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Libro I: Esperanza


Nienna

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Perdona, Nienna, que no haya podido decirte antes lo mucho que admiro tu talento, pero es que he tenido que ir leyendo a plazos tu relato, que viene en entregas bastante extensas.

Me parece que tienes un argumento excelente, y te animo a que sigas. Incluso tu relato me parece muchísimo mejor que el mío...en fin, sólo soy un humilde intento de escritora que da sus primeros pasitos en esto de la publicación en un foro. Ánimos y sigue así, guapa, y gracias por tu apoyo con lo de mi relato. :)

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Gracias, no sabes la ilusión que me hace ver tanto apoyo, porque la verdad es que cada vez que lo leo me doy vergüenza ajena. Y no creas que yo tengo algo de experiencia. Lo que pasa es que se me va muuuuucho la pinza.Vamos, que soy una fan incondicional de tu historia, que aparte de estar genial (y en mi sincera opinión, más entretenida que la mia), me parece que tiene mucho humor. (Winston y el candelabro quedarán para siempre en mi memoria)

 

Ahora mismo estoy traduciendo el siguiente capitulo, y la verdad es que ando un poco bloqueada con el que irá después. (esto último es una forma muy sutil de decir que cualquier ayuda es bievenida)

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Capítulo 5: donde se esconde la segunda llave

 

Los alrededores del edificio no eran muy diferentes de aquellos de otros cascos antiguos de otras ciudades. Sus estrechas calles estaban llenas de turistas y el suelo estaba pavimentando con piedras. Lara y Kurtis entraron en el edificio y utilizaron el ascensor para llegar hasta el piso que buscaban. Abrieron la puerta y vieron a mujer de pie junto a la ventana. Ambos apuntaron la sus armas. La mujer se giró para mirar a los recien llegados y se acercó a ellos sin dudarlo un momento.

“IsisDeiyan Illsay” se presentó “de los exiliados.”

Lara la miró. Llevaba su pelo oscuro y rizado, suelo, sus ojos eran negros y vestía de negro.

“Venimos a por la llave que se supone que teneis.” Dijo Lara.

“Ya no la tenemos. Fue…’robada’.” Respondió IsisDeiyan.

“¿Cómo?”

“Esa es una larga historia.” Dijo IsisDeiyan sonriendo. “Pero supongo que deberíais saber que esta en manos de neustros enemigos.”

“¿Nuestros enemigos?”

“Vosotros teneis los vuestros y nosotros los nuestros. Pero me temo que se han aliado.”

“Así que tienen acceso a dos llaves.” Dijo Kurtis. “¿Alguna idea de donde podemos encontrar las otras?”

“En el pasado se creía que tras la niebla de escondia una tierra más alla del tiempo. ¿Os suena?”

“Tierras ocultas en la niebla.” Dijo Lara pensando. “No es uan legenda tan extraña entre las culturas del norte de Europa. Lara comenzó a pensar sobre ello y, inconscientemente, empezó a bajar su arma. Puede que hubiese muchos lugares que encajasen en esa descripción, pero en aquel momento, solo podía pensar en uno que se considerase un refugio. “Avalon” susurró finalmente, como si hablase con ella misma.

“¿Qué?” Dijo Kurtis mirandole sin creerla. “¿Vamos a buscar una isla que posiblemente no exista?”

Lara no respondió. Mientras tanto, IsisDeiyan permaneció en silencio, sabiendo que no podía decir nada más. Las consecuencias podrían ser peligrosas para ella. Lara aun estaba pensando. Kurtis tenía razón, Avalon posiblemente no fuese más que una leyenda, como el rey Arturo, el Santo Grial…

“¡Está en Glastonbury!”dijo finalmente. “Ese debe de ser el lugar. Ha conservado muchas leyendas, ‘del mundo de los hombres’.”

IsisDeiyan sonrió mostrando que estaba de acuerdo. “Ahora debeis iros. Dejad el mapa aquí. Ya no lo necesitareis más.” Entonces miró a Kurtis. “Por cierto, ¿no crees que ya va siendo hora de que bajes el arma? Si hubiese querido atacaros ya la habría hecho.”

“¿Cómo podemos saber que podemos confiar en ti?”

”Sinceramente no podeis saberlo y ahora mismo, no tengo forma de probarlo, a no ser que quereis esperar aqui otros cinco minutos. Pasad al edificio siguiente a este y escapad.”

Entonces salió del piso y comenzó a bajar las escaleras.

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Bueno, este no es el fin del capítulo. a ver si traduzco más pronto y lo pongo.

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IsisDeiyan bajó rapidamente las escaleras, pero sin correr. Después de todo no llevaba prisa, sabiendo que su hermana ya había entrado en el edificio. En realidad, quería encontrarse con ella. Se paró al llegar a la planta baja y se acercó a la salida, hasta que se dio cuenta de que la puerta estaba bloqueada.

“Ha pasado mucho tiempo, hermanita.” Dijo una voz tras ella.

“Por lo menos 2 años.” Respondió IsisDeiyan, mientras se giraba para encontrarse con su hermana y varios soldados.

“¿Acaso los cuentas?”

“¿Acaso tu no?”

Ellein sonrió “¿Vienes sola os te acmpaña nuestra querida reina?”

“Ellein si no viniese sola, ¿no crees que ya habrías sido atacada?” respondió IsisDeiyan devolviendole la sonrisa a su hermana. “Además, ¿relamente crees que se quedaría a esperarte?”

“Por supuesto que no. ¿Que haces tu aquí entonces?”

“Ellein, no voy a decirte eso” Respondió IsisDeiyan “De cualquier forma, buen intento.”

Ellein señaló a uno de los soldados y este apuntó a IsisDeiyan.

“Será mejor que pienses en otra forma de sacar información.” Continuó IsisDeiyan, mientras fijaba sus ojos negros en los verdes de su hermana.

“Y por eso te vienes conmigo.” Añadió Erel. Uno de los hombres cogió a IsisDeiyan por el brazo y la llevó fuera del edificio, por la puerta trasera.

 

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Lara y Kurtis no pudieron evitar mirarse, después de que IsisDeiyan saliese de la habitación. Les había dado la información que necesitaban, les había avisado y luego se había marchado sin más.

Kurtis cogió el mapa de la mano de Lara, que aun lo estaba sujetando.

“¿Crees que podemos fiarnos de ella?” Preguntó.

“No lo se, pero no perdemos nada” respondió Lara

“Tienes razón. Si trabaja para Karel, ella ya le habría dicho la localización de las llaves, así que, si dejamos el mapa no le daremos información nueva. Si no, puede que solo intente ayudarnos.”

Después de decir esto, Kurtis dejó caer el mapa y ambos salieron del piso, en la dirección que se les había indicado.

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Y otro cacho del capítulo. a ver si os gusta

Saludos

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El hombre guió a IsisDeiyan hasta un grupo de coches aparcados a las afueras de la zona e intentó que entrase en uno de ellos mientras esperaban a los demás. Sin embargo, se vió obligado a soltarla, al sentir un dolor en la mano como si estuviese ardiendo. IsisDeiyan aprovechó para pegarle una patada en el estómago, para que perdiese el equilibrio y comenzó a correr hacia las calles llenas de gente. Consiguió perderse entre la gente justo antes de que su hermana llegase a la zona.

Ellein se acercó al hombre caido, luchando contra la tentación de cargarselo allí mismo, y le preguntó que había ocurrido. El hombre se quitó el guante y le enseño la mano y, aunque se sorprendió de lo que vió no se permitió el lujo de mostrarlo. Miró a la mano del hombre que parecía parcialmente congelada, mientras este explicaba como había empezado a dolerle de repente, como si le quemase. Ellein entró en uno de los coche y ordenó a sus soldados que se deshicieran de el hombre, como si eso fuese a borrar su fallo.

 

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Al llegara una de las ventanas del pasillo, Lara se dio cuenta de que ambos edificios no se encontraban muy lejos el uno del otro. Tanto ella como Kurtis podrían llegar facimente al otro lado sin mucho esfuerzo. Abrieron la ventana y estaban a pnto de empezar a decidir la mejor forma de cruzar al otro lado cuando oyeron el sonido de pasos acercandose. Tal como sonaba, suposieron que habría bastantes personas subiendo las escaleras y ambos sabían que nada bueno podía venir de aquello.

Lara miró con preocupación a la ventana cerrada en el balcón del edificio frente a ellos y desenfundó sus pistolas con la esperanza de que unos pocos tiros rompiesen el crstal, para que pudiesen entrar en el edificio, aunque ello alertase a los soldados de su presencia. Sin embargo, antes de que pudiese empezar a disparar, el cristal reventó. Miró a Kurtis que le estaba sonriendo, con la mano levantada. Lara no tuvo que pensar demasiado para suponer lo que había sucedido. Tampoco tenía tiempo, así que saltó sobre el pequeño espacio que separaba los edificios.

Se giró hacia Kurtis que estaba tras ella, pero que no estaba tan seguro de poder llegar al otro lado. Lara se acordó de su herida y pensó que esa era posiblemente la causa de su indecisión. Se les acababa el tiempo y los soldados les alcanzarían en cualquier momento. Tenía que pensar en algo y rápido. Miró al marco de la ventana rota. No sabía si sería lo suficientemente largo, pero era su única oportunidad de salir de allí. Afortunadamente, funcionó, y con su ayuda Kurtis consiguió llegar al otro lado. Miraron a la ventana que acababan de dejar atrás y pudieron ver a los soldados acercandose desde la otra punta del pasillo.

Empezarón a bajar ñas escaleras del nuevo edificio, sabiendo que los soldados que les habían visto habrían avisado probablemente al resto de su presencia. Al llegar a la planta baja, Lara se dio cuenta de que tenían dos opciones. Podían escoger entre usar la entrada delantera o la trasera y esperar perder a sus perseguidores entre la gente.

Lara miró a Kurtis e iba a preguntarle su opinión cuando se dio cuenta de que de alguna forma parecía ausente. Le llamó por su nombre, sin obetener respuesta, hasta que pareció temblar por un momento.

“¿En qué diablos estabas pensando?” dijo Lara.

“Te lo explicaré luego. Vamos. Por aquí.” Respondió señalando la puerta delantera.

“¿Como sabes que es más segura?”

“Ahora no hay tiempo. Podemos llegar a mi moto, si nos damos prisa. Nos están esperando en la otra salida, pero si se dan cuenta de que no salimos, pronto vendrán a buscarnos.”

Lara aceptó la explicación, sin saber muy bien porque confiaba en su opinión en este asunto. Intentarón salir del edificio y se dieron cuenta de que tan solo había unos pocos guardias en la entrada de este. Se refugiaron tras unas columnas y les dispararon sin dudarlo. No podían arriesgare a que avisasen al resto. Lara miró desde la esquina de la columna y vió que había seis soldados. Les disparó desde la seguridad de su posición varias veces y oyó caer un cuerpo y, tras unos segundos, otro más. Los otros cuatro también ser habían refugiado detrás de las otras columnas e iba a ser verdaderamente difícil deshacerse de ellos. Entonces se acordó de algo y abrió su mochilas. Cogió el objeto redondeado que había encontrado en el Strahov y se lo pasó a Kurtis. Este se lo agradeció con una sonrisa y lo usó contra los soldados. El objeto voló alrededor de la habitación y de deshizo facilmente de los hombres restantes. Tan pronto como el último cayó al suelo, Kurtis cogió su arma de nuevo y ambos consiguieron salir del edificio y usar la moto de Kurtis para escapar.

“Tienes un montón de cosas que explicar.” Dijo Lara, mientras montaba en la moto.

 

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El inspector Genet estaba estudiando los papeles de su investigación sobre el robo en el Louvre. Estab apuntó de cerrarla, ya que no había nada más que pudiese averiguar sobre el asunto. Por lo que sabía, no se habían llevado nada. Solo habían acojonado a un montón de gente y roto una urna , que posiblemente tubiese algo dentro, pero como no había prueba de ello, no había nada que pueidese hacer al respecto. Su teléfono sonó y levantó la vista de los papeles sin ganas para cogerlo.

“¿Inspector Genet?” Preguntó una voz femenina. “”¿Recuerda que le prometí mantenerle informado?”

El inspector recordó su conversación con la mujer a la que había dejado marchar.

“Claro. Me imagino que nadie a conseguido aun acabar con usted. ¿Qué es lo que sabe?”

“Bueno, si yo fuese usted pararía un grupo de coches que van a cruzar la frontera. Creo que llevan un mapa.”

¿Y eso que tiene que ver con mi investigación?

“El mapa estab dentro de la urna.”

El inspector se lo agradeció y rapidamente colgó. Entonces llamó a otro número y les dio instrucciones para que parasen los coches.

 

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Ahora si que se ha acabado el capitulo.

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  • 3 weeks later...

Bueno, aquí va un poquito más de relato. Y aunque no cuento practicamente nada nuevo, a ver si os gusta. Tengo el capitulo ya acabado y en cuanto lo traduzco lo pondré entero. (Yo aviso, habra una version un poco flipi de como salio Lara de egipto, pero es que me viene bien para el resto de la historia).

 

 

Capítulo 6: Ecos del pasado

 

La habitación del motel donde Lara y Kurtis se alojaban, estaba lejos de poder considerarse cómoda, pero, al menos, era un lugar seguro para pasar la noche. Además, Karel no les buscaría en un lugar así. Kurtis se sentó en la cama, sabiendo que el temido tiempo de preguntas había llegado finalmetne. Lara se sentó a su lado, pero parecía muy ocupada revisando el contenido de si mochila.

“¿Qué quieres saber?” preguntó Kurtis.

Lara levantó la vista de su mochila, aparenteente sorprendida, pero sin decir nada volvió re nuevo a revisar su mochila.

“¡Vamos! Estás deseando saberlo.”

“¿En serio? Debe de pensar que es realmente interesante, Señor Trent.”

“No tengo ni la menor duda de ello, Lady Croft.” Dijo, con una sonrisa irónica. Lara se dio cuenta, demasiado tarde, de que había estado observandole durante demasiado tiempo e intentó corregir su error.

“Deja de hacer eso.”

“¿Hacer el que?”

Lara se quedó callada durante unos momentos. ¿Debería decirle lo que pensaba…? “Llamarme Lady Croft.” Le miró, sin estar muy segura de si se había creido su excusa, ya que parecía estar divirtiendose con la situación.

“Vale”

Después de varios minutos de silencio, Lara finalmente cedió.

“¿Qué ibas a contarme?”

Kurtis se dio cuenta de que aquello era lo más parecido a admitir su curiosa que podría obtener de ella, así que decidió llevar la iniciativa en la conversación.

“Me dijiste que tenía un montón de cosas que explicar. Supongo que te referias a mis ‘habilidades especiales’. En realidad, no hay mucho que decir. Tan solo que es algo que cada mienbro de la Lux Veritatis aprende durante su iniciación, para luchar contra la cábala.”

“Te he visto reventar puertas y recuerdo que me impulsaste en el aire en el Strahov. Eso sin mencionar esa extraña arma que tienes. ¿Hay algo más que debería saber?”

“No, en realidad no.”

“¿Y que pasa con…?”

“Tómatelo con calma. Mañana nos espera un día muy duro y preferiría dormir un poco, si no te importa. Tener un agujero en el estómago es realmente agotador, ¿sabes?” dijo mientras se levantaba de donde estaba sentado y se dirigía hacia el cuarto de baño.

Lara se metió en la cama. Lo último que pudo oir antes de dormirse fue el sonido del agua de la ducha del cuarto de baño.

 

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Estaba casi completamente rodeada por la oscuridad, excepto por una débil luz que venía de una abertura frente a ella. Todo el edificio sobre ella tembló violentamente, como si fuese a derrumbarse en cualquier momento. Necesitaba llegar a la salida o, de lo contrario sería enterrada viva. Sin embargo, ya no le quedaban fuerzas para correr, así que su avance hacía la entrada era lento.

Un hombre apareció en la entrada, pero resultó incapaz de reconocerle, ya que los rayos del sol egipcio le daban directamente en los ojos. Vio que le hacía señas para que se acercase y oyó su voz. Era Werner.

“Rápido muchacha, antes de que todo se derrumbe a tu alrededor.” Dijo a la vez que un nuevo temblor sacudió el lugar, obligando a Lara a apoyarse en contra la pared.

“¿Has vuelto, Werner? ¿Ya no eres Seth?”

“Si, si. ¡No hay tiempo Lara! La mano, Lara, dame la mano.”

Lara pudo sentir el suelo derrumbándose bajo sus pies, pero fue capaz de realizar un último salto hacia la salida y de agarrarse al borde de la abertura.

“Dame la mano Lara. Puedo ponerte a salvo.”

“Me alegra verte de nuevo Werner.”

“No podía dejarte.”

Bloques de rocas comenzaron a caer sobre ellos. La siguiente vez que Lara pudo mirar desde su posición, Werner se había ido. Le había dejado, aunque hubiese dicho que no lo haría. Los temblores se hicieron más fuertes y finalmente cedió. Se soltó del borde y cayó en la oscuridad.

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