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El amuleto de las Horas


Gaia

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  • 2 weeks later...

Hola de nuevo,siento no haber podido poner nada antes. Gracias a todos los que siguen mi relato,aunque sea de semana en semana o...,no sabeis lo que me alegro de que os guste.En fin,ahí va otra entrega(AVISO:Esta entrega y la que le sigue es un poquillo ******,pero no se puede tener accion a todas horas,de cualquier manera,que lo disfruteis :P):

 

 

11ª Entrega

 

Lara se despertó con un fuerte dolor de cabeza y una permanente sensación de náuseas. Kurtis estaba a su lado, agachado en silencio, vigilándola.

-¿Cómo te encuentras?-dijo Kurtis

-¿Qué ha pasado?- le preguntó Lara incorporándose.

-La vieja esa te lanzó un hechizo y te desmayaste.¿Estás bien?

Por un momento, Lara no supo qué contestarle.

-Sí-dijo al fin-¿y tú?

-Bien. Te informo de que son casi las doce de la noche y ya han cerrado el parque.

-Entonces tenemos vía libre-dijo Lara levantándose. Al hacerlo, le vino una oleada de mareo transitorio y se tambaleó, pero enseguida estaba de nuevo bien-No me digas que tenemos que volver por donde hemos venido-dijo con un gesto de fastidio.

-Creo que hay una salida por la parte contraria de templo. Justo...por ahí-dijo él señalando a su derecha.

-De acuerdo, vamos. No perdamos el tiempo-dijo Lara dirigiéndose hacia dónde Kurtis indicaba.

Corrieron atravesando largos y sinuosos pasillos, aunque por fortuna no se encontraron con ninguna trampa, y al final, salieron por una estrecha puerta que quedaba oculta por una pared que entre los dos tuvieron que empujar para poder abrirla. El resto fue coser y cantar hasta llegar al jeep.

Condujeron durante otras cuatro horas y al llegar al aeropuerto devolvieron el jeep y fueron a la terminal a sacar los billetes para el próximo avión a Italia.

-¿Sus nombres, por favor?-dijo la azafata mientras manejaba el ordenador para expedir sus billetes.

-Lara Croft y Kurtis Trent

La azafata reaccionó de manera inesperada; paró en seco con el ordenador, abrió los ojos desmesuradamente y dijo con voz entrecortada:

-Lo...lamento mucho, pero por causas técnicas el...el avión con destino a Nápoles no...no saldrá hasta dentro de...de una semana.

-¡¿Cómo?¡ ¿De una semana?-exclamó Lara-pero...

-Sí, de una semana. Ahora, si no desean nada más, despejen el paso, hay más clientes esperando-dijo mientras varias personas los empujaban hacia un lado.

-Pero...-comenzó a decir ella.

-Buenos días-dijo la azafata secamente volviéndose hacia otros clientes.

-¿Y ahora que hacemos?-le dijo Lara a Kurtis con los brazos en jarras.

-Pues no sé... déjame pensar...creo que un amigo mío tiene un pequeño barco en el puerto. Con un poco de suerte, nos podrá llevar hasta Nápoles.

-¿Tu crees? Vale, vamos al puerto.

Llegaron al puerto en unos diez minutos y una vez allí, se dirigieron hacia un hombre gordo y barbudo con pinta de marino que había por allí.

-Perdone, ¿conoce usted a Erick?-preguntó Kurtis.

-¿Erick? Sí, lo vi hace un rato, estaba allí, en el muelle nueve-dijo el hombre con una afable sonrisa.

Dieron las gracias al marinero y fueron hasta el muelle nueve. Allí había un pequeño aunque sólido barco que no era muy grande pero que parecía resistente. Sobre cubierta había un hombre joven, pelirrojo con el pelo largo recogido en una coleta y una desarreglada perilla, además de algo de barba incipiente.

-¿Eres el propietario del barco?-inquirió Lara.

-Sí. ¿Desea algo?

-Mi amigo y yo necesitamos llegar hasta Italia, concretamente hasta Nápoles.

Él silbó y se lo pensó durante un rato.

-Hasta Nápoles, ¿eh?...no sé, el camino es largo.

-¿Le dirías que no a un viejo amigo?-intervino Kurtis en ese momento.

Erick se fijó durante unos segundos en Kurtis y al momento bajó del barco y se dispuso a abrazarlo efusivamente.

-¡Kurtis Trent!-saludó alegremente-¡Cuánto tiempo sin verte! ¿Cómo te trata la vida?

-Bien, gracias.

-Y esta belleza debe ser tu novia, ¿eh, pillín?-dijo dándole unos golpes suaves con el codo a Kurtis y señalando a Lara.

-No, solo soy una amiga-respondió ella tajante.

-Ah-Erick parecía decepcionado-Esto... ¿a dónde queríais ir?

-A Nápoles. ¿Puedes llevarnos?-dijo Kurtis.

-Bueno, odio tener que decir esto, pero eso depende de lo que paguéis.

-Lo que creas razonable.

-Entonces acepto. ¿Cuándo zarpamos?

-Cuando quieras, estamos listos-dijo Lara.

-¡Entonces, si no tenéis nada más que hacer, subid a bordo, que nos vamos!-gritó alegremente Erick regresando al barco.

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Weno,esta es mas cortita y ya avise que era un ******::blushsmil

 

12ª Entrega

 

Lara estaba asomada al borde de la barandilla del barco de Erick, el Scorpio, contemplando el vaivén de las olas que chocaban contra él. El día no podía ser mejor, ya que en el cielo no había ni una nube y soplaba un vientecillo fresco. Lara intentaba relajarse mirando el océano cuando legó Erick y se apoyó en la barandilla a su lado.

-Siento lo de antes-le dijo a Lara-De verdad, es que creía que tú y Kurtis érais...

-¿Pareja?-continuó ella-No, te has equivocado.

-Si no te importa, ¿te puedo preguntar por qué viajáis juntos?

-Asuntos de trabajo-respondió sin que se le ocurriera ninguna otra forma de explicarlo sin dar detalles.

-Ya-dijo Erick vagamente diciéndose para sí que lo mejor era no meterse y sobre todo, no preguntar.-Creo que no nos han presentado. Me llamo Erick Coast, ¿y tú eres...?

-Lara Croft.

-¿Dónde he oído yo ese nombre?-dijo Erick pensativo durante unos momentos y de repente, miró fijamente a Lara con los ojos muy abiertos y dio dos pasos atrás señalándola con un dedo acusador.-¡Tu mataste al profesor Werner Von Croy!

-No, yo no fui, ¿hace cuánto que no ves las noticias? Eso ya está aclarado.

-¿Quién lo hizo?-preguntó Erick receloso.

-No se si te lo creerás, pero bueno, ahí va.

Y le contó toda la historia de las Pinturas Obscura, Eckhardt, Karel y los Nephilim. Cuando terminó, Erick no la miraba con cara de incredulidad, como ella esperaba, sino con una cara mezcla de la fascinación y el terror.

-¿Todo eso es cierto?-le preguntó él tras unos momentos.

-Si no me crees puedes preguntárselo a Kurtis.

-¿Qué pinta él en toda esa historia?

-Ya te lo he dicho, él me ayudó a destruir a Karel, su misión era matar al último Nephilim.

-Ya...bueno, me voy que alguien tendrá que controlar esto

De repente, Lara alzó la vista al cielo y vio que se estaban empezando a formar unos oscuros nubarrones que, para colmo, venían hacia ellos.

-Hola-Lara dio un respingo y vio a Kurtis que acababa de aparecer a su lado-Que, ¿contemplando el océano?

¿Qué iba a decirle?¿Qué le había parecido ver una nube con cara de demonio en la tormenta aparecida por arte de magia ante ellos?

Por arte de magia...tal vez no fuera ninguna tontería. De inmediato apartó esa idea de su cabeza. Vamos, Lara-se dijo a sí misma-¿no te estarás volviendo un poco paranoica?

-¿Sabes una cosa?, creo que me voy a tumbar un rato. Me parece ver cosas raras-le dijo a Kurtis antes de dirigirse a su pequeño camarote.

Él se reclinó en la barandilla y se asomó un poco al borde. El mar estaba cogiendo un tono oscuro y grisáceo; miró hacia arriba, juraría que hace veinte minutos hacía una mañana espléndida, dijo para sí. Mirando el cielo vio una nube extraña; las nubes solían tener formas caprichosas pero, tanto como para reproducir caras humanas..., o ni siquiera humanas, pensó mientras trataba de acordarse de a quién le sonaba aquella nube.

Preferiría no haberlo hecho, ya que se estremeció al recordarlo.

Veckat.

Sí, no había duda, aquella tormenta que se acercaba a pasos agigantados era fruto de la magia de ese demonio y cuando corrió a avisar a Erick y a Lara, oyó el primer trueno.

 

Continuara...

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Aqui estoy de nuevo :confused2 :

 

13ª Entrega

Llovía con fuerza sobre el Scorpio. Las olas se levantaban hasta la cubierta e inundaron el barco. Erick intentaba poner rumbo y manejar la nave sin éxito alguno. Las nubes eran cada vez más oscuras y una espesa niebla comenzaba a formarse alrededor suyo. Lara y Kurtis intentaban mantenerse en pie sobre la cubierta, lo que les era muy difícil con el fuerte viento y las olas que se alzaban hasta su altura.

De repente, se oyó un trueno y sobre cubierta apareció…Veckat, hecho de nubes y agua. Lara disparó sobre él varias veces, pero las balas traspasaban su cuerpo como si nada; Veckat seguía allí, con una sonrisa malévola mientras contemplaba sus caras de rabia.

Lara seguía disparando contra el demonio, convencida de que en un momento u otro, las balas harían algún efecto y herirían a Veckat.

-¡Las armas no sirven contra él! ¿Qué hacemos?-gritó Lara intentando hacerse oír en medio de la tormenta; pero Kurtis no la escuchaba. Sus ojos estaban en blanco y parecía que iba a desplomarse sobre la cubierta en cualquier momento.

De pronto, la tormenta se fue sosegando, las nubes se desvanecían en el aire y el mar se calmaba rápidamente. Lara miró a Kurtis de hito en hito.”¿Todo eso lo está haciendo él?” se preguntaba cada vez más desconcertada.

Sin previo aviso, un rayo cayó de cielo y le abrió a Veckat un agujero en el vientre. El diablo le lanzó a Kurtis una mirada de horror y odio, mientras que el rostro de este había vuelto a la normalidad y le dedicaba al diablo una mueca socarrona.

-¡Lo…pagarás muy…caro, Lux Veritatis!-silabeó Veckat mientras su cuerpo se disolvía en el aire.

Continuará...(depende de vosotros)

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