón, y ahora que sé quién soy realmente, lo lograré, con sólo una diferencia: ¡me reuniré con mi verdadera familia!

- Tu familia son los demonios, bguja –espetó Jean.

- Y la tuya, las cucarachas.

Al instante, horribles cucarachas surcaban el rostro de Jean, que comenzó a gritar aterrado mientras los otros prisioneros miraban estupefactos y Amanda estallaba en carcajadas satánicas.

 

 

Charles Kane, el arqueólogo, se encontraba en su departamento de Méjico, en su escritorio, repasando sus apuntes sobre las Ruinas Aztecas.

Estaba sólo y se respiraba un aire de total quietud, razón por la cual se sorprendió al oír un rugido dentro del armario marrón de la sala.

Al principio decidió ignorar el rugido, pero cuando se produjo otro, y luego otro más, el antiguo profesor de Lara comenzo a asustarse.

Súbitamente, del armario salió una horrible criatura, negra, peluda y de enorme boca y filosos dientes: un demonio necrófago, sin duda, de aquellos que asotaban el lugar. Charles había oído hablar en Méjico de que las criaturas estaban invadiendo y que asotaban los hogares, pero, como hombre de ciencias, lo consideraba pura superstición. Hasta aquel momento.

Antes de que pudiera hacer nada, el demonio se arrojó sobre él y le arrancó el estómago de un atroz mordisco.

Mientras Charles profiría un alarido de dolor, dos hombres a los que él no les podía ver la cara irrumpieron en el lugar. Uno de ellos comenzó a librar una cruda batalla con el demonio, utilizando como arma una daga filosa y plateada de mango curvo, y el otro, se inclinó sobre el arqueólogo.

- No temas –susurró con cariño. Era la voz de un muchacho. Éste lo tocó con ambas manos, trasmitiéndole una extraña energía, que lo hizo sanarse completamente al instante.

Charles pudo oír un rugido de derrota al incorporarse, y vio al demonio muerto y destrozado, ensuciando el suelo de sangre, y a un hombre joven y moreno de pie, muy parecido al muchacho, empuñando la daga.

- ¿Estás bien? –inquirió el hombre.

- Sí... gracias –musitó Charles.

Le tendieron la mano.

- Yo me llamo Konstantin- se presentó el muchacho.

- Y yo Kurtis –dijo el hombre joven.

 

 

- ¡Papá! ¿Puedes oírme?

Konstantin corría como alma que lleva el diablo por el Strahov, hasta que una visión lo horrorizó: su padre estaba completamente destrozado junto a una enorme libélula muerta. Kurtis tenía un horrible corte en la espalda. Angustiado, el muchacho se inclinó sobre él.

- ¡Aún respiras! –exclamó-¡Lo arreglaré!

Se inclinó y tocó su herida con ambas manos, trasmitiéndole su energía de Lux Veritatis. La herida de Boaz se cerró al instante y el hombre se despertó, sano y salvo.

- ¡Hijo! –se sorprendió al reconocerlo-¿Qué haces aquí?

- Salvo tu vida –repuso-Pero conviene que crean que has muerto, así te dejarán en paz.

Con una floritura en el aire creó un cadáver de mentira, el de Kurtis, que lo contempló, admirado y orgulloso de los poderes de su hijo.

- Ahora vamos –apremió Konstantin, y padre e hijo echaron a correr.

En el camino, Konstantin había encontrado el Frgamento del Orbe que poseía Karel, pero ambos dejaron olvidado un objeto en el Strahov: el Chirugai.

 

 

No se ilusionen demasiado con el tema romántico: ¡Kurtis ya está casado con otra y tiene un hijo :P !

Publicado

:P :P 8D 8D

 

 

 

Tomas.... este es tu relato ????

 

 

Pero bueno me cago en la **** de Amanda y en Gurdenson y en Maggie y ese perro de James :@

como se le ocurre de hacer todo eso a los amigos de Lara :P

 

Kurtis vivo al menos una buena noticia jejeje pero eres un Mentirosooooooooooooo o_O o_O

 

Ppon la proxima entrega aunque en este capitulo te pasaste un poco con la violencia

 

Pobre Vivian ojala supiera quien es Willian y Lara... y encima al pobre Charles le arrancan el estomago xd

 

Salu2 y pon la proxima entrega

 

Pd: estuvo bien el flashback de Kurtis :P

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