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Libro I: Esperanza


Nienna

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Prólogo

 

Praga

Lara se levantó de la cama en la habitación del motel donde había pasado la noche. El día anterior había sido uno de los más ajetreados de su vida. Después de haber derrotado a Karel, ella había vuelto al lugar donde había dejado a Kurtis luchando con Boaz, pensando que la pesadilla por la que había pasado en los dos últimos días había acabado. Sin embargo, lo que encontró era desalentador, el arma de Kurtis en un charco de sangre, aunque no había rastro de su cuerpo.

Estaba agotada, así que decidió ir a la policía, limpiar su nombre y buscar un lugar para dormir. Tendría tiempo de sobra para encontrar el cuerpo perdido al día siguiente. Después de todo, ¿quién querría sacar un cuerpo fuera del edificio? Todas las personas que podían haber estado interesadas en recoger guerreros muertos estaban muertas.

Dejó la habitación tarde por la mañana y se dirigió al Strahov. Tal como suponía estaba lleno de policías que no la dejarían entrar en el edificio, así que preguntó por el inspector con el que había hablado la noche anterior. Después de haberle convencido de que podía ser útil, porque ya había visitado el lugar, fue escoltada a trabes del edificio.

Les guió hacia lo que pensaba que había sido una de las salas de control del edificio. Una vez allí, mientras los policías que la habían acompañado investigaban las cercanías del lugar, intentó averiguar si había alguna cámara situada en la arena donde había dejado a Kurtis y a Boaz luchando, para así saber que había ocurrido. Y la encontró. Sin embargo, la cinta había sido retirada. Entonces, escuchó un ‘click’ que venía de la puerta de un almacén justo detrás suyo. Sin pensárselo dos veces, se giró y comenzó a disparar su pistola. Solo paró cuando oyó un cuerpo caer al suelo.

Se acercó rápidamente pero con cuidado a la puerta y la abrió, con la esperanza de que los policías no hubiesen escuchado los disparos. Supo que se equivoca al oír unas pisadas acercándose. Rápidamente registró el cadáver, buscando cualquier información útil que pudiese contener. Sonrió al encontrar lo que buscaba, la cinta pérdida. Tuvo el tiempo justo para esconderla en su mochila antes de que los policías entrasen en la habitación. Después de explicar lo sucedido, con la prueba recién encontrada segura con ella.

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Capítulo 1: Conversaciones

 

Lara estaba sentada en el borde de la cama de su habitación del motel, con la cinta en sus manos. Ahora, no estaba tan segura de que quisiese verla. ¿Y si era la prueba de que lo peor había sucedido…? Suspiró y se levantó sabiendo que no verla no solucionaría su problema. Después de encender la televisión, volvió a la cama. Media hora después, ella se apresuraba fuera del motel y paró un taxi.

“Al aeropuerto.” Dijo al conductor.

 

***********************************************************************

Kurtis observó la habitación que le rodeaba, si podía llamarse habitación. Estaba tumbado en lo que parecía una cama de hospital. Sin embargo, el lugar era mucho más oscuro y lúgubre de lo que cualquier hospital pudiese haber sido. Intentó levantarse de la cama pero un dolor agudo en su estómago le hizo cambiar de idea. Entonces, vio las vendas alrededor de su cintura y recordó su pelea con Boaz. Lo único que recordaba después de haber sido apuñalado, era haber estado tendido en el suelo de la arena. Alguien debía de haberle llevado hasta allí. La puerta se abrió. Un hombre entró en la habitación y se acercó a Kurtis.

“¿Como estamos hoy, señor Trent?” dijo la figura. “Ha estado durmiendo durante mucho tiempo.”

Kurtis, enseguida le reconoció como Joachim Karel, uno de los miembros de la cábala y se preguntó que había pasado. Al mantener su silencio, Karel continuó hablando.

“Debe de estar preguntándose por qué te recogimos de la arena y te trajimos aquí. Bien, no intentaré convencerle de que esta aquí porque quiero reparar mis errores, sino porque le necesitamos. ¿Ha oído hablar alguna vez de las 4 llaves de Aslene?

“¿Por que me necesitáis exactamente?”

“Porque cada llave esta relacionada con un tipo diferente de…’lugar’ y una de ellas solo puede ser conseguida por un miembro de la Lux Veritatis. Como eres el único que queda… digamos que nos eres útil.”

 

***********************************************************************

El hombre aparcó el coche y miró al edificio delante de él. A pesar de ser posiblemente uno de los edificios más nuevos de la ciudad, era verdaderamente difícil no perderse en su interior. Anduvo por un pasillo lleno de clases y laboratorios, hasta que llegó al departamento de paleontología. Después de haberlo recorrido completamente y no encontrar lo que andaba buscando se acercó a un par de mujeres hablando cerca de la entrada.

“Disculpen, podrían decirme donde está la doctora Illsay?

Ambas mujeres le miraron y luego se miraron entre ellas. Era la primera vez que alguien preguntaba por ella. No se extrañaron por qué no recibiese visitas, sino porque la mayoría de la gente sabía donde encontrarla.

“Posiblemente este en los jardines de la entrada.” Respondió una de ellas.

“Gracias” respondió el hombre, inclinando ligeramente la cabeza.

Las dos mujeres no pudieron evitar mirarle fijamente, mientras salía del pasillo y el edificio. La encontró donde le habían dicho, sentada en un banco, leyendo un libro.

“Mi señora” dijo, a la vez que la mujer miró hacia arriba desde donde se sentaba, sonriendo.

Tan pronto como estuvo seguro de que había captado su atención, continuó “Los miembros del consejo han sido reunidos. Quieren que contactes con ellos lo más pronto posible. Ella me dijo que te recordase como las cosas se están complicando.”

“Sabía que estas vacaciones no durarían mucho” y sin perder su sonrisa, añadió “Diles que llegaré mañana.”

Se levantó, inclinó ligeramente su cabeza como el hombre había hecho anteriormente y se marchó. El hombre siguió observándola mientras entraba en el edificio, seguramente para recoger algunas de sus cosas.

 

***********************************************************************

Después de haber dejado el aeropuerto parisino, Lara se las arregló para encontrar un taxi. Mientras estaba allí sentada, comenzó a pensar sobre la cinta de video. Si lo hubiese visto con sus propios ojos, jamás lo hubiese creído. Karel todavía estaba vivo y tenía a Kurtis. Supuso que debía de necesitarle, si intentaban salvarle. Tan pronto como vio como le habían sacado de la habitación en un a camilla, ella había apagado la televisión y salido de la habitación del motel.

Había encontrado un billete de avión para Paris en uno de los bolsillos del hombre que la había intentado matar en el Strahov. Así que había cogido el primer vuelo para Paris con la esperanza de encontrar allí alguna pista sobre el paradero de Kurtis. Se decía a si misma que debía detener a Karel antes de que pudiese realizar sus malignos propósitos. Sin embargo, sabía que no era la razón principal por la que le seguía.

El taxi se paró en una de las calles del ghetto parisino. No sabía si era el mejor lugar para averiguar el siguiente paso de Karel, pero era el único que se le ocurría.

 

***********************************************************************

IsisDeiyan se bajo del taxi y pagó al conductor que la había llevado desde el aeropuerto. Se preguntaba porque el Consejo había hecho de aquel su lugar de reuniones. Sonrió y se dijo que se lo preguntaría a alguien más tarde, mientras entraba al edificio. Después de llegar al piso que le habían indicado, tocó el timbre.

Una mujer anciana abrió la puerta y sonrió al verla.

“Están en el salón. Te llevaré hasta allí,” dijo y comenzó a andar. Antes de llegar a la puerta, añadió “Me alegro de volver a verte, mi señora.”

“Siempre es bueno ver a viejos amigos” respondió IsisDeiyan, preparándose para entrar en la habitación. Al abrir la puerta, sintió como todo el mundo allí sentado giraba la cabeza para verla. Inmediatamente dejaron de hablar y la saludaron.

“Buenos días a todos” dijo y les observó hasta que localizó a una mujer rubia. Esta se levantó y ambas se abrazaron. “Veo que las hermanas mayores, pueden aprender de las pequeñas.”

“Sabes que me encanta esta ciudad desde que vinimos juntas. Debo reconocer que sugerí con especial interés al Consejo establecerse aquí.”

“y nosotros debemos decir, Erel, que en estos años como nuestra reina ha sido tu único ‘capricho’” dijo un hombre entrado en años, sentado en uno de los sillones. Entonces, se giró hacia IsisDeiyan y dijo. “Tal vez deberíamos empezar de asuntos importantes. Como ya sabes, la princesa Ellein se las arregló para huir del palacio con varios artefactos, hace dos años. No hemos sido capaces de averiguar cuales exactamente o incluso donde está hasta ayer por la mañana.”

“Así que me imagino que necesitareis a alguien par evitar que los utilice. Alguien que ha pasado toda su vida en el mundo que Ellein amenaza” añadió IsisDeiyan.

“Si, pero las cosas se han cumplicado” contonuó el hombre. “Sabemos que tiene una de las llaves de Aslene.”

“Y ha formado una alianza para obtener las otras tres. Antes deben obtener algun tipo de mapa con la localización de las llaves, así que todavía no deben saber donde están todas las llaves.” Dijo Erel

“¿Dónde está el mapa?” preguntó IsisDeiyan.

“Nuestro contacto nos dijo que se cree que está escondida en una urna en el Louvre. Intentarán robarla durante algún tipo de inauguración que se celebrará mañana a la noche.”

“He oído hablar de eso. Puedo conseguir que me inviten. Una vez allí intentaré detenerles, si el Consejo lo aprueba.”

“Tienes nuestra aprovación.” Dijo otro hombre “Ya esta votado.”

“No se por qué me sorprende.”

“Si no supiesemos que estas dispuesta actuar de esa for a, nunca te habríamos aceptado como princesa.

Ella sonrió y miró a su hermana “No te preocupes, no dejaré que Ellain me vea.”

“Eso sería más seguro. Si no sabe que vamos tras ella, estará más confiada. Y, Isis, Ten cuidado. No quiero perder otra hermana.”

“No te preocupes, ya sabía lo que me esperab cuando me apunté a esto de ser princesa. Por cierto, ¿sabemos con quien trabaja?

 

**********************************************************************************

Joachim Karel, estaba sentado en su despacho, revisando algunas de sus noras, cuando alguien llamó a la puerta.

“Adelante” dijoy Marten Gunderson entró en la habitación. “Gunderson, ¿ha vuelto el hombre que enviaste del Strahov?”

“No, señor. Me temo que no volverá. Fue encontrado por la señorita Croft y me temo que ahora tiene la cinta.”

“Bien, entonces supongo que tendremos visita tarde o temprano. Estad preparados. ¿Algo más?”

“Si, señor. La princesa Ellein ha llegado.”

“Dile que pase.”

 

***********************************************************************

El café metro estaba completamente vacío y, al entrar Lara, el dueño, Pierre la saludó como si fuese una amiga largamente perdida. Lara, sabiendo que lo más amable que fuese con ese hombre, la mayor cantidad de información que obtendría, decidió comportarse educadamente, o, por lo menos, más educadamente que la última vez que había estado ahí.

“Me alegro de volver a verte, Pierre.”

“¿Qué te trae por aquí? Spongo que esto no es una visita de cortesía.”

Lara sonrió “ He oído que alguien está dirigiendo una asociación ‘muy mala’ y estoy segura de que sabes algo. Después de todo, ¿que lugar sería mejor que este para oir ‘por casualidad’ una conversación, que un café en esta parte de la ciudad?

La expresión de Pierre cambió inmediatamente. “No se de que me hablas. ¿Crees que tengo tiempo para escuchar las conversaciones de mis clientes? Dijo alzando la voz.

“¡Cállate! Créeme si te digo que no quieres atraer la atención de nadie.” Dijo Lara mientras luchaba con el impulso de volarle la cabeza, recordando que necesitaba aquel hombre para llegar hasta Kur… Karel. “Así que has oído algo, ¿no?

“Mira, me juego la vida si te cuento algo. ¡Me matarán!”

“¡Yo te mataré, si no me dices lo que sabes!”

“Vale, oí a algunas personas hablando hace dos días. Todo lo que se es que algo llamado la agencia va a entrar en el Louvre mañana por la noche. No se para quien trabajan pero desde luego no se traen nada bueno entre manos.”

“Gracias, Pierre. Y recuerda que no quisiésemos que nadie se enterase de nuestra pequeña conversación.” Dijo Lara saliendo del café. Tenía tiempo de sobra para preparar su pequeña ‘excursión’ al museo. Les observaría y les quitaría lo que fuese que buscaban en cuanto tuviese la oportunidad. Pero ahora mismo, necesitaba armas. Y recordó donde podía encontrarlas, al pensar que la caja de seguridad de la tienda de empeños era probable que hubiese sobrevivido a la explosión de hace unos días.

 

***********************************************************************La princesa Ellain entró en la habitación y se sentó en una de las sillas, antes de que se le invitase a hacerlo. Karel alzó la cabeza de sus papeles y estudió a la mujer frente a el. No era precisamente alta, pero aun así se las arreglaba para mirar por encima del hombro a la mayoría de la gente. Tenía el pelo rojo y los ojos entre marrones y verdes.

Empezó a hablar con la misma decisión con la que había entrado en la habitación. “He venido hasta aquí para cerrar nuestro acuerdo. Mi llave está en un lugar seguro para que pueda cogerla cuando llegue el momento.”

“Bien. Empezaremos nuestra búsqueda de las llaves mañana por la noche. Vendrás con nosotros”

“¿Y dejar que mi ‘querida gente’ me descubra? No gracias.”

“Pensaba que no les temías.”

“Y no lo hago. Pero no me gustaría que ninguna de las hermanas que me quedan viniese tras de mí. ¿Crees que, si descubren lo que pretendo, no intentarán detenerme?”

“Bien, supongo que entiendo que, después de traicionarlas, ser responsable de la muerte de más de la mitad de la gente que se supone que debías proteger, incluyendo a varias hermanas y haber robado varios artefactos que pueden llevar a la destrucción del mundo, no estés en muy buenas relaciones con ellas. Jamás habría imaginado que una de vosotros pudiese caer en la tentación del poder tan fácilmente Esperarás aquí hasta que volvamos del Louvre.”

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  • 2 weeks later...

Capítulo 2: Regreso al Louvre

 

Lara tenía la esperanza de que la entrada que había abierto en su anterior visita no hubiese sido cerrada mientras se acercaba al edificio. Sino tendría que encontrar otra forma de entrar. No era una idea tan ingenua. Después de todo, en el mismo día tres grupos diferentes de personas habían entrado en el edificio y puede que no hubiesen encontrado aun el agujero en los pisos más bajos.

Se sorprendió al oír más ruido que en su anterior visita. Sin embargo, pudo explicar la fuente de ese ruido cuando se acercó, algún tipo de fiesta se estaba celebrando en su interior. Bien, eso l convertía en la mejor noche para irrumpir en el museo, ya que toda la atención de los guardias estaría centrada en la fiesta. Finalmente llegó al sistema de alcantarillado bajo el Louvre y sonrió al comprobar que su trabajó no habías sido ‘deshecho’.

También se dio cuenta de que el ruido provenía de uno de los pisos superiores y supuso que la inauguración se estaba celebrando sobre ella. Intentó alejarse de allí tan rápido como pudo, ya que era el lugar más vigilado del edificio.

 

***********************************************************************************

Karel observó como Gunderson organizaba a sus hombres para entrar en el museo. Su plan era sencillo; robar la urna que con el mapa antes de que nadie se diese cuenta. El hecho de que se estuviese celebrando una fiesta en el otro extremo del museo facilitaba las cosas la única cosa que podría fastidiar sus planes era Lara Croft, pero no había aparecido.

Se giró para observar al hombre que yacía en el camión tras él, habría dejado al guerrero de la Lux Veritatis en su escondite pero no se fiaba de su nueva aliada. Sabía que la única cosa de la que se preocupaba era el poder y vendería su alma por obtenerlo. El poder que su gente le había ofrecido no había sido suficiente. Ser una princesa de su mundo significaba que tenía que compartir su poder con un consejo y que tuvo que respetar la decisión de su gente cuando eligieron a su hermana como reina. Y la princesa Ellein jamás aceptó eso.

Habían pasado dos años desde que, de alguna forma, había roto las defensas de su país. Había traicionado a la reina, que ahora estaba muerta. Sin embargo, no había podido alcanzar el trono, aunque se las arreglo para escapar. Ahora, las hermanas que le quedaban estaban exiliadas y buscándola. No sabía mucho de ella, aparte del hecho de que era una de los Niños. Ni siquiera sabía lo que había heredado de su madre, pero estaba seguro de que si tenía la oportunidad, utilizaría en su beneficio las cuatro llaves. De hecho, eso es exactamente lo que el haría. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Gunderson le informó de que estaban preparados.

 

***********************************************************************************

La entrada del museo estaba atestada de gente, la mayoría eran historiadores, expertos en arte y también había algún científico que trabajaba allí. IsisDeiyan se acercó a la entrada. Había trabajado para el museo en un par de ocasiones. Cuando estaba apuntó de llegar a la entrad escuchó una voz llamándola.

“Doctora Illsay” se giró y vio a un hombre, posiblemente de casi 60 años. IsisDeiyan le recordó, ya que era uno de los expertos que la habían ayudado cuando trabajaba allí. En su opinión un buen hombre y, sobre todo, alguien en quien podía confiar si algo salía mal esa noche. “Me alegro de verla. Ha pasado mucho tiempo. ¿Qué hace aquí?”

"Esa es una historia verdaderamente larga” contestó ella

“No he visto su nombre en la lista de invitados”

“Tal vez tenga eso algo que ver con el hecho de que no está ahí. ¿Me creerías si te dijese que estoy de camino a una conferencia y al ver esta maravillosa inauguración no pude evitar venir a saludar a viejos compañeros de trabajo?”

“No se lo que te traes entre manos, IsisDeiyan, pero si crees que merece la pena arriesgar tu carrera y quien sabe que más, probablemente te mereces toda la ayuda que puedas conseguir. Ven conmigo, les pediré a los guardias que te dejen entrar. La nueva exposición esta fuertemente vigilada, pero el resto del museo no. Así que no tendrás ningún problema para hacer lo que hayas venido a hacer.

“Gracias, aunque no se por qué me ayudas.”

“Ni yo, Isis, pero pareces demasiado buena para causar problemas.” Añadió mientras los dos entraban en el museo.

 

***********************************************************************************

Una figura se movía silenciosamente a través de los pasillos del Louvre. Lara no tenía ni idea de donde podía empezar su búsqueda. Supuso que, si habían elegido es día, sería porque posiblemente entrarían en el lugar del museo más alejado de la fiesta. Dirigió sus pasos en esa dirección intentando no hacer ruido.

Después de haber explorado las galerías durante algún tiempo, escuchó ruido viniendo de una habitación cercana. Miró desde detrás de una de las puertas y vio la imagen demasiado familiar de dos soldados que parecían estar patrullando las galerías, después de pensárselo durante alrededor de un minuto, Lara decidió seguirles. Después de todo, no tenía nada mejor que hacer y podrían guiarla hasta lo que buscaban.

Pronto descubrió que su suposición había sido correcta, al escuchar a gente hablando al final del pasillo. Permaneció detrás de la puerta de la habitación contigua a aquella donde se encontraban, para poder escuchar lo que decían.

“Ninguna de nuestras patrullas la ha visto, señor” oyó que decía Gunderson.

“Bien, pero mantén a algunos en las salidas. No quiero riesgos innecesarios.” Lara no pudo evitar contener la respiración al escuchar a Karel, ya que le resultaba casi imposible creer que estuviese vivo tras la explosión.

“Si, señor”

Las voces callaron entonces y Lar tuvo que asomarse desde la puerta para saber lo que ocurría. Vio a Karel acercarse a uno de los artefactos allí, una urna, cogerlo y arrojarlo contra el suelo. No sonó ninguna alarma, aunque eso no sorprendió a Lara. El presupuesto del museo solo les permitía proteger sus obras de arte más valiosas.

Giró de nuevo la cabeza para tomarse un pequeño descanso. Sin embargo, encontró a uno de los soldados apuntándole con su arma a la cabeza. Le ordenó que entrase en la habitación y ella obedeció a desgana. AL mirar alrededor de la habitación intentando encontrar una ruta de escape, vio que Karel estaba todavía de pie junto a la urna rota. Gunderson estaba a su lado y en una de las esquinas pudo ver a Kurtis sujeto por dos de los soldados. Pensó que parecía bastante débil, posiblemente debido a la perdida de sangre, pero aun así se sintió aliviada de verle con vida.

“Señorita Croft, ha llegado justo a tiempo. Le encantará esto.” Dijo al mismo tiempo que retiraba algunas de las partes rotas de la urna y cogía un viejo manuscrito del suelo. “Este es el mapa que me llevará hasta las 4 llaves de Aslene.” Le dijo “con la ayuda del señor Trent, por supuesto. En caso de que se pregunte cual será su destino, creo que la dejaré vivir por algún tiempo. Aun creo que puedes tener un sitio en mi nuevo mundo.”

“¿Y qué es exactamente lo que te hace pensar que quiero formar parte de tu nuevo mundo? Creo que lo deje claro en nuestro último encuentro.” Respondió Lara. Karel sonrió ante su respuesta. Comenzó a acercarse a ella.

“La raza humana se inclina fácilmente ante le poder, especialmente cuando la otra opción solo les traerá dolor y tormento. Tu voluntad estará en, mi poder antes de lo que crees. Cada día que pasa estoy más cerca de mi objetivo. Es inútil que pienses que tienes alguna oportunidad frente a mí."

“Por lo menos, nadie podrá decir que no lo he intentado.” Dijo Lara, mirándole directamente a los ojos. Entonces Lara vio su oportunidad. Reunió toda si fuerza y se lanzó hacia delante. El ataque cogió a Karel por sorpresa y cayó al suelo.

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  • 2 weeks later...

Gracias!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Me alegro mucho que os haya gustado pero yo aviso, a mi se me va mucho la pinza y tengo cierta debilidad (que tiende a la obsesión, en el buen sentido) por la fantasía, así que de aquí puede salir una cosa muy rara.

Y si veis que hay por ahí elementos que os recuerdan a libros, historias... Pues no os asusteis, que la verdad es que me encanta mezclar las cosas.

Ya pondré el siguiente capítulo en cuanto lo traduzca. :bash2:

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Capitulo 3: Saliendo del Louvre

 

La reacción de Lara tomó a todos los presentes por sorpresa. Sin embargo, su ventaja no duró mucho. Tan pronto como Karel chocó contra el suelo, le lanzó una bola de fuego verde y, aunque Lara fue capaz de apartarse de su camino a tiempo le dio en su brazo derecho. Como todo el mundo estaba mirando lo que ocurría, nadie se dio cuenta de que Kurtis había logrado soltarse de los guardias que le sujetaban y dejarlos sin sentido. Lara se apoyó sobre la pared, sujetando su brazo herido con dolor. Karel se levantó del suelo y se aproximó a Lara con otra bola de fuego en la mano.

“Una persona de su talento debería saber mejor la importancia de hacerse indispensable, antes de hacer algo estúpido como intentar escapar. Podrías haber vivido para ver el nacimiento de un nuevo mundo” Dijo Karel.

“Entonces, creo que no me pierdo nada” Respondió Lara.

Karel alzó su mano preparándose para atacar a l Lara con el fuego verde. Sin embargo, un disparo le detuvo. Miró a su mano que ahora sangraba por donde la bala le había dado. La herida no necesitó más de10 segundos para curarse, y Karel se giró hasta ver a Kurtis sosteniendo la pistola de uno de los guardias.

Kurtis comenzó a disparar de nuevo, sabiendo que no heriría a su oponente, pero esperando que les diese tiempo para escapar. Además, sabía que contaba con la ventaja de que le necesitaban vivo, por l que no intentarían matarle. Estaba en lo cierto, ninguno de los soldados intentaron dispararle y las balas consiguieron detener a Karel por algún tiempo. Para entonces, Lara había cogido su propia arma y empezado a disparar a algunos soldados. Sin embargo, Gunderson había empezado a reorganizar a sus hombres y tuvo que ocultarse detrás de la puerta de la habitación contigua a aquella donde se encontraban. Los soldados, dirigidos por Gunderson la imitaron y se refugiaron tras las columnas.

Karel cayó al suelo debido a sus heridas. Sin dudarlo ni un momento, Kurtis cogió el mapa de las manos de Karel y salió de la habitación por la puerta tras la que Lara estaba oculta. Tan pronto como ella le vio le hizo señas para que le siguiera.

“¿A dónde vamos?” preguntó Kurtis.

“A la salida. Necesitamos deshacernos de esta gente.”

Su avance por el museo no era precisamente rápido, ya que ambos estaban heridos. Sin embargo, Lara sabía perfectamente a donde debían ir. Se dirigió hacia las plantas más bajas del museo, al lugar donde la inauguración de la nueva exposición tenía lugar y, lo más importante, el lugar mejor vigilado.”

 

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Un silencio total cayó sobre la fiesta al llegar el sonido de disparos desde uno de los pasillos. Nadie se atrevió a moverse, aunque el ruido se acercaba claramente a ellos. IsisDeiyan, segura de lo que significaba intentaba pensar en algo para evitar que el aliado de su hermana obtuviese el mapa y además salir de la situación, sin ser vista.

Se acercó a una de las vitrinas, que parecía contener algunos de los objetos más valiosos de la habitación y espero. Vio entonces a una mujer entrando corriendo en la habitación, seguida de cerca por un hombre. IsisDeiyan se apoyó en la vitrina, que casualmente cayó al suelo.

 

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Lara oyó el sonido de cristal roto viniendo de alguna parte de la habitación, pero no se paró para mirar de donde provenía. La habitación estaba llena de gente, así que alguien debía de haberse chocado contra algo. Sin embargo, solo podía pensar en que su plan no estaba funcionando. Ninguno de los guardas del museo había aparecido aún y, cuando llegasen a la salida, sus posibilidades de escapar se reducirían si sus perseguidores no eran retenidos tras ellos.

Solo cuando hubo cruzado la puerta de la habitación se dio cuenta de que se esta cerrando tras ella. Ambos se detuvieron por un momento y observaron a través del cristal blindado, como todas las salidas de la habitación se cerraban, encerrando a Karel y a sus hombres. Ya que sabían que no dudaría mucho, volvieron a correr. Ninguno se fijo en una mujer de ojos negros observando sus movimientos, de pie, al lado de un montón de cristales rotos.

Pronto llegaron a la salida y, sin pararse, se subieron al coche que Lara había utilizado para llegar al museo. Lara arrancó el coche y lo condujo hacía un lugar más seguro.

 

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Karel no podía creer que las puertas se hubiesen cerrado justo delante de ellos. Miró alrededor de la habitación y vio una vitrina rota yaciendo en el suelo. Así que esa había sido la causa de que las puertas se cerrasen. Uno de esos mortales había sido la causa de su fallo. Si hubiese tenido tiempo, dejaría que su furia acabase con todos ellos. Sin embargo, necesitaba salir de la habitación. No es que realmente importase que le cogiesen, pero la menor atención que atrajese sobre sus actividades, mejor.

Esperó a que sus hombres abriesen un agujero en una de las paredes de la celda y salió de la habitación. Mientras se marchaba, giró la cabeza y vio a una mujer que atrajo su atención. Miró en sus ojos negros, pero no vio el miedo que había en todos los demás presentes en la habitación. Estaba totalmente tranquila y le devolvió la mirada con orgullo.

 

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Para cuando la policía llegó, solo pudieron encontrar a un montón de gente paralizada por el miedo. Un inspector de policía comenzó a hablar a la multitud que se encontraba ante él, pero nadie parecía escucharle. Una mujer se acercó al inspector. Tenía el pelo oscuro y largo y ojos negros pero lo que llamó la atención del inspector fue su aspecto de calma.

“Mire” dijo “No voy a intentar convencerle de que estoy aquí por casualidad. Sabrá que no es así en cuanto lea la lista de invitados. Pero es realmente importante que nadie sepa que he estado aquí.”

“El policía seguía impresionada.

“Supongo que no tiene nada que ver con esa vitrina roca que activó el sistema de seguridad.”

Ella sonrió. “¿ve aquel agujero en la pared? No podía dejar que las personas que hicieron eso, consiguiesen aquello por lo que habían venido. No puede hacer nada contra ellos, pero yo tengo una oportunidad, sino saben que estoy tras ellos. Se que no puedo esperar que confíe en mi, pero le aseguro que, si me encuentran, probablemente intentarían abrir una agujero a través de mi como ese de la pared.”

“Francamente no se porque la creo, pero probablemente tengo que agradecerle que esto no se haya convertido en un desastre mayor.”

“Prometo mantenerle informado.” Dijo ella mientras salía de la habitación.

 

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Karel estaba furioso al volver a su cuartel general. Se dirigió as u habitación pensando en su siguiente movimiento.

“Supongo que algo ha salido mal, ¿verdad?” La princesa Hellín estaba de pie en uno de los pasillos.

“Nada que no pueda controlar.”

“Ten cuidado. La arrogancia no es una virtud, ni siquiera entre tu raza. Puede que sepas donde esta mi llave y donde esta la tuya, pero te recuerdo que las otras dos aun están fuera de tu alcance.”

“No soy el único que debería tener cuidado. Ya sabes que hay un montón de gente esperando verte morir, y realmente no querrías buscarte ningún enemigo más debido a tu orgullo.

Ella le dirigió una mirada fría, se giró y desapareció por el final pasillo. Bueno, puede que el no supiese donde estaban las llaves, pero conocía a quien lo sabía. No sería tan difícil seguirles.

 

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Lara paró el coche y se bajó de él. No podía pensar en ningún lugar mejor para esconderse. Desde luego, no podían ir a un hotel y sería extraño que alguien les buscase en aquel lugar. Kurtis también había bajado del coche y estaba observando el edificio ante él, un bloque de pisos.

“Nunca habría imaginado que tuvieses un piso en París” dijo Kurtis.

“No es mío. Era la casa de un amigo.” Respondió Lara.

“Y supongo que no le importará si entras en su casa, en mitad de la noche y le dices que la mitad de la mafia parisina está detrás nuestro.” Dijo sarcásticamente.

“Está muerto. Karel lo mató.”

Kurtis no sabía si preocuparse por lo que había dicho o por el hecho de que iba a dormir en el mismo lugar en que Karel había llevado a cabo uno de sus macabros rituales.

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  • 3 weeks later...

Capítulo 4: El mapa

 

Pasar la noche en el apartamento de Von Croy puede que no hubiese sido una idea tan buena después de todo. Era cierto que posiblemente aquel era uno de los lugares más seguros en los que podían esconderse, pero el lugar le traía recuerdos horribles. Recordó como Von Croy le había llamado en mitad de la noche, unos días atrás. No sabía por qué había aceptado acudir a Paris. Estaba segura, y el tiempo le dio la razón, que solo le traería problemas. Sin embargo, realmente parecía aterrorizado y debía reconocer que había sentido algo, curiosidad tal vez, sobre lo que podía asustarle. Ahora deseaba haberse quedado en casa, a salvo. Lara había llegado a pensar que jamás podría perdonar a Werner por lo ocurrido en Egipto. Pero nadie merece ese tipo de muerte y puede que aquella lo cambiase todo, en más de un sentido.

Sus pensamientos se volvieron entonces hacia el hombre que había conocidos unos días antes. Se había fijado en las vendas alrededor de su estomago, donde su camiseta estaba desgarrada. Esa herida era posiblemente la causa del charco de sangre que había encontrado en el Strahov. Sin embargo, los hombres de Karel parecían haber hecho un buen trabajo vendándola. Ambos subieron las escaleras y se retiraron a dormir.

 

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IsisDeiyan cogió a desgana su móvil, que estaba en la mesilla al lado de su cama. Había estado durmiendo durante unas pocas horas y aun estaba bastante cansada. Miró a su despertador. Las 6 de la mañana. Entonces miró a su móvil. Era una llamada de su hermana. Finalmente deseó durante unos segundos matar a los propios hermanos fuese legal, en determinadas circunstancias.

“¿Qué quieres?” Preguntó IsisDeiyan con una voz cansada.

“¿Tienes el mapa? Preguntó Erel.

“No”

“¿Han conseguido el mapa?” Preguntó Erel alarmada.

“No”

“Isis, explícate. ¿Dónde esta el mapa? ¿Qué ha ocurrido?”

“No se quien tiene el mapa, pero puedo asegurarte que no soy yo y que no es Ellein o su aliado. No creo que pase mucho antes de que lo averigüemos.”

“¿Y no podías haberte explicado así cuando empezamos a hablar?”

“Míralo como una pequeña venganza por haberme despertado. Llegaré por la tarde.” Dijo finalmente, justo antes de colgar el teléfono.”

 

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La puerta de la oficina de Karel se abrió y la princesa Ellein entró orgullosamente.

“¿Sabes ya a donde van o tengo que buscarme otro aliado, antes de que caigas?” Dijo sarcásticamente.

“Les estamos siguiendo, aunque aun no les hemos encontrado. Por cierto, ¿sabes algo de tus hermanas?” respondió Karel.

“De hecho, estoy bastante segura de donde están. Saldré dentro de una hora.”

 

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IsisDeiyan abrió la puerta del piso donde había estado en su anterior visita a la ciudad. Sin embargo, esta vez, solo había seis personas dentro, todas ellas jugando a las cartas.

“¿No deberiais estar planeando nuestro próximo paso?” preguntó divertida ante la escena.

Uno de ellos, un joven de apenas algo más de 20 años le respondió “Decidimos quien preparará la cena.”

“Y has llegado justo a tiempo.” Respondió Erel.

“Mejor que no me hagais cocinar, sino quereis comer algo medio quemado.” Respondió “Yo ya he cenado en el aereopuerto. Avisadme cuando acabeis. “Estaré en mi habitación.”

“IsisDeiyan” le llamó su hermana “Será mejor que hablemos ahora.”

 

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Lara se despertó temprano a la mañana siguiente. Su brazo derecho aun le dolía donde el disparo de Karel le había dado. Sin embargo, no importaba lo cansada que estuviese, porque todos sus esfuerzos para descansar más parecía inútiles. Por el contrario, Kurtis no parecía más afortunado, ya que aun estab profundamente dormido.

Se levantó y despertó a Kurtis, sabiendo que deberían empezar a estudiar el mapa antes de que Karel les encontrase.

“¿Sabes por qué querían el mapa?” preguntó Lara, una vez que Kurtis estuvo completamente despierto.

“Bueno, al parecer alguna especie de ‘ser antiguo’, Aslene, escondió algo llamado ‘el secreto de la vida’ y cerró a cámara con 4 llaves, que llevó a diferentes lugares.” Respondió Kurtis.

“No es muy dificil imaginar por qué puede querer algo llamado así. ¿Sabes lo que es?”

“No. Nadie lo ha visto. Pero se donde esta una de la llaves, la que fue entregada a la Lux Veritatis. Debemos encontrarlas antes de que Karel lo haga.”

Lara desenrolló el mapa, pero se sorprendió al encontrar que, en lugar de algun tipo de dibujo, solo contenía cuatro párafros de nítida caligrafía. Los lelló en alto.

 

Encontrarás la primera llave

En la tierra más allá de la niebla

En el último refugió del mundo de los hombres

 

La segunda la entregaré a mi propia gente

Cuyo destino apunta hacia el exilio

Pero demasiado queridos para mi, para dejarlos morir

 

Los antiguos guerreros de la Lux Veritatis

Recivieron la tercera, por proteger a la raza humana

Y la escondieron donde podrían encontrarla en el futuro

 

La última, sin embargo, queda en poder de los nephilim

Escondida bajo tierra, pues incluso ellos son parte de los Niños

Y pueden ayudar a mantener el equilibrio

 

“Nunca entenderé por qué los seres antiguos, imperios o hermandades no escriben las cosas claramente, para que ‘las futuras generaciones’ no tengan que adivinar lo que querían decir.” Dijo Lara, aun sabiendo que en su interior agradecía cada oportunidad que le llegaba para resolver un misterioso puzzle o recuperar algun antiguo artefacto. Lara continuó hablando “Veamos. Has dicho que sabias donde estaba tu llave, verdad?”

Kurtis asintió. “Y supongo que la de los nephilim debe estar en su ciudad subterránea. Pero no tengo ni idea de las otras dos.”

Lara permaneció cayada durante unos minutos y dijo. “Bien, no podemos conseguir la llave de Karel y deberíamos dejar la tuya por el momento para que no puedan matarte.

“Realmente aprecio su preocupació Lady Croft.” Añadió Kurtis sarcasticamente.

Lara le fulminó con la mirada pero continuó hablando como si no hubiese oido nada. “Así que nos quedan dos de cuatro. No se donde la tierra tras la niebla esta, pero creo que se de alguien que podría ayudarnos con los Exiliados. Es un ‘experto’ en todo tipo de teorías extrañas. Supongo que posiblemente sabrá donde encontrarlos.

“¿Confías en el?!

“No. Trafica con información, pero, ahora mismo, creo que es nuestra única opción.”

 

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La puerta del dormitorio se abrió y una mujer rubia entro en la oscura habitación. Se acercó a una de las camas y se sentó al lado de la figura tumbada allí. Tocó ligeramente a su hermana, como para despertarla, aunque ya sabía que no estaba dormida. IsisDeiyan se giró miró a los ojos verdes de su hermana. Unas pocas horas antes había explicado al Consejo todo lo que había visto en el Louvre y su propia opinión, pero se había retirado antes de que se tomase ninguna decisión.

“Hemos estado hablando. Nuestra querida hermana ha decidido seguirnos. Parece que al final ha comprendido que aun somos una amenaza para ella.” Dijo Erel con una sonrisa triste. “Nos vamos mañana.”

“¿Otra vez ocultándonos?” preguntó IsisDeiyan.

“¿Qué otra opción tengo?”Ya ha habido suficientes muertes entre nuestra gente. Me eligieron para protegerles. Sabes tan bien como yo que ambas somos demasiado jóvenes para llevar a acabo alguna acción propia.”

“No era mi intención criticarte. Lo siento si ha sonado com si lo fuese.”

“Lo se. Pero aun me siento tan..” Empezó a decir Erel, pero su hermana la detuvo.

“Puede que no seamos capaces de derrotar a Ellein. Pero siempre podemos entorpecer sus planes. Sabemos algo que ella desconoce: la localización de las llaves. Podemos consegirlas antes que ella y su aliado lo hagan.

“Isis, we can’t get them.”

“No, pero podemos encontrar ayuda. O mejor, estoy segura de que la ayuda nos encontrará.”

“¿Te refieres a los que viste en el Louvre?”

“¿Por qué no? Nuestro contacto nos dijo que uno era un miembro de la Lux Veritatis, puede conseguir la llave.”

“¿Cómo sabes que vendran hasta nosotros?

“Bueno, somos su mejor opción.” Dijo IsisDeiyan. “Yo me quedaré aquí.

“Esa es tu decisión.”

 

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Kurtis siguó a Lara hacia el interior de un viejo edificio que parecía que iba derrumbarse en cualquier momento. Estaba totalmente abandonado, excepto por un apartamento de donde venía algo de luz. La puerta estaba abierta y Kurtis no supo si encontrarlo extraño o no hasta que vió preocupación en la cara de Lara. También desenfundó su arma al ver que Lara había hehco lo mismo con la suya.

Empujó ligeramente la puerta para que pudiesen tenr más espacio para cruzarla y esperó hasta que Lara entrase en la habitación. Pronto ambos se dieron cuenta de que no había nadie en el piso, excepto por el cadaver de un hombre yaciendo en el suelo, cerca de unos ordenadores.

“¿Es ese el hombre?” preguntó Kurtis.

“Siempre tuvo miedo de que sus ‘enemigos’ le encontrasen. Por supuesto, nadie creía la mayoría de lo que decía, pero parece que al final estaba en lo cierto.” Respondió Lara “Veamos si encontramos algo útil.”

Kurtis empezó a registrar los ordenadores, mientras Lara intentaba encontrar algo entre la cantidad de papeles tirados por el suelo, las mesas, e incluso dentro de algunos libros. El lugar era claramente un desastre, aunque dudaba de que eso tuviese algo que ver con la gente que había matado al hombre. Su búsqueda fue pronto intenrrumpida pro Kurtis llamándola.

“¿Qué has encontrado?”

“Mira,los archivos sobre los Exiliados fueron los útimos que miraron.”

“Posiblemente porque la gente que lo mató buscaba lo mismo que nosotros. Me pregunto porque no los destruirían.”

“O no esperaban que viniese algo o simplemente les daba igual.” Respondió Kurtis.

“¿A dónde tenemos que ir?”

“ Al barrio gótico de Barcelona.”

 

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“Les hemos encontrado, Señor.” Informó Gunderson.

“¿Dónde están?”

“Acaban de cruzar la frontera francesa, Señor.”

“Avisa a Ellein. Que ella se encargue.”

“Si, señor.”

 

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La calles del barrio gótico de barcelona estaban llenas de turistas. Sin embargo, Lara y Kurtis se las arreglaron para conducir a traves de ellas gracias a la moto de Kurtis. Pararon en una de las calles tras al antigua catedral y aparcaron el vehículo. Mientras bajaban de el, miraron al edificion frente a ellos.

 

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A ver si os gusta este capítulo. Para el próximo lo ire poniendo según lo traduzca para que no tengais que esperar tanto

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