Jump to content

TOMB RAIDER 8: DESCUBRIENDO AVALÓN


Tomás

Publicaciones recomendadas

¡Ay, Tomás, no me eches tanto cumplido que me pones colorada! Sabes que no hace falta que me adules apra que esté aquí de cuerpo presente, animando a mis iguales (nada de maestros y aprendices, que no soy una Jedi XD )

Bueno pues... ha sido muy interesante ver a Anaya, ingeniero en puertos y caminos, metida a salvar una vaca. SIn duda es una lección que muchos deberían aprender, pues sin duda alguna las vacas son animales que contribuyen poderosamente al sustento y al desarrollo de la sociedad en países del Tercer Mundo. ¡Imaginaos si en la India decidieran por fin comerse a sus vacas! ¡Habría la mitad de hambre!

Vale, me estoy rayando. Pasemos a otra cosa. :eins:

Creo que me he liado con Konstantin... Konstantin... ¿padre de Kurtis o hijo de Kurtis? ¿Y Marie... abuela de Konstantin, porque es hijo de Kurt...?? :eins:

¡¡Ah diablos!! :fufu: ¡Suerte con tu examen! :D

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Me gustó sinceramente lo que dijiste, Escorpio, con respecto a Anaya como amiga de Konstantin y su familia.

 

Bueno, en esta entrega es el turno de las lágrimas y en la próxima también. Disfruten.

 

ENTREGA 49

 

 

Ese día hubo un sol alucinante, y en la aldea se celebraba una fiesta al aire libre; blancos, negros y mulatos cantaban, bailaban y tocaban el tambor, pero el centro de atención era sin duda Gabriela, la más bella entre todas las bailarinas. La mulata seducía con su sonrisa simpática, sus graciosos y ágiles pasos, su pollera celeste y su musculosa naranja. Era casi una niña, una tierna criatura de diecisiete años, y aún así llamaba más la atención que cualquier bailarina experta de veinte años o más. Y, como no, el que se sentía más orgulloso era su padre, el mulato Andrés, un hombre viejo que veía la belleza de su difunta esposa plasmada en su joven hija.

Pero el encantador ambiente se tensionó al instante con la aparición de una docena de hombres armados con rifles y francotiradores, miembros de la Legión Extranjera, que al mando del joven y despiadado Gunderson (tenía cabello castaño en esa época), lanzaron su grito de guerra y se mezclaron entre el pueblo.

Los humildes aldeanos, felices en su pobreza, nunca habían visto hombres como ésos, y los instantes que dedicaron a admirar sus extraños uniformes les costaron la vida, ya que cuando Gunderson dio la orden, los legionarios acribillaron a tiros a hombres y niños y tomaron prisioneras a las doncellas de entre trece y veinticinco años, con intensión de hacer lo habitual: violarlas hasta el cansancio y luego matarlas. Gabriela, demasiado conmocionada por la repentina aparición de los individuos, gritaba horrorizada al ver como sus vecinos y amigos sucubían asesinados.

El viejo Andrés, por su parte, buscaba a su hija entre la multitud para llevársela cuanto antes, sin percibir que el comandante de cabello castaño estaba detrás suyo.

- ¡Muere, maldito viejo! –Gunderson rió con morbosidad mientras lo liquidaba pegándole tiros en la espalda.

- ¡PAPÁ! –gritó entonces Gabriela, y se abrió paso entre la multitud que huía o caía herida, hasta llegar al cuerpo sin vida de su padre.

Se echó al suelo a llorar y tomó la cabeza de Andrés entre sus manos, olvidando en su dolor todo lo que ocurría a su alrededor.

Gritó de asombro cuando dos legionarios la capturaron por la espalda, y se puso a chillar y a forcejear para ser liberada, pero no consiguió absolutamente nada. Podía ver a los otros llevándose a las otras doncellas, y al resto, disparando, persiguiendo a los aldeanos y destruyendo el lugar.

Justo entonces, Gabriela se fijó en uno de ellos, un muchacho casi de su edad adolescente, de potente espalda, ojos azules y cabello oscuro, también armado y con uniforme, que contemplaba tristemente la masacre y, a diferencia de los demás, no disparaba ni atacaba a nadie. Fue amor a primera vista para Gabriela, que olvidó por un minuto la situación en la que se hallaba, y sólo deseó saber su nombre, el nombre del joven. Éste era conocido como el Cazador de Demonios, pero su nombre real era Kurtis Trent.

 

 

Horas después, Gabriela deseaba con todo su corazón despertar de la pesadilla: encontrarse en su cálida cama, con su afable padre trayéndole el desayuno, y oyendo las risas de sus amigos del pueblo, en lugar de estar ahí, en el cuartel general que la Legión había sentado en Perú, viendo a las otras chicas siendo brutalmente violadas, y posteriormente, asesinadas.

Gunderson aguardaba de pie, expectante, con Kurtis silencioso y parado a su izquierda, contemplando como dos matones traían a la joven Gabriela, que ya tenía los brazos magullados a causa de la fuerza con la que los hombres de Gunderson la sujetaban.

- Aquí está la que buscaba, señor –dijeron con desprecio arrojándola a sus pies. Pero la mirada de Gabriela no era suplicante, sino desafiante.

- Quiero establecer una regla, y el que quiera conservar la vida tendrá que obedecerla: esta mujer es mi concubina, mi esclava, mi prisionera, no quiero que nadie la toque más que yo. ¿Está claro? –ordenó.

- Por supuesto, señor –dijeron los salvajes como autómatas.

La lujuria se había despertado en el hombre castaño y adulto, lujuria por una muchachita que podría ser su hija. Había experimentado aquello desde que, horas antes, la había visto bailar en el pueblo, y no iba a dormir en paz hasta satisfacerlo. Así era él, un mercenario brutal que violaba mujeres y asesinaba hombres y criaturas.

Mientras tanto, Kurtis y Gabriela intercambiaron una mirada. Se miraron fijamente, él pudo ver la pena en los ojos de la mulata, y ella, la compasión y la honradez en los del legionario. Gabriela sabía que no era como los demás, que podía confiar en él, que por él había valido la pena todo su sufrimiento ese día. ¿Cómo lo supo? Simplemente mirándolo.

 

 

Al poco rato, Gabriela estaba recluída en una habitación oscura y tétrica, convenciéndose cada vez más que lo que le acontecía era la pura realidad, que no se lo imaginaba. En menos de un día la habitual tranquilidad que llevaba su vida en Paraíso se había roto, y estaba lejos de casa, cada segundo era un constante peligro, y sentía frío, hambre y tristeza.

La puerta del calabozo se abrió, y aquel muchacho entró, llevando un plato de pescado para ella.

- Toma –tendió cariñosamente-Me mandaron a darte comida.

Si cualquier otro la hubiera traído, la mulata hubiera rechazado el plato de inmediato, pero no lo hizo, y se sirvió sin temor.

- Muchas gracias –pero al comenzar a comer, ya no pudo contenerse y se echó a llorar.

- ¿Qué te ocurre? –inquirió, compasivo.

- ¿Y lo preguntas? –lloraba Gabriela-Ustedes han destruido mi pueblo, mis amigos, mi hogar…

- De haber sido por mí, esto nunca hubiera pasado –terció él-Presencio las crueles acciones de Gunderson sin hacer nada, es la única forma de mantenerme a salvo.

- ¿Eso crees? –espetó la bella mulata-Entonces es que no tienes el valor para enfrentarlo.

El legionario pensó que quizás ella tenía razón; durante toda su joven vida había convivido con porquerías como la de aquel día, y ya lo tomaba como algo cotidiano. No se sentía capaz, él solo, de enfrentar al poderoso Gunderson, pero ahora que veía a Gabriela, hermosa y llorando, pensó que quizá si tenía fuerzas para un acto semejante.

- ¿Cómo te llamas? –inquirió de todos modos.

- Gabriela –murmuró, ya más calmada-Gabriela Rodríguez. ¿Y tú?

- Dime Kurtis –respondió.

Un matón hizo su entrada, y si se sorprendió de ver a Gabriela comiendo en el suelo y a Kurtis arrodillado a su lado, no hizo ningún comentario.

- El comandante reclama tu presencia, mulata –espetó a Gabriela duramente.

 

 

Los siguientes fueron los peores días de la vida de Gabriela, quién perdió su pura virginidad junto a Gunderson, que cada día estaba cada vez más obsesionado con ella. Lo sorprendía su impropia docilidad, era la única que no había intentado abofetearlo. Y es que ella, por algún motivo extraño, se sentía tranquila. Desgraciada, pero tranquila. Cada noche se imaginaba que quien estaba en la cama era el joven Kurtis y no aquel adulto aprovechador.

Pasaron dos penosas semanas de infortunio para ella, rodeada de aquellos hombres crueles y sanguinarios, cuando todo cambió una noche. Gabriela estaba duchándose, por orden de Gunderson, quien ya la esperaba para cenar. Y Kurtis, el encargado de llevarle la comida todos los días, la contemplaba, viendo como sus manos frotaban su cuerpo enjabonado, y deseando ser esas manos. Quería tocarla, abrazarla, acariciarla, liberarla de su tormento.

De súbito, Gabriela se vio junto a Kurtis, que se había metido de trepo en la ducha.

- ¿Qué haces aquí? –exclamó la mulata-¡Vete!

- Tú no quieres que me vaya –susurró-Y yo tampoco quiero.

Eran adolescentes después de todo, casi niños y casi adultos, y la pasión era demasiada como para resistirse.

 

 

 

- Entonces me tomó en sus brazos, y yo conocí el amor allí mismo –narraba Gabriela con minuciosidad-Éramos demasiado chicos, Konstantin, apenas dos años mayores que tú.

- Ahora que dices eso, no puedo creer que el pueblo luzca tan hermoso –comentó Anaya-Yo en esa época no estaba allí, sino en la Universidad, pero no pude creerlo cuando vi todo destruído. ¡Y mira cómo hemos salido adelante!

- Querida nuera, tú no eres nada frágil, si sobreviviste a ese infierno –sonrió Marie.

- Fue con la ayuda de él –repuso Gabriela.

- ¿Por qué? ¿Qué pasó después? –preguntó Konstantin con curiosidad, deseando que su madre continuara con el relato. Gabriela siempre fue sencilla, su vida en general había sido buena y feliz, pero aquella era su gran historia, la historia que ella eligió contar y recordar.

Fue por eso que prosiguió:

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Uf, esta entrega no me ha gustado demasiado. Primero, porque es totalmente irreal que un soldado a las órdenes de un superior desobedezca por la cara las órdenes de ataque y se quede mirando sin hacer nada. Esa insubordinación se castiga con faltas muy graves en el ejército.

Segundo, porque Gunderson nunca estuvo en la Legión. Era el jefe de los mercenarios de la Cábala, pero no pintaba anda en la Legión.

Y tercero pues... ¡Para qué decirlo! No veo a Kurtis cepillándose a la concubina de su superior. Es otra incongruencia.

Espero que no te moleste mi sinceridad, pero realmetne no me ha gustado el cariz que ha tomado el asunto. Además, se parece notablemente al capítulo en que la Legión asalta el poblado de Radha... no sé, no me acaba de chocar, aunque sigue tan biene scrito como siempre.

(Tampoco me imagino a una mujer contando a la madre del tío que se ha tirado cómo se lo tiró) :lol:

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

quien es tan idiota para no dejar la cuenta del banco en la caja fuerte, jeje.

muy bueno, aunque me molesta la formalidad de konstantin, me hubiera gustado mas que lo hubieras mostrado mas.....como decirlo....pendex.

 

todo lo demas bien, pero como no sabe gabrela que el hijo puede ser de gunderson y no de kurtis?

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

¡Luciano, me hiciste reir con lo de Konstantin 8D ! Pero acerca de las claves de las cuentas Croft, no fue Lara quien abrió la caja, fue alguien más... :P

 

Sinceramente, Ana, supuse que no iba a gustarte mucho, pero no lo pensé por esas razones, sino por ver a Kurtis con otra mujer que no sea Lara. Pido disculpas por el resto de mis fallos, pero lo de Kurtis no fue error, después de todo, él de jovencito tenía otras características, todo el mundo cambia con los años, aquí narramos lo que ocurrió hace 15 años atrás. Y no molestó para nada tu sinceridad, no siempre puede gustarnos todo, yo prometo que siempre que lea algo que no me guste lo diré.

 

Bueno, hoy estoy emocionado porque cumplo 50 entregas (la mitad de la vida de una persona) así que dejo bonificación extra. Sé que a Escorpio le encanta lo gordo y a Ana no tanto, pero me siento en el deber de hacerlo, y anticipo antes de leer que aquí hay una escena que tenía planeada hace mucho tiempo, que quizá algunos la esperaban y otros no, y que Lara, una vez más, probará la excelente persona que se esconde tras el sarcasmo y la belleza.

 

Sobra decir que se esmeren porque 50 no es cualquier número, y además de todo, dejo la pregunta del día.

 

¿Quién creen que es el personaje más sufrido y por qué?

 

1)Lara Croft

2)William Rutland

3)Vivian Hart

4)Los niños de la Mansión Croft

5)Charlotte y los otros padres de la Asociación

 

ENTREGA 50

 

- Kurtis y yo nos veíamos a escondidas todos los días. Estábamos tan enamorados que no teníamos miedo a nada, a nada. Hasta que un día descubrí que estaba embarazada, y mi corazón me dijo que era de él, no del bestia de Gunderson. Fui a buscarlo para decírselo…

 

Kurtis y Gabriela, como de costumbre, se encontraron en la oscura habitación en la que Gabriela solía ser encerrada. Hacía muchas horas que no se veían, ya se extrañaban demasiado, así que ni bien Kurtis la vio acercándose se abalanzó sobre sus labios.

- Te extrañé este día –le dijo.

- Estos días son insoportables, Kurtis, no sé qué haría sin ti –suspiró abrazándolo-He perdido mi casa, mi padre…

- Yo también perdí a mi padre –dijo Kurtis con tristeza.

- ¿Murió?

- No, está vivo, Gaby, pero es como si nada, lo vi muy pocas veces en la vida. Realmente me gustaría estar más tiempo con él. –repuso tristemente.

- ¿Cómo se llama?

- Konstantin.

- Lindo nombre –opinó Gabriela-¿Te digo algo? El día que nos casemos y tengamos un bebé, lo llamaré así. –Era su introducción para decirle posteriormente que iba a ser madre.

Pero Kurtis no la dejó hablar, y se acercó suavemente a ella, comenzando a besarla.

Se detuvo estático cuando uno de sus compañeros los sorprendió con las manos en la maza.

- ¿QUÉ HACES? –vociferó.

Gabriela, temerosa, se acurrucó en el pecho de Kurtis.

- ¡Eres un maldito! –gritó el legionario, abalanzándose sobre Kurtis para embestirlo. Tomó su cuello con sus terribles manazas, dispuesto a ahorcarlo, y como era mucho mayor que él, poco podía hacer el muchacho para evitarlo.

Por un milagro del cielo había en el suelo una botella de vidrio vacía; Gabriela la tomó sin dudarlo y con ella le rompió la cabeza al hombre, que cayó desmayado al instante.

- ¿Qué has hecho? –dijo Kurtis, estupefacto.

- Te salvé la vida –repuso Gabriela, sonriendo.

- Los demás llegarán atraidos por el escándalo, ¡debes irte de aquí!

Si hubiera estado sola, la mulata jamás se hubiera ido sin él, pero tratándose de su bebé, sabía que tenía que huir sin pérdida de tiempo.

Kurtis la tomó de la mano y echó a correr a través de los pasillos del cuartel, hasta llegar a la puerta de entrada.

- Tengo un duplicado de la llave, como todos aquí. ¡Vámonos!

- ¡No tan rápido! –gritó una voz a sus a sus espaldas, y Gabriela casi moría del susto a reconocer a Gunderson.-¿Con que escapando con mi concubina? ¡Ya verás!

Le propinó un golpe tan fuerte que le hizo caer al suelo y, ante el horror de Gabriela, perder el sentido.

Gunderson lanzó una carcajada demoníaca.

- ¡Ahora es tu turno, maldita mulata!

Furioso, la tomó por el cuello y, como hizo el otro hombre con Kurtis, se dispuso a ahorcarla.

Pero ella estaba preparada, Kurtis le había enseñado el truco. Tanteó con las manos en los bolsillos de Gunderson hasta que logró arrebatarle un cuchillo de plata, que hundió profundamente en su espalda.

Desangrando y profiriendo alaridos, Gunderson se desplomó en el suelo, y Gabriela, al oír acercarse a los otros hombres, recogió con rapidez la llave del suelo, abrió la puerta y echó a correr.

 

- Con mucho gusto lo hubiera ayudado, pero con eso te arriesgaba a ti, pequeño –sonrió Gabriela, acariciando el rostro de Konstantin-Logré escapar con vida y te crié con todo mi amor. Como sabes, no supe nada de tu padre hasta hace tres años, cuando, muerto su padre, vino aquí de casualidad, te conoció, supe que Gunderson no sólo se había salvado sino que le perdonó la vida por buen soldado, y nos casamos.

- Has sido muy fuerte para vivir sin él tanto tiempo –repuso su hijo con ternura.

- Las fuerzas me las dabas tú, Konstantin, has hecho mi vida cada vez más feliz ha medida que crecías. ¡Ya es una cosa tan natural para mí verte salvar una vida!

- Te quiero mucho, mamá, y siempre estaré de tu lado –Madre e hijo se abrazaron emocionados, y Anaya y Marie se enternecieron tanto que se unieron a ellos.

 

 

Lara, Zip, Alister, Clarisa, Greta, Bianca y Peter acababan de cenar la ensalada que Tom había preparado.

- Exquisito como siempre –felicitó Lara-Nada más para ir a la cama. Mañana me espera un día muy atareado.

- ¿Por qué, Lara? –inquirió Alister-¿Adónde irás?

- A Méjico, las Ruinas Aztecas, a recuperar el Talismán Fuego.

- ¿Sabes qué? –saltó Zip-Leí en el periódico que Alex West está de viaje en Colombia. Tal vez puedas aprovechar su ausencia para ir hasta su casa a arrebatarle Excalibur y recuperarla.

- ¡Buena idea! –exclamó Lady Croft-Hace años, cuando éramos novios, me dio un duplicado de la llave de su casa en Nueva York. ¡Qué inteligente, Zip, me sorprendes! Antes de explorar Méjico, recuperaré la espada aprovechando su ausencia.

- Bueno, Tom y yo nos vamos –anunció Greta ruborizada, poniéndose de pie.

- Muy cierto, mi amor –el muchacho la tomó de la cintura por atrás y le besó el cuello-Esta es la hora de los mimitos, ¿o no? –decía cariñoso mientras Clarisa les echaba una mirada profundamente envenenada.

- ¡Adolescentes! –suspiró Alister cuando Tom y Greta se perdieron de vista-Lara, ¿nunca has pensado en tener novio?

Lara lo miró como si se hubiera tragado un limón.

- ¿Casarme con un Ken y tener churumbeles como Roxie y Kelly? ¡No, gracias! –se rehusó con su típica ironía.

 

 

William finalmente estaba donde quería estar: junto a las propiedades Croft, preparado para entrar en la Mansión y liquidar a Lara de un tiro. La acorralaría, no le daría oportunidad de escabullirse, y le daría muerte de una vez y para siempre.

Pero justo entonces, las palabras de Vivian retumbaron en su cabeza: “¡No la mates! ¡No eres un monstruo como tu padre! ¡No eres un asesino!”

Se sintió más estúpido que nunca: él estaba allí, pretendiendo destruir a una mujer, enfermándose de odio, mientras Vivian pasaba hambre y diversas penurias. ¿Qué hacía él allí, en Surrey? ¿Por qué no estaba ayudándola, como se supone que hace un enamorado protector? ¿Qué sería más fuerte? ¿Su odio por Lara o su amor por Vivian?

Tal vez, si se quedaba allí la perdería para siempre, así que tomó una decisión: viajar a Nueva York a buscarla.

 

Era la primera noche de Charlotte en la comisaría, y no podía ser peor para la pobre mujer: sola, muerta de hambre, muerta de frío, y muerta de nostalgia por su hija. Una vez más extrajo de su bolsillo el adorable dibujito que había hecho Clarisa de pequeña, y se puso a contemplarlo nuevamente. Todavía podía oír su vocecita infantil diciendo cariñosamente “Mami, te quiero mucho”. Gracias al dibujo recordaba lo que su hija había sido alguna vez, pero de su cabeza no desaparecía la imagen de la Clarisa perversa en la que se había convertido, la que había delatado y engañado a Werner Von Croy, causando que Karel lo matara…

 

Charlotte y Carolina no tenían dudas de que la buena suerte las estaba acompañando, ya que nadie del Strahov las había descubierto. Y allí estaban ahora, ocultas dentro del armario gris del Sanatorio, viendo a un horrible híbrido zoomorfo encerrado en una jaula, y a Kristina Boaz, sentada cerca de él en su escritorio, leyendo unos complicados papeles de cuyo contenido Charlotte y la gemela buena no sabían nada.

Un empleado hizo su entrada, llevando una escoba y una pala.

- Buenos días, doctora Boaz –saludó con respeto-Vine a hacer la limpieza de siempre.

- No hay problema, Howard –concedió Boaz con amabilidad.

En ese momento apareció Clarisa, la gemela mala, y Carolina tuvo que taparle la boca a su madre para que no gritara de asombro.

- Hola, Kristina –saludó a su amiga-¿Qué estás haciendo?

- Repasando los componentes que utilizé para crear al Proto Nephilim –repuso Boaz, mirando al híbrido.-No creo que el resultado coincida con lo que tenía planeado en un principio.

- Yo creo que el resultado es excelente –contradijo Clarisa con una sonrisa cruel-Es un experimento perfecto –Dedicó una sonrisa de aprobación al Proto, y éste rugió, en señal de haberla entendido.

- ¡Clarisa le habla a la bestia! –chilló Charlotte en un susurro.

- ¡Cállate o nos oirán! –advirtió Carolina-Esa científica loca y mi hermana no tendrán piedad de nosotras.

- Y dime, Kristina, ¿este encanto obedece órdenes? –inquirió Clarisa, maquiavélica.

- Pues… -balbuceó la científica-no lo sé.

- Hagamos la prueba –decidió Clarisa, y antes de que Boaz pudiera impedírselo, tomó el control remoto que había en la mesa y pulsó el enorme botón rojo del mismo.

La jaula se abrió al instante, y el Proto salió, emitiendo un rugido de triunfo. Kristina chilló de espanto, pero Clarisa lanzó una carcajada siniestra. Howard, por su parte, temblaba de pies a cabeza.

Clarisa señaló con el dedo al empleado.

- ¡Mátalo! –ordenó.

Antes de que el pobre hombre pudiera hacer nada, la bestia se abalanzó sobre él y lo arrojó al suelo. De un fuerte mordisco le arrancó el estómago, dejando al descubierto sus tripas y sus entrañas, y ahora le arrancaba, muy lentamente, la cabeza a mordiscones. Howard lanzaba potentes alaridos de dolor como nunca antes, mientras Kristina, Charlotte y Carolina contemplaban la escena muertas de miedo, y Clarisa lanzaba escalofriantes carcajadas, disfrutando con el dolor ajeno.

Segundos después, el lugar apestaba a sangre, y de Howard sólo quedaban sus órganos humanos como resto, lo demás lo había devorado y masticado el Proto Nephilim.

Charlotte lloraba sin mirar, mientras su protectora hija la abrazaba, sin poder creer que su hermana gemela se hubiera trasformado en semejante monstruo inhumano.

De cualquier modo, el ruido atrajo a Muller, Eckhart y Karel. El botánico, el Alquimista Oscuro y el Ángel Caído no salieron de su asombro al encontrar el lugar así, en aquellas condiciones.

- ¿Qué es esto? –bramó Eckhart.

- Maestro, ¡fue Clarisa! –gritó Kristina, aterrada y señalándola- ¡Ella liberó al Proto y le ordenó comerse a Howard!

- Al Proto Nephilim no puedes darle órdenes, Boaz –espetó fríamente Karel-A menos que seas de su misma especie. Que se comiera a Howard es pura casualidad.

- ¿Entonces por qué no nos hace nada? –preguntó la científica, desconcertada.

“¡Tranquilízate!”, le había susurrado Karel al Proto en lengua Nephilim. Pero Boaz, Muller y Clarisa no comprendían la repentina docilidad del bicho, ya que todos, excepto Marten Gunderson, creían que Karel no era más que el protegido de Eckhart, al que consideraban el líder.

Todos menos Karel y Eckhart contemplaron asombrados cuando el Proto, con docilidad, se regresó a la jaula, y Kristina no tuvo reparos en oprimir nuevamente el botón rojo del control para cerrarla.

- Boaz, has creado una abominación –sentenció el Alquimista-Debes destruirlo inmediatamente.

- Sí, sí, señor –repuso Boaz, aún perturbada.

- Nunca vi nada igual –comentó Muller con horror y admiración-¿Qué era lo que pretendías crear tú, Boaz?

- Una belleza de Nephilim, igual que los antiguos –repuso Kristina-Pero los experimentos que realizo son muy complicados, hay gran probabilidad de fallos.

- Ya no habrá más fallos –terció Eckhart-Tu queridísimo híbrido será destruido, y la Alta Raza renacerá en cuanto lleguemos a Avalón. Cuando eso pase, todos serán recompensados con el don de la Vida Eterna, puedo asegurarlo. Y ahora, déjennos a solas con McClaggen, por favor.

- Sí, señor –Boaz y Muller abandonaron la apestosa sala.

- ¿Sabes una cosa? Realmente tú te llevas bien con las criaturas de Boaz –sonrió Eckhart.

- Tal vez sea porque ella es su creadora, y es mi amiga, Maestro –sonrió la perversa espía.

- O tal vez tú les simpatizas –terció Karel.

- ¿Y eso es bueno o malo? –inquirió Clarisa.

- Es excelente –repuso el Alquimista Oscuro-De hecho, tú eres excelente, McClaggen, una de los mejores miembros de nuestra causa. Y dime, ¿qué has averiguado sobre Von Croy?

- Le he seguido la pista –informó Clarisa-Él no sospecha quién es su querida mucama en realidad. Pero me temo que ya está comenzando a sospechar.

- ¿A sospechar? –inquirió ceñudo el Ángel Caído.

- Sí, ha ido a visitar a ese traficante… Vasiley. Me da mala espina, Maestro Eckhart, quizá él haya descubierto algo sobre nosotros. Pero descuiden: si es así, lo mataré yo misma.

- Claro que no –terció Eckhart-Lo haré yo.

- O en su defecto, yo –sonrió Karel con crueldad.

Desde el armario, Charlotte y Carolina no podían creerlo; el tal Von Croy corría peligro, y el mundo entero también. ¿Y quién era una de las causantes de todo eso? ¡Clarisa! ¡Su Clarisa! Aquella mujer siniestra y despiadada que gozaba de cómo destripaban al pobre hombre, aquella mujer que la propia Charlotte había engendrado.

 

 

Charlotte acarició el dibujito, procurando no pensar en los crueles asesinatos que le había presenciado cometer a Clarisa, cuando entonces un policía se le acercó.

- Señora McClaggen, está en libertad –anunció.

Ella se incorporó de golpe, icrédula.

- ¿Soy libre? ¿Completamente libre? –balbuceó-Pero… ¿cómo?

- Una persona vino y pagó su fianza –terció el policía.

- ¿Quién? –inquirió Charlotte desesperada-¿Quién pagó mi libertad?

 

 

 

 

La hermosa Lara, vestida con el mismo atuendo ocasional que había llevado en París, se encaminaba hacia el departamento de Alex West para recuperar la espada del Rey Arturo, cuando, a lo lejos, en la caller, vio arrodillada a una mendiga, cubierta con una capucha negra y pidiendo limosna.

- Una monedita, por favor –pidió humildemente la mendiga.

Lady Croft se asombró al oirle la voz: era de una chica, no de una vieja como esperaba. Más se sorprendió al ver su rostro, el rostro inocente de una doncella hermosísima de largo cabello rubio rizado.

- ¿Tú eres Lara Croft? –inquirió la mendiga, poniéndose de pie.

- Así es. ¿Y tú quién eres?

- Vivian Hart –respondió tranquila como siempre. De pronto, recordó-Oiga, ¡usted mató al hermano de William Rutland!

- ¿Y tú cómo sabes eso? –inquirió Lara.

- Porque yo, señorita Croft, era la secretaria de su padre, el senador James Rutland –explicó.

- ¿Eras?

- ¡Así es! –exclamó Vivian-Él era un patético cretino, igual que su hijo muerto. Él siempre se burlaba de mí, y el padre me despidió cuando me negué a ser su amante.

- ¡No me digas! –exclamó Lara, escandalizada.

- No conforme, asesinó a mi padre e incriminó a su propia amante, que ahora está presa. Y Maggie, su esposa, mandó destruir el edificio en el que yo vivía. ¡Hace casi una semana que no como y paso frío, señorita Croft! ¡Yo estoy muy enamorada de William, pero él le cree más a su apestosa familia que a mí!

Nuevamente, la frágil jovencita quebró y se puso a llorar. Lara, compasiva y enternecida por su triste historia, la abrazó tiernamente. Vivian sólo había conocido a Lara por la televisión, la había visto un par de veces, y siempre intuyó que era buena persona. Sólo sintió que podía confiar en ella, que su amado William estaba equivocado con respecto a ella.

- Tranquila, Vivian –la consoló Lara, secando sus lágrimas-Saldrás de ésta, serás feliz, pero para eso tendrás que enfrentar a James Rutland.

- ¿Qué? ¡No, no, señorita! ¡Ese viejo es un demonio! –se escandalizó la rubia.

- A ti no te pasará nada, porque yo estaré contigo –aseguró Lady Croft con fervor-Has encontrado en mí a una protectora, y estoy segura de que seremos muy buenas amigas.

Allí estaban juntas ellas dos, Lara y Vivian, dos mujeres de la misma edad pero muy diferentes. Las dos bellísimas, las dos de buen corazón; pero Lara era aristócrata, Vivian era pobre; Lara era sarcástica y de carácter fuerte, Vivian era sensible y sumisa; Lara no creía en el amor para siempre, Vivian estaba profundamente enamorada; Lara veía las cosas con la cabeza, Vivian las veía con el corazón; Lara ocultaba sus sentimientos, Vivian los mostraba plenamente; Lara era exitosa, Vivian no.

Sin embargo, se habían hecho amigas, y entre las dos lograrían hacerle frente al malvado James Rutland.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

A mí me parece que la que más sufre es Vivian, por su naturaleza frágil y dulce, pero... no sé, Tomás, quizá como autor, tengas otra opinion al respecto.

Lo cierto es que yo también soy de las que piensan que Kurtis sólo era para Lara, pero temía que te burlaras de mí (es un poco infantil el planteamineto, ¿no? yo misma asumo que ambos han tenido sus experiencias antes) pero bueno... :P Por otra parte me parece que he sido algo dura con la crítica y quizá no me he expresado bastante bien. Espero que no me lo tengas en cuenta ya que sigo pensando que este relato tiene el listón alto.

Y bueno, sigue adelante, ya tengo curiosidad por ver cómo sigue el asunto...

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Jo Tomas me encanta que pongas entregas asi ;) me ha gustado sobretodo los flashbsck y las nuevas amigas jeje POR FIN VAN A ENFRENTAR A JAMES :D aunque que opinara Willian de todo esto ????

 

Pobre Charlotte tiene que sufrir mucho por su hija pero quien sera el que ha pagado la fianza???

 

A la pregunta dudo entre Vivian y Charlotte por que las 2 sufren mucho pero me quedo con Vivian por que ella ha pasado mucho peor que Charlotte y encima mira como la tratan :wink: solo Lara la ha sabido tratar decentemente :jump4:

 

Salu2 y pon la proxima que etsa muy interesante esto :abrazos:

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Ana, la visión del autor casi siempre es distinta a la del lector, y es la del lector la que me interesa :rofl: ; Escorpio, se sorprenderá cuando sepas quién pagó la fianza :P

 

El día de hoy está dedicado a las Brujas, JEJEJE :wink:

 

ENTREGA 51

 

 

Jenny, desde la cocina, oía claramente los aullidos del viejo asqueroso de James y de Sheila, la prostituta cara, desde el yacussi.

- ¡Oh, James, eres perfecto! –gimió Sheila, bañada en espuma-¡Eres apuesto, millonario, y haces el amor de modo maravilloso!

- Tú también –repuso James-Tú sí que eres una hembra, no como la estúpida de Maggie. ¡En Las Bahamas con una amiga, mientras yo estoy aquí contigo!

Cubiertos de espuma, el político y la mujer de alquiler se echaron a reír, cuando Jenny comenzó a golpear la puerta.

- ¿Qué quieres? –gritó el viejo, furioso.

- Señor, la señorita Amanda Evert vino de visita –contestó Jenny, temerosa.

A regañadientes, Rutland tuvo que salir a vestirse, y le ordenó a Sheila que permaneciera oculta en el baño.

- ¡James! –gritó Amanda, feliz al verlo acercarse.

- ¡Hija mía! –El senador la abrazó, muy feliz de ver a su casi nuera- ¿Qué te trae por aquí?

- Vine a visitar la tumba de mi novio –repuso tristemente-Pero no podía irme sin verte.

- ¿Entonces ya te irás?

- Claro que no, este lugar es muy bonito, me quedaré unos días.

Sin dejar de observar lo elegante que estaba Amanda, James la hizo pasar a tomar café, y sin que la rubia lo supiera, echó a Sheila bruscamente de allí. Después de todo, Amanda era casi como su hija, la futura esposa de su hijo predilecto, y le encantaba hablar con ella.

- ¿Y quién es esta? –preguntó Amanda con asco, mirando a la mucama.

- Es Jenny, la sirvienta nueva –repuso el viejo, mirándola lacónicamente.

- ¿No deberías estar en un asilo de ancianos? –espetó Amanda a la pobre mujer.

Jenny, como siempre, optó por ignorar el comentario.

- ¿Qué cuentas de nuevo, Amanda?

- Pues, nada, James. Mi viaje a Avalón fue estropeado por esa ridícula payasa de Lara Croft.

- ¿Has dicho Lara Croft? ¡El tontito de William no deja de intentar matarla! –exclamó James-No sé qué tienes todos contra esa mujer.

- Lo sabrás cuando la conozcas –repuso Amanda con amargura-Lo peor de todo es que ella era mi mejor amiga y me traicionó. ¡Yo confiaba ciegamente en esa desgraciada!

- Si es por eso, yo tenía confianza ciega en Vivian, mi secretaria. Estaba seguro de que accedería a acostarse conmigo.

A Amanda no la asombró nada oírlo hablar así, ya que, junto con Jenny, sabía todo sobre la familia Rutland.

- ¿Esa tonta que no sabe hacer nada? –inquirió.

- Es tonta pero es lindísima. ¡Y se negó! ¡Le ofrecí todo y se negó! –exclamó frustrado-¡Ninguna mujer me rechazó nunca en la vida desde que era niño! ¡Detesto a esa niñita orgullosa, la detesto!

- Bueno, es evidente que ambos odiamos a una mujer, yo a Lara Croft y tú a esa tontita llorona. ¿Y si trabajamos juntos? –propuso Amanda con un destello de malicia en los ojos.

- Sabía que podía contar contigo –sonrió James-¿Dónde puedo encontrarte?

- Estoy instalada en la casa en la que antes vivía con James. Llámame.

Ambos se despidieron afectuosamente, pero antes de partir, Amanda susurró:

- ¿Sabes qué, James? Tú eres el padre que yo nunca tuve.

 

 

Uno de los jardineros de Lara cortaba tranquilamente el césped del jardín, sin percibir que Clarisa se le acercaba sigilosamente por detrás. Ella tomó el hacha que había a un costado del hombre y se la hundió profundamente en la cabeza.

El jardinero chillaba y emanaba sangre del cráneo, mientras Clarisa le trituraba la cabeza una y otra vez.

Finalmente le cortó la cabeza, y su cuerpo sin vida cayó al suelo, manchando de sangre el precioso césped.

Pero Clarisa ya estaba preparada para eso. Llevaba un bidón de kerosene, con el que roció el cadáver y la cabeza del jardinero, y, a continuación, prendió un fósforo y lo arrojó.

Silenciosamente y sin el menor remordimiento, Clarisa contemplaba como su víctima se convertía lentamente en cenizas, que ella luego arrojaría en el drenaje.

 

 

Sonó el celular de Amanda en cuanto ella estaba instalada en su hogar junto a Gunderson. Por el identificador supo quién era: su espía.

- ¿Has hecho lo que te pedí?

- Por supuesto, mi Señora –repuso-Ahora mismo intentaré envenenarlo otra vez al viejo Winston.

- Espera, tengo una idea mejor –interrumpió Amanda-Deposita pequeñas dosis de arsénico en su comida, le causarán una muerte lenta. Y en cuanto a los niños, me los traerás con vida en cuanto Lara Croft recupere todos los Talismanes. Yo me encargaré del resto. ¡Nuevamente te felicito! ¡Nadie sospecha de ti!

- Absolutamente nadie. Adiós, mi Señora.

 

 

Alguien llamaba a la puerta de la Asociación de Padres y Madres. Julia Boaz se apresuró a abrir, seguida por Mark Muller, sólo para estrellarse con Clarisa en la puerta, mirándolos con expresión franca y bondadosa.

- ¡Oh, eres tú, hija mía! –exclamó Julia aliviada, y la abrazó-Creí que era un extraño.

- No sabes lo aliviado que me siento de contar contigo –suspiró Mark.

- Y hacen muy bien –sonrió Clarisa-Los ayudaré, no teman. Saben que pueden confiar en mí.

- ¡Claro! –saltó Julia-¡Jamás se nos ocurriría dudar de ti!

La hija de Charlotte no dejaba de probar cuán gran actriz era, ya que tenía a todos engañados, excepto a su Señora.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No sé ni lo que es "el resplandor" :rofl: , y temo que esta vez te equivocaste: el asesinato del jardinero tendrá mucho que ver, y Clarisa está perfectamente bien de la cabeza, más de lo que muchos creen :hello: Te felicito por haber sido la única en entrar, pero, ¿yo te largo unas cuantas interpretaciones en El Cetro de Lilith y recibo 3 renglones a cambio :lol: ? ¡Por favor, Ana, :wub: !

 

Hoy hago una pregunta que tenía curiosidad en hacer. En esta encuesta Lara no cuenta.

 

Elijan 4 personajes de sus preferidos, a saber:

1)Uno de Core

2)Uno de Crystal

3)Uno mío

4)Uno del Mito Artúrico

 

Espero que ésto no los deje indiferentes, ya que los secretos de los Rutland comienzan a salir a la luz :abrazos:

 

ENTREGA 52

 

 

- Antes de ir a darle una visita a ese cerdo –informó Lara a Vivian-, iremos al hogar de un tal Alex West, a recuperar algo que me pertenece.

- Es increíble la manera en la que te abres paso por la vida, Lara –comentó la rubia, fascinada-. Me encantaría ser como tú.

- No es todo tan perfecto –replicó Lady Croft mordazmente, mientras avanzaban por la calle-, estoy llena de enemigos. Tus desgracias comenzaron recién cuando el viejo te despidió del trabajo, antes tu vida era tranquila, Vivian. Yo, en cambio, jamás estoy del todo tranquila, pero me gusta así, me gusta la adrenalina –sonrió.

- ¿Sabes, Lara? –dijo Vivian alegre-Eres una mujer genial, pero no por las razones que creen los reporteros de televisión, sino por tus sentimientos.

- ¡Ya basta de eso! –rió Lara con sarcasmo-Me pones colorada.

Entretanto, William las observaba asombrado: ¿Lara y Vivian juntas, por la calle? ¿Las dos? ¿Su peor enemiga y su mayor amor? ¿La mujer más malvada que conocía junto a la más tierna de ellas?

- Vivian, ¿qué haces con esta cualquiera? –espetó, acercándose hacia ellas.

La castaña y la rubia giraron sobre sus talones.

- Escúchame bien, moreno musculoso de tercera clase –comenzó Lara, ya perdiendo la paciencia con él.

- Déjame a mí –pidió Vivian, interrumpiéndola-Oye, William, no hables así de Lara, ella no es lo que crees.

- Él tampoco es lo que tú crees –espetó Lara mirándolo fríamente-¿Sabes lo que hizo este señorito? Asesinó al profesor Franz Eddinton, de Inglaterra, y pretende arrebatarme unos artefactos mágicos.

- ¿De qué hablas? –inquirió Vivian, sin comprender.

- ¡Deja de culparme por algo que no hice! –estalló William-Si he estado detrás de ti es sólo porque tú asesinaste a sangre fría a mi hermano James.

- Entonces se nota que no conocías bien a tu hermanito –dijo Lady Croft con frialdad-No tienes ni la menor idea de cómo era.

- Eso es lo que yo digo –coincidió Vivian.

William no respondió nada; no era la primera vez que le hacían ese planteo.

- Miren… déjenlo así, estoy muy confundido ahora. Pero seguiremos hablando –advirtió mirándolas.

Y se alejó.

 

 

- Me pregunto cuánto me darán por esta espada –se dijo James tomando a Excalibur entre sus manos. Pero al agitarla, algo mágico ocurrió: de ella brotaron destellos verdes que destruyeron la estantería de libros de la sala-¿Qué es esto? –exclamó maravillado-Siguió agitándola, y contempló estupefacto cómo toda la sala era destruida por sus rayos-¡Es una espada mágica! ¡Con ella en mi poder puedo ser invencible! ¡Puedo gobernar el mundo! ¡Someter a todos bajo mi dominio! ¡Ya Maggie no vendrá a pedirme dinero, la venceré ni bien lo intente! ¡Los gobernaré a todos, seré más poderoso que el mismísimo Bush! ¡JAJAJAJAJA!

Se apresuró a ocultar la espada cuando vio acercarse a William.

- Hola, papá –saludó con aire casual-He vuelto.

- Con que escapándote de casa, ¿eh? –espetó furioso.

- Mira, no soy un adolescente, soy un adulto cortó con indiferencia-Déjame en paz.

William nunca creyó que acabaría haciendo aquello, pero allí estaba, en la habitación de su hermano, leyendo su diario íntimo, preguntándose si las palabras de su enemiga y su amada eran ciertas.

 

Amanda está muy emocionada con el tema de Avalón, y lo cierto es que ya tengo curiosidad al respecto. Haré todo para complacerla, reuniré mi mejor equipo de mercenarios y recuperaremos los fragmentos de Excalibur. Mi hermosa princesa descubrirá la Tierra de las Hadas y los Dragones, y se convertirá en la brillante antropóloga que siempre deseó ser.

 

William no encontró nada raro en eso, así que siguió leyendo:

 

El viaje se ha complicado, ya que no sabemos dónde se encuentra la Llave de Ghalali. Por fortuna, Amanda conoce a un científico llamado Eddinton que aparentemente conoce su ubicación. Por petición suya, tuve que “persuadirlo”, amenazarlo con matar a su familia si no cumplía, y el truco funcionó: el viejo se aterrorizó de miedo, y nos dijo que la Llave estaba en Ghana. Me pregunto qué hubiera hecho Will en mi lugar: aunque es mayor que yo es un idiota. Papá y mamá tienen razón, él al lado mío no vale nada.

 

- ¿Qué significa esto? –se dijo William, estupefacto.

 

 

Hoy fue un día bochornoso para mí: he besado por la fuerza a Vivian, la secretaria de mi padre. No es más que una llorona que no sabe defenderse y una niña tonta, pero tiene el mejor culo que he visto, y por sólo una tentación no estoy traicionando a mi Amanda, ¿cierto? Pero la estúpida respondió con una bofetada y dijo qué renunciaría si no fuera porque necesita el trabajo. ¡Si soy un macho irresistible! ¡Pero claro, ya sé que la tontita muere de amor por el imbécil de mi hermano!

 

El horror se apoderó de William: ¿qué clase de monstruo era James, que hasta había intentado abusar de Vivian?

 

Finalmente, Amanda y yo llegamos a Bolivia y recuperamos el primer fragmento de la espada. Me sorprendí al encontrarme con Lara Croft, una antigua amiga de mi novia, a la que ella odia, aunque personalmente opino que le tiene envidia. Amanda intuyó que Lara buscaba la pieza ya que está relacionada con la muerte de su madre, años atrás. Fue muy divertido molestarla con la espada y lanzarle la indirecta de que Amanda no murió, como ella creía. La marimacho casi cae del puente que mandé destruir, y ahora, gracias a mí, está completamente desconcertada.

 

 

Me llevé una gran decepción en Perú: en lugar de otra pieza, había una copia ceremonial, aparentemente la auténtica está en Japón. Pero igualmente el viaje fue muy divertido, mandé a mis mercenarios a atacar a Lara y a su amiguita, la negra Anaya. Reconozco que hacer sufrir a Lara me divierte, no sólo porque Amanda no la soporta, sino porque es una tonta. Todos creen que es una condenada mercenaria, una máquina de matar, pero cuando nos conocimos en Bolivia me di cuenta de que es tan sensible como la llorona de Vivian (aún me duele la bofetada que me dio).

 

 

Me encuentro en Ghana buscando la llave de Ghalali, mientras Amanda la busca en la mansión de Lara. ¡Un sustillo para los patéticos amigos que viven con ella no viene mal! La llave no estaba en Ghana, así que calculo que está en la casa. Estuve estudiando el fragmento de Bolivia y descubrí que la espada tiene poderes, con la pieza soy invencible. Me encontré con Lara, y luego de provocarla un poquito más y ver cómo enfurecía, la ataqué con mis poderes. Pero la cerdita me venció con sus armas, y me quitó el fragmento. Al menos la dejé preocupada al advertirle que Amanda estaba en su casa.

 

 

Ya intenté matar a Lara en múltiples ocasiones con mi equipo de hombres, y fracasé. Por eso decidí que le tenderíamos una trampa: esta noche, la esperaremos en Bolivia. Ella debe tener Excalibur forjada nuevamente, se la quitaremos y la mataremos.

 

 

Esas eran las últimas palabras del diario. William lo cerró bruscamente, y descubrió que estaba empapado en sudor. ¡Ahora entendía todo! ¡Su hermano menor era igual o peor de lo que le habían dicho todos! ¡Se había dedicado a hacer sufrir a Lara constantemente, y había estado a punto de abusar de Vivian! ¡Y él, William, había estado haciendo todo mal desde el principio! Si Lara lo mató en Bolivia, fue en defensa de su vida, vida que él había intentado destruir constantemente.

Decidió ir a bañarse: el agua caliente lo relajaría y lo ayudaría a pensar, y a meditar el hallazgo que acababa de hacer: descubrir que su difunto hermano era un monstruo.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No sé ni lo que es "el resplandor" 8D , y temo que esta vez te equivocaste: el asesinato del jardinero tendrá mucho que ver, y Clarisa está perfectamente bien de la cabeza, más de lo que muchos creen ;) Te felicito por haber sido la única en entrar, pero, ¿yo te largo unas cuantas interpretaciones en El Cetro de Lilith y recibo 3 renglones a cambio :@ ? ¡Por favor, Ana, :D !
Si no he dicho nada más, es porque no tenía que decir nada más. No sólo comento algo cuando hace falta, sino que mis comentarios tampoco deben ser largos y que no estén diciendo nada.

Por cierto, El Resplandor es una de las mejores novelas de Stephen King y tambien una de los clásicos de terror más impactantes. Si mal no recuerdo, el protagonista acababa loco y manejando un hacha a ese estilo.

 

Personajes preferidos, sin contar a Lara:

 

1) El de Core, Kurtis Trent.

2) El de Crystal, Amanda, aunque está a añoz luz de cualquiera de Core.

3) Mmmm... la verdad es que hay tantos que seguro que no me acuerdo de todos... pero Vivian me cayó bien desde el primer momento.

 

Respecto a este capítulo...bueno, no sé, yo creo que unas simples anotaciones en el diario no deben bastar para cambiar tan radicalmente una opinión. William es un poco inestable en ese sentido. Cogió el carro y la mula contra Lara demasiado deprisa, sin ton ni son, y ahora se le desinfla el argumento demasiado bruscamente... ¡Es un pobre de espíritu!

4) Morgana LeFay, sin duda alguna. En la serie Las BRumas de Avalón era mi personaje favorito.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Lamentablemente estoy a contrarreloj (prueba de Física y Química mañana) y no tengo tiempo para publicar, pero prometo doble ración mañana.

 

Ahora mis 4 favoritos: Von Croy, Amanda, Clarisa (¿y qué?) y Merlín.

 

La siguiente pregunta también es con 4 de esos, pero al revés: los 4 que menos toleren o más odien.

 

¡Escorpio, ya te estoy echando de menos, y Luciano también!

 

Ana, gracias por lo de Giselle, de verdad no debiste, así que habrá recompensa: escoge un personaje y pensaré qué hacer.

 

Por cierto, ¿recuerdan lo de Matemática? ¡REPROBÉ!

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Perdonen por no venir pero ¡¡¡ Ya estoy aqui 8) !!!

 

Primero vayamos por partes :)

 

Entrega 51:

 

Sinceramente pobre Jardinero que tendra que ver eso con la novela jaja pero menuda muerte uff sinceramente opino lo mismo que Ana :

Clarisa = grave desequilibrio mental jajajaja

 

Clarisa ahora esta con la Asociacion de padres ???? Por Dios es malvada de pies a cabeza ^_^ entonces si no me equivoco fue ella quien pago la fianza a la madre ??????

 

Entrega 52 :

 

James padre es un autentico ****** pero de verdad :wub: ahora encima tiene la espada y puede hacer lo que le de la gana

 

La buena noticia :

 

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Willian ya lo comprendio todooooooooooooooooooo !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

 

Jajajajajaja por fin supo que Lara y Vivian tenian razon ahora a ver si recapacita y perdona a Lara y salva a Vivian :hello:

 

Me ha gustado mucho el diario de James te cuenta cosas que no sabiamos en el juego jaja aunque eso de marimacho...

 

Pregunta 1

 

Core = Kurtis

 

Crystal = Anaya :wub:

 

Novela = Vivian

 

Mito Arturico = Arturo

 

Pregunta 2 :

 

Core = William ( tr3 no el de la novela jaja )

 

Crystal= Takamoto-san

 

Novela = no se pueden elejir 2 ?? Jmaes y Maggie Rutland :lol:

 

Mito arturico= Morgana Lefay

 

 

Pd: Felicidades por las matematicas y suerte con lo de Fisica Quimica

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Crear una cuenta o conéctate para comentar

Tienes que ser miembro para dejar un comentario

Crear una cuenta

Regístrese para obtener una cuenta nueva en nuestra comunidad. ¡Es fácil!

Registrar una nueva cuenta

Conectar

¿Ya tienes una cuenta? Conéctate aquí.

Conectar ahora
×
×
  • Crear nuevo...