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El amuleto de las Horas


Gaia

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Bueno como ya dije,puestos a escribir tonterías, yo la primera:lmao:

No,ahora en serio, a ver si les gusta. Si os gusta la continuo y si no, pues no,claro...

En fin, que me enrollo como una persiana,allá va:

 

1ª Entrega

 

Lara se encontraba en su casa. Era de noche, ella estaba en la biblioteca leyendo un libro cuando de repente le pareció ver una extraña luz blanquecina por la ventana. Extrañada, se levantó, cogió un cuchillo y salió corriendo al patio. Una vez allí, se acercó con cuidado a la luz y dudó por un momento entre la seductora idea de tocarla y comprobar qué era aquello y el instinto de alejarse y observarla cuidadosamente. Al fin, diciéndose que no la parecía nada maligno y sosteniendo el cuchillo en alto, tocó con una mano vacilante la extraña luz.

 

Al principio sólo vio que estaba rodeada por lo que parecía ser una neblina de color azul brillante y plateado. Luego se dio cuenta de que estaba flotando en el espacio y que con ella solo había aquella extraña bruma y un anciano.

Lara, sobresaltada por la repentina aparición del hombre dio un paso hacia atrás y esperó en silencio, aunque sosteniendo firmemente el cuchillo. Entonces, el viejo habló:

-¿Lara Croft?-aventuró el anciano.

-¿Quién demonios eres?-preguntó Lara frunciendo el ceño.

-Soy el guardián del tiempo. Cuidador de la vida y el tiempo de ésta de millones de seres humanos. Me llaman el Guardián de las Horas.

-Vale, estupendo. Supongo que serás tu el que me ha traído hasta aquí,¿no?.

-Así es. Te he hecho venir desde la Tierra porque sobre el mundo se cierne un gran peligro. Me ha sido arrebatado el amuleto de las Horas; un artefacto con el que se controla el tiempo de cada día y que se puede utilizar para el bien, o para un gran mal.

-Ya, y supongo que querrás que yo lo busque y te lo traiga.

-Debes hacerlo. Un demonio llamado Veckat quiere utilizarlo para su propia voluntad y sembrar el mal en tu mundo.

-¿Cómo podría hacerlo?

-Vosotros, los humanos no lo sabéis pero al finalizar el día y justo antes de que comience uno nuevo, hay unos minutos en los que no existe regla ni norma alguna. El tiempo se para y sólo quien esté en poder del amuleto puede cambiar el mundo a su antojo. Veckat aprovechará esos minutos para adueñarse del mundo y crear su propio universo de caos y terror.

-Si tiene el amuleto, ¿porqué no lo ha hecho ya?-preguntó Lara algo extrañada por la increíble historia que acaba de contarle el Guardián.

-Porque de cada año, hay un día en el que ese tiempo dura más que en otros. Veckat esperará hasta ese día para poner en marcha su diabólico plan.

-¿Cuánto tiempo tengo?

-Con esa pregunta doy por sentado que estas dispuesta a aceptar-dijo el anciano esbozando una sonrisa.

-Dalo más que por hecho-confirmó Lara, firmemente convencida de ello.

-No esperaba otra cosa de alguien como tú. Dispones de dos semanas.

-¿Qué aspecto tiene el amuleto? Si voy a buscar algo, tengo qué saber cómo es.

-Tiene forma de cuerno invertido. Incluye seis agujeros, cada cuatro horas, se borra uno de ellos. A la medianoche, cuando desaparece el último y mientras se forman seis nuevos orificios, es cuando se producen esos minutos de los que te he hablado.

-De acuerdo. Me pondré manos a la obra.

-Para que sepas dónde localizar el amuleto, toma esto- le dijo entregándole lo que parecía ser una especie de localizador plano.

-Guau, tecnología punta; pensaba que en el más allá las cosas eran de otra manera-dijo Lara con su tono más sarcástico.

-Esto te mostrará en todo momento el lugar donde se encuentra el amuleto. Ve, hija y date prisa, pues no queda mucho tiempo hasta que Veckat utilice el amuleto. Buena suerte.

 

Una vez dicho esto, el anciano desapareció y Lara se encontró en el patio de su casa, con el cuchillo en una mano y el localizador en la otra. Aquello le demostraba que no había sido un sueño. En silencio, se dirigió hacia el interior de la mansión mientras pensaba en lo ocurrido.

¿Pero en qué lío me he metido? Se dijo mientras guardaba el cuchillo en su sitio y preparaba la mochila con el equipamiento indispensable para una nueva aventura...

 

Continuará...(si queréis,claro)

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Señores, la cansina, la cansinaaaa, ha llegado la cansina, cansinnnnnnnnnaaaaaaaaaaa, la cansina, señoras y señores, ya está aquí la cansinaaaaaaaa::rolleyes:

 

2ª Entrega

 

A la mañana siguiente cuando se despertó lo primero que recordó fue lo ocurrido la noche anterior. Aún convencida de que todo había sido un sueño se duchó, se vistió y bajó al salón.

Lo que vio la sorprendió enormemente.

Preparadas sobre una mesa estaban su mochila y sus pistolas, junto con el localizador que le había proporcionado el Guardián la noche anterior.

Así que no lo había soñado. Todo había sido real. Sin saber que hacer, se quedó durante un rato parada en medio de la habitación, con la mirada fija en ninguna parte. Al cabo de unos minutos se acercó a la mesa, cogió el localizador y miró su superficie.

La verdad es que realmente es tecnología avanzada pensó mientras miraba la pantalla de cristal líquido. Enredó en el aparato tanto cuanto quiso hasta que supo manejarlo a la perfección. Aquello habría podido competir perfectamente con un moderno ordenador portátil, aunque era bastante más pequeño y algo más complejo. Una vez examinado el localizador, miró la pantalla de mapamundi en la que parpadeaba con un brillante punto rojo la señal del amuleto. De inmediato reconoció el lugar. Estaba en la India, para más exactitud en la ciudad de Hyderābād.

Lara llamó de inmediato al aeropuerto para sacar un billete hacia Hyderābād. Perfecto, el avión salía en una hora y media. Eso le daba algún tiempo de margen para pensar en el asunto que se traía entre manos.

De camino hacia la terminal se dio cuenta de que el mal nunca andaba solo. Sin duda el tal Veckat tendría algunos sicarios dispuestos a terminar con cualquiera que se le cruzase en el camino. Bien, no pensaba dejarles disfrutar con eso; si quieren pelea, la tendrán se dijo Lara mientras entraba en el aeropuerto. Pasó por inmigración y se dirigió hacia su avión. Aunque no llevaba las pistolas puestas; las llevaba en la mochila, se había escondido un puñal en la bota izquierda. Cuando estaba en el compartimiento maletero del avión sacando un mapa de la mochila le pareció oír un ruido extraño. Agachándose, deslizó su mano hasta la bota con cuidado, para que el otro no sospechase que ella se había dado cuenta de su presencia, y mientras simulaba recoger algo sacó el largo cuchillo de la bota. Escondiéndolo con el mapa, se levantó normalmente y, de pronto, se dio la vuelta con el puñal levantado en un gesto amenazador. Cuál no fue su sorpresa al no ver a nadie allí. Cuando revisaba rápidamente la diminuta habitación y se disponía a marcharse notó un cañón de pistola en la espalda.

-Quieta. Deja el arma en el suelo -le espetó una voz masculina que le resultaba vagamente conocida

 

Continuara...(os seguire cansineando...)

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Bueno,¿a que no sabéis quien el era el de la voz?

Aún a riesgo de resultar repetitiva, lo siento pero...:)

 

3ª Entrega

 

-Vaya, me alegro de volver a verte señor Trent, aunque no sé si puedo decir lo mismo de ti-dijo Lara con una nota de sarcasmo en la voz.

Kurtis abrió los ojos desmesuradamente al oír aquella voz. Bajó el arma y se quedó quieto, en silencio con la mirada perdida. Al fin recuperó la voz.

-¿¿Lara??-preguntó Kurtis con los ojos de par en par-¿qué haces tú aquí?

Aquella simple frase pareció desconcertar a Lara.

-¿Qué qué hago yo aquí?¿Primero me asaltas como aquella vez en el Louvre y luego sin dar explicaciones me preguntas qué hago yo aquí?-Lara estaba anonada-la última vez que te vi te disponías a enfrentarte a una gigantesca araña suelta-ácido, y cuando volví a por ti,-Lara se iba exasperando mientras hablaba-lo único que me encontré fue tu arma voladora en medio de un charco de sangre,¿y ahora me vienes con qué hago yo aquí?

-Vale, admito que es un poco raro, pero lo será más cuando escuches lo que te tengo que contar, además me gustaría pedirte un favor muy importante.¿Te diriges hacia Hyderābād?-Lara asintió con la cabeza-Te lo contaré cuando lleguemos allí.

Lara se disponía a decir algo, pero antes de que pudiera hablar, Kurtis se había marchado dejándola con la palabra en la boca.

 

<><><><><><><><><><>

 

 

Cuando pisó terreno hindú, Lara buscó a Kurtis con la mirada, cuando lo vio, se dirigió hacia él inmediatamente y después se fueron juntos hacia la salida del aeropuerto. Eran casi las seis de la mañana, y estaba amaneciendo. Las calles empezaban a abarrotarse de turistas, comerciantes y vacas. Mientras pasaban por las cercanías del Char Minar, Lara se volvió hacia Kurtis.

-¿Bueno,¿que era eso tan importante que tenías que pedirme?

-Luego te lo digo. Primero cuéntame a qué has venido, que no sé porque, pero me parece que de vacaciones no es,¿verdad?-dijo Kurtis esbozando una sonrisa.

-Acertaste. Pero mi historia es tan extraordinaria, que no sé si me creeras.

-Prueba.

Así, mientras se dirigían a un bar y el sol empezaba a asomar por encima de las cabezas de la muchedumbre, Lara le contó a Kurtis lo que le había ocurrido la noche anterior.

Cuando terminó, Kurtis parecía anonado.

-¿Qué ocurre?-le preguntó Lara mientras le contemplaba, frunciendo el ceño.

Kurtis se paró. Lara hizo lo mismo.

-¿Qué ocurre?-repitió.

-No te lo vas a creer.¿Recuerdas que pensaba pedirte algo?-Lara asintió con la cabeza-pues era que me ayudaras en la misma aventura.- Lara abrió los ojos de par en par-Vaya, ya me has chafado la sorpresa...-comentó Kurtis con una mueca.

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