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Libro I: Esperanza


Nienna

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  • 3 weeks later...

Bueno, aqui teneis el final del capitulol que tanto me ha llevado traducir. (le echais la culpa a los examenes) A ver si os gusta, aunque a mi me parece que me he ido por los cerros de úbeda o más lejos.

 

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IsisDeiyan Bajó del bote que le había llevado a la isla, si esta podía llamarse así. El único rastro de vida humana era una pequeña población en el centro. De hecho, toda ella se componía de un único enorme edificio. IsisDeiyan miró una última vez a la barca, que no era ya más que un pequeño punto en la distancia y se dirigió a su antiguo hogar.

Tan pronto como llegó a las rotas puertas, se detuvo. Habían pasado dos años desde su última visita. Cogió aire y entró en el edificio. Sin embargo, el interior era aun peor. Ninguna pared estaba dañada, no había signos de lucha, ni sangre, ni si polvo. Parecía que el lugar nunca hubiese sido habitado. Y, aun así, estaba lleno de recuerdos, buenos y malos, aunque no se dio cuenta de cuanto significaba para ella hasta que el cristal de una ventana reflejo una lágrima bajando por su mejilla.

Llegó hasta uno de los patios interiores del palacio, con un pequeño estanque en el centro. Bajó por las escaleras de una de las esquinas, que llevaban hasta un pequeño pasillo bajo el patio. IsisDeiyan cogió una vela de una de las paredes para iluminar su camino a través de este, cuya puerta estaba tan destrozada como las principales. Se detuvo al llegar a una pequeña cámara con 4 inscripciones y varios huecos en las paredes, la mayoría vacíos. Dejó la vela en la entrada, ya que no había necesidad de ella. La habitación estaba llena de luz que venía directamente de una ventana de cristal en el techo, justo debajo del estanque. Cogió algo de uno de las cavidades, lo observó durante unos momentos para después guardárselo y volver hasta el patio. Cruzó el jardín, inalterado durante cientos de años, protegido por una fuerza desconocida, alrededor del estanque y se dirigió a través de unas escaleras cercanas hasta su habitación, ya que hasta la mañana siguiente el bote no volvería a buscarla.

Fue despertada en mitad de la noche por el timbre de su teléfono móvil. “Si tan solo pudiese dormir una única noche…” pensó.

“¡Tu, como te atreves a hacerme esto a mi!” reconoció la furiosa voz inmediatamente. “¿Qué diablos crees que esta haciendo? O mejor, ¿Qué les has dicho exactamente?”

“Imagino que ha funcionado.” Respondió IsisDeiyan, mientras se sentaba sobre la cama. “No te preocupes, no saben nada sobre ti. Digamos que solo les he dicho lo que necesitaban saber. Ellos han resuelto su caso y yo me he librado de ti por unos días. Así que, todos contentos.”

“Vosotras dos deberíais haberos quitado de mi camino, como habeis hecho siempre, hermanita.”

“Ya no Ellein, ya no.”

 

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Lara abrió sus ojos lentamente, al recuperar el conocimiento tras la caida, esperando ver una completa oscuridad rodeándola, bajo toneladas de piedras. Sin embargo, vio que había estado durmiendo en algun tipo de cama y que sus cortes estaban vendados, a pesar de estar todavía en el interior del templo que se había derrumbado sobre ella. Se sentó sobre la cama, intentando averiguar donde estaba exactamente.

“Necesitas descansar, Lara Croft.” Dijo una voz.

Lara miróa a su alrededor, para averiguar de donde había venido la voz. Una brillante luz apareció en medio de la habitación, hasta tomar la forma de una mujer egipcia, con el pelo liso y negro y un vestido blanco.

“¿Quién eres? Preguntó Lara.

Alguien que ha salvado tu vida, como tu has salvado la mía.” Dijo sonriendo.

“¿Tu vida? No creo que necesites que nadie te ‘salve’.”

“Y yo no creo que mi esposo estuviese especialmente contento de verme después de tanto tiempo de encierro.”

“Así que esto es un intercambio, tu vida por la mía.” Dijo Lara.

“En realidad, no.” Dijo Neftis, cediendo finalmente a contarselo todo. “Tiene que parecer que lo es, pero, realidad, como has dicho se que cuidarme sola. Lo que ocurre es que preferiríamos que siguieses con vida, pero en teoría no podemos ayudarte a salir de aquí.”

“¿Por qué?” Lara dudó unos segundos, antes de seguir preguntando. “y, ¿Quiénes sois vosotros?”

“Mi raza es aquella de las leyendas, de las mitologías de cualquier parte del mundo.” Se detuvo para pensar hasta donde debía contarle. “Hay un acuerdo entre aquellos de entre nosostros que servimos al ‘bien’ y aquellos que sirven al ‘mal’. Si alguno interfiere directamente en el mundo de los humanos, los otros pensarán que tienen derecho a hacer lo mismo. Eso nos llevaría a una guerra, que, sinceramente, no creo que os haria ningun bien. Te hemos estado observando y después de lo que has hecho, pensamos que mereces el riesgo que corremos. Digamos que esperamos que puedas salvar a tu raza alguna otra vez.”

“Entiendo.” Dijo Lara. “Así que, si decis que haberme ayudado es un intercambio, no lo pueden considerar como una interferencia.”

“Exacto.” Dijo la mujer sonriendo. Sin embargo, su expresión cambio rápidamente. “De ahora en adelante, estas sola, Lara. No recordaras esta conversación. Lo siento, pero sería demasiado peligroso para nosotros.”

Se acercó a Lara y puso sus manos a ambos lados de su cabeza. Antes de poder protestar, cayó al suelo inconsciente. Aun estaba dormida, cuando los bloques de piedra de la entrada fueron retirados y ella fue llevada a la superficie, bajo la supervisión de Von Croy.

 

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Karel estaba observando la información que había recivido en la pantalla del ordenador. Al parecer, después de todo, el progreso de los humanos se había desarrollado lo suficiente para serle util. Aunque no les serviría de mucho si tenía éxito. Sus hermanos volverían a la vida pronto y el terminaría lo que debería haber hecho hacía mucho tiempo. La descarga de información terminó y una voz hablando a traves de los altavoces interrumpió sus pensamientos.

“Eso es todo lo que encontramos, Señor.” dijo la voz de un hombre. “Mi Señora dice que estaremos retenidos aquí algunos días y que esta en tus manos decidir los próximos movimientos y ha quienes necesitas.”

“Por supuesto que lo esta.” Respondió Karel tan pronto como la transmisión termino.

Gunderson se encargaría de ellos. Sus hombres podían no estar muy bien entrenados en el arte del saqueo de tumbas, pero no había ninguna necesiad para ello, siempre y cuando pudiesen obtenerla, después de que ellos la obtuviesen. Y si fracasaban… aun les llevaba suficiente ventaja.

 

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El antiguo edificio se levantaba ante ellos bajo un cielo gris y oscuro. Iba a llover, y mucho, pero por lo menos podrían refugiarse en el monasterio, ai se daban prisa. Llegaron al mismo tiempo que se escuchaba un fuerte trueno en el exterior. No había practicamente nadie dentro, excepto por unos pocos visitantes. No tenían ni idea de por donde empezar a buscar la llave y el antiguo templo era lo bastante grande como para mantenerlos ocupados bastantes días.

Deberíamos separarnos.” Dijo Lara. “Yo me quedaré por aquí, mientras tu investigas la parte oeste. Supongo que así la encontraremos antes.”

“Avísame si encuentra algo.” Respondió el, dirigiendose hacia donde le habían dicho.”

Después de casi una hora de búsqueda; Lara no había encontrado nada. Se apoyó contra una pared y cerró los ojos, tomandose un pequeño descanso. Cuando volvió a abrirlos, encontró a un hombre justo delante suyo.

“¿Lara Croft?” preguntó. “Acompañeme. Recogeremos a su amigo por el camino.”

“¿En el camino a donde?” preguntó Lara sorprendida.

“En el camino a la llave, por supuesto.”

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Pues aqui vuelvo a daros un poquito la tabarra, con la mitad más o menos del capítulo 7. A ver si os gusta!!

 

Capítulo 7: Primera parada: Glastonbury

 

Lara avanzó a través de los pasillos del edificio, con el hombre que previamente se había dirigido a ella, siguiéndola de cerca. Al parecer, iba a llevarles hasta la llave. Pero, primero, debían recoger a Kurtis, que seguía registrando el otro lado del templo. No le costó mucho encontrarlo, sentado en medio de un pasillo con cara de no saber por donde le daba el aire. Tan pronto con oyó las pisadas acercarse se levantó y miró hacia donde estaba Lara.

“¿Tomándonos un descanso?”

“¡Llevó una hora dando vueltas por aquí!” dijo, sin poder ocultar su enfadado consigo mismo. “¿Y tu? ¿Has encontrado algo?”

“Puede.” Respondió Lara. Kurtis la miró fijamente, interrogándolo con la mirada, hasta que Lara señaló al hombre que la había seguido y que los esperaba a cierta distancia. “Hace un rato se dirigió a mi y me dijo que nos llevaría hasta la llave. ¿Crees que podemos fiarnos de él?”

“¿Tenemos alternativa? Podríamos pasarnos semanas de un lado a otro sin encontrar nada. Al menos si es un trampa tendremos opción de escapar.”

“Le avisaré.” Dijo Lara, girándose. Sin embargo, rápidamente se dio cuenta de que no sería necesario, ya que el hombre se había acercado a ellos mientras hablaban y estaba justo detrás suyo.

“Por aquí.” Fue lo único que dijo, antes de empezar a andar.

Lara y Kurtis se miraron extrañados, pero le siguieron. Bajaron por unas escaleras hasta llegar a una cripta con varios nichos en las paredes. Posiblemente, en aquel lugar habían sido enterrados muchos de los monjes que vivieron allí, antiguamente. El hombre abrió uno de ellos y sacó el viejo ataud que contenía, revelando un pasadizo tras de si. Lara enseguida se dio cuenta de la lógica de las acciones de su guía. Si había algún pasadizo hasta otras cámaras, ocultarlo detrás de una tumba era una buena idea. La mayoría de los posibles atacantes respetarían aquel lugar, aunque solo fuese por miedo a una represalia del más allá.

“Tendré que cerrar la tumba cuando hallaís entrado, pero encontrareís una salida al otro lado.” Dijo el hombre.

“No va a añadir un ‘si conseguis cruzar’.” Preguntó Lara irónicamente.

El hombre sonrió ante el ácido comentario. “Cruzareis, no me cabe la menor duda.”

“¿No nos acompaña? Preguntó Kurtis.

“Yo no estoy hecho para ese tipo de aventuras. Además, tengo que esperar a alguien. Buena suerte.”

Ambos entraron en el pasadizo y el hombre cerró de nuevo el nicho.

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  • 3 weeks later...

Bueno pues aqui os dejo el final del capitulo despues de haberlo escrito, borrado y rescrito un millon de veces, y sigue sin convencerme...

ya siento el retraso,

 

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Lara avanzó por el nuevo pasillo, con todos sus sentidos alerta. No parecía que hubiese ningún peligro, pero su experiencia le decía que los pasillos estrechos eran un imán para todo tipo de trampas. Se acercó con cuidado a una losa de la pared, visiblemente más suelta que las demás. La tocó con cuidado y esta entró en la pared. No pasó nada. Las paredes no se derrumbaron sobre ella, ni salieron estacas del suelo. Tampoco oyó una puerta abrirse, así que tendría que seguir buscando la forma de abrir la puerta al pasillo.

Siguió avanzando con cuidado, pero con cada paso que daba estaba más segura de que en aquel lugar no había absolutamente nada. Simplemente, el lugar estaba en ruinas.

Finalmente, llegó hasta el final del pasillo. Había otra escalera, igual que la que en su día hubo en el otro lado, solo que esta aun se mantenía en pie. Bajó por ella despacio y con cuidado, hasta llegar a una sala no muy grande.

Miró a su alredor buscando la forma de abrir la puerta. No le costo mucho encontrarlo. Estaba justo al lado de la puerta, tan poco protegido como el resto del edificio. Lo activó y las puertas se abrieron.

 

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Lara esperó hasta que Kurtis cruzó la puerta para seguir andando por la sala.

“¿Me he perdido algo?” Dijo este en cuanto se encontraron.

“Absolutamente nada.”

Kurtis sonrió pensando lo duró que debía ser para la famosa Lara Croft encontrar una tumba sin desafíos.

La sala en la que se encontraban estaba en bastante mejor estado que el resto del edificio. Por lo menos, no parecía caerse a pedazos. Incluso aún se veían restos de antorchas quemadas y de pinturas en las paredes, como recuerdo del antiguo esplendor que pudo haber tenido. Lara miró a su alrededor buscando algún indicio de la llave, todavía con la esperanza de encontrar algún desafío en ello.

Sin embargo todas sus dudas desaparecieron cuando la luz de la bengala llegó hasta el final de la sala. Vio dos armaduras, oxidadas por la humedad, dentro de dos agujeros en la pared. Entre ellas se encontraba un arcón de piedra, que, sin ninguna duda, contendría la llave.

“Seguro que ni siquiera nos atacan cuando cojamos la llave.” Pensó Lara mirando las armaduras.

Kurtis llegó hasta arcón, buscando la forma de mover la pesada losa de piedra que lo cerraba. Cogió la lanza de una de las armaduras para usarla como palanca. Afortunadamente, aunque en mal estado, no estaba tan podrida como para romperse. La introdujo entre el arcón y la losa, pero apenas si consiguió moverla algo. A ese ritmo le llevaría una eternidad abrirlo. Y siempre corría el riesgo de que la herida se abriese.

“Échame una mano con esto, Lara.”

Sin embargo, no recibió respuesta. Levantó la vista del arcón buscándola. Estaba de pie ante otra de las paredes de la estancia, examinándola con una bengala en la mano. Sacó con cuidado la lanza de la grieta y se dirigió hacia ella.

“¿Se puede saber que es tan interesante en ese muro como para que te pares a 10 metros de la llave?”

“Mira.” Dijo acercando la bengala. En el muro aun quedaban restos de pintura e incluso podía verse que las figuras habían sido grabadas ligeramente en la roca. Hasta se conservaban algunas palabras.

“Parece que a este cacho la humedad no le afecto tanto.”

“Cuenta como llegó la llave hasta aquí.” Continúo diciendo Lara.

“Si consigues encontrarle el sentido a esa ‘historia’ con tres dibujos y cuatro palabras sueltas en latín, te dejo conducir mi moto.” Dijo Kurtis.

“Una mujer llegó al monasterio, escoltada por tres jinetes.” Empezó a decir Lara mirando el que parecía ser el primer dibujo. “En su día el muro debía tener alguna explicación anterior, pero esta borrada.” Dijo señalando a su izquierda. “Habló con el abad, pero parece que no quiso ayudarles.” Señaló hacia el siguiente dibujo. En el se veía a los monjes deslumbrados por una luz. “Al parecer eso les convenció. El resto de los dibujos están prácticamente borrados, pero quedan algunas palabras ‘ataque’ , ‘cripta’ ‘detrás’, ‘olvidar’ . Supongo que al aceptar guardar la llave se vieron sometidos a intentos de robos. Tal vez, por eso, la bajaron hasta las criptas y la ‘olvidaron’.”

“¿Cómo que la olvidaron?”

“Si ningún monje recordaba que estaba aquí, ninguno hablaría de ella y no intentarían buscarla. Me imagino que por eso el lugar esta en tan mal estado.” Lara levantó la vista del muro y se dio cuenta por primera vez de la lanza que llevaba Kurtis. “¿Qué haces con eso?”

“Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo.”Respondió Kurtis haciéndola girar en la mano y volviendo al arcón. “Saquemos la llave.”

Entre los dos consiguieron quitar la losa y allí en el fondo encontraron la llave. Estaba formada por una piedra negra, en forma de rosa, encajada en una base de metal. Tan pronto como la cogieron oyeron abrirse una puerta en la habitación.

 

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Ahhh!!! Oh, divina Nienna, si dices que esto no te convence seré yo la que vaya a decirte cuatro cosas.... MUAJAJAJAJAJA :P :D

Básicamente genial, ahí ese espíritu Tomb Raider al 100%, por favor, deberías escribir más a menudo, donde hay calidad se precisa frecuencia... :thumb:

 

Un besazo, Señora de las Palabras!!! :?

 

PD: Y me encanta a Kurtis citando la frase de Arquímedes... mmm, soberbio!!! :D

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  • 1 month later...

Bueno, por si alguien se aburre y no tiene nada mejor que hace, aquí dejo otro capítulo...

Ya siento tardar tanto pero es que soy incapaz de entender mi letra.

 

Capítulo 8: Un poco de suerte

 

Adrian había seguido las peticiones del Consejo, durante la mayoría de su vida. Últimamente, la edad solo le había permitido aceptar aquellas que no implicasen demasiados viajes. A pesar de ello, había completado la mayoría con éxito. Sus órdenes eran bastante sencillas; esperar, observar y ofrecer su ayuda, si esta fuese necesaria. Así que, tras haber acabado su tarea, se preparó para salir del viejo edificio.

Sin embargo, mientras caminaba hacia la salida, se fijó en que había tres hombres de pies junto a ella. Su instinto le decía que nada bueno podía venir de ellos, aunque no parecía que llevasen armas. Adrian se dirigió entonces hacia una de las habitaciones laterales, pero tan pronto como entró allí se dio cuenta de que había más hombres esperándole.

“Ya sabes porque estamos aquí.” Dijo uno de ellos, que parecía ser el jefe. “¿Alguna posibilidad de que nos digas lo que queremos saber?”

Adrian sabía que de seguro perdería la vida, si no aceptaba. Pero también sabía que la habría perdido hacía bastante tiempo sino hubiese sido por la gente a la que le pedían traicionar. Decidió permanecer en silencio.

“Como quieras.” Dijo el jefe, apuntándole con su arma a Adrian y disparando. Nadie pudo oírlo gracias al silenciador. “Vigilad todas las salidas.” Ordenó, sin ni siquiera mirar al hombre desangrándose a sus pies.

 

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Aun llovía bastante cuando IsisDeiyan llegó a Glastonbury. Miró hacia el lugar donde Adrian debería estar esperándola, justo donde estaba la salida de las cámaras subterráneas. Pero, en su lugar lo único que encontró fue una furgoneta aparcada. Sino estaba allí fuera, tendría que estar dentro del edificio. Y ella no iba a quedarse esperándole bajo la lluvia.

Sin embargo, tan pronto como llegó a la entrada, se dio cuenta de que estaba vigilada por varios hombres. Eso quería decir que Adrian no había podido salir de allí, bien por la vigilancia o porque le habían cogido. Deseando que fuese por lo primero, cruzó la entrada y se quitó la capucha del abrigo, aunque sabía que eso la descubriría. Habrían sospechado de ella igualmente, ya que nadie necesita protegerse de la lluvia en edificios cerrados.

Anduvo por el edificio, vigilando cada movimiento de los hombres de la entrada, sin que pareciese que los había visto. Al poco rato, uno de ellos abandonó su posición y se dirigió hacia una de las habitaciones laterales. Ella le siguió lentamente. Si habían cogido a Adrian, seguramente ese hombre le llevaría hasta donde lo tenían. Estaba en lo cierto. Al acercarse, pudo ver el cuerpo de Adrian en el suelo de una de las habitaciones.

Entró sin pensárselo dos veces, sabiendo que posiblemente fuese una trampa. Se arrodilló a su lado y examinó la herida. Aún estaba vivo, medio inconsciente. Sangraba bastante y ella sabía no había nada que pudiese hacer por él.

“Por fin has llegado.” Consiguió decir Adrian. “Temía que no me encontrases aquí.”

“Yo también. ¿Qué ha ocurrido?”

“Todo ha ido bien.” Aquella era toda la información que obtendría acerca del asunto.

“¿Algo más que quieras contarme?”

“Sí. Sabes que me muero. No quiero pasar por todo ese dolor.”

Preguntándose como Adrian sabía aquello y sabiendo que no tenía alternativa, IsisDeiyan le puso los labios sobre la frente y esperó. Moriría pronto y aquello aliviaría el dolor hasta entonces. Una vez hecho se giró hacia una de las esquinas de la habitación.

“¿Tenías pensado quedarte hay mucho más?” Preguntó, con cuidado para no mostrar nada de toda la rabia que sentía en ese momento. “¿O ibas a esperar a cruzase de nuevo la puerta para dispararme?”

“Jamás te habría imaginado capaz de cosas como esa.” Así que después de todo, ella le había visto, apuntándole. ¿Por qué había entrado en la habitación entonces?

“Mi hermana debería habértelo advertido”

“Puede que no trabaje para ella.”

“Así que trabajas para el otro. Genial.” Respondió ella, sin ningún interés.

“Ha decidido perdonarte la vida, por un tiempo al menos.”

“Me alegra oírlo.”

“¿No quieres saber por qué?” Su indeferencia le estaba empezando a molestar.

“Tienes algo que quiere.” Dijo extendiendo la mano.

“No confío en los intermediarios. ¿Algo más?”

“En realidad sí. Estamos buscando a alguien más. ¿Dónde están?”

“¿Cómo podría saberlo? Acabo de llegar.”

“No bromees conmigo, niña.” Dijo, agarrándole del brazo.

“Yo no haría eso.” Respondió ella, tranquilamente.

La amenaza le sorprendió. No había llegado a pensar que la mujer podía ser un peligro, pero la soltó igualmente. “Vendrás con nosotros. ¡Muévete!”

 

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La luz que llegaba del exterior era suficiente para guiar a Lara y Kurtis a través del estrecho pasillo. El ruido de la lluvia había parado finalmente, pero el suelo aun estaba mojado, haciéndolo resbaladizo. “Seguramente el mayor peligro en este lugar; no caerse al suelo.” Pensó Lara, al llegar a la salida, una pequeña ventana, medio-cubierta por la hiedra. Ambos salieron del lugar y miraron a su alrededor. Lo primero que vieron fue un furgón aparcada justo delante de ellos.

“Tenemos problemas.” Dijo Kurtis mirando el vehiculo. “Este es el tipo de furgón que Gunderson usaría. Tiene que estar por aquí cerca.”

“Deben saber que la salida esta aquí.” Dijo Lara sacando sus pistolas. Sin embargo, no vio a nadie cerca.

“¿A dónde han ido?” Preguntó Kurtis un poco después.

“Si no sabían que la salida era esta y no están por aquí fuera deben de haber ido a dentro.” Respondió Lara.

“Entonces propongo que salgamos de aquí antes de que vuelvan.” Dijo Kurtis, empezando a hablar.

“¡Espera!” Lara le agarró del brazo e hizo que ambos volviesen a esconderse detrás del furgón. Señaló a la entrada del edificio, desde donde los hombres de Gunderson venían. El propio Gunderson los estaba dirigiendo, reteniendo a una mujer a punta de pistola.

“Podremos pillarles por sorpresa, si nos quedamos aquí. Con un poco de suerte saldremos de esta con vida.” Dijo Kurtis examinando su Boran-X.

“Con un poco de suerte saldré de esta.” Le corrigió Lara con una sonrisa. “A ti te necesitan vivo, ¿recuerdas?”

“No ceo por qué. No tengo ni la más ligera idea de donde puede estar la llave.”

“Simplemente no les digas eso.”

Ambos dejaron de hablar tan pronto como oyeron las pisadas. Si querían sorprenderles mejor dejar aquella conversación para otro momento. Y en pocos segundos los hombres estarían lo suficientemente cerca. Les oyeren abrir las puertas del vehiculo y esperaron hasta el momento adecuado de actuar. Las puertas volvieron a cerrarse pero ninguno de los hombres había entrado en el furgón.

“Quedaos aquí y vigiladla, mientras registramos el terreno.” Ordenó Gunderson a dos de los hombres, antes de volver a abandonar el lugar.

Lara Y Kurtis intercambiaron miradas sorprendidas. Era cierto que Gunderson no tenía ni idea de que la salida estaba allí. En primer lugar, había creído que estarían en el interior, pero al no encontrarles, simplemente había supuesto que estarían en el exterior. Suposición correcta, pero que llegaba tarde. Dejando el furgón sin apenas vigilancia, acababa de facilitarles su ruta de escape. Sería sencillo deshacerse de los dos hombres y escapar con el furgón.

Lara rodeó el vehículo hasta que pudo apuntar a uno de los hombres. Entonces, simplemente salió de su escondite y disparó. Antes de que el otro pudiese registrar lo que estaba ocurriendo, fue alcanzado por otra bala. Esta vez viniendo de la Boran-X de Kurtis. Lara subió rápidamente al asiento del conductor. El resto de los hombres, además de la mitad de los turistas, tenían que haber oído el ruido y aparecerían en cualquier momento. Los muy idiotas habían dejado las llaves dentro, así que espero hasta que Kurtis subiese al otro asiento y arrancó el coche. Empezó a conducir hacía la carretera.

 

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Marten Gunderson apenas tuvo tiempo para entender lo que estaba ocurriendo. Primero, oyeron dos disparos, pero, aunque inmediatamente fueron corriendo hasta donde había dejado el vehiculo, lo único que pudieron hacer fue disparar contra su propio furgón en un intento de evitar que huyese. Pero el mismo cuidado que empleaba en hacer que sus vehículos fuesen los más resistentes, se había volvió en contra suya.

Se arrodilló al lado de los cuerpos de sus dos hombres. Ambos habían sido alcanzados por balas, así que no podía haber sido obra de su prisionera, sino de algún otro. Y entonces lo vio. Una trampilla con forma de ventana, justo detrás del lugar donde la furgoneta había estado aparcada. Si hubiese tenido más cuidado, ahora estaría sentado en el furgón con tres prisioneros.

Si Karel llegaba a saber que algo así había ocurrido, seguro que le mataba por su incompetencia. Sin embargo, no estaba allí en aquel momento y no había ninguna razón para informarle del asunto. Y ninguno de sus hombres se atrevería a decir nada en su contra. Así que no había razón para preocuparse. Todavía tenía mucho tiempo para corregir el error.

 

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“¿Y a donde vamos hora?” preguntó Kurtis, mientras que Lara conducía el recién adquirido vehiculo.

“Conduciremos hasta que encontremos un lugar seguro para pasar la noche y después tu decidirás a donde vamos.”

“¿Yo?”

“Tienes que saber algo.”

“Lara, deje la orden antes de acabar mi entrenamiento. ¡No se nada sobre las llaves!”

Ambos estuvieron en silencio durante un rato, sin saber q más decir hasta que escucharon un sonido de golpes que venía de detrás de ellos. Con las prisas de la huida, se habían olvidado del otro pasajero. Kurtis abrió la ventanilla que comunicaba los asientos delanteros con la parte trasera del furgón. La misma mujer que les había ayudado hacia tan solo un par de días les miraba ahora.

“Gracias.” Dijo simplemente.

“¿Qué estabas haciendo ahí?” Preguntó Lara.

“Me he encontrado información interesante.”

“¿Por eso te cogieron?”

“Supongo que si. Es información de primera mano.”

“¿Información de primera mano?”

“Tengo el diario de la mujer que escondió las llaves.” Kurtis y Lara intercambiaron miradas sorprendidos. “Era mi hermana.” Añadió como explicación. “Eso os lo explicaré luego. Primero, os llevaré hasta un lugar seguro.”

“Solo una pregunta.” Dijo Lara. “La mujer de las pinturas era tu hermana, ¿verdad?”

“Si.”

“Y la gente que vigilaba la llave, la olvidaron solo para evitar que fuese robada.”

IsisDeiyan solo asintió y sonrió.

“Kurtis, me debes un viaje en tu moto.” Dijo Lara sonriéndole.

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  • 3 months later...

Nienna, permitime que te diga que tu historia es excelente. Yo también tengo una, pero no me atrevo a publicarla aún.

 

Vos y Ana María tienen un gran futuro, encima son jóvenes (bueno, yo tampoco soy un viejo, tengo 16), pero no me explico cómo son tan humildes y modestas.

 

Por otro lado, yo tengo algunas dudas, no sé si podrás aclarármelas: ¿Por qué son aliados la malvada Ellein y Karel? ¿miembros de que mundo son ellas, Isis y Erel? Tal vez yo sea el único idiota que no entendió, pero no comprendo por qué la princesa está peleada con sus hermanas, y, ¿miembros de qué concejo son ellas?

 

Te agradecería mucho si sos capaz de aclarármelas.

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