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Historia de tres palabras


Mark

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Venga, ahí va lo que llevamos de historia. Animaos a continuarla, q esta qdando de lujo

 

 

Había una vez un castillo encantado rodeado por un dragón que escupía bolas de fuego. Cerca de allí había una aldea en la que vivía una monja con poderes sobrenaturales. Se le conocía como la Dama del Corazón Ardiente. Sus ojos eran la clara muestra de la bondad.

 

Corría el rumor de que en aquel castillo se escondía un brujo con poderes inimaginables. Enora, que así se llamaba la que antaño fuera una humilde servidora de la corona, sabía que sólo ella tenia posibilidad de conocer el secreto que destruiría el mal que asolaba la aldea desde el castillo.

 

Ranses, caballero de Akrhom, llegó un día de arcanos lugares de los que nadie juicioso osaba tan siquiera acercarse. Enora y él decidieron encontrar la manera de acabar con Arcan el brujo.

 

El riesgo de tan peligrosa misión era evidente y, por ello planearon cuidadosamente la jugada. Sabían que los poderes del terrible brujo eran mortales, por lo que, para entrar, tenían que encontrar la manera de burlar al dragón y poder entrar en el castillo.

 

Enora planeó cuidadosamente con todo detalle la forma de entrar en el oscuro y profundo pozo que rodeaba la guarida del dragón. Elaboró con esmero un cuidadoso hechizo que dormiría al temible dragón. Una noche, Enora soñó que desvelaba la forma de destruir la maligna fuerza que otorgaba tanto poder al brujo y sintió que podía vencerlo.

 

Aquella nubosa mañana, Warriok el Dragón, vigilaba la entrada. Estaba más inquieto que de costumbre, pues sentía que el peligro se acercaba. Ranses desanimó a Enora, porque no quería perderla. Sin embargo, Enora no advirtió sus intenciones y enfadada hizo caso omiso de la preocupación que se había cernido sobre Ranses.

 

Éste supo entonces que Enora moriría, y que sólo con su apoyo habría una posibilidad de destrozar a Arcan el brujo para siempre. Por lo que golpeo con su espada fuertemente la puerta del castillo para enfrentarse de una vez por todas al brujo y así salvar a la mujer que había despertado en ese preciso momento.

 

Enora, al no ver a Ranses pensó que había muerto. No dudó ni por un solo momento en correr a por su gran habito negro hacia las puertas, con la intención de enfrentarse a este gran malvado y engañarlo con sus poderes de ensoñación al Dragón. Se acercó a ver lo ocurrido y se quedó sorprendida al descubrir que el dragón no era quien parecía, sino que se Transformo en un inocente corderito. Así que lo comió con gran odio Cuando de pronto ocurió otra sorpresa. El corderito habló mirándola conmovido y le dijo que el final estaba muy cerca, pero debía saber que no vencería si lo mataba allí. Enora lo creyó y decidió perdonarle la vida. Así lo dejó atado y se encamino y luego cayó a través del foso del gran lago negro que rodeaba el castillo.

 

La oscuridad se cernía sobre una gran habitación, en la cual se encontraba Ranses, que sostenía un martillo de guerra con el que se apresuró a atacar a quien...

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