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writen by juca&fallenangel -¡Nooo.- gritó Lara.-¡No podéis obligarme¡ Lara Croft, la joven británica, forcejaba, tratando de liberarse de aquellas manos opresoras que la sujetaban. La habían puesto un vestido de furcia de alto standing: corpiño reducido que dejaba perfectamente entrever aquellos enormes senos que la habían hecho famosa, medias de rejilla y una faldita del tamaño de una bufanda. -¡Oh Laga!.- trató de animarla Janice.- No es tan hoguible como páguese.- le explicó la joven prostituta con su acento francés. Janice se acercó a Lara y pinto sus labios de carmín rojo sangre. Luego la colocó frente al espejo. -Migate Laga.- la animó la francesa. Los ojos maquillados de sombra morada, los mofletes teñidos de rosa y aquellos labios que resaltaban tanto. Tenía un aspecto de prostituta marsellesa. Lara estaba a punto de llorar. -Venga Larita, que tú puedes hacerlo, ¡vas a triunfar! Nos vas a llevar al estrellato- decía Karl de manera insistente, tratando de convencerla. -O sea, pero que vas muy "swag", ¿sabes? Con ese color carmín tan fashion que llevas- Insistía Meagan al tiempo que masticaba chicle y trataba de hacer pompas con él, algo que le resultaba terriblemente difícil a la vez. -Pero no lo entiendo.- dijo Lara entre lágrimas..-¿Por qué tengo que hacer esto? ¿Acaso no me querían como soy? -¡No es suficiente queguida!- le explicó Janice. -¡Que empiece el show!- gritó Karl. Bajaron a Lara, maniatada, en un elevador instalado en la habitación que conducía a una sala muy oscura. De repente unas enormes luces se encendieron y un telón se corrió. Ante Lara había una enorme platea con centenares de personas mirándola y observándola. Un Karl con esmoquin comenzó a hablar. -¿Qué os parece la nueva Lara?- preguntó con su sonrisa blanqueada en las caras clínicas californianas.-¿Os gusta más? Un chico gordito se levanto entre la multitud y gritó: -Yo jamás la he conocido, ni jamás he querido conocerla. Pero voy a dar mi opinión y como el resto de mis compañeros.- la gente a su alrededor asintió.- debéis hacernos caso. -Por supuesto.- afirmó Karl que seguía sonriendo. -No me gustan sus pechos.- dijo el gordito.- quiero que se los quitéis. Jesucristo no cree en los pechos grandes, no existen las mujeres con pechos grandes. Quitádselos. -¡Nooo!.- gritó un pequeño grupito, encarcelado, en una esquina. Eran los mejores amigos de Lara, siempre habían estado con ella. Pero desde que la pobre tuvo que vender sus acciones a aquel desalmado para poder mantener todos los tesoros que había encontrado, ya no tenían ni voz ni voto. Hasta ella misma se había empeñado por lo que más quería. Ahora solo le quedaba aguantar. Un cirujano apareció en el escenario. Inyecto algo en el brazo de Lara y le redujo los pechos ante la horrorizada mirada de “los amigos de Lara”. El público vitoreó encantado ante tan atroz espectáculo. Meagan, vestida de animadora, hacia coreografías muy ufana en una esquina espetando: “yupis” “dame una ele una a una erre una a, ¡Lara!” Continuará...