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Se trata de un sueño que tuve hace tiempo y que ahora le he agregado ciertos detalles para darle más drama e interes:

 

Un día en el que me estaba cambiando de casa a un barrio imaginario. Cuando ya era de noche, yo salí al patio (uno bastante grande y deteriorado) Tenía las paredes de ladrillo antiguos y el suelo era de tierra. Una parte de la pared de la derecha del patio estaba rota y facilmente podía trepar y ver la casa vecina. Era de noche y esa casa tenía todas las luces apagadas. Estaba también bastante deteriorada y con las ventanas algo caidas. Tenían colores generalmente grises y opacos. De repente, por la magia de los sueños, ya me encuentro con que es de día y yo adentro de mi nueva casa. Con salas muy bonitas y otras no tanto. Luego pasó el día rapidamente y ya era de noche nuevamente, mientras estaba con mis parientes (que por cierto ni los conocia a algunos) estabamos cenando y mi mamá había ido a la cocina a traer más raciones de comida (malditos parientes glotones XD) mientras estaba en la mesa de la cocina yo pude ver una sombra sin forma aparente que se deslizaba por el techo y se contrastaba con la luz. Nadie la vio, excepto yo. Sinceramente me asusté un poco. No había una pared que diera al patio, sino un enorme ventanal de vidrio, estaba el living para cenar y el patio con el ventanal de por medio, la luz de afuera se reflejaba hacia adentro a traves de dicho ventanal. O sea que de noche podías ver cualquier sombra a traves de sus vidrios. No sé por qué (cosa de sueños) pero era el único que a esa hora ya estaba despierto y caminando a la cocina para tomar supuestamente agua cuando vi de nuevo la misteriosa sombra atravesando el patio. La pude ver desde el enorme ventanal. Ni me asomé para ver lo que había. La ignoré por completo y me puse a pensar en aquella casa vieja, asi que me decidí a revisarla al día siguiente. Asi fue, mas o menos a la tarde, que fui a la casa vecina que por el aspecto era seguro que estaba abandonada. Era extraña su entrada. Consistía en un extenso pasillo angosto cerrado por dos paredes a los costados. Las paredes no eran muy altas y a la mitad del camino estaba colgado encima de la pared izquierda un adorno metalico antiguo que señalaba los puntos cardinales y tenía esculpida la forma de un pajaro o algo asi encima de los puntos. Cuando llegué hasta el fondo había una puerta de madera con colores opacos. No tenía cerrojo asi que entré facilmente empujando la puerta. Era una casa de dos pisos que estaba bastante deteriorada. No se podía acceder al segundo piso porque la escalera estaba rota, le faltaba un pedazo. Asi que me dispuse a ir a una cocina totalmente vacia y antigua. No había nada raro que pareciera interesante hasta que llegué al patio. Allí estaba lleno de plantas secas, macetas rotas y tierra por todos lados. Seguro que hace mucho tiempo atrás pudo ser un patio muy pintoresco, pero ahora estaba bastante abandonado. Había una casa de huespedes al fondo y a su costado había un pasillo bien angosto lleno de enredaderas secas y parrales en estado deplorable. Seguí caminando tranquilo hasta que llegué a un pasillo que se dividia por otros tantos pasillos. Todo estaba hecho de piedra. Realmente era todo un laberinto. No estaba dispuesto a perderme, y más aún sabiendo que ya era tarde y estaba empezando a ponerse el sol. Asi que entré y me dispuse a recorrerlo tan sólo un poco para ver qué había. El sol ya se había escondido y todo el lugar se tiñó de una luz verde palida y fétida. Había un olor feo en el ambiente. Ya no estaba aquel olor a plantas secas en aquel lugar. Era algo más peor hasta que pensé que debía haberme ido de allí hace rato. En el transcurso del camino encontré una puerta de madera bastante rota y semiabierta. Como ya estaba medio oscuro podía ver reflejada la luz de unas velas o antorchas colgadas de la pared de adentro de aquella habitación. Me acerqué lentamente sin hacer ruido. Era obvio que había alguien más entre todo ese lugar tan desolado. El lugar no ayudaba a darme la idea de que se tratara de algo bueno. Todas las baldosas estaban rotas y rodeadas de mugre y tierra. Los ladrillos mal colocados en las paredes. Eran paredes bajas con tan sólo unos dos metros de altura aproximadamente. Mientras me acercaba lentamente y algo asustado a la puerta, miré en el agugero del cerrojo de la puerta. Había algo colgado en la pared. Como si se tratara de un estropajo antiguo y roto. También se escuchaban ruidos y gemidos bastante raros. No me animaba a abrir la puerta, pero como no todo es fácil de recordar en las pesadillas, algo ocurrio que hizo que se abriera mucho más. Era un cuarto pequeño con dos puertas más enfrente mio que no sé a qué otro lugar llevarían, una pequeño altar de piedra en el centro. Dos antorchas y una vela apoyada en la mesa iluminaban la tenebrosa habitación. Los estropajos antiguos se tornaron pedazos de una especie de piel con sangre seca, sin embargo seguían pareciendo estropajos rotos y antiguos. No pude distinguir qué eran realmente porque no lo recuerdo y porque estaba bastante oscuro a pesar de la luz. El altar no lucía mejor, todo lo contrario. Había una persona parada frente a la mesa sosteniendo un cuchillo en la mano, estaba abriendo algo en aquel altar, como lo tapaba no supe bien lo que era, pero los gemidos al parecer pertenecian a lo que sea que estaba mutilando, o tal vez de la misma persona parada frente al altar. Sea lo que fuere yo estaba con los dedos aferrados fuertemente a la puerta, quería salir corriendo y olvidar inmediatamente todo aquel escenario, pero estaba muy petrificado para hacerlo, se me erizaron los pelos de los brazos y la nuca. La persona se trataba de lo que yo creía una anciana algo jorobada, pero no mucho. Llevaba puesto un vestido largo que llegaba hasta el suelo. Estaba muy opaco, lleno de sangre seca y muy roto. Ella tenía la cabellera larga, suelta y negra, estaba muy sucia. No podía ver la cara porque estaba de espaldas y su rostro parecía estar siempre mirando hacia el suelo, lo más raro es que por un momento me pareció que estaba flotando, con las puntas de su vestido tocando apenas el suelo. Estaba seguro de que esa persona o lo que fuere sabía que yo estaba allí espiandola. Al parecer quería darse vuelta para observarme, pero en vez de eso esperó a ver como yo podría reaccionar. Claro que yo seguía petrificado ante lo espantoso de la situación. Decidí marcharme sin que me oyera, tiritaba entero y caí en la cuenta de que ya había anochecido. Podría haberme guiado hasta la salida viendo el segundo piso de la casa por encima de las horribles paredes que rodeaban el laberinto, pero ya estaba oscuro y no podía verla. Las estrellas y la luna estaban veladas. Por suerte podía visualizar las luces que estaban en las calles y se alzaban por encima de las paredes. Empecé a acelerar el paso a medida que avanzaba hasta que pensé que la anciana no podía oirme y empecé a correr. Seguí todo el camino, pero estaba perdido. Empecé a recorrer aquel laberinto sin rumbo alguno, tratando de dar con la casa para poder salir. Pude reconocer el pasillo largo y angosto con los parrales y las hierbas mientras estaba merodeando desorientado. Me acerqué a la casa la cual estaba bastante oscura por dentro, pero caí en la cuenta de que la anciana que vi en aquella habitación estaba allí dentro de la casa, obviamente llegó antes que yo. Desde el patio la vi bajando aquellas escaleras rotas, me seguía extrañando que pudiera flotar. Se movía con una velocidad sobrecogedora, era bastante rapida para moverse, pero sus movimientos corporales eran pausados y tenía una extraña forma de mover sus hombros sin levantar nunca la cabeza. No me perseguía a mi afortunadamente. Creo que fue hasta la cocina. Entonces aproveché a entrar a la casa y dirigirme hasta la salida sin que me descubriera. Era un momento bastante aterrador y decisivo. Cuando vi la puerta de salida me concentré solamente en llegar hasta allí e irme. Justo parado enfrente de la salida. Descubrí que la puerta por la cual entré estaba cerrada, pues ahora tenía un cerrojo. Y al voltear mi vista a la cocina descubrí que la anciana estaba parada frente a mi, al parecer ella no podía levantar la cabeza para verme. Supe que en las manos tenía algo, pero no era un cuchillo como lo había visto anteriormente. Era un pedazo cortado de su vestido ensangrentado. Supe en ese entonces que le faltaban pedazos a su vestido viejo y sucio. También vi sus manos y estaban palidas y arrugadas. Curiosamente podía verla bien para lo oscura que estaba la casa en ese momento. ¿Quién era realmente aquella anciana? Jamás le llegué a ver la cara, pero podía sentir que en esa persona había tristeza, soledad y desolación. No pude soportar el miedo de aquel momento y miré hacia la puerta. Cuando la vi, ya no tenía el cerrojo y al voltear la mirada a la cocina, la anciana ya no estaba. Abrí la puerta y me fui apresurado a mi casa. Luego de eso sentía bastante miedo, pero a la vez sentía como una tristeza que me rodeaba alrededor. ¿Qué fue realmente lo que vi en aquella habitación? Los estropajos no parecían personas. ¿Aquella anciana era un espiritu? ¿Fue de ella la sombra que vi afuera en el patio y en la cocina de mi casa? Sentí que en ese entonces aquella anciana estaba mostrandome aquella desolación, aquella tristeza y aquel miedo que ella sentía.

 

Tiene un cierto significado según la intepretación de cada uno. Manden los suyos si quieren.

 

Salu2!

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ufff que gupo,yo ya konte mi verdadwra historia de terror en sucesos paranormales ,un post que hay por offtopic asike hechale un vistazo me paso realmente.

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