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La Tumba Perdida De Alejandro


PERICO

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Buenas, estoy escribiendo un relato llamado "La tumba perdiida de Alejandro" del que ya se han publicado en la revista de Tomb Raider Fans nº5 (mes de septiembre) los primeros 2 capitulos.

 

Queria saber qué opinais porque todavía no he terminado de escribirlo (son unos 10 capitulos aprox.) y me gustaria saber qué cosas os gustan y qué no, para poder mejorar. No os corteis, sed sinceros.

 

¡Ah! Y también qué opinais de los acertijos, que son el sello distintivo del relato.

 

¡¡Gracias!!

 

PERICO

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Bueno, pues yo me considero una aficionada a la escritura y he de decir que me ha impresionado mucho tu forma de expresión: es seria, concisa y coherente, mantienes la atención de lector. El que Lara cuente la historia en primera persona es un punto muy a tu favor, Perico, la verdad es que yo también tenía pensado elaborar mi relato de ese modo pero al final cedí a la tentación de ser narradora omnisciente. Son preferencias de cada escritor.

En cuanto a los acertijos, es también algo muy original y tienes tu mérito en currártelos (el de La Maja Desnuda fue bastante sencillo, pero no hay duda en que irás complicándolos).

¿Y qué decir del argumento? El tema de Alejandro Magno y su desaparecido sepulcro es adecuado para el Tomb Raider, lo vimos ya desarrollado en la Cuna de la Vida pero las pelis de la Jolie no son santo de mi devoción, espero que tú hagas algo más original e interesante.

Bueno, ¿qué más puedo decir? Valoro todos los relatos que he leído hasta el momento, pero de todos, el tuyo y el de Nienna son los que más me han gustado, porque ambos tenéis una estupenda forma de expresaros. Y eso es lo más importante a la hora de escribir.

Bravo por ti, Perico. :?

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Mmm voy a hacer una cosa lo voy a ir subiendo aquí por si no os habeis bajado la revista :welcome: ... allá va:

 

INTRODUCCIÓN

 

En su nueva aventura, Lara Croft se va a embarcar en la búsqueda de la tumba del rey griego Alejandro Magno, perdida desde hace siglos. Con la ayuda de James, un criptólogo irlandés, y Malena, una historiadora italiana, Lara viajará por ciudades tan dispares como Dublín, Venecia, Tesalónica, Alejandría o Nueva Delhi en busca de la tumba. No será fácil: una peligrosa organización está también interesada…

 

Hasta aquí, todo normal. Sin emabrgo, en esta ocasión, Lara tendrá que resolver innumerables puzzles y acertijos (más de lo habitual) que la lleven al paradero de la tumba, y aquí tú serás el protagonista: Al final de cada capítulo, Lara se encontrará con algún enigma que tú podrás resolver con ayuda de las pistas y de tu intuición. Tendrás un mes para resolverlo antes de leer el siguiente capítulo en nuestra revista ¡Mucha suerte en tu aventura!

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CAPÍTULO 1

 

El sol comenzaba a salir tímidamente cuando mi avión aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Dublín. Era una mañana fresca y una ligera niebla cubría la ciudad, así que me quité las gafas de sol, que instintivamente me había puesto justo al salir del avión, como tenía en costumbre. Olvidaba que no sólo en mi querida Londres acaecía la niebla por la mañana.

 

Mi condición de viajera incansable me había hecho visitar siempre los países más lejanos y las culturas menos conocidas, olvidándome a veces de que muy cerca, más cerca de lo que pensaba, había lugares dignos de más de una aventura. Como Irlanda. Un país quizá no muy grande en extensión pero sí en tradición y en historia, que a buen seguro esconde más de un tesoro por descubrir, en lo más profundo de sus verdosos valles, en alguno de los numerosos restos de la antigua y sabia cultura celta que quedan hoy.

 

Pero aquella mañana de otoño no estaba allí para investigar nada de los celtas. Los motivos de mi escapada eran bien distintos: tenía que verme con un antiguo amigo llamado James Mulligan. James es experto en todo lo relacionado con simbología y criptología, de hecho, es uno de los mayores expertos en todo el continente. Y entonces más que nunca, necesitaba de su ayuda.

 

James vive en las afueras de Dublín, en una zona de provincias, así que compré un mapa de la zona en una de esas tiendas para turistas que hay en los aeropuertos, después alquilé una moto en un garaje cercano y emprendí el camino. Mientras me dirigía a su casa, desde la moto podía observar cómo, conforme avanzaba la mañana, se iba disipando la niebla y el sol se iba elevando poco a poco para iluminar Dublín. Las gentes iban y venían, compraban la prensa, desayunaban en los cafés o tomaban el primer whisky de la mañana. Al mismo tiempo, músicos callejeros amenizaban a los viandantes con melodías tradicionales: arpas, violines y flautas se repetían en calles y plazas. Numerosas iglesias góticas y parques verdosos se entremezclaban por entre las pintorescas casas de la ciudad. Me encontraba en un ambiente tan agradable mientras circulaba por la ciudad que, por unos instantes, sólo por unos instantes, olvidé la peligrosa aventura en la que estaba apunto de embarcarme. (sigue)

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(continuación del capítulo 1)

 

Poco antes del mediodía llegué a la casa de James, una mansión no muy grande pero de cierta antigüedad, restaurada por él mismo, y precedida de un pequeño jardín florecido y cuidado. “Si no ha salido de viaje o le ha surgido algún encargo, debería estar en casa, descifrando mensajes secretos de algún viejo manuscrito”, pensé. Y en efecto: al llegar allí lo vi, cerca de una ventana, en la biblioteca (tiene una biblioteca única, con manuscritos y libros muy valiosos). Sonreí para mis adentros: James Mulligan, todo hay que decirlo, es tan guapo y atractivo como excéntrico. A sus 35 años, con su metro ochenta de estatura, ojos azules, pelo castaño lacio a media melena, moreno de piel y de constitución atlética, James triunfa entre las mujeres. Pero éstas no duran mucho cerca de él: escapan despavoridas cuando salen a la luz todas sus excentricidades. Lo mismo con sus amistades e incluso con su familia.

 

Como ejemplo de esa excentricidad, es por todos conocidos que James no tiene teléfono (ni móvil ni fijo) ni buzón (las cartas del banco, los folletos de propaganda y algunas cartas personales se le acumulaban en el umbral de la puerta), ni por supuesto tampoco tiene correo electrónico. Para comunicarse con él, uno ha de dirigirse personalmente a su casa, porque, según dice, si no puedes hacer el esfuerzo de ir a verle personalmente, es que lo que le tienes que decir no tiene ningún interés. Por eso yo estaba allí. Pero además, James, cuando está inmerso en su trabajo, no le gusta que le molesten, así que desconecta el timbre de la puerta y, fruto de su pasión por la criptología, coloca un acertijo en la puerta. Él dice que sólo alguien con el ingenio suficiente para poder resolverlo tiene derecho a interrumpirle mientras está trabajando. Esta excentricidad a mucha gente la consigue sacar de sus casillas, pero yo me lo tomo con mucho humor.

 

- Veamos qué tenemos hoy – dije, con una sonrisa de oreja a oreja. Me encantan los retos. Me acerqué a la puerta, en la que había un letrero y, justo debajo, un panel de control con cada una de las letras del alfabeto. El letrero decía:

 

Mi cuadro favorito es

L _ M _ _ _ D _ _ _ _ _ _

 

Pista:

L U N A M A S D E J A D A

 

Hoy el acertijo estaba más complicado que otras veces; no se me ocurría nada. “¿Luna más dejada?” ¿A qué cuadro se referiría? Al principio pensé que se trataba de alguna metáfora o algún juego de palabras que tuviera relación con una pintura, pero mi mente no daba con la solución. Me gusta mucho el arte, pero, además de ignorar los gustos pictóricos de mi colega, ¿era lo suficientemente experta en la materia como para conocer el cuadro que había que adivinar? Además: “Es una pista demasiado breve”.

 

“¿Breve? ¡Claro!”, pensé, al recordar que los acertijos de James no evaluaban los conocimientos de la persona, sólo su ingenio “¡Esto tiene que ser un anagrama!”, grité satisfecha. Me fijé que la pista tenía el mismo número de letras que los huecos de la solución, y que las letras en rojo estaban colocadas en tres de los huecos. Esto me llevó a la conclusión de que sólo tenía que reordenar las letras que conformaban la pista para dar con el nombre del dichoso cuadro. Me acerqué más a las letras y con la mente las intenté separar y reagrupar hasta que, enseguida, di con la solución. Era un cuadro muy conocido...

 

FIN DEL CAPÍTULO 1

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Cierro el tema porque ya creaste uno para el mismo relato en este mismo foro. Con una vez sobra, te aconsejo que continues publicandolo en ese tema. Una de las cosas que tiene publicarlo en la revista es que no puedes ver las opiniones de la gente, ventaja que te da publicarlo en el foro. Como ves, te di muy buena opinión acerca de tu relato y la mantengo, sigue así, pero no crees varios temas para el mismo relato ni lo repitas, sobre todo si es el mismo contenido. Un beso y suerte. :welcome:

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